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El cambio climático deja obsoleta la forma de medir las olas de calor: los expertos piden revisar los índices
Con la cuarta ola de calor del verano a las puertas, un nuevo estudio muestra que la mayoría de los indicadores que se utilizan para medir la gravedad de este fenónemo no reflejan bien el riesgo para las vidas humanas y llama a reconsiderar la forma de medirlo
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Foco
Crisis climática
Antonio Martínez Ron
7 de agosto de 2024 17:00h Actualizado el 07/08/2024 17:03h
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El 13 de agosto de 2022, Andalucía vivió una de las peores jornadas de calor de su historia, en un verano en el que se registraron alrededor de 4.600 muertes en España directamente relacionadas con las altas temperaturas. Sin embargo, un meteorólogo que hubiera mirado parámetros aislados como la temperatura máxima del aire, el índice de humedad o la temperatura del termómetro de bulbo húmedo, no habría previsto la peligrosidad de la situación y habría subestimado su impacto en la salud de las personas.
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Aquella jornada de calor extremo en Andalucía es uno de los ejemplos que dos investigadores de la Universidad Politécnica de Hong Kong han utilizado para poner a prueba los diferentes índices que se utilizan para estimar la gravedad y el peligro para la salud de las olas de calor. En un trabajo publicado este miércoles en la revista Nexus, Pir Mohammad y Qihao Weng han utilizado datos recogidos durante varios episodios sucedidos en los últimos años en España, India y Estados Unidos, y han comprobado que cinco de los seis índices principales no fueron capaces de captar con suficiente efectividad su gravedad y distribución espacial, especialmente en condiciones de baja humedad.
Según este análisis, solo resultó útil el llamado “índice de estrés térmico letal”, aunque los autores creen que también es mejorable y que se necesita un marco más global para poder mitigar las olas de calor peligrosas. “Hemos descubierto que algunos de los índices existentes pueden no ser apropiados para todas las regiones geográficas y condiciones climáticas”, afirma Weng, autor principal y experto geoespacial de la Universidad Politécnica de Hong Kong. “Es importante que las comunidades científicas, los círculos de salud pública y los responsables de las políticas se reúnan y reconsideren los índices existentes”.
Índices desactualizados
En la actualidad conviven distintas formas de medir y definir las olas de calor, pero no está claro cuál de estos métodos es más eficaz ni cómo las condiciones climáticas de fondo afectan a su rendimiento. Algunas de estas métricas se basan exclusivamente en la temperatura máxima del aire, mientras que otras incluyen factores como la radiación, el viento y, fundamentalmente, la humedad. En esta investigación, en concreto, se evaluaron la temperatura máxima del aire (Ta), el índice de humedad (HI), el humidex (Hu), la temperatura del termómetro de bulbo húmedo (WBGT), el índice de estrés por calor letal (Ls), y el índice climático térmico universal (UTCI).
Hemos descubierto que algunos de los índices existentes pueden no ser apropiados para todas las regiones geográficas y condiciones climáticas
Qihao Weng — Autor principal e investigador de la Universidad Politécnica de Hong Kong
Cada uno de estos índices tiene diferentes umbrales para definir condiciones peligrosas de estrés por calor, explican los autores del estudio. Una de las desventajas de esta práctica es que puede no aplicarse a todas las condiciones climáticas, pero lo peor es que no cuantifican significativamente el efecto de la humedad sobre el estrés por calor. “Con el avance de un calentamiento global más rápido, un índice puede no detectar días peligrosos de estrés por calor debido al uso de la antigua normalidad para calcular la desviación del umbral”, escriben. “El umbral para definir condiciones peligrosas de estrés por calor se basa en la ley teórica de la física, y un estudio reciente sugirió que este umbral puede sobreestimarse o subestimarse según las condiciones climáticas ambientales, el género y la edad de las personas y varía de un país a otro”.
“Incluso en condiciones de temperatura relativamente bajas, si la humedad es alta, puede ser peligroso para personas con problemas de salud”, indica Weng. “En condiciones de humedad, incluso de 28°C, las condiciones de bulbo húmedo pueden provocar un estrés severo y un golpe de calor”.
Las olas de calor son experimentadas de manera diferente debido a factores que incluyen la edad, las condiciones de salud preexistentes y el estatus socioeconómico