El resultado ha sido todo lo contrario de lo que predicaba Milei en la campaña: castigar a los que habían vendido pesos para comprar dólares. Tradicionalmente, el dólar era la forma más segura de ahorrar, porque el tipo de cambio subía de forma sostenida al ritmo de la inflación.
Sin embargo, estos meses, las personas que hayan decidido vender algunos de sus dólares para compensar la caída de ingresos provocada por la fuerte recesión que sufre el país o los fuertes recortes de pensiones a los jubilados, se han encontrado con que esos dólares se cambian por los mismos pesos que hace cinco meses, cuando los precios estaban mucho más bajos que ahora. El resultado es una 'expropiación' disimulada de los ahorros de esas personas, que vuelve