Chapapote1
Madmaxista
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Tras encarcelar a varios de los candidatos opositores en potencia y forzar al exilio a cualquier posible rival, la dupla de Daniel Ortega y Rosario Murillo consolidan su control de Nicaragua
Las elecciones de Nicaragua arrojaron este lunes, tras la votación del domingo, el único resultado posible, dando una victoria no reconocida por la mayoría del país ni de la comunidad internacional al actual presidente, Daniel Ortega, y garantizando su quinto mandato y cuarto consecutivo. Según el primer informe del Consejo Supremo Electoral (CSE), Ortega habría recibido el apoyo de 74,99% de los votos, un resultado que estaba garantizado después de que el mandatario ordenara encarcelar a todo opositor que asomaba mínimamente la cabeza y forzar al exilio a aquellos que lograron escapar.
Más de 4,4 millones de nicaragüenses estaban llamados a votar este domingo con el objetivo de elegir al presidente y vicepresidente de Nicaragua, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano. Tras la campaña de detenciones y hostigamiento liderada por Ortega y su vicepresidenta (y esposa) Rosario Murillo, la duda del domingo no era quién ganaría, sino cuánta gente acudiría a las urnas para legitimar un proceso electoral considerado ampliamente como ilegítimo —según una encuesta reciente de Cid-Gallup, el 65% de la población habría votado por un candidato opositor y un 19% por Ortega—.
Tras emitir su voto, el presidente nicaragüense calificó a sus opositores de "demonios que no quieren la paz, la tranquilidad para nuestro país y que optan por la violencia, la descalificación, las calumnias, las campañas para que Nicaragua se vea de nuevo envuelta en enfrentamientos violentos, en guerra". El observatorio electoral multidisciplinario Urnas Abiertas informó de que en el marco de la jornada se registraron una serie de irregularidades, incluidas detenciones de opositores. Observadores independientes apuntan a una bajísima asistencia a las urnas.
En una primera ronda de reacciones, el presidente estadounidense, Joe Biden, alegó que Ortega no cuenta con el mandato democrático y amenazó con tomar medidas para exigir responsabilidades al presidente. "Lo que el presidente nicaragüense Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, orquestaron hoy fue una elección de pantomima que no fue ni libre ni justa, y ciertamente no democrática", afirmó Biden en un comunicado distribuido por la Casa Blanca.
El mandatario urgió al "régimen de Ortega-Murrillo" a tomar "inmediatamente" los pasos necesarios para restaurar la democracia y pidió que se libere "inmediata e incondicionalmente" a los opositores que fueron encarcelados antes de los comicios, entre los que se incluyen siete aspirantes presidenciales. Hasta que eso ocurra, avisó Biden, Washington, en coordinación con otros miembros de la comunidad internacional, "usará todas las herramientas diplomáticas y económicas" a su disposición para ayudar al pueblo de Nicaragua y pedir responsabilidades a Ortega, Murillo y aquellos que "facilitan sus abusos".
Biden: "La familia Ortega y Murillo ahora gobierna Nicaragua como autócratas"
La Administración estadounidense ya había adelantado que estaba coordinándose con otros países para responder a los comicios. Aunque el gobernante no ofreció detalles sobre cuál será su estrategia, recordó que la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA) obliga al continente americano a "defender los derechos democráticos del pueblo nicaragüense".
"Impopulares desde hace mucho tiempo y ahora sin un mandato democrático, la familia Ortega y Murillo ahora gobierna Nicaragua como autócratas, sin diferenciarse de la familia Somoza contra la que Ortega y los sandinistas lucharon hace cuatro décadas", manifestó Biden. Con el apoyo de Washington, tres miembros de la familia Somoza (primero Anastasio Somoza García y luego sus dos hijos) gobernaron Nicaragua desde 1934 hasta 1979, cuando fueron derrocados por los guerrilleros del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) durante la Revolución Sandinista.
