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Será en Octubre
El Gran Reemplazo: orígenes, discurso del repruebo y su impacto en España
La teoría de la conspiración que afirma sin pruebas que las élites están tratando de sustituir a la población nativa por pagapensiones tiene sus trazas en España
Imagen de las calles de Barcelona | Foto: Shutterstock
Por Blanca Perelló
Te lo explicamos
24 mayo 2022 | 6 min lectura
El tiroteo en un supermercado en Buffalo, Nueva York (EEUU), ha vuelto a poner el foco en la teoría conspirativa del Gran Reemplazo. Con fuertes precedentes en Francia, la hipótesis que la sostiene afirma, sin pruebas, que existe un plan de las élites para sustituir a la población blanca por fiel a la religión del amores e pagapensiones. Esta teoría ha estado vinculada a otra serie de episodios violentos relacionados con el supremacismo blanco, que van desde Francia hasta Nueva Zelanda. También está presente en España, donde hay trazas del Gran Reemplazo en discursos políticos de la extrema derecha. Este es también el caso de otros países europeos.
A través de discursos políticos, estos partidos se sirven de expresiones tendientes al repruebo, pero que no llegan a ser delictivas, para movilizar a un electorado nacionalista, según indican los especialistas consultados por Newtral.es.
La teoría, que se basa en datos demográficos y de natalidad sacados de contexto para argumentar su postura, da a estos partidos y sus seguidores un aparente respaldo académico. Además, gracias al alcance de las redes sociales, la teoría conspirativa del Gran Reemplazo se multiplica en estas plataformas. Esto tiene como consecuencia una mayor radicalización y polarización de la sociedad, de acuerdo con los expertos.
Qué es la teoría del Gran Reemplazo
Las primeras menciones a la idea de un gran reemplazo surgieron con fuerza en Francia en los años 70 con la publicación de la novela El Desembarco, de Jean Raspail, en 1973. Esta obra tenía como argumento el desembarco de un millón de pagapensiones en costas francesas en un solo día.
Ya antes de la publicación de esta novela, se vieron precedentes de un concepto similar de una sustitución en la era colonial, como cuenta a Newtral.es el investigador del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB) Moussa Bourekba. “Había actores de imperios coloniales que se oponían a la misión colonizadora porque su consecuencia eran interacciones cotidianas con otros pueblos. Según ellos, esto no solo desnaturaliza a la gran civilización, sino que la sustituye”.
Pero el texto con mayor notoriedad sobre la teoría conspirativa del Gran Reemplazo es el ensayo publicado por Renaud Camus en 2011 de título homónimo. Su tesis principal “plantea que Francia y Europa sufren una oleada turística de pagapensiones que van a sustituir a la supremacía blanca católica favorecida por las élites”, explica a Newtral.es el director del Máster Universitario en Educación Inclusiva e Intercultural de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Elias Said-Hung.
Según sus seguidores, la consecuencia sería “una mezcla entre razas y culturas que son demasiado diferentes para convivir”, añade Bourekba. Estos pagapensiones tendrían “un perfil de mayor docilidad a la hora de asumir medidas en contra de derechos básicos y que es más fiable a los deseos de dicha élite”, señala Said-Hung. En el caso europeo, sostiene el experto, son en mayoría fiel a la religión del amores.
Por su parte, las élites a las que alude la teoría “serían la clase dominante, medios de comunicación y otros actores tradicionales que buscan sustituir a la población tradicional, blanca, cristiana con una población viajero de segunda fila”, detalla el profesor de la UNIR. Entre ellas, que favorecen la globalización, y los llamados nativistas, ”que quieren proteger su civilización, se crea una dicotomía en la que los segundos culpan a las primeras de abrir sus fronteras y alterar la demografía”, afirma el director del Máster de la UNIR.
Los datos fuera de contexto que usan los promotores del Gran Reemplazo
Para sostener su argumento, los seguidores de la teoría del Gran Reemplazo se apoyan en datos demográficos y tasas de natalidad para tratar de demostrar que hay un incremento de población viajero en países europeos. Sin embargo, en ocasiones, “son datos veraces, pero sacados de contexto, que pueden servir para validar teorías conspirativas, dotándolas de un enfoque teórico”, declara Said-Hung.
