Cicloturismo
"Hay pueblos donde nunca habían visto a un turista"
El proyecto 'Montañas vacías', sin apoyo público ni privado, lleva a un millar de visitantes al año a pueblos casi abandonados de Cuenca, Teruel y Guadalajara
Un ciclista realiza la ruta sugerida por el proyecto 'Montañas vacías'.EL MUNDO
Beamud, en Cuenca, 38 habitantes. Alobras, en Teruel, 62 habitantes. Los Santos, en Valencia, 102 habitantes. Tordellego, en Guadalajara, 50 habitantes. Pongamos que en cualquiera de los cuatros pueblos, en la llamada Laponia española, un territorio despobladísimo, con una de las menores densidades de población de Europa, aparece un turista procedente de Estados Unidos, de Canadá, de Corea del Sur o de Alemania y con su bicicleta gravel de alta gama pregunta por un lugar para comer y otro para dormir.
Hace tres años, la respuesta casi siempre era incierta, asombrados los vecinos por la aparición de un turista. Ahora en la mayoría de casos la oferta está clara: hoteles, pensiones y fondas de la zona ya se han acostumbrado a acoger ciclistas. ¿Qué ha pasado? La creación de Montañas vacías que en 2020 fue escogida ruta ciclista del año por los suscriptores de la web estadounidense Bikepacking.com y que desde entonces no para de crecer.
Con un único impulsor, Ernesto Pastor, sin empresas detrás, sin subvenciones públicas y sin tan siquiera marcaje, ha conseguido que cada año un millar de turistas muy especializados visite el corazón de la España vaciada. Lo explica el propio Pastor: «Yo soy de un pueblo de Guadalajara, de Sigüenza, y desde hace años trabajo en Teruel como funcionario. He estado toda mi vida en esta zona y, como muchos otros vecinos, ya estaba cansado de proyectos milmillonarios que se llevaban dinero público y que después realmente nunca atraían a viajeros. Había hecho varias rutas en bici por el mundo y pensé en proponer algo sencillo aquí: una ruta a través de GPS con una web sencilla, de las gratuitas, de Wordpress, y una guía en pdf. Y funcionó», explica.
«En el verano de 2019, no sé cómo, uno de los editores de Bikepacking.com cayó en mi web, vino a hacer la ruta, lo conocí y, al cabo de una semana, publiqué mi guía en la web. Fue una explosión. Empezó a interesarse gente y más gente, sobre todo estadounidenses, y antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo incluso vinieron profesionales como Thomas de Gendt y Tim Wellens. Luego, con el confinamiento, la popularidad de la ruta subió entre los ciclistas españoles y ahora diría que hay un equilibrio entre nacionales y extranjeros», analiza el creador de Montañas vacías, inspector de telecomunicaciones y ciclista aficionado.
680 kilómetros
En varios tramos de la ruta se pueden encadenar hasta 60 o 70 kilómetros sin ver a nadie y uno de sus atractivos son las estrellas, gracias a la ausencia de contaminación lumínica. Con inicio y final en Teruel, existen varias versiones -una de ellas incluso en asfalto-, pero la principal consta de 680 kilómetros con 12.910 metros de desnivel. El nacimiento del Tajo, la Serranía de Cuenca, la Sierra de Javalambre, la Sierra de Gúdar...
«Es una ruta dinámica, por eso no hay indicaciones y se utiliza sólo el track y el GPS. La hice una vez completa y siempre que tengo días libres voy revisando partes para mejorar el camino, incorporar indicaciones...», apunta Pastor que, dado el carácter independiente del proyecto, no lleva la cuenta exacta de los turistas que capta: supone que son alrededor de un millar al año, por aquellos que se ponen en contacto con él a través de la web, pero podrían ser más.
«En 2020, el año de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, un restaurante me comentó que el 80% de su facturación había venido de público de Montañas vacías, también un albergue me habló del 50% de sus visitantes... Hay zonas del recorrido en las que nunca habían visto a un solo turista, ni senderistas, ni moteros, ni nada, y ahora de repente ven a americanos con bicis raras», expone Pastor, que al principio tenía que ejercer de mediador entre los hospedajes y los ciclistas extranjeros y que ahora teme que haya un boom: «A veces me asusto porque tampoco pretendo que crezca demasiado. No es cuestión ahora de masificar alguna zona a base de ciclistas. Tampoco es cuestión de perder el sabor de la ruta».