El Gobierno de Pedro Sánchez fue más allá del de Biden al anunciar en un comunicado que no reconocía los resultados de las elecciones. "El Ejecutivo español considera una burla estos comicios y denuncia que su celebración no refleja la genuina voluntad del pueblo nicaragüense, al que Daniel Ortega ha privado del libre y pleno ejercicio de sus derechos de sufragio. Denuncia, asimismo, la ausencia de la oposición, al estar sus líderes en prisión, de observadores internacionales y de prensa independiente, con la persecución de periodistas críticos y el veto a los enviados especiales de medios de comunicación internacionales", expresa el texto oficial.
La UE en conjunto, por su parte, manifestó a través de una declaración del alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, que la reelección de Ortega carece de legitimidad. "Las elecciones del 7 de noviembre completan la conversión de Nicaragua en un régimen autocrático", sentencian los Veintisiete. Del otro lado del espectro se encuentra Rusia, cuyo ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró hoy que los comicios "se celebraron de forma organizada y con el cumplimiento de la legislación nicaragüense, las reglas epidémicas impuestas por la el bichito-19 y una significativa participación ciudadana".
La reacción de la comunidad internacional resulta clave para determinar el margen de maniobra con el que contará Ortega en su quinto mandato. En una entrevista reciente con El Confidencial, José Miguel Vivanco, el director de la División de las Américas de Human Rights Watch, subrayaba la importancia de reaccionar de forma rápida y decisiva: "Espero que al minuto en el que Daniel Ortega anuncie el próximo 7 de noviembre su nuevo periodo de Gobierno, ‘ipso facto’ la Unión Europea y otras grandes democracias del mundo se nieguen a reconocer los resultados de la elección y traten a Ortega como un verdadero paria".
Usando la táctica de Maduro. Ganar las elecciones porque no hay oposición. Que apendra de Sánchez, donde tiene a socio de gobierno a gente como Otegi, que perteneció a una organización criminal. ¡Eso sí es democracia!.
Las elecciones de Nicaragua arrojaron este lunes, tras la votación del domingo, el único resultado posible, dando una victoria no reconocida por la mayoría del país ni de la comunidad internacional al actual presidente, Daniel Ortega, y garantizando su quinto mandato y cuarto consecutivo. Según el primer informe del Consejo Supremo Electoral (CSE), Ortega habría recibido el apoyo de 74,99% de los votos, un resultado que estaba garantizado después de que el mandatario ordenara encarcelar a todo opositor que asomaba mínimamente la cabeza y forzar al exilio a aquellos que lograron escapar.
Más de 4,4 millones de nicaragüenses estaban llamados a votar este domingo con el objetivo de elegir al presidente y vicepresidente de Nicaragua, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano. Tras la campaña de detenciones y hostigamiento liderada por Ortega y su vicepresidenta (y esposa) Rosario Murillo, la duda del domingo no era quién ganaría, sino cuánta gente acudiría a las urnas para legitimar un proceso electoral considerado ampliamente como ilegítimo —según una encuesta reciente de Cid-Gallup, el 65% de la población habría votado por un candidato opositor y un 19% por Ortega—.
Tras emitir su voto, el presidente nicaragüense calificó a sus opositores de "demonios que no quieren la paz, la tranquilidad para nuestro país y que optan por la violencia, la descalificación, las calumnias, las campañas para que Nicaragua se vea de nuevo envuelta en enfrentamientos violentos, en guerra". El observatorio electoral multidisciplinario Urnas Abiertas informó de que en el marco de la jornada se registraron una serie de irregularidades, incluidas detenciones de opositores. Observadores independientes apuntan a una bajísima asistencia a las urnas.
En una primera ronda de reacciones, el presidente estadounidense, Joe Biden, alegó que Ortega no cuenta con el mandato democrático y amenazó con tomar medidas para exigir responsabilidades al presidente. "Lo que el presidente nicaragüense Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, orquestaron hoy fue una elección de pantomima que no fue ni libre ni justa, y ciertamente no democrática", afirmó Biden en un comunicado distribuido por la Casa Blanca.
