Mi amigo Paco, el mercenario amador de cincuentonas, responde a vuestras preguntas.

Le mando unas fotos por Whats y al punto lo llamo por teléfono.
--Hola, Paco.
--¿Qué pasa, Félix? Nunca me llamas, jorobar. Me alegro. ¿Qué quieres?
--Nada, nada. Hacerte unas preguntas sobre tu curro. Lo que contaste hace unos días, tu trabajo de puñetero.
--Hombre, llamarlo así... pues que no me gusta. Es la verdad, pero prefiero considerarlo como un servicio social.
(Carraspeo porque viene lo peor)
--Bueno, pues que lo he contado. Lo tuyo. A la gente. En un foro. No con tu nombre real, Paco, claro está.
(Se hace un silencio largo. Sigo antes de que me mande a tomar por ojo ciego).
--Y ha provocado cierta expectación, ya ves. Como las cosas están tan mal... pues todas las ideas vienen bien.
--Hombre, a ver si me va a salir competencia y me jorobas, Félix...
--No, tío, no. Estos orates del ojo ciego son pijeras todos, viven bien, son de derechas, votan a VOX y todo. No hacen la calle.
(No parece muy convencido de que sois iluso, por más que se lo aseguro).
--Pues entonces, ¿qué huevones quieren saber? ¿Qué más les da si no se van a dedicar a esto?
--Pues verás, uno dice que esto no puede durarte, que acabarás de cafre. Otro, que las mujeres no pagan nunca, como en Cowboy de medianoche. ¿Te acuerdas de la película de John Voight y Dustin Hoffman? Otro dice que 2.000 pavos al mes es mucho dinero.
(No dice nada. Parece que me va a colgar. Pero no lo hace, Paco ha sido siempre un tío educado, y me contesta.)
--Pues uno nunca sabe lo que pueden durar las cosas. Pero a mí lo que me da respeto, ¿sabes lo que es, Félix?
(No, no lo sé. Me quedo esperando.)
--Pues que alguna se me muera, ¿me entiendes? Ir a su entierro y todo eso. O verlo de lejos. Por los hijos y los nietos, digo. Uno les coge cariño.
(Me deja de pasta de boniato. Nunca lo habría imaginado).
--Ni te cuento si una palma amando conmigo, Félix... Esto sí es un problema y no las chorradas esas que preguntáis. Y ojalá pillara 2.000 euros cada mes. De eso nada. Algún mes. Los regalos también cuentan. No sé, jerséis de sus hijos. jerséis buenos, de lana buena. ¿O no cuentan? Lo de cafre dile que eso lo será él, pero que sus gustos son los suyos, no los míos.
--Sí, vale, Paco. Tómatelo bien.
(Se va calmando. Gran tipo, Paco).
--Otro me pregunta por tu platano... que cómo es...
--Pero ¿qué clase de gaies frecuentas tú en los foros? Dile que no enculo tíos, que se busque a otro. platano normal, 17 cm, más bien subida de peso, no circuncidada. Gracias a Dios, porque de tanto amar se me queda insensible. No me quiero imaginar cómo sería sin prepucio. Sería como un leño. Félix, es que es mucho amar, ¿me entiendes? A mí me gusta amar, pero es que a veces es como ir a cumplir con el deber.
--Pero ¿lo tuyo es prespitación pura y dura u otra cosa?
--No, hombre, qué va a ser prespitación. Es una cosa romántica en la que toca amar mucho. Si entras en Tinder ves lo que buscan. Bueno, pues en Meetic, más aún. Quieren volver a ser jóvenes y repetir los mismos errores de hace 30 o 40 años. Pero lo que de verdad desean es no morirse sin haber amado como burras. Envuelto en celofán, pero es amar. Casi todas han soportado maridos incompetentes, tíos cosa, eyaculadores precoces, egoístas.
(Miro mis apuntes... se van terminando las preguntas.)
--Pues uno, parece que con experiencia, dice que los tíos tenemos necesidad de sesso, pero las tías tienen necesidad de emociones amorosas aun sabiendo que son falsas. Que a una tía puede gustarle el sesso, pero no tiene necesidad de él.
--Ese tio no tiene ni fruta idea de cómo son las mujeres mayores. El sesso a los 50 o 55 es vital para ellas. Están menopáusicas, sudan, a algunas le duele el chichi si no se ponen lubricante. Otras están hipersensibles, no les puede ni rozar el clítoris. Notan que toda su vida se va al traste. Y se agarran a un clavo ardiendo.
--Pues les he dicho que cada vez hay más españolas con dinero. Ya no tienen marido ni niños. Están solas. Se pasan un año o dos mendigando una pareja hasta que se hartan. Y abren el monedero si el tío es elegante y culto, sin remordimientos. ¿Qué buscan las mujeres mayores? Un tío joven que les dé marcha como si fuera jóvenes otra vez.
--Lo has clavado.
(Mira, tú, me da una alegría.)
--¿Y los neցros no son competencia insalvable? Ahora los hay a montones. Con trabucos alargados con pesas.
--Pues mira, no son competencia. Al menos para mí. Claro que hay mucho mercado... Pero los neցros a las que se aman es sobre todo a las nietas de estas mujeres, a las jovencitas que buscan averiguar qué es lo más grande que les cabe dentro del shishi. Son así de curiosas.
--Menudas furcias... Las jovencitas, digo.
-- Bah, unas sencillas del ojo ciego. Pillan venéreas a montón, claro. Los neցros son unos guarros y más orates que zapatos sin suela. Algún cubano hay más listo. No un genio, pero sí más listo. Pero la morralla de color es una piara de estultoes.
--Otro pregunta que si estás cobrando el paro...
--¿Qué paro? ¿Pero en qué país vivís algunos? No hay trabajo, jorobar. ¿Es que no os habéis enterado?
(Efectivamente, la pregunta era para no hacerla. Se me ha escapado.)
--Les ha pasmado eso de que las mujeres que frecuentas se miccionan cuando se corren.
--Eso le pasa a todas, jóvenes y mayores, si te las amas de abajo arriba presionando y golpeando rítmicamente con la punta de la platano en la vejiga, que está justo detrás del pubis. El hueso pubis, Félix. Lo primero que hay que