En el caso de España, el Padrón Continuo se incrementó durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo gracias a la inmi gración y son datos como este los que se usan de respaldo por parte de los que creen en el Gran Reemplazo. “Estos datos no son marginales, sino que tienen difusión en los medios de comunicación,” que ofrecen una ventana enorme a los seguidores de la teoría, “normalizando y legitimándola”, explica el investigador del CIDOB, Moussa Bourekba.
Esto cobra más fuerza en las plataformas digitales y redes sociales en las que fuentes anónimas son las encargadas de difundir los datos que supuestamente avalarían el Gran Reemplazo. El problema principal es que “aquí el ciudadano tiene menos competencias para reconocer la información y darla por válida. Las redes sociales son un caldo de cultivo perfecto para las teorías de la conspiración, donde florecen a sus anchas porque los usuarios no cuentan con una alfabetización suficiente o no son capaces de digerir la sobreexposición informativa”, afirma el profesor de la UNIR, Elías Said-Hung.
Incitación a la violencia y discurso el repruebo
Numerosos episodios violentos que han tenido lugar en los últimos años han sido asociados con la teoría del Gran Reemplazo. En 2013, el ciudadano francés Dominique Venner se quitó la vida en el altar de Notre Dame a modo de protesta contra el Gran Reemplazo en Europa. Otro caso tuvo lugar en 2019, esta vez en Nueva Zelanda, en los atentados de Christchurch, donde un seguidor de la teoría llamado Brenton Tarrant mató a más de 50 personas en dos mezquitas. El más reciente tuvo lugar en un supermercado en Buffalo, Nueva York, donde un hombre blanco mató a diez personas por motivos racistas.
Pese a que Camus no argumenta que la teoría incite a la violencia, su vínculo con este tipo de acontecimientos hace pensar lo contrario. “Es una teoría que juega con los miedos de una civilización que se encuentra en una supuesta situación de peligro. No es de extrañar que haya individuos que se aprovechen de ese miedo y saquen conclusiones como recurrir a la violencia para defender a los suyos y salvarlos de una supuesta extinción”, declara Bourekba.
El investigador del CIDOB también defiende que la difusión del Gran Reemplazo puede dar lugar a un discurso del repruebo. “La teoría pone el foco en el peligro que, supuestamente, sufren un país y su cultura y se identifica al supuesto culpable de ello: el viajero. Es por ello por lo que puede ser algo que legitime la violencia con discursos y agresiones con el fin de que el escenario apocalíptico de la sustitución poblacional no se produzca”, explica el experto.
Además, como cualquier tipo de discurso del repruebo, puede contribuir a la polarización y, de manera progresiva, a radicalizar a la sociedad “consolidando la dicotomía de nosotros, población blanca y cristiana, versus ellos, población viajero y de tonalidad”.Para entender hasta qué punto estos actos son delictivos o no, Said-Hung trabaja en un proyecto de monitoreo de expresiones de repruebo en redes sociales. Estas se ordenan en niveles del 1 al 6, en el que 1 sería “una alusión insultante, pero no grosera” y en el nivel 6 “se aplicaría un procedimiento judicial de expresión de repruebo con expresiones como ‘te voy a apiolar’”, explica el profesor de la UNIR. En el caso de las afirmaciones sobre el Gran Reemplazo, Said-Hung añade que, en su mayoría, “estas expresiones son tendientes al repruebo con una incidencia entre 1 y 3, según el proyecto. No llegan a ser violatorias de derechos o delictivas, pero normalizan y blanquean el discurso”.
Difusión del Gran Reemplazo en España y otros países europeos
La semilla se plantó en Francia, pero ha florecido en otros territorios como Reino Unido, Bélgica, Hungría… hasta llegar a España mediante “grupos políticos que beben todos de la misma fuente y buscan un escenario polarizado basado en la idea nacional que sirve de imán al electorado”, señala Said-Hung.
