NO A LA GUERRA. SÍ A LAS ARMAS. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

kronopio

Madmaxista
Desde
22 Abr 2014
Mensajes
3.700
Reputación
10.323

NO A LA GUERRA. SÍ A LAS ARMAS. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Si quiere invertir hágalo en una empresa de armamento, nunca en una editorial. Ahora es el momento de las armas y no de las letras. El viejo soldado ha muerto. El humanista pereció junto al negocio y la virtud se enterró con él.

Mira por donde España con un Gobierno socialista-comunista —y la de otras malas compañías muy expertas en malas armas— se sube al carro de las armas, aunque la realidad es que jamás lo abandonó y supo mezclar una buena editorial de textos colegiales (y más) con la empresa pionera en el mercado de la tecnología de dominio (armas, municiones y sobre todo lo que las controla: lo cognitivo y la ciberguerra). Creo que el dato es suficiente y no es necesario dar nombres.

Resulta que hoy se inaugura Feindef: La Feria Internacional de Defensa y Seguridad de España da comienzo en Madrid en su tercera edición con una puesta en escena muy acorde con el momento, el más propicio para vender armas a todo el que esté dispuesto a comprarlas. Por tanto, dadas tales circunstancias y con Gobierno tan ad hoc al tema feriante, la actual será más grande que nunca, mayor número de expositores que nunca y con una perspectiva de ventas récord. Como nunca. De lo cual nos felicitamos y felicitamos a los responsables y sufridos fabricantes de armas que hasta ahora habían cambiado la venta de armas por materiales para emergencias de todo tipo, banderillas y tiritas. Los tiempos cambian y cada uno debe volver a lo suyo.

La base de la disuasión no es el arma nuclear, sino tener una base industrial que permita fabricar armas, municiones, y que asegure su abastecimiento y mantenimiento. Ello por supuesto después de disponer de los mejores soldados, preparados para cumplir su principal misión —y no otra— que si no recuerdo mal viene definida en nuestra Constitución: «Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional».

Lo curioso y novedoso (no tanto) es que sean dos ministros de Defensa socialistas los que inauguren la mencionada feria de armamento, la actual ministra de Defensa, Margarita Robles, y el que lo fue de Defensa y también de Sanidad, Julián García Vargas al que parece ser le encandiló lo de las armas y desde entonces no ha dejado el negocio. La razón estriba en que parece, según ellos, que los carros de combate Leopard son material de ayuda humanitaria, que es cosa para pensar y meditar como filosofía, claro que no como fabricante de armas, que están para apiolar y no como decía otro ministro de Defensa socialista cuando ejercía el cargo y fue a Washington: «Yo prefiero que me maten a apiolar, soy un ministro de Defensa», razón por la cual tenemos tanta credibilidad internacional y dominamos la OTAN. Razón a su vez de peso para que el presidente del Gobierno de España dijera que puestos a suprimir suprimiría el ministerio de Defensa. De ahí que muestre extrañeza en la inauguración de hoy para lo que por supuesto no he recibido invitación. Lo digo sin ironía y sin acritud.

La guerra se sustenta en el armamento y este se alimenta de municiones y tanto uno como otro son fruto de la industria de guerra. El abandono en Europa de su Defensa y por tanto de esta industria y las nuevas modas de pacifismo irresponsable llevaron a un pueblo como el ucraniano al límite de su resistencia y a ser totalmente invadido. Detrás vendría la meliflua Europa y un nuevo poder político se cernía sobre el mundo. Puede que lo vean como una visión apocalíptica pero las palabras de ese alto nivel ya las ha pronunciado el presidente de la nación más poderosa y el líder ruso también, así que el panorama no está para predicar haz el amor y no la guerra.

La guerra se ha convertido en cuestión económica y la política se deja llevar por los dineros que produce la guerra y lo bien que te posiciona. Hoy la guerra se lleva desde los ordenadores donde miles de youtuberos o blogueros explican y detallan armas y municiones con una precisión tan elevada como su rentabilidad. Las armas están de moda y aquellos tan criticados juegos de guerra y disparos virtuales hoy se realizan igual pero en directo con una motivación extraña que cambia la realidad de la fin por la exhibición de la fin en pantalla. Apolo se hace el rey de la guerra al alcanzar la mayor sofisticación para el que hiere de lejos que es el gran deseo de tener más y mejores armas: apiolar, pero sin que yo me entere. apiolar lejos y sin carga emocional. Guerra de videojuegos, pero mortales.

Algún feriante se ha atrevido a predicar: «Dicen que la Defensa europea está en un momento constituyente», lo que me ha producido rubor y escalofríos. Sin duda que el soldado humanista y pensador ha muerto y han aparecido los tecnócratas bien adiestrados que enseñan las derivadas de la precisa aplicación de la cuenta de resultados a la guerra, es decir su rentabilidad.

No me esperen por la feria donde no está representado Aquiles ni Ayax, donde Alejandro Magno se perdería y Napoleón repartiría coces.

Aprovecharé el momento político para irme al cine el martes, por dos euros, medida estrella de este gobierno socialista, que es con lo que nos pretende humillar, una vez más; el Gobierno de la rentable tecnología y más de la rentable editorial, sus armas y sus letras, de lo que se nutre la quijotesca industria del armamento española. Veré una película española que se rodó en vivo y en directo en España, algo así como los años de plomo.

La Feria será en otro momento, cuando pase la actual.

Ya lo dijo Narciso Serra en aquel libro cuyo nombre no recuerdo: «El caso español aconseja que las reformas (se refiere a las reformas militares) se inicien en el campo del control económico, que ayuda a imponer orden en la actividad económica de los ejércitos y a programar su actuación. En este campo, los civiles son más expertos y su intervención puede dar resultados positivos a corto plazo››.

Lo dejó como sentencia y ha dado resultados: desarme total, deuda desorbitada en el ministerio de defensa y las unidades militares al borde del colapso.

Espero que a nuestra industria de Defensa le vaya mejor que a nuestros soldados.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

17 mayo 2023
 
Volver