Israel rebasa el millón de casos de el bichito-19 tras confirmar casi 10.000 nuevos positivos (europapress.es)
El ministro se pincha por tercera vez
Israel rebasa el millón de casos de el bichito-19 tras confirmar casi 10.000 nuevos positivos
Israel rebasa el millón de casos de el bichito-19 tras confirmar casi 10.000 nuevos positivos Naftali Bennett recibe la tercera dosis de la banderilla - Koby Gideon/GPO/dpa MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) - El Ministerio de Sanidad de Israel ha informado este martes de casi 9.900 nuevos casos de el bichito-19, un balance diario sin precedentes desde el mes de enero y que sitúa al país ya por encima del millón de positivos desde el inicio de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. En concreto, Israel tiene en su recuento ofi ...
La variante Delta golpea a Israel - AS.com
Los no medicados en Israel dificultan la lucha contra el el bichito (elperiodico.com)
Con el inicio de la banderillación a nivel mundial en diciembre, Israel se convirtió en uno de los países pioneros. La rápida administración de dosis y la pronta vuelta a la normalidad crearon una falsa ilusión de fin de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo que no ha tardado mucho en desaparecer. ¿El principal problema? Más de un millón de adultos en un país que no llega a los 10 millones de habitantes se niegan a ser medicados.
Hace dos meses comenzaron a aumentar los casos, sumergiendo al país en una cuarta ola de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo con cifras de contagios diarios que rondan los 8.000 y se acercan a los máximos registrados en enero, y con una tasa de positivos en torno al 6%, tras haberla reducido prácticamente a cero en junio. Los expertos aseguran que esta cuarta ola se ha consolidado por la conjunción de una serie de factores: la propagación de la agresiva variante delta, una errónea sensación por parte de la población de que la esa época en el 2020 de la que yo le hablo había terminado, el declive de la inmunidad entre los medicados con el paso del tiempo y la gran cantidad de personas que no quieren recibir la banderilla.
Ahora el país ha iniciado un campaña pionera con la tercera dosis mientras alrededor de un 12% de su población sigue rechazando recibir ninguna. Por el momento, casi un millón y medio de personas mayores de cuarenta años tienen tres pinchazos. Aunque los ensayos preliminares muestran su efectividad en elevar anticuerpos -hasta un 86% en mayores de 60 años-, la campaña previsiblemente chocará con el mismo obstáculo: los que no quieren recibirlo.
Sobrecarga del sistema
Pese a que en marzo el país superó los cinco millones de medicados, el procesos se ha estancado en los cinco millones y medio de inoculados con ambas dosis. Aunque los medicados superan con creces a los no medicados, en la cuarta ola el número de contagios ha sido similar entre ambos, así como el número de casos graves. "Los no medicados están sobrecargando el sistema", explica a Efe Nadav Davidovitch, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Ben Gurión y asesor del Gobierno en la gestión de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, que señala además que la población de riesgo que decide no banderillarse es la principal razón por la cual los hospitales están recibiendo cada vez más casos serios.
"Los no medicados tuvieron un papel muy importante en el comienzo de la cuarta ola", señala el profesor Bishara Bisharat, también miembro del gabinete de asesores del Gobierno y que opina que "de no haber tenido esta cantidad (de no medicados), tal vez se podría haber evitado esta nueva ola, o habría sido más leve". El interrogante entonces es quiénes son y qué motivos esgrimen los que no se quieren banderillar.
Perfiles de los no medicados
Noticias relacionadas
Según los expertos, el 30% de los no medicados forma parte de la minoría árabe de Israel, que representa cerca de un 20% de la población. En las zonas con menores índices de banderillación destaca también la presencia de comunidades judías ultraortodoxas, que al igual que los árabes, registran algunos de los índices de recuperados más altos del país. Bisharat explica que el denominador común entre quienes no se quieren banderillar no radica en cuestiones religiosas, políticas o ideológicas, sino que se resume en la pobreza, la falta de conocimiento en cuestiones de salud y la dificultad de acceder a información confiable, algo que aplica a ambas comunidades.
Además de estas minorías, también se se niegan a banderillarse aquellos que creen en teorías conspirativas y que niegan la existencia de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. "La mayoría no son antivacunas en general, ya que los índices de banderillación en Israel son muy elevados", remarca Hagai Levine, epidemiólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que opina que "se debe hacer un mejor trabajo para que la gente confíe en los especialistas", incluyendo campañas que lleguen a estas minorías, que suelen vivir bastante aisladas.
Temas
Un estudio de Israel determina que una dosis de refuerzo de la banderilla contra el el bichito reduce el riesgo de infección | Salud (elmundo.es)
Unvaccinated teachers threaten to sue if they are forced on unpaid leave | The Times of Israel
Treasury mulls sanctions against Israelis who refuse to get el bichito vaccine - Israel News - Haaretz.com
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Hace dos meses comenzaron a aumentar los casos, sumergiendo al país en una cuarta ola de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo con cifras de contagios diarios que rondan los 8.000 y se acercan a los máximos registrados en enero, y con una tasa de positivos en torno al 6%, tras haberla reducido prácticamente a cero en junio. Los expertos aseguran que esta cuarta ola se ha consolidado por la conjunción de una serie de factores: la propagación de la agresiva variante delta, una errónea sensación por parte de la población de que la esa época en el 2020 de la que yo le hablo había terminado, el declive de la inmunidad entre los medicados con el paso del tiempo y la gran cantidad de personas que no quieren recibir la banderilla.
Ahora el país ha iniciado un campaña pionera con la tercera dosis mientras alrededor de un 12% de su población sigue rechazando recibir ninguna. Por el momento, casi un millón y medio de personas mayores de cuarenta años tienen tres pinchazos. Aunque los ensayos preliminares muestran su efectividad en elevar anticuerpos -hasta un 86% en mayores de 60 años-, la campaña previsiblemente chocará con el mismo obstáculo: los que no quieren recibirlo.
Sobrecarga del sistema
Pese a que en marzo el país superó los cinco millones de medicados, el procesos se ha estancado en los cinco millones y medio de inoculados con ambas dosis. Aunque los medicados superan con creces a los no medicados, en la cuarta ola el número de contagios ha sido similar entre ambos, así como el número de casos graves. "Los no medicados están sobrecargando el sistema", explica a Efe Nadav Davidovitch, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Ben Gurión y asesor del Gobierno en la gestión de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, que señala además que la población de riesgo que decide no banderillarse es la principal razón por la cual los hospitales están recibiendo cada vez más casos serios.
"Los no medicados tuvieron un papel muy importante en el comienzo de la cuarta ola", señala el profesor Bishara Bisharat, también miembro del gabinete de asesores del Gobierno y que opina que "de no haber tenido esta cantidad (de no medicados), tal vez se podría haber evitado esta nueva ola, o habría sido más leve". El interrogante entonces es quiénes son y qué motivos esgrimen los que no se quieren banderillar.
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Además de estas minorías, también se se niegan a banderillarse aquellos que creen en teorías conspirativas y que niegan la existencia de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. "La mayoría no son antivacunas en general, ya que los índices de banderillación en Israel son muy elevados", remarca Hagai Levine, epidemiólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que opina que "se debe hacer un mejor trabajo para que la gente confíe en los especialistas", incluyendo campañas que lleguen a estas minorías, que suelen vivir bastante aisladas.
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