bullish consensus
Madmaxista
El número de funcionarios rompe otro récord tras crearse 90.300 empleos en tres meses - Cotizalia.com
La Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre viene con sorpresas. En particular en relación al número de empleados públicos, que en lugar de caer -lo que sería coherente con el recorte del gasto público- crece con fuerza. Hasta el extremo de que en apenas tres meses el número de asalariados al servicio de las administraciones públicas ha crecido en nada menos que 90.300.
Esto significa que el número de empleados públicos alcanza un nuevo récord. En concreto, sube hasta los 3,17 millones, la cifra más alta jamás alcanzada por la economía española. Esto supone que si no hubiera sido por el empleo público, la ocupación -sin desestacionalizar- hubiera descendido entre junio y septiembre en 20.400 personas. Muy lejos de los 69.900 empleos que, según la EPA, se han creado en el tercer trimestre.
La tasa de paro, sin embargo, dio un respiro en el tercer trimestre. Pero sólo por razones estacionales. El desempleo bajó en 69.900 personas debido al estancamiento de la población activa, lo que quiere decir que el llamado ‘efecto desánimo’ se ha generalizado en el mercado de trabajo
Los datos de la EPA reflejan, en concreto, que la población activa (es decir, los ocupados y los parados) retrocedió un 0,8% en el tercer trimestre frente al mismo periodo anterior, pese a tratarse de un trimestre especialmente dinámico desde el punto de vista del empleo debido a la llegada del verano y de la temporada turística. De hecho, y según las series oficiales del Ministerio de Economía, el desempleo en términos desestacionalizados no cayó en el tercer trimestre, por el contrario, creció en 65.800, hasta los 4.615.200 parados.
Los datos desestacionalizados -que permiten hacer comparaciones homogéneas- indican, igualmente, que la economía española volvió a perder puestos de trabajo en el tercer trimestre. En concreto, 30.000 empleos, lo que significa que la fuerza laboral cae hasta los 18.47.900, el peor registro desde el año 2005.
Cae el ritmo de destrucción de empleo
Los datos de la EPA, por lo tanto, están sesgados por razones puramente estacionales, pero indican, en cualquier caso, una suave mejora del mercado de trabajo, hasta el punto de que el ritmo de destrucción de empleo -la variable más importante en términos económicos- cae hasta el -1,71%, frente al -2,5% que se registró en el trimestre precedente o el -3,6% con que comenzó el año.
Es decir, el mercado laboral está mejorando pero aún se siguen destruyendo puestos de trabajo, lo que indica que el ajuste no está totalmente concluido, aunque está muy cerca del final. En los últimos doce meses, la economía española ha perdido nada menos que 323.400 puestos de trabajo, lo que explica que la tasa de empleo se sitúa en un exiguo 59,69%, alrededor de seis puntos por debajo de la media europea. Y sin empleo, es imposible que la economía crezca.
La EPA, de hecho, pone de relieve que frete a los 18,54 millones de ocupados (sin desestacionalizar) hay 19,95 millones de personas que se encuentran inactivas o están en paro. Algo que refleja con nitidez la verdadera situación del mercado de trabajo en España.
La alta temporalidad de la economía se pone de relieve al constatarse que en el tercer trimestre, el desempleo se redujo en todos los sectores, pero especialmente en construcción (66.500 parados menos) y servicios (57.100). Sin embargo, como admite el INE, el número de parados de larga duración -los que llevan más de un año buscando empleo- aumenta en 61.200 personas. El desempleo también aumenta entre los que buscan su primer empleo. En los 12 últimos meses los parados de larga duración presentan la mayor subida (664.800 más), con gran distancia respecto a las restantes categorías.
