Heteropatriarca
Madmaxista
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Un grupo de estudiantes de la Universidad Politécnica de Madrid, donde las puertas están abiertas para todos y donde la única discriminación es positiva hacia las mujeres (1), crearon un grupo de trabajo donde reinó la camaradería que les hizo llegar lejos. Un grupo que navegó contracorriente, un grupo genial pero modesto, no necesitaron llamar la atención de gente ajena a su proyecto. Un grupo que comenzó trabajando duro desde cero, no fueron a una empresa ya consolidada a exigir cuotas y despachos con aire acondicionado.
Antes de abrir la foto pensad, ¿esperáis ver a una empoderada con el pelo teñido de jovenlandesado o a un hombre vestido de forma elegante pero anodina?
Jesús B. Serrano, director de GMV. (GMV)
https://www.elconfidencial.com/empr...-serrano-gmv-tecnologia-aeroespacial_3975097/
Usted probablemente no conoce al doctor José Martínez. Y no le culpo. La atención mediática y social suele medir el éxito empresarial en millones (cientos o, a ser posible, miles de). Los rankings se regodean en la acumulación de riqueza personal, pero rara vez celebran el tamaño de la hazaña. Y, si es por el contexto, este ingeniero aeronáutico es protagonista de una de esas historias corporativas que hacen reflexionar sobre el potencial de los emprendedores españoles. La de un grupo de profesores universitarios que, en plena España de los 80, creyeron que podrían hacerse un hueco en el ultra sofisticado negocio de la tecnología espacial. Y ahí están, 40 años después, en la élite.
Juan José Martínez García es, sin duda, un nombre con poco tirón para el marketing. Pero en 1984, este catedrático de la Escuela de Ingenieros Aeronáuticos de la Politécnica de Madrid formó, con un pequeño núcleo de colaboradores, un grupo de trabajo. Lo bautizó, literalmente, Grupo Mecánica de Vuelo o GMV. De nuevo, un hueso difícil para la mercadotécnica. Pero con una visión tecnológica de vanguardia que los llevaría a formar una spin-off (como se conocen al modelo de empresa que nace en las universidades) que acabaría creciendo hasta ser un grupo multinacional con clientes en 80 países, sedes en 12, y más de 3.300 empleados. Nueve de cada diez, titulados universitarios.
Empezaron con contratos secundarios para el Centro de Operaciones de la Agencia Europea del Espacio, pero en los 90 se diversificaron incursionando en la defensa (con sistemas de mano y control), el tras*porte (aplicaciones de navegación por satélite) y, de nuevo de forma pionera, en seguridad digital (instalaron el primer firewall en España en 1994). Actualmente, el sector espacial y la defensa representan aproximadamente el 70% de su actividad. Mientras, los sistemas inteligentes de tras*porte constituyen un 17% y la digitalización segura alrededor de un 13% (excluyendo la parte de ciberseguridad dedicada a espacio y defensa).
El fundador murió de forma repentina en 2001, pero le dio tiempo a ver cómo su compañía pasaba de una modesta sede en Aravaca al complejo de Tres Cantos donde hoy nos recibe su director general, Jesús B. Serrano, para conversar sobre las perspectivas de la compañía en un momento crucial (y récord).
Cuando se incorporó en 1986, recuerda el ejecutivo, GMV apenas facturaban unos cientos de miles de euros (en pesetas). Ahora, acaban de registrar unos ingresos de 384 millones de euros en 2023 (un 23% más respecto a 2022), un ebitda de 16,3 millones (casi el doble del ejercicio previo) y un resultado operativo de 12,9 millones (de nuevo, casi el doble). Mientras, la plantilla creció un 13% en 12 meses. Llevan muy a gala ser una empresa privada en manos de la familia del fundador y los trabajadores, independiente de grandes grupos industriales y con una fuerte cultura corporativa.
P. Acaban de rubricar un año de cifras récord. ¿Qué expectativas de crecimiento tienen para 2024?
R. En términos globales, esperamos crecer alrededor del 15% en 2024, con un crecimiento más acentuado en el área de defensa, entre el 20 y el 25%. En 2023, la vertical de defensa creció un 40%, en gran parte gracias a programas como el Eurodron y los sistemas de mando y control para varias agencias de la Unión Europea. Este año continuaremos creciendo, pero no al mismo ritmo. Tenemos expectativas prometedoras, pero depende un poco del ritmo al que se adjudiquen los programas. En espacio, hemos consolidado proyectos clave como Galileo, importantes no solo por su magnitud, sino porque tiene una parte civil y otra militar. También estamos trabajando en nuevas oportunidades: este año hemos tenido también la adjudicación de una misión espacial completa por primera vez, la Leo PNT. Las expectativas de cara a futuro son seguir creciendo en todos los ámbitos de actividad. Se abren nuevas oportunidades a nivel europeo y a nivel nacional.