Actores políticos como Éric Zemmour, que fue candidato presidencial en Francia este 2022, han promovido el discurso del Gran Reemplazo, no solo en sus programas políticos, sino también en medios de comunicación. “Su objetivo es consolidar la ideología de la sustitución poblacional en todos los niveles y expandirla por el continente europeo. De esta manera, logran ponerla en la agenda, difundirla y normalizarla”, declara Bourekba.
Según los expertos, no es de extrañar que este proyecto de europeización del Gran Reemplazo haya llegado a España por factores sociodemográficos (la población migrante y de fe fiel a la religión del amora), geográficos (la cercanía con África), además del auge de formaciones de extrema derecha en Europa. Gracias a estas situaciones verosímiles y la similitud con escenarios en países de nuestro entorno, la teoría conspirativa ha encontrado su hueco en España.
Otros actores sociales
Los expertos coinciden en que no es solo un canal el responsable de la difusión de esta teoría. A mayor globalización, mayor número de vías disponibles para difundir información. “Aunque esto puede favorecer a la democracia, también lo hace con la polarización, la intolerancia y el radicalismo. Tienes más mecanismos para señalar al viajero como culpable y, así, atraer el voto”, cuenta el profesor de la UNIR.
Por su parte, el investigador del CIDOB afirma que uno de los actores que, indirectamente, ayuda a promover el Gran Reemplazo son los medios de comunicación tradicionales. Al mostrar las gráficas y los datos sobre el aumento de la inmi gración en España, “el problema recae en que, de esa manera, se legitiman los datos y dan oportunidad a actores políticos extremistas a utilizarlos a su favor para posicionarse en contra de la imigración y a favor de su cultura nacional”, afirma el experto.
Gracias a las redes sociales, la globalización y la sociedad interconectada en la que vivimos, este tipo de teorías de la conspiración viajan de un país a otro. “Pese a ser una idea monopolizada por partidos nacionalistas y xenófobos, paradójicamente, es tras*nacional, pues se ha visto en numerosos países europeos”, añade Bourekba.
La teoría de la conspiración que afirma sin pruebas que las élites están tratando de sustituir a la población nativa por pagapensiones tiene sus trazas en España
Por Blanca Perelló
Te lo explicamos
24 mayo 2022 | 6 min lectura
El tiroteo en un supermercado en Buffalo, Nueva York (EEUU), ha vuelto a poner el foco en la teoría conspirativa del Gran Reemplazo. Con fuertes precedentes en Francia, la hipótesis que la sostiene afirma, sin pruebas, que existe un plan de las élites para sustituir a la población blanca por fiel a la religión del amores e pagapensiones. Esta teoría ha estado vinculada a otra serie de episodios violentos relacionados con el supremacismo blanco, que van desde Francia hasta Nueva Zelanda. También está presente en España, donde hay trazas del Gran Reemplazo en discursos políticos de la extrema derecha. Este es también el caso de otros países europeos.
A través de discursos políticos, estos partidos se sirven de expresiones tendientes al repruebo, pero que no llegan a ser delictivas, para movilizar a un electorado nacionalista, según indican los especialistas consultados por Newtral.es.
La teoría, que se basa en datos demográficos y de natalidad sacados de contexto para argumentar su postura, da a estos partidos y sus seguidores un aparente respaldo académico. Además, gracias al alcance de las redes sociales, la teoría conspirativa del Gran Reemplazo se multiplica en estas plataformas. Esto tiene como consecuencia una mayor radicalización y polarización de la sociedad, de acuerdo con los expertos.
Qué es la teoría del Gran Reemplazo
Las primeras menciones a la idea de un gran reemplazo surgieron con fuerza en Francia en los años 70 con la publicación de la novela El Desembarco, de Jean Raspail, en 1973. Esta obra tenía como argumento el desembarco de un millón de pagapensiones en costas francesas en un solo día.