El mandatario urgió al "régimen de Ortega-Murrillo" a tomar "inmediatamente" los pasos necesarios para restaurar la democracia y pidió que se libere "inmediata e incondicionalmente" a los opositores que fueron encarcelados antes de los comicios, entre los que se incluyen siete aspirantes presidenciales. Hasta que eso ocurra, avisó Biden, Washington, en coordinación con otros miembros de la comunidad internacional, "usará todas las herramientas diplomáticas y económicas" a su disposición para ayudar al pueblo de Nicaragua y pedir responsabilidades a Ortega, Murillo y aquellos que "facilitan sus abusos".
Biden: "La familia Ortega y Murillo ahora gobierna Nicaragua como autócratas"
La Administración estadounidense ya había adelantado que estaba coordinándose con otros países para responder a los comicios. Aunque el gobernante no ofreció detalles sobre cuál será su estrategia, recordó que la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA) obliga al continente americano a "defender los derechos democráticos del pueblo nicaragüense".
"Impopulares desde hace mucho tiempo y ahora sin un mandato democrático, la familia Ortega y Murillo ahora gobierna Nicaragua como autócratas, sin diferenciarse de la familia Somoza contra la que Ortega y los sandinistas lucharon hace cuatro décadas", manifestó Biden. Con el apoyo de Washington, tres miembros de la familia Somoza (primero Anastasio Somoza García y luego sus dos hijos) gobernaron Nicaragua desde 1934 hasta 1979, cuando fueron derrocados por los guerrilleros del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) durante la Revolución Sandinista.
El Gobierno de Pedro Sánchez fue más allá del de Biden al anunciar en un comunicado que no reconocía los resultados de las elecciones. "El Ejecutivo español considera una burla estos comicios y denuncia que su celebración no refleja la genuina voluntad del pueblo nicaragüense, al que Daniel Ortega ha privado del libre y pleno ejercicio de sus derechos de sufragio. Denuncia, asimismo, la ausencia de la oposición, al estar sus líderes en prisión, de observadores internacionales y de prensa independiente, con la persecución de periodistas críticos y el veto a los enviados especiales de medios de comunicación internacionales", expresa el texto oficial.
La UE en conjunto, por su parte, manifestó a través de una declaración del alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, que la reelección de Ortega carece de legitimidad. "Las elecciones del 7 de noviembre completan la conversión de Nicaragua en un régimen autocrático", sentencian los Veintisiete. Del otro lado del espectro se encuentra Rusia, cuyo ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró hoy que los comicios "se celebraron de forma organizada y con el cumplimiento de la legislación nicaragüense, las reglas epidémicas impuestas por la el bichito-19 y una significativa participación ciudadana".
La reacción de la comunidad internacional resulta clave para determinar el margen de maniobra con el que contará Ortega en su quinto mandato. En una entrevista reciente con El Confidencial, José Miguel Vivanco, el director de la División de las Américas de Human Rights Watch, subrayaba la importancia de reaccionar de forma rápida y decisiva: "Espero que al minuto en el que Daniel Ortega anuncie el próximo 7 de noviembre su nuevo periodo de Gobierno, ‘ipso facto’ la Unión Europea y otras grandes democracias del mundo se nieguen a reconocer los resultados de la elección y traten a Ortega como un verdadero paria".
Ortega gana su "elección de pantomima" con el 75% de los votos y sus rivales encarcelados
Tras encarcelar a varios de los candidatos opositores en potencia y forzar al exilio a cualquier posible rival, la dupla de Daniel Ortega y Rosario Murillo consolidan su control de Nicaragua
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Usando la táctica de Maduro. Ganar las elecciones porque no hay oposición. Que apendra de Sánchez, donde tiene a socio de gobierno a gente como Otegi, que perteneció a una organización criminal. ¡Eso sí es democracia!.