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SOLO EN LA MENTE DE LA DICTADURA GLOBAL TIENE CABIDA SUS DELIRIOS.
Alemania vigila a los negacionistas
Los servicios secretos germanos consideran que su violencia y sus vínculos con la ultraderecha son factores de riesgo
Los ciudadanos disfrutan del buen tiempo de este domingo en un parque de Berlín. / REUTERS
MARÍA MOLINOSBerlínDomingo, 9 mayo 2021, 20:19
El principal grupo negacionista alemán acaba de caer oficialmente en el radar de los servicios secretos. Consideran que los llamados Querdenker suponen un riesgo para el Estado. Por su crítica sistemática a la gestión de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y por los grupos de extrema derecha que operan en su seno, pese a proclamarse movimiento tras*versal. Su actividad es un peligroso cóctel de teorías de la conspiración, finanzas opacas y violencia.
Deslegitimación grave del Estado. Ésta es la nueva categoría que ha creado la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), los servicios secretos del interior alemanes, para definir el riesgo abstracto que creen que supone el movimiento Querdenker y justificar así la necesidad de monitorizar las actividades de algunos de sus miembros y grupos de forma continuada. El paso no se ha tomado a la ligera y tiene serias implicaciones. Según los procedimientos de la inteligencia alemana, implica que los nuevos objetivos pueden ser espiados con todos los instrumentos a su disposición. Desde pinchar las telecomunicaciones a utilizar fondos para pagar a confidentes. Hay pocos ejemplos en este ámbito de seguimientos permanentes, empleados principalmente para controlar a grupos islamistas y partidos y organizaciones de ultraderecha.
Los motivos para esta decisión son tanto abstractos como bien concretos. De un lado está el repunte de las agresiones y amenazas a políticos y representantes de medios de comunicación. Las estadísticas de violencia política del año 2020 imputan unos 300 delitos a colectivos negacionistas de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Un 72% de los alcaldes de Alemania, según un estudio de la televisión pública ARD entre más de 1.600 regidores, ha recibido insultos o agresiones en los últimos meses por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, en su mayoría ataques físicos o verbales, de insultos a golpes, pasando por escupitajos. La Asociación de la Prensa Alemana (DJV), por su parte, ha condenado la hostilidad contra los periodistas en sus manifestaciones.
La demostración más palpable del riesgo que supone este colectivo negacionista llegó el pasado agosto a Berlín, cuando un grupo de unos 500 participantes en una protesta de Querdenker con un total de unos 10.000 manifestantes trató de asaltar el Reichstag, la sede del parlamento alemán. Las imágenes, que conmocionaron al país, se entenderían meses después como un antecedente del asalto al Capitolio estadounidense del 6 de enero. La violencia ha estallado en otras protestas del colectivo en Stuttgart, Leipzig o Berlín.
Van a mas, van a por todos, todas y todes.
Alemania vigila a los negacionistas
Los servicios secretos germanos consideran que su violencia y sus vínculos con la ultraderecha son factores de riesgo
Los ciudadanos disfrutan del buen tiempo de este domingo en un parque de Berlín. / REUTERS
MARÍA MOLINOSBerlínDomingo, 9 mayo 2021, 20:19
El principal grupo negacionista alemán acaba de caer oficialmente en el radar de los servicios secretos. Consideran que los llamados Querdenker suponen un riesgo para el Estado. Por su crítica sistemática a la gestión de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y por los grupos de extrema derecha que operan en su seno, pese a proclamarse movimiento tras*versal. Su actividad es un peligroso cóctel de teorías de la conspiración, finanzas opacas y violencia.
Deslegitimación grave del Estado. Ésta es la nueva categoría que ha creado la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), los servicios secretos del interior alemanes, para definir el riesgo abstracto que creen que supone el movimiento Querdenker y justificar así la necesidad de monitorizar las actividades de algunos de sus miembros y grupos de forma continuada. El paso no se ha tomado a la ligera y tiene serias implicaciones. Según los procedimientos de la inteligencia alemana, implica que los nuevos objetivos pueden ser espiados con todos los instrumentos a su disposición. Desde pinchar las telecomunicaciones a utilizar fondos para pagar a confidentes. Hay pocos ejemplos en este ámbito de seguimientos permanentes, empleados principalmente para controlar a grupos islamistas y partidos y organizaciones de ultraderecha.
Los motivos para esta decisión son tanto abstractos como bien concretos. De un lado está el repunte de las agresiones y amenazas a políticos y representantes de medios de comunicación. Las estadísticas de violencia política del año 2020 imputan unos 300 delitos a colectivos negacionistas de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Un 72% de los alcaldes de Alemania, según un estudio de la televisión pública ARD entre más de 1.600 regidores, ha recibido insultos o agresiones en los últimos meses por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, en su mayoría ataques físicos o verbales, de insultos a golpes, pasando por escupitajos. La Asociación de la Prensa Alemana (DJV), por su parte, ha condenado la hostilidad contra los periodistas en sus manifestaciones.
La demostración más palpable del riesgo que supone este colectivo negacionista llegó el pasado agosto a Berlín, cuando un grupo de unos 500 participantes en una protesta de Querdenker con un total de unos 10.000 manifestantes trató de asaltar el Reichstag, la sede del parlamento alemán. Las imágenes, que conmocionaron al país, se entenderían meses después como un antecedente del asalto al Capitolio estadounidense del 6 de enero. La violencia ha estallado en otras protestas del colectivo en Stuttgart, Leipzig o Berlín.
Alemania vigila a los negacionistas | El Correo
Los servicios secretos germanos consideran que su violencia y sus vínculos con la ultraderecha son factores de riesgo
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