P. ¿Qué es la misión Leo PNT?
R. Se están pensando complementar los satélites del servicio europeo de navegación por satélite Galileo, que están a 20.000 kilómetros de la Tierra, con satélites en órbita baja, de alrededor de 500-600 kilómetros de altura. Esta prueba será con cinco satélites y será la primera misión de demostración en órbita de futuros conceptos y tecnologías. Al tener satélites más bajos pueden tener más potencia y el sistema resulta más difícil de interferir, que es una debilidad que tienen todos los sistema de navegación por satélite.
Antes de abrir la foto pensad, ¿esperáis ver a una empoderada con el pelo teñido de jovenlandesado o a un hombre vestido de forma elegante pero anodina?
Jesús B. Serrano, director de GMV. (GMV)
https://www.elconfidencial.com/empr...-serrano-gmv-tecnologia-aeroespacial_3975097/
Usted probablemente no conoce al doctor José Martínez. Y no le culpo. La atención mediática y social suele medir el éxito empresarial en millones (cientos o, a ser posible, miles de). Los rankings se regodean en la acumulación de riqueza personal, pero rara vez celebran el tamaño de la hazaña. Y, si es por el contexto, este ingeniero aeronáutico es protagonista de una de esas historias corporativas que hacen reflexionar sobre el potencial de los emprendedores españoles. La de un grupo de profesores universitarios que, en plena España de los 80, creyeron que podrían hacerse un hueco en el ultra sofisticado negocio de la tecnología espacial. Y ahí están, 40 años después, en la élite.
Juan José Martínez García es, sin duda, un nombre con poco tirón para el marketing. Pero en 1984, este catedrático de la Escuela de Ingenieros Aeronáuticos de la Politécnica de Madrid formó, con un pequeño núcleo de colaboradores, un grupo de trabajo. Lo bautizó, literalmente, Grupo Mecánica de Vuelo o GMV. De nuevo, un hueso difícil para la mercadotécnica. Pero con una visión tecnológica de vanguardia que los llevaría a formar una spin-off (como se conocen al modelo de empresa que nace en las universidades) que acabaría creciendo hasta ser un grupo multinacional con clientes en 80 países, sedes en 12, y más de 3.300 empleados. Nueve de cada diez, titulados universitarios.
Empezaron con contratos secundarios para el Centro de Operaciones de la Agencia Europea del Espacio, pero en los 90 se diversificaron incursionando en la defensa (con sistemas de mano y control), el tras*porte (aplicaciones de navegación por satélite) y, de nuevo de forma pionera, en seguridad digital (instalaron el primer firewall en España en 1994). Actualmente, el sector espacial y la defensa representan aproximadamente el 70% de su actividad. Mientras, los sistemas inteligentes de tras*porte constituyen un 17% y la digitalización segura alrededor de un 13% (excluyendo la parte de ciberseguridad dedicada a espacio y defensa).
El fundador murió de forma repentina en 2001, pero le dio tiempo a ver cómo su compañía pasaba de una modesta sede en Aravaca al complejo de Tres Cantos donde hoy nos recibe su director general, Jesús B. Serrano, para conversar sobre las perspectivas de la compañía en un momento crucial (y récord).
Cuando se incorporó en 1986, recuerda el ejecutivo, GMV apenas facturaban unos cientos de miles de euros (en pesetas). Ahora, acaban de registrar unos ingresos de 384 millones de euros en 2023 (un 23% más respecto a 2022), un ebitda de 16,3 millones (casi el doble del ejercicio previo) y un resultado operativo de 12,9 millones (de nuevo, casi el doble). Mientras, la plantilla creció un 13% en 12 meses. Llevan muy a gala ser una empresa privada en manos de la familia del fundador y los trabajadores, independiente de grandes grupos industriales y con una fuerte cultura corporativa.
P. Acaban de rubricar un año de cifras récord. ¿Qué expectativas de crecimiento tienen para 2024?
R. En términos globales, esperamos crecer alrededor del 15% en 2024, con un crecimiento más acentuado en el área de defensa, entre el 20 y el 25%. En 2023, la vertical de defensa creció un 40%, en gran parte gracias a programas como el Eurodron y los sistemas de mando y control para varias agencias de la Unión Europea. Este año continuaremos creciendo, pero no al mismo ritmo. Tenemos expectativas prometedoras, pero depende un poco del ritmo al que se adjudiquen los programas. En espacio, hemos consolidado proyectos clave como Galileo, importantes no solo por su magnitud, sino porque tiene una parte civil y otra militar. También estamos trabajando en nuevas oportunidades: este año hemos tenido también la adjudicación de una misión espacial completa por primera vez, la Leo PNT. Las expectativas de cara a futuro son seguir creciendo en todos los ámbitos de actividad. Se abren nuevas oportunidades a nivel europeo y a nivel nacional.
P. ¿Qué es la misión Leo PNT?
R. Se están pensando complementar los satélites del servicio europeo de navegación por satélite Galileo, que están a 20.000 kilómetros de la Tierra, con satélites en órbita baja, de alrededor de 500-600 kilómetros de altura. Esta prueba será con cinco satélites y será la primera misión de demostración en órbita de futuros conceptos y tecnologías. Al tener satélites más bajos pueden tener más potencia y el sistema resulta más difícil de interferir, que es una debilidad que tienen todos los sistema de navegación por satélite.