Munus

castguer

Madmaxista
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I don't live
De lo que se trata – no solo para la política, sino también, aunque sea can instrumentos y tiempos distintos, para la filosofía- es de pensar la biopolítica y la globalización la una dentro de la otra. De hecho, no hay nada más global que la vida humana. El mismo mundo unificado ha asumido la forma de un cuerpo biológico que requiere el máximo cuidado, que no soporta tener heridas en alguna de sus partes sin que se reproduzcan inmediatamente en alguna otra. En este sentido, el sistema inmunitario del mundo ya no puede funcionar produciendo violencia y fin. Debe, él mismo , hacerse guardián y productor de la vida. No debe ser barrera de separación, sino filtro de relación con lo que lo presiona desde su interior.

En efecto , el punto decisivo – y también el problema de máxima dificultad- reside en este giro de ciento ochenta grados de nuestra perspectiva. Un giro que, todavía antes que en el mundo real, debe tener lugar en nuestra propia cabeza: en el espacio del pensamiento, que es precisamente pensamiento cuando se muestra capaz de anticipar lo que ocurre y también, a largo plazo, de influir en ello.

Es evidente que sin algún tipo de sistema inmunitario el mundo, así como el cuerpo humano individual, no podría aguantar. Pera, como precisamente demuestra el sistema inmunitario de nuestros cuerpos, la inmunidad ya no debe concebirse solo por oposición a la comunidad. Hace falta volver a ese elemento – el munus, concebido como donación, expropiación, alteración- que mantiene unidos estos dos horizontes de sentido. Debemos conseguir pensar a la vez estos principios de unidad y diferencia – es decir, de comunidad e inmunidad- que a lo largo de los siglos, y quizás de los milenios, se han encontrado en una batalla ciega y sin perspectivas.

Es cierto que la comunidad siempre nos ha remitido a la identidad y a la unidad, así como la inmunidad a la separación y a la diferencia. La historia del mundo, al menos hasta este momento, puede interpretarse como la lucha sin cuartel entre estos dos principios contrapuestos . Ahora se trata de ponerlos en tensión reciproca. De reconducir la comunidad a la diferencia y la inmunidad a la contaminación, como por otra parte adviene, en nuestros cuerpos, en todos los trasplantes de órgano, consentidos, e incluso favorecidos, por la llamada tolerancia inmunitaria. Naturalmente, es cualquier cosa menos fácil traducir a la realidad las que pueden parecer, y de hecho son, formulas filosóficas. Pero en la historia del pensamiento – y también en la de los hombres- antes de llevar algo a cabo ha tenido que pensarse mucho................Munus | Aqueloo
 
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