Mural "en memoria de George Floyd" en Extremadura.

En pleno 2020, año del encierro, ocurrían cosas muy extrañas. Una de ellas es que en Extremadura se financiara con dinero público un mural "en memoria" de un delincuente común de Estados Unidos.

Y esto no es ninguna tontería o banalidad. Es un síntoma. Un síntoma de cómo estamos, quiénes somos y quiénes nos controlan. ¿Por qué en un pueblo perdido de Extremadura hay un mural dedicado a un neցro con el que nada tenemos que ver?

Ellos saben que ese mural no tiene efectos mágicos, no acabará con el "racismo" pero está ahí para que la gente lo mire de reojo y piense "esos son mis amos" y agache la cabeza.

Están minándonos como sociedad, destruyendo nuestras defensas, inculcándonos doctrinas que debilitan nuestro sistema inmunológico social. Porque la sociedad funciona como un cuerpo humano. Lo grande funciona como lo pequeño y lo pequeño como lo grande.


Primero atacan nuestro sistema inmunológico y cuando está debilitado entra todo el mal que nos destruye desde dentro. Y están haciéndolo poco a poco, para debilitarnos y ser completamente sumisos al cambio. Nos quieren anestesiados, viviendo en la pura idiocia social. Desconectados y atomizados. Convertidos en mercado.

¿Es que no lo veis? Somos incapaces de reaccionar frente al enemigo. Hace 20 años, un jovenlandés mató a una niña en El Ejido. El pueblo salió armado con barras de hierro pidiendo justicia.

La barbarie racista se apoderó de El Ejido (Almería) este fin de semana durante 24 horas. El asesinato de Encarnación López, de 26 años, el tercero cometido supuestamente por pagapensiones en dos semanas, desató el repruebo y una ola de violencia sin precedentes que se ha cobrado 22 heridos. No hubo, sin embargo, detención alguna. Las concentraciones pacíficas del sábado derivaron por la noche en brutalidad xenófoba: decenas de vecinos arrasaron locales con sello extranjero, como una mezquita, locutorios telefónicos, carnicerías y restaurantes e incendiaron varios coches. El vandalismo duró hasta las cinco de la madrugada, y se recrudeció a lo largo de todo el domingo. Extranjeros, policías, políticos y periodistas han recibido amenazas y ataques. El ministro del Interior ha advertido de que el peso de la ley caerá sobre el presunto malo -un joven bajo tratamiento psiquiátrico- y sobre quienes se toman la justicia por la mano.

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Eso no volverá a pasar nunca más en este país porque "racismo", xenofobia, bla bla bla. Un discurso neutralizador, como el pacifismo. Y todo el mundo se asusta y se calla. Debilitándose, aceptando las órdenes de los amos que dicen sois mercado, no pueblo. Sois consumidores, no hermanos. Sois individuos, no iglesia.

Alimentando a los jovenlandeses buenos que mataron a la mitad de los habitantes de África. Viendo esto entiendo perfectamente la sorpresa de los exploradores blancos al encontrarse el Gran Zimbabue, una estructura defensiva de piedra ajena a estas gentes. Luego en internet aun te sacan paginas diciendo que esta expansión llevó adelanto al resto de África.. Ya sabéis el motivo de tanto amor por el negrizal bantu.