"Hay pueblos donde nunca habían visto a un turista"
El proyecto 'Montañas vacías', sin apoyo público ni privado, lleva a un millar de visitantes al año a pueblos casi abandonados de Cuenca, Teruel y Guadalajara
Un ciclista realiza la ruta sugerida por el proyecto 'Montañas vacías'.EL MUNDO
Beamud, en Cuenca, 38 habitantes. Alobras, en Teruel, 62 habitantes. Los Santos, en Valencia, 102 habitantes. Tordellego, en Guadalajara, 50 habitantes. Pongamos que en cualquiera de los cuatros pueblos, en la llamada Laponia española, un territorio despobladísimo, con una de las menores densidades de población de Europa, aparece un turista procedente de Estados Unidos, de Canadá, de Corea del Sur o de Alemania y con su bicicleta gravel de alta gama pregunta por un lugar para comer y otro para dormir.
Hace tres años, la respuesta casi siempre era incierta, asombrados los vecinos por la aparición de un turista. Ahora en la mayoría de casos la oferta está clara: hoteles, pensiones y fondas de la zona ya se han acostumbrado a acoger ciclistas. ¿Qué ha pasado? La creación de Montañas vacías que en 2020 fue escogida ruta ciclista del año por los suscriptores de la web estadounidense Bikepacking.com y que desde entonces no para de crecer.
Con un único impulsor, Ernesto Pastor, sin empresas detrás, sin subvenciones públicas y sin tan siquiera marcaje, ha conseguido que cada año un millar de turistas muy especializados visite el corazón de la España vaciada. Lo explica el propio Pastor: «Yo soy de un pueblo de Guadalajara, de Sigüenza, y desde hace años trabajo en Teruel como funcionario. He estado toda mi vida en esta zona y, como muchos otros vecinos, ya estaba cansado de proyectos milmillonarios que se llevaban dinero público y que después realmente nunca atraían a viajeros. Había hecho varias rutas en bici por el mundo y pensé en proponer algo sencillo aquí: una ruta a través de GPS con una web sencilla, de las gratuitas, de Wordpress, y una guía en pdf. Y funcionó», explica.
«En el verano de 2019, no sé cómo, uno de los editores de Bikepacking.com cayó en mi web, vino a hacer la ruta, lo conocí y, al cabo de una semana, publiqué mi guía en la web. Fue una explosión. Empezó a interesarse gente y más gente, sobre todo estadounidenses, y antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo incluso vinieron profesionales como Thomas de Gendt y Tim Wellens. Luego, con el confinamiento, la popularidad de la ruta subió entre los ciclistas españoles y ahora diría que hay un equilibrio entre nacionales y extranjeros», analiza el creador de Montañas vacías, inspector de telecomunicaciones y ciclista aficionado.
680 kilómetros
En varios tramos de la ruta se pueden encadenar hasta 60 o 70 kilómetros sin ver a nadie y uno de sus atractivos son las estrellas, gracias a la ausencia de contaminación lumínica. Con inicio y final en Teruel, existen varias versiones -una de ellas incluso en asfalto-, pero la principal consta de 680 kilómetros con 12.910 metros de desnivel. El nacimiento del Tajo, la Serranía de Cuenca, la Sierra de Javalambre, la Sierra de Gúdar...
«Es una ruta dinámica, por eso no hay indicaciones y se utiliza sólo el track y el GPS. La hice una vez completa y siempre que tengo días libres voy revisando partes para mejorar el camino, incorporar indicaciones...», apunta Pastor que, dado el carácter independiente del proyecto, no lleva la cuenta exacta de los turistas que capta: supone que son alrededor de un millar al año, por aquellos que se ponen en contacto con él a través de la web, pero podrían ser más.
«En 2020, el año de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, un restaurante me comentó que el 80% de su facturación había venido de público de Montañas vacías, también un albergue me habló del 50% de sus visitantes... Hay zonas del recorrido en las que nunca habían visto a un solo turista, ni senderistas, ni moteros, ni nada, y ahora de repente ven a americanos con bicis raras», expone Pastor, que al principio tenía que ejercer de mediador entre los hospedajes y los ciclistas extranjeros y que ahora teme que haya un boom: «A veces me asusto porque tampoco pretendo que crezca demasiado. No es cuestión ahora de masificar alguna zona a base de ciclistas. Tampoco es cuestión de perder el sabor de la ruta».
La ruta ciclista que ha reavivado la 'Laponia española': "Hay pueblos donde nunca habían visto a un turista"
Beamud, en Cuenca, 38 habitantes. Alobras, en Teruel, 62 habitantes. Los Santos, en Valencia, 102 habitantes. Tordellego, en Guadalajara, 50 habitantes. Pongamos que en cualquiera...
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