Vigilante117
Himbersor
- Desde
- 19 Jul 2021
- Mensajes
- 406
- Reputación
- 2.276
El el bichito, el cambio climático y la guerra de Ucrania tienen dos cosas en común. Primero, que nuestros políticos defienden intereses extranjeros o supranacionales en perjuicio de los intereses de sus propios ciudadanos. Segundo, que los bien pagados medios de comunicación emprenden agresivas campañas de propaganda basadas en enormes mentiras hasta lograr que el test de virtud del buen ciudadano sea manifestar entre aspavientos una adhesión total a la consigna o un repruebo absoluto hacia el “enemigo” señalado.
Así, tras dos años de mentiras el bichito, los medios están ahora empeñados en mentir sobre la guerra de Ucrania para dar la sensación de que la victoria ucraniana está a la vuelta de la esquina. Ya en marzo del año pasado, y en un alarde de rigor, muchos de ellos (incluyendo el pretencioso Financial Times) afirmaban citando acríticamente “fuentes oficiales occidentales” que Rusia estaba quedándose sin misiles de precisión[1]: desde entonces Rusia ha lanzado cerca de 4.500. También el New York Times afirmó hace pocas semanas, citando “fuentes oficiales” (¿Mortadelo y Filemón?), que las cartas bomba enviadas al Palacio de la Moncloa y a la Embajada de Ucrania en Madrid eran obra de agentes rusos. Tras hacerse eco de ello muchos medios españoles, hemos sabido que en realidad habían sido enviadas por un jubilado de 74 años de Miranda de Ebro que actuó solo.
Los medios también dijeron que pilinguin tenía cáncer y Párkinson, que estaba lunático por el aislamiento el bichito y a punto de utilizar armas químicas y nucleares. Lanzaron todas estas historias para luego abandonarlas sin más explicaciones, exactamente igual que hicieron con el el bichito cuando de la noche a la mañana dejaron de aterrorizar a la gente. Si Rusia gana claramente la guerra, como parece probable, ¿simplemente dejarán de hablar del tema?
La propaganda es útil para mantener la voluntad de lucha, que en el caso europeo consiste en que la ciudadanía apoye su suicidio económico decidido por ese Protectorado de EEUU llamado UE. Sin embargo, ni la propaganda ni las mentiras ganan guerras. ¿Cuál es la situación real en Ucrania?
La reciente decisión de enviar carros de combate occidentales ha sido tomada por políticos en contra del criterio de sus altos mandos militares. Al albur de los deseos de EEUU, el gobierno alemán ha cambiado de opinión por enésima vez y, en un nuevo giro de 180°, ha decidido enviar una compañía de Leopard (14 unidades) y permitir que otros países lo hagan con el objetivo de alcanzar dos batallones (unas 80 unidades). No deja de sorprender que Alemania, un país hoy controlado por EEUU, débil y sin ideas claras, se haya desacreditado hasta el extremo de aceptar la humillación de que sus amos anglosajones le saboteen un gaseoducto clave para su bienestar energético (un casus belli) sin decir ni mu.
Enviar carros de combate tan diferentes implica enormes retos de entrenamiento y mantenimiento. Además, los rusos también disponen de los mismos misiles antitanque que tanto daño les infligieron a ellos mismos al comienzo del conflicto, y desde el punto de vista militar, el envío de unas pocas decenas de tanques resulta irrelevante frente a una Rusia que puede disponer de 8.000 tanques operativos de distinto tonelaje[2].
Alemania dice que “los primeros” Leopard (¿3 o 4?) llegarán en dos o tres meses. Polonia enviará otros 14 y los británicos enviarán 14 Challenger. Otros países han dicho bla, bla, bla, pero probablemente ese cuentagotas de 40-45 tanques occidentales será todo lo que reciba Ucrania. En este sentido, confío en que España no materialice la estupidez de regalar carros de combate que no le sobran a un país que no es su aliado para agredir a otro que no es su enemigo. Antaño este razonamiento sería axiomático, pero la lógica y la razón ya no aplican, como muestra que Francia haya regalado a Ucrania un tercio de sus cañones obús y Estonia la totalidad de que disponía.
¿Y EEUU? ¿Acaso Biden no ha anunciado el envío de 31 Abrams? Las enormes reticencias del Pentágono (como de todos los estamentos militares occidentales, España incluida), las complicadas exigencias técnicas y logísticas de estos carros, que funcionan con turbina y consumen queroseno, y el artificioso horizonte temporal de ocho meses que los americanos han dado para su entrega, me hacen concluir que lo más probable es que ni un solo tanque americano llegue nunca a Ucrania, y que, por tanto, EEUU le haya hecho una nueva jugarreta a Alemania.
No olvidemos que los dos objetivos estratégicos de EEUU al provocar a Rusia era, por un lado, debilitarla con una guerra de desgaste, y por otro, destruir los lazos políticos y comerciales entre Europa y Rusia (Nordstream 2 incluido) en detrimento de los intereses económicos y geopolíticos europeos, en particular, alemanes. “Que se aguante la UE”, dijo la actual vicesecretaria de Estado Nuland en 2014. Éste era un objetivo crucial.
