¿Nos hemos vuelto locos en Catalunya?
Como independentista confeso (adjunto vídeo por si alguien tiene alguna duda) querría hacer un homenaje al expresident del Gobierno español José María Aznar. Cuanta razón tenía cuando dijo aquello que se rompería antes Catalunya que España.
Lo cierto es que aprovechando la conferencia de Puigdemont en Madrid le pedí una entrevista por si quería explayarse en el tema. Desde la FAES me respondieron, eso sí muy amablemente, que estaba de viaje. Pero no me descorazoné y el día de autos me planté en la sede de la fundación, situada en un moderno edificio de oficinas de la calle María de Molina.
No conseguí pasar del segurata del vestíbulo y eso que quería comprar también algunos libros. Guardo en la memoria gratas lecturas. Como el de La orquesta rosa de Miquel Porta Perales y el de Islamistas y buenistas, de los exsocialistas daneses Karen Jespersen y Ralf Pittelkow. Parece mentiras que libros así, en España, sólo los publiquen ellos.
En fin, antes de que mis colegas indepes me lancen una sarta de insultos -lo cierto es que los colecciono-, quiero decir que cinco años antes de que lo dijera Aznar ya lo decía el propio Artur Mas. En el pleno parlamentario tras la sentencia del Estatut -el 10 de julio del 2010- afirmó que “hay que iniciar un nuevo camino”.
“¿Ahora bien, cómo?. Este nuevo camino tiene que ser un camino que se haga evitando al maximo las fracturas sociales dentro de Catalunya”, añadió. Hay que reconocer que, al menos en esto, acertó.
Desde luego, no estamos todavía como en Venezuela -donde ya casi andan a tiros por las calles- o Polonia. Pero las revoluciones se saben cómo empiezan. Nunca como acaban. Aunque la hayan bautizado con el nombre de la revuelta de las sonrisas. Yo creo que en honor de Francesc Homs, que siempre salía riendo en las fotos hasta que lo juzgó el Supremo.
13947-screensnapz008.jpg
Me acuerdo que hace años cubrí un acto soberanista en el Fórum y un colega de la prensa digital al que conozco desde hace años -ambos fuimos pioneros en esto- se me acercó y me dijo: “Suposo que veus que anem cap a una Guerra Civil” ("Supongo que ves que vamos hacia una Guerra Civil”).
Me quedé de piedra. Le pregunté por si acaso si se refería a una guerra entre Catalunya y España. No, no: hablaba de una guerra entre catalanes. Y se justificó diciendo que la independencia bien vale una guerra. Vamos a omitir el nombre porque no quiero que le retiren las subvenciones de la Generalitat. Y no malpiensen: en esta ocasión no es Vicent Partal.
¿Qué diría Josep Pla de la Catalunya actual? Básicamente que nos hemos vuelto locos. Sólo hace falta leer sus crónicas de la República. Vamos por el mundo diciendo que España es como una dictadura, que estamos a las puertas de un régimen totalitario. Lo juro: yo se lo he oído decir al propio presidente Puigdemont en un pleno en el Parlament.
Por supuetos, el Estado no iba a poner las cosas fáciles. Pero de eso a compararlo con Turquía hay un trecho. Ahora lo vamos a llevar incluso hasta la ONU. Aunque Romeva y Tremosa -un eurodiputado del PDECAT- también llevaron en su día el pisotón de Pepe a Messi al Parlamento Europeo. En la Comisión debían alucinar. Además, uno con el tiempo ha llegado a consejero. El otro sigue ahí.
De hecho, sólo hace falta repasar el manifiesto que leyó Pep Guardiola en el reciente acto en Montjuïc. Pintó un panorama desolador: que somos víctimas de una “persecución política”, que se “persigue el debate político”, que la situación es “demócraticamente insostenibe”, que si “la democracia está amenazada”. Por mí que lo redactó Jordi Cuixart, el de Òmnium, y Pep lo leyó en voz alta sin habérselo mirado antes.
Lo más llamativo fue cuando pidió que “la comunidad intenacional nos ayude” porque, eso de que Franco ha resucitado en el exterior no se lo traga nadie. Creo que España forma parte de la UE, de las Naciones Unidas, de la OTAN, de Eurovisión e incluso de la Federación Internacional de Petanca. En el caso que exista la mencionada federación, que tampoco lo sé.
Por eso, sí hay fractura en Catalunya es de momento una fractura mental: entre los cuerdos y los otros. El frikismo se ha extendido peligrosamente a las capas más altas de la sociedad. Antes te encontrabas un friki vestido de Miquelet -los soldados de la guerra del 1714- en un asamblea de la ANC o durante la Diada. Ahora un diputado del PDECAT, un miembro del Govern o hasta una reputada columnista es capaz de decir cualquier disparate.
