MUJER ABANDONA A UN LUDOPATA Y LE DEJA UNA CARTITA

Hola a todos,

Permitidme mi atrevimiento, pero considero, que tal vez, a alguna persona que esté dudando en pedir ayuda para esta enfermedad, lo que les voy a contar, le pueda servir de empuje para asistir a algun centro de ayuda.

Como os dije ayer, mi marido es ludópata (entre otras). Ayer, ambos nos sentamos a hablar. Él se cierra. No quiere compartir nada conmigo. Y yo ya no puedo más. Estoy francamente cansada y no tengo fuerzas para seguir luchando yo sola. Imagino, que como otras muchas veces, se habrá tomado mis amenazas a choteo... pero lamentablemente, esta vez, va muy en serio. Hoy cuando llegue a casa, en vez de verme a mi, verá esta carta.






Hola cariño.

Te dije ayer que ya no te hablaría más del tema, y así pienso hacerlo. Cuando quieras comentar algo, has de ser tú mismo quien empiece la conversación.

Quiero decirte algunas cosas. Quiero que sepas como me siento, y que es lo que siento. No quiero que pienses que esta decisión que he tomado, es una rabieta mía, y que aquí no va a pasar nada. Esta vez es diferente. Han sido muchas pequeñas cosas que se han ido acumulando, y han acabado haciéndose una tremenda bola en mi interior.

No puedo más.

No quiero pasar el resto de mi vida con una persona desequilibrada. Hoy te levantas contento, al rato te cabreas por nada, acabas cagándote en todos los santos, con malas caras y con malas formas… finalmente se te pasa y te pones cariñoso, y me dices que qué me pasa…. ¿Qué me pasa? Después de ver toda la escenita, y ¿aún me preguntas que si me pasa algo?

¡Claro que me pasa! ¡no puedo soportarlo más!

Me siento mal. No estoy preparada para estas cosas. Por más que lo he intentado acabo sufriendo.

¿por qué? ¿Por qué tengo que aguantar todo esto?



Te marchas a trabajar antes que yo. Yo me levanto, desayuno sola, y me marcho a trabajar. A medio día, llego a casa, como sola, e intento recoger y ordenar lo que me da tiempo. Llego del trabajo por la tarde, y me pongo a preparar la cena, la comida del día siguiente…. Llegas tú, te duchas o te afeitas, friegas si hay algo, te sientas. Pones la mesa para cenar, cenamos, friegas y te acuestas. No solo te acuestas temprano, sino que me haces que yo también me acueste contigo. ¿¿¿para queeee???? ¿¿¿para ver como roncas???? ¿Hasta ese punto quieres controlar mi vida????????



En ese rato que nos vemos, por favor, piensa el tiempo que nos dedicamos el uno al otro. Piensa en las conversaciones que tenemos…. ¿recuerdas alguna? Yo no. Lo único que me cuentas es que fulano se ha roto un dedo, que mengano ha usado la máquina tal o cual. Cuando trabajabas en los camiones, más de lo mismo: que si me acuerdo de… que tenías 4 repartos, que si uno no te había ayudado a descargar, que si tal que si cual… ¡Me da igual! ¡a mi eso no me interesa! ¿Acaso me oyes tu a mi, hablar de mi trabajo? Que si un chino me reclama pasta, que si otro tiene un problema de fabricación, que si hoy me han puteado en el trabajo, o que si tengo que hacer un informe… Creo que todavía está por llegar el día que yo te cuente a ti los problemas que tengo en el trabajo, y son muchos los años que llevo trabajando y muchos los problemas que tengo y que he tenido. Cuando llego a casa, me gusta desconectar, disfrutar de mi casa, de mi pareja, de mi familia, de mis amigos. Me gusta salir, me gusta pasear, me gusta charlar, me gusta disfrutar haciendo algo en mi casa, me gusta pintar, me gusta vivir y estar tranquila y en armonía con lo que me rodea.



Piensa fríamente lo que hacemos, y verás lo divertida y amena que tras*curre toda la semana, piensa lo que estamos disfrutando nuestra vida.



¡ah! Y que no se me ocurra tocar el ordenador, porque si no, hay morros y malas maneras. Te pones celoso de una fruta máquina. Entras a la habitación del ordenador mil veces a ver que hago, con cualquier excusa para ver con quien hablo, o que estoy buscando… Pero por el contrario, tu puedes ver el futbol cada vez que te apetece o una película prono.