Así, los Leopard que el poco inteligente gobierno alemán envía a la chatarra a Ucrania no servirán para nada salvo para deteriorar aún más las relaciones a largo plazo con Rusia y facilitarle una valiosa imagen propagandística: por primera vez desde la oleada turística nancy de 1941, tanques alemanes matarán soldados rusos sin que Rusia haya agredido en ningún momento a Alemania. Bravo.
Así, tras dos años de mentiras el bichito, los medios están ahora empeñados en mentir sobre la guerra de Ucrania para dar la sensación de que la victoria ucraniana está a la vuelta de la esquina. Ya en marzo del año pasado, y en un alarde de rigor, muchos de ellos (incluyendo el pretencioso Financial Times) afirmaban citando acríticamente “fuentes oficiales occidentales” que Rusia estaba quedándose sin misiles de precisión[1]: desde entonces Rusia ha lanzado cerca de 4.500. También el New York Times afirmó hace pocas semanas, citando “fuentes oficiales” (¿Mortadelo y Filemón?), que las cartas bomba enviadas al Palacio de la Moncloa y a la Embajada de Ucrania en Madrid eran obra de agentes rusos. Tras hacerse eco de ello muchos medios españoles, hemos sabido que en realidad habían sido enviadas por un jubilado de 74 años de Miranda de Ebro que actuó solo.
Los medios también dijeron que pilinguin tenía cáncer y Párkinson, que estaba lunático por el aislamiento el bichito y a punto de utilizar armas químicas y nucleares. Lanzaron todas estas historias para luego abandonarlas sin más explicaciones, exactamente igual que hicieron con el el bichito cuando de la noche a la mañana dejaron de aterrorizar a la gente. Si Rusia gana claramente la guerra, como parece probable, ¿simplemente dejarán de hablar del tema?
La propaganda es útil para mantener la voluntad de lucha, que en el caso europeo consiste en que la ciudadanía apoye su suicidio económico decidido por ese Protectorado de EEUU llamado UE. Sin embargo, ni la propaganda ni las mentiras ganan guerras. ¿Cuál es la situación real en Ucrania?
La reciente decisión de enviar carros de combate occidentales ha sido tomada por políticos en contra del criterio de sus altos mandos militares. Al albur de los deseos de EEUU, el gobierno alemán ha cambiado de opinión por enésima vez y, en un nuevo giro de 180°, ha decidido enviar una compañía de Leopard (14 unidades) y permitir que otros países lo hagan con el objetivo de alcanzar dos batallones (unas 80 unidades). No deja de sorprender que Alemania, un país hoy controlado por EEUU, débil y sin ideas claras, se haya desacreditado hasta el extremo de aceptar la humillación de que sus amos anglosajones le saboteen un gaseoducto clave para su bienestar energético (un casus belli) sin decir ni mu.
Enviar carros de combate tan diferentes implica enormes retos de entrenamiento y mantenimiento. Además, los rusos también disponen de los mismos misiles antitanque que tanto daño les infligieron a ellos mismos al comienzo del conflicto, y desde el punto de vista militar, el envío de unas pocas decenas de tanques resulta irrelevante frente a una Rusia que puede disponer de 8.000 tanques operativos de distinto tonelaje[2].
Alemania dice que “los primeros” Leopard (¿3 o 4?) llegarán en dos o tres meses. Polonia enviará otros 14 y los británicos enviarán 14 Challenger. Otros países han dicho bla, bla, bla, pero probablemente ese cuentagotas de 40-45 tanques occidentales será todo lo que reciba Ucrania. En este sentido, confío en que España no materialice la estupidez de regalar carros de combate que no le sobran a un país que no es su aliado para agredir a otro que no es su enemigo. Antaño este razonamiento sería axiomático, pero la lógica y la razón ya no aplican, como muestra que Francia haya regalado a Ucrania un tercio de sus cañones obús y Estonia la totalidad de que disponía.
¿Y EEUU? ¿Acaso Biden no ha anunciado el envío de 31 Abrams? Las enormes reticencias del Pentágono (como de todos los estamentos militares occidentales, España incluida), las complicadas exigencias técnicas y logísticas de estos carros, que funcionan con turbina y consumen queroseno, y el artificioso horizonte temporal de ocho meses que los americanos han dado para su entrega, me hacen concluir que lo más probable es que ni un solo tanque americano llegue nunca a Ucrania, y que, por tanto, EEUU le haya hecho una nueva jugarreta a Alemania.
No olvidemos que los dos objetivos estratégicos de EEUU al provocar a Rusia era, por un lado, debilitarla con una guerra de desgaste, y por otro, destruir los lazos políticos y comerciales entre Europa y Rusia (Nordstream 2 incluido) en detrimento de los intereses económicos y geopolíticos europeos, en particular, alemanes. “Que se aguante la UE”, dijo la actual vicesecretaria de Estado Nuland en 2014. Éste era un objetivo crucial.
Así, los Leopard que el poco inteligente gobierno alemán envía a la chatarra a Ucrania no servirán para nada salvo para deteriorar aún más las relaciones a largo plazo con Rusia y facilitarle una valiosa imagen propagandística: por primera vez desde la oleada turística nancy de 1941, tanques alemanes matarán soldados rusos sin que Rusia haya agredido en ningún momento a Alemania. Bravo.