Si se analiza el empleo en términos sectoriales, los datos de la EPA señalan que sólo el sector servicios fue capaz de crear puestos de trabajo en el tercer trimestre. En concreto, 144.000. Por el contrario, la construcción destruyó 31.600 empleos (182.000 en el último año) y la industria continúa su lenta agonía. Se volvieron a destruir 18.300 puestos de trabajo (119.000 en el último año
La Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre viene con sorpresas. En particular en relación al número de empleados públicos, que en lugar de caer -lo que sería coherente con el recorte del gasto público- crece con fuerza. Hasta el extremo de que en apenas tres meses el número de asalariados al servicio de las administraciones públicas ha crecido en nada menos que 90.300.
Esto significa que el número de empleados públicos alcanza un nuevo récord. En concreto, sube hasta los 3,17 millones, la cifra más alta jamás alcanzada por la economía española. Esto supone que si no hubiera sido por el empleo público, la ocupación -sin desestacionalizar- hubiera descendido entre junio y septiembre en 20.400 personas. Muy lejos de los 69.900 empleos que, según la EPA, se han creado en el tercer trimestre.
La tasa de paro, sin embargo, dio un respiro en el tercer trimestre. Pero sólo por razones estacionales. El desempleo bajó en 69.900 personas debido al estancamiento de la población activa, lo que quiere decir que el llamado ‘efecto desánimo’ se ha generalizado en el mercado de trabajo
Los datos de la EPA reflejan, en concreto, que la población activa (es decir, los ocupados y los parados) retrocedió un 0,8% en el tercer trimestre frente al mismo periodo anterior, pese a tratarse de un trimestre especialmente dinámico desde el punto de vista del empleo debido a la llegada del verano y de la temporada turística. De hecho, y según las series oficiales del Ministerio de Economía, el desempleo en términos desestacionalizados no cayó en el tercer trimestre, por el contrario, creció en 65.800, hasta los 4.615.200 parados.
Los datos desestacionalizados -que permiten hacer comparaciones homogéneas- indican, igualmente, que la economía española volvió a perder puestos de trabajo en el tercer trimestre. En concreto, 30.000 empleos, lo que significa que la fuerza laboral cae hasta los 18.47.900, el peor registro desde el año 2005.
Cae el ritmo de destrucción de empleo
Los datos de la EPA, por lo tanto, están sesgados por razones puramente estacionales, pero indican, en cualquier caso, una suave mejora del mercado de trabajo, hasta el punto de que el ritmo de destrucción de empleo -la variable más importante en términos económicos- cae hasta el -1,71%, frente al -2,5% que se registró en el trimestre precedente o el -3,6% con que comenzó el año.
Es decir, el mercado laboral está mejorando pero aún se siguen destruyendo puestos de trabajo, lo que indica que el ajuste no está totalmente concluido, aunque está muy cerca del final. En los últimos doce meses, la economía española ha perdido nada menos que 323.400 puestos de trabajo, lo que explica que la tasa de empleo se sitúa en un exiguo 59,69%, alrededor de seis puntos por debajo de la media europea. Y sin empleo, es imposible que la economía crezca.
La EPA, de hecho, pone de relieve que frete a los 18,54 millones de ocupados (sin desestacionalizar) hay 19,95 millones de personas que se encuentran inactivas o están en paro. Algo que refleja con nitidez la verdadera situación del mercado de trabajo en España.
La alta temporalidad de la economía se pone de relieve al constatarse que en el tercer trimestre, el desempleo se redujo en todos los sectores, pero especialmente en construcción (66.500 parados menos) y servicios (57.100). Sin embargo, como admite el INE, el número de parados de larga duración -los que llevan más de un año buscando empleo- aumenta en 61.200 personas. El desempleo también aumenta entre los que buscan su primer empleo. En los 12 últimos meses los parados de larga duración presentan la mayor subida (664.800 más), con gran distancia respecto a las restantes categorías.
Si se analiza el empleo en términos sectoriales, los datos de la EPA señalan que sólo el sector servicios fue capaz de crear puestos de trabajo en el tercer trimestre. En concreto, 144.000. Por el contrario, la construcción destruyó 31.600 empleos (182.000 en el último año) y la industria continúa su lenta agonía. Se volvieron a destruir 18.300 puestos de trabajo (119.000 en el último año