Estamos en el punto álgido de la temporada turística. Hoteles, campings y apartamentos prácticamente llenos. Playas, terrazas y aparcamientos a rebosar. La ocupación turística para este agosto en la Costa Daurada rozará el 90%, según las previsiones del sector.
Sin embargo, para los comercios este verano no está resultando tan positivo como cabría esperar, después de que el año pasado tuvieran una buena recuperación pospandémica.
La espiral inflacionista está provocando que los turistas cada vez gasten menos en el destino y eso está complicando cuadrar los números para un sector comercial que vive en buena parte de los meses de verano.
«Puedes ver llenas las playas o las tiendas, pero al final del día eso no se traduce en la caja» (diaridetarragona.com)