Han dejado los postes, porque seguro que se lo ha robado algún paisano. Este hombre habla de hambruna, pero se equivoca. Lo que hay en España es una falta bestial de ética, de valores, de respetar la propiedad de otro y de cohesión de grupo. Una sociedad del sálvese quien pueda, para que luego algunos idolatren la vida en el campo y en el mundo rural. En tema de propiedades y lindes ni entro, ya se vio lo que pasó el otro día en Ciudad Real. En las ciudades es más de lo mismo, aunque cada uno tiene quizás su espacio más concentrado y vigilado, sobre todo los que no tenemos apenas nada de patrimonio. Ya dice este hombre como está la cosa, que les roban hasta los calzoncillos. Y eso que prudentemente no habla de las bandas de delincuentes nacionales y extranjeros que desvalijan cosechas enteras, que acaban luego en Dios sabe dónde. Es lo que pasa en un país donde se ha perdido completamente el norte, donde las fuerzas de seguridad se dedican a no se sabe qué y han dejado el campo abandonado, donde a una clase política absolutamente vomitiva solo le importa llenarse el bolsillo, el estómago y darle gusto a su platano o a su shishi. Todo ello, acompañado por una sociedad aborregada y dócil, a la que solo le importa el ocio, el terraceo e ir a Disneyland París.