Está claro que la izquierda sirve para huir hacia adelante. Así gobierna el sanchismo, día a día contra el español.
La culpa es que en la derecha no hay líderes pero hemos comprobado que hay dignidad ciudadana en ella. No hay líderes en la derecha porque todos somos derecha. La derecha ha preferido ceder su dignidad democrática antes que su dignidad ciudadana para resistir al sanchismo.
El sanchismo habla de la Guerra Civil pero nadie quiere una guerra, por eso, gobierna el sanchismo. Con esto pretenden crear una izquierda histórica y no una derecha histórica sino fascismo en la derecha y no derecha en el fascismo.
Nadie ha ido a defender el Sáhara, y jovenlandia lo sabe. Nadie ha ido a defender a las mujeres forzadas, bueno, sí, ha habido ángeles que han defendido con su vida para que la mujer pueda tener la mejor vida.
Lamentablemente en España no hay personajes de plaza de pueblo sino superhéroes de ésta. Hasta los medios de comunicación son clientes de plazas de pueblo. El sanchismo es fascismo de plaza de pueblo si fuera fascismo de Estado por lo menos habría menos errores. Si es que cometen errores técnicos como la Ley de Paridad, el sanchismo no es que cometa errores permanentemente sino que considera al español como error. Sacan sus errores y forzadores a la calle. Ponen hoteles a los que vienen de afuera, y a tu abuelo que ha trabajado toda su vida lo ponen de felpudo.
El sanchismo es corrupto no hasta las cejas sino hasta la orina de las instituciones. Y no reconocen su corrupción como tampoco reconocen la Constitución.
Esta casta política está en modo trepador vitalicio. Os acordáis cuando el PSOE se resquebrajó en las primarias que ganó Sánchez o cuando Podemos se convirtió en gallinero por el enfrentamiento entre Iglesias e Iñigo. O Pablo Casado en el PP. Pues no hay presidentes en los partidos políticos izquierdistas sino trepadores vitalicios que siguen pisando a sus competidores internos de partido. Aunque sean presidentes siguen pisando como un becario que vuelve a empezar de cero para que el partido empiece de cero sin los enemigos que les obstaculizan. Trepadores con conformismo becario y no mentalidad de liderazgo, capaces de ir a elecciones o a primarias aunque su partido no esté en forma electoral. Y al final, hacen que el español siga empezando de cero.
Lo siento, pero soy de derechas nunca pisaría a mi abuelo, en cambio, sí necesito pisar plazas de pueblo.
La culpa es que en la derecha no hay líderes pero hemos comprobado que hay dignidad ciudadana en ella. No hay líderes en la derecha porque todos somos derecha. La derecha ha preferido ceder su dignidad democrática antes que su dignidad ciudadana para resistir al sanchismo.
El sanchismo habla de la Guerra Civil pero nadie quiere una guerra, por eso, gobierna el sanchismo. Con esto pretenden crear una izquierda histórica y no una derecha histórica sino fascismo en la derecha y no derecha en el fascismo.
Nadie ha ido a defender el Sáhara, y jovenlandia lo sabe. Nadie ha ido a defender a las mujeres forzadas, bueno, sí, ha habido ángeles que han defendido con su vida para que la mujer pueda tener la mejor vida.
Lamentablemente en España no hay personajes de plaza de pueblo sino superhéroes de ésta. Hasta los medios de comunicación son clientes de plazas de pueblo. El sanchismo es fascismo de plaza de pueblo si fuera fascismo de Estado por lo menos habría menos errores. Si es que cometen errores técnicos como la Ley de Paridad, el sanchismo no es que cometa errores permanentemente sino que considera al español como error. Sacan sus errores y forzadores a la calle. Ponen hoteles a los que vienen de afuera, y a tu abuelo que ha trabajado toda su vida lo ponen de felpudo.
El sanchismo es corrupto no hasta las cejas sino hasta la orina de las instituciones. Y no reconocen su corrupción como tampoco reconocen la Constitución.
Esta casta política está en modo trepador vitalicio. Os acordáis cuando el PSOE se resquebrajó en las primarias que ganó Sánchez o cuando Podemos se convirtió en gallinero por el enfrentamiento entre Iglesias e Iñigo. O Pablo Casado en el PP. Pues no hay presidentes en los partidos políticos izquierdistas sino trepadores vitalicios que siguen pisando a sus competidores internos de partido. Aunque sean presidentes siguen pisando como un becario que vuelve a empezar de cero para que el partido empiece de cero sin los enemigos que les obstaculizan. Trepadores con conformismo becario y no mentalidad de liderazgo, capaces de ir a elecciones o a primarias aunque su partido no esté en forma electoral. Y al final, hacen que el español siga empezando de cero.
Lo siento, pero soy de derechas nunca pisaría a mi abuelo, en cambio, sí necesito pisar plazas de pueblo.
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