¿Qué pasará si no hay referéndum? ¿A quién echarán la culpa? ¿Qué harán con tanta mala leche acumulada? ¿Quién pagará los platos rotos? Porque en el fondo no se atreven ni a convocarlo. Mucho acto en Palau, mucha entrevista en TV3 pero nadie ha firmado un papel. Primera querían que lo celebrase los del Pacto Nacional por el Referéndum -que atinadamente se sacaron el muerto de encima-, luego los ayuntamientos y ahora los voluntarios.
Si al menos dijeran la verdad: no puedes declarar la independencia con menos de la población a favor. Ni siquiera es culpa de España: sencillamente no hay una holgada mayoría social. Hasta lo recordó el miércoles el citado Romeva en el Parlamento: el 27-S votaron a favor el 48%. Menos de la mitad de los votantes en las elecciones del 2015.
Si el Govern insiste tanto es, por una parte, para sentar un precedente y, por otra, porque no ha hecho nada más a parte de hablar del referéndum y cerrar la prisión Modelo. Pero lamentablemente siguen alimentando la esperanza de mucha gente. Claro que tambien decían que sería coser y cantar: teníamos que ser independientes el pasado 27 de marzo. Los famosos 18 meses de Mas. Yo, de momento, no he recibido el pasaporte de la República Catalana. Y eso que me ha autoexiliado unas semanas en Dublín. Cura de desintoxicación del procés. Por prescripción facultativa.
En fin, presidente, por todo ello y por otras cosas yo de usted empezaría a reivindicarme. No era usted tan malo como lo pintan. Desde luego cometió errores -como todo el mundo- pero viendo lo que vino después la historia pondrá en su lugar a Zapatero y a usted. Si se anima hacemos un libro-entrevista juntos. Tendrá más credibilidad si las preguntas se las hago yo que uno de los suyos.
Hasta Pujol admite que cumplió a rajatabla el Paco del Majestic. Creo que lo dice en las memorias pero no las tengo a mano. Y, por lo que parece, no se ha metido usted un duro en el bolsillo. Esa austeridad castellana. Lamentablemente no podemos decir lo mismo de él o de su familia. Incluso en eso nos hemos quedado sin referentes jovenlandesales en Catalunya.
Como independentista confeso (adjunto vídeo por si alguien tiene alguna duda) querría hacer un homenaje al expresident del Gobierno español José María Aznar. Cuanta razón tenía cuando dijo aquello que se rompería antes Catalunya que España.
Lo cierto es que aprovechando la conferencia de Puigdemont en Madrid le pedí una entrevista por si quería explayarse en el tema. Desde la FAES me respondieron, eso sí muy amablemente, que estaba de viaje. Pero no me descorazoné y el día de autos me planté en la sede de la fundación, situada en un moderno edificio de oficinas de la calle María de Molina.
No conseguí pasar del segurata del vestíbulo y eso que quería comprar también algunos libros. Guardo en la memoria gratas lecturas. Como el de La orquesta rosa de Miquel Porta Perales y el de Islamistas y buenistas, de los exsocialistas daneses Karen Jespersen y Ralf Pittelkow. Parece mentiras que libros así, en España, sólo los publiquen ellos.
En fin, antes de que mis colegas indepes me lancen una sarta de insultos -lo cierto es que los colecciono-, quiero decir que cinco años antes de que lo dijera Aznar ya lo decía el propio Artur Mas. En el pleno parlamentario tras la sentencia del Estatut -el 10 de julio del 2010- afirmó que “hay que iniciar un nuevo camino”.
“¿Ahora bien, cómo?. Este nuevo camino tiene que ser un camino que se haga evitando al maximo las fracturas sociales dentro de Catalunya”, añadió. Hay que reconocer que, al menos en esto, acertó.
Desde luego, no estamos todavía como en Venezuela -donde ya casi andan a tiros por las calles- o Polonia. Pero las revoluciones se saben cómo empiezan. Nunca como acaban. Aunque la hayan bautizado con el nombre de la revuelta de las sonrisas. Yo creo que en honor de Francesc Homs, que siempre salía riendo en las fotos hasta que lo juzgó el Supremo.
13947-screensnapz008.jpg
Me acuerdo que hace años cubrí un acto soberanista en el Fórum y un colega de la prensa digital al que conozco desde hace años -ambos fuimos pioneros en esto- se me acercó y me dijo: “Suposo que veus que anem cap a una Guerra Civil” ("Supongo que ves que vamos hacia una Guerra Civil”).
Me quedé de piedra. Le pregunté por si acaso si se refería a una guerra entre Catalunya y España. No, no: hablaba de una guerra entre catalanes. Y se justificó diciendo que la independencia bien vale una guerra. Vamos a omitir el nombre porque no quiero que le retiren las subvenciones de la Generalitat. Y no malpiensen: en esta ocasión no es Vicent Partal.
¿Qué diría Josep Pla de la Catalunya actual? Básicamente que nos hemos vuelto locos. Sólo hace falta leer sus crónicas de la República. Vamos por el mundo diciendo que España es como una dictadura, que estamos a las puertas de un régimen totalitario. Lo juro: yo se lo he oído decir al propio presidente Puigdemont en un pleno en el Parlament.
Por supuetos, el Estado no iba a poner las cosas fáciles. Pero de eso a compararlo con Turquía hay un trecho. Ahora lo vamos a llevar incluso hasta la ONU. Aunque Romeva y Tremosa -un eurodiputado del PDECAT- también llevaron en su día el pisotón de Pepe a Messi al Parlamento Europeo. En la Comisión debían alucinar. Además, uno con el tiempo ha llegado a consejero. El otro sigue ahí.
De hecho, sólo hace falta repasar el manifiesto que leyó Pep Guardiola en el reciente acto en Montjuïc. Pintó un panorama desolador: que somos víctimas de una “persecución política”, que se “persigue el debate político”, que la situación es “demócraticamente insostenibe”, que si “la democracia está amenazada”. Por mí que lo redactó Jordi Cuixart, el de Òmnium, y Pep lo leyó en voz alta sin habérselo mirado antes.
Lo más llamativo fue cuando pidió que “la comunidad intenacional nos ayude” porque, eso de que Franco ha resucitado en el exterior no se lo traga nadie. Creo que España forma parte de la UE, de las Naciones Unidas, de la OTAN, de Eurovisión e incluso de la Federación Internacional de Petanca. En el caso que exista la mencionada federación, que tampoco lo sé.
Por eso, sí hay fractura en Catalunya es de momento una fractura mental: entre los cuerdos y los otros. El frikismo se ha extendido peligrosamente a las capas más altas de la sociedad. Antes te encontrabas un friki vestido de Miquelet -los soldados de la guerra del 1714- en un asamblea de la ANC o durante la Diada. Ahora un diputado del PDECAT, un miembro del Govern o hasta una reputada columnista es capaz de decir cualquier disparate.
¿Qué pasará si no hay referéndum? ¿A quién echarán la culpa? ¿Qué harán con tanta mala leche acumulada? ¿Quién pagará los platos rotos? Porque en el fondo no se atreven ni a convocarlo. Mucho acto en Palau, mucha entrevista en TV3 pero nadie ha firmado un papel. Primera querían que lo celebrase los del Pacto Nacional por el Referéndum -que atinadamente se sacaron el muerto de encima-, luego los ayuntamientos y ahora los voluntarios.
Si al menos dijeran la verdad: no puedes declarar la independencia con menos de la población a favor. Ni siquiera es culpa de España: sencillamente no hay una holgada mayoría social. Hasta lo recordó el miércoles el citado Romeva en el Parlamento: el 27-S votaron a favor el 48%. Menos de la mitad de los votantes en las elecciones del 2015.
Si el Govern insiste tanto es, por una parte, para sentar un precedente y, por otra, porque no ha hecho nada más a parte de hablar del referéndum y cerrar la prisión Modelo. Pero lamentablemente siguen alimentando la esperanza de mucha gente. Claro que tambien decían que sería coser y cantar: teníamos que ser independientes el pasado 27 de marzo. Los famosos 18 meses de Mas. Yo, de momento, no he recibido el pasaporte de la República Catalana. Y eso que me ha autoexiliado unas semanas en Dublín. Cura de desintoxicación del procés. Por prescripción facultativa.
En fin, presidente, por todo ello y por otras cosas yo de usted empezaría a reivindicarme. No era usted tan malo como lo pintan. Desde luego cometió errores -como todo el mundo- pero viendo lo que vino después la historia pondrá en su lugar a Zapatero y a usted. Si se anima hacemos un libro-entrevista juntos. Tendrá más credibilidad si las preguntas se las hago yo que uno de los suyos.
Hasta Pujol admite que cumplió a rajatabla el Paco del Majestic. Creo que lo dice en las memorias pero no las tengo a mano. Y, por lo que parece, no se ha metido usted un duro en el bolsillo. Esa austeridad castellana. Lamentablemente no podemos decir lo mismo de él o de su familia. Incluso en eso nos hemos quedado sin referentes jovenlandesales en Catalunya.