Ya antes de la publicación de esta novela, se vieron precedentes de un concepto similar de una sustitución en la era colonial, como cuenta a Newtral.es el investigador del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB) Moussa Bourekba. “Había actores de imperios coloniales que se oponían a la misión colonizadora porque su consecuencia eran interacciones cotidianas con otros pueblos. Según ellos, esto no solo desnaturaliza a la gran civilización, sino que la sustituye”.
Pero el texto con mayor notoriedad sobre la teoría conspirativa del Gran Reemplazo es el ensayo publicado por Renaud Camus en 2011 de título homónimo. Su tesis principal “plantea que Francia y Europa sufren una oleada turística de pagapensiones que van a sustituir a la supremacía blanca católica favorecida por las élites”, explica a Newtral.es el director del Máster Universitario en Educación Inclusiva e Intercultural de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Elias Said-Hung.
Según sus seguidores, la consecuencia sería “una mezcla entre razas y culturas que son demasiado diferentes para convivir”, añade Bourekba. Estos pagapensiones tendrían “un perfil de mayor docilidad a la hora de asumir medidas en contra de derechos básicos y que es más fiable a los deseos de dicha élite”, señala Said-Hung. En el caso europeo, sostiene el experto, son en mayoría fiel a la religión del amores.
Por su parte, las élites a las que alude la teoría “serían la clase dominante, medios de comunicación y otros actores tradicionales que buscan sustituir a la población tradicional, blanca, cristiana con una población viajero de segunda fila”, detalla el profesor de la UNIR. Entre ellas, que favorecen la globalización, y los llamados nativistas, ”que quieren proteger su civilización, se crea una dicotomía en la que los segundos culpan a las primeras de abrir sus fronteras y alterar la demografía”, afirma el director del Máster de la UNIR.
Los datos fuera de contexto que usan los promotores del Gran Reemplazo
Para sostener su argumento, los seguidores de la teoría del Gran Reemplazo se apoyan en datos demográficos y tasas de natalidad para tratar de demostrar que hay un incremento de población viajero en países europeos. Sin embargo, en ocasiones, “son datos veraces, pero sacados de contexto, que pueden servir para validar teorías conspirativas, dotándolas de un enfoque teórico”, declara Said-Hung.
En el caso de España, el Padrón Continuo se incrementó durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo gracias a la inmi gración y son datos como este los que se usan de respaldo por parte de los que creen en el Gran Reemplazo. “Estos datos no son marginales, sino que tienen difusión en los medios de comunicación,” que ofrecen una ventana enorme a los seguidores de la teoría, “normalizando y legitimándola”, explica el investigador del CIDOB, Moussa Bourekba.
Esto cobra más fuerza en las plataformas digitales y redes sociales en las que fuentes anónimas son las encargadas de difundir los datos que supuestamente avalarían el Gran Reemplazo. El problema principal es que “aquí el ciudadano tiene menos competencias para reconocer la información y darla por válida. Las redes sociales son un caldo de cultivo perfecto para las teorías de la conspiración, donde florecen a sus anchas porque los usuarios no cuentan con una alfabetización suficiente o no son capaces de digerir la sobreexposición informativa”, afirma el profesor de la UNIR, Elías Said-Hung.
Incitación a la violencia y discurso el repruebo
Numerosos episodios violentos que han tenido lugar en los últimos años han sido asociados con la teoría del Gran Reemplazo. En 2013, el ciudadano francés Dominique Venner se quitó la vida en el altar de Notre Dame a modo de protesta contra el Gran Reemplazo en Europa. Otro caso tuvo lugar en 2019, esta vez en Nueva Zelanda, en los atentados de Christchurch, donde un seguidor de la teoría llamado Brenton Tarrant mató a más de 50 personas en dos mezquitas. El más reciente tuvo lugar en un supermercado en Buffalo, Nueva York, donde un hombre blanco mató a diez personas por motivos racistas.
Pese a que Camus no argumenta que la teoría incite a la violencia, su vínculo con este tipo de acontecimientos hace pensar lo contrario. “Es una teoría que juega con los miedos de una civilización que se encuentra en una supuesta situación de peligro. No es de extrañar que haya individuos que se aprovechen de ese miedo y saquen conclusiones como recurrir a la violencia para defender a los suyos y salvarlos de una supuesta extinción”, declara Bourekba.
El investigador del CIDOB también defiende que la difusión del Gran Reemplazo puede dar lugar a un discurso del repruebo. “La teoría pone el foco en el peligro que, supuestamente, sufren un país y su cultura y se identifica al supuesto culpable de ello: el viajero. Es por ello por lo que puede ser algo que legitime la violencia con discursos y agresiones con el fin de que el escenario apocalíptico de la sustitución poblacional no se produzca”, explica el experto.
Además, como cualquier tipo de discurso del repruebo, puede contribuir a la polarización y, de manera progresiva, a radicalizar a la sociedad “consolidando la dicotomía de nosotros, población blanca y cristiana, versus ellos, población viajero y de tonalidad”.Para entender hasta qué punto estos actos son delictivos o no, Said-Hung trabaja en un proyecto de monitoreo de expresiones de repruebo en redes sociales. Estas se ordenan en niveles del 1 al 6, en el que 1 sería “una alusión insultante, pero no grosera” y en el nivel 6 “se aplicaría un procedimiento judicial de expresión de repruebo con expresiones como ‘te voy a apiolar’”, explica el profesor de la UNIR. En el caso de las afirmaciones sobre el Gran Reemplazo, Said-Hung añade que, en su mayoría, “estas expresiones son tendientes al repruebo con una incidencia entre 1 y 3, según el proyecto. No llegan a ser violatorias de derechos o delictivas, pero normalizan y blanquean el discurso”.
Difusión del Gran Reemplazo en España y otros países europeos
La semilla se plantó en Francia, pero ha florecido en otros territorios como Reino Unido, Bélgica, Hungría… hasta llegar a España mediante “grupos políticos que beben todos de la misma fuente y buscan un escenario polarizado basado en la idea nacional que sirve de imán al electorado”, señala Said-Hung.
Actores políticos como Éric Zemmour, que fue candidato presidencial en Francia este 2022, han promovido el discurso del Gran Reemplazo, no solo en sus programas políticos, sino también en medios de comunicación. “Su objetivo es consolidar la ideología de la sustitución poblacional en todos los niveles y expandirla por el continente europeo. De esta manera, logran ponerla en la agenda, difundirla y normalizarla”, declara Bourekba.
Según los expertos, no es de extrañar que este proyecto de europeización del Gran Reemplazo haya llegado a España por factores sociodemográficos (la población migrante y de fe fiel a la religión del amora), geográficos (la cercanía con África), además del auge de formaciones de extrema derecha en Europa. Gracias a estas situaciones verosímiles y la similitud con escenarios en países de nuestro entorno, la teoría conspirativa ha encontrado su hueco en España.
Otros actores sociales
Los expertos coinciden en que no es solo un canal el responsable de la difusión de esta teoría. A mayor globalización, mayor número de vías disponibles para difundir información. “Aunque esto puede favorecer a la democracia, también lo hace con la polarización, la intolerancia y el radicalismo. Tienes más mecanismos para señalar al viajero como culpable y, así, atraer el voto”, cuenta el profesor de la UNIR.
Por su parte, el investigador del CIDOB afirma que uno de los actores que, indirectamente, ayuda a promover el Gran Reemplazo son los medios de comunicación tradicionales. Al mostrar las gráficas y los datos sobre el aumento de la inmi gración en España, “el problema recae en que, de esa manera, se legitiman los datos y dan oportunidad a actores políticos extremistas a utilizarlos a su favor para posicionarse en contra de la imigración y a favor de su cultura nacional”, afirma el experto.
Gracias a las redes sociales, la globalización y la sociedad interconectada en la que vivimos, este tipo de teorías de la conspiración viajan de un país a otro. “Pese a ser una idea monopolizada por partidos nacionalistas y xenófobos, paradójicamente, es tras*nacional, pues se ha visto en numerosos países europeos”, añade Bourekba.