Si el fin de semana salimos, como por ejemplo este fin de semana que fuimos al chino a comer, ¿de que hablamos? No hay nada de qué hablar. Y así de divertidas, son tooooooodas nuestras salidas, si no me crees, haz memoria.



En la boda de este fin de semana, te molestaba que saliese a fumar a la calle. En la boda de Manolito, ni te cuento.





Si salimos con la caravana, acabamos discutiendo. Si me paro a hablar con la gente, te molesta. Si me pierdo por el camping, me pones el grito en el cielo ¿Dónde estabaaaaas? ¡es que pasas de mi! Pero tu no te has molestado en ir a buscarme, tu también estabas entretenido por ahí, y has estado esperando a que yo llegase, para echarme el paquete, porque si me hubieses querido encontrar, solo hubieses tenido que buscarme, que no he desaparecido, que no me hago invisible…. Que estoy ahí. Si hago, malo. Si no hago, malo… Me da ardor de estomago salir con la caravana. El día que llegamos, es día de broncas, el día que nos vamos también. Desde que me levanto, hasta que finalmente, llegamos a casa en un verdadero suplicio. Los nervios, te corroen. Haz memoria. ¡no puedo más! ¡no quiero compartir mi vida contigo! No eres capaz de disfrutar NUNCA, ni tan siquiera cuando sales. Te molesta que cuando llegamos con la caravana a algún sitio, me fume un cigarro antes de empezar a montarlo todo…

- * Claro, como vas a ayudarme, si estas con el cigarrito…..

Una y mil veces, escuchando lo mismo, una y mil veces discutiendo por lo mismo, siempre el mismo mal rollo. Noooooo, no quiero esto para mí, ni para nadie. Párate por favor, y mira alrededor. Mira como es la gente, como se comporta, que hacen y que no hacen. Si lo observas, podrás ver la diferencia.



Me siento agobiada, me siento atrapada, porque todo lo que hago te molesta. De todo lo que pasa, soy culpable. Todo va sobre mi chepa… todo.



Si no llevas dinero, porque eres una persona enferma, aún pretendes hacerme sentir a MI culpable de que no tienes un duro… ¡No me hagas reír por favor! Estás muy a gusto con tu enfermedad y con tus vicios. Nunca has hecho nada para solucionarlo. He visto como has tocado una y mil veces fondo, y nunca has querido ayuda, ni mía ni de nadie, nunca has querido solucionar tu enfermedad. Me has engañado y mentido una y mil veces, y ¿aun pretendes que confíe en ti? Majo, ponte en mi lugar. Si fuese al revés, hace muchísimos años que me habrías dado una patada en el ojo ciego, como a un despojo. Yo tengo que soportarlo todo, pero, ¿y tu? ¿me soportarías algo a mi? Sé muy bien que NOOOO.



Dime por favor, qué es lo que te molesta tanto de mi, y no me digas que NADA, porque una persona que se comporta como tu lo haces, o le molesta mucho algo, o odia a fin a la persona que tiene delante.



Nunca has tenido confianza para decirme las cosas, y ya no te pido que la tengas, ya no la necesito. Me da igual que mientas, o que no mientas, que rías o que llores.

Como eres una persona que se lo guarda todo dentro, déjame decirte, que te lo sigas guardando. Que cuando no te quepa más, ya explotarás, como he hecho yo.



He de aprender a vivir sin ti. Creo que con el tiempo, y un poco de ayuda, lo voy a conseguir. Esta vez, lo conseguiré. No voy a hipotecar mi vida a tu lado. A partir de hoy, cada día, voy a empezar a luchar por ser un poco más libre. Voy a empezar a hacer todo aquello a lo que antes renuncié por ti. Voy a empezar a centrarme en mi, en mi persona, en mis sentimientos. Voy a volver a VIVIR.



Nunca, nunca, nunca jamás pienses que hoy por hoy existe otra persona en mi vida. Te equivocarías. Pero, no quiero que en tu destrucción me arrastres a mí. Creo que no me lo merezco. Por eso, he decidido darnos un tiempo. Me marcho. El tiempo hablará por nosotros.



Hasta pronto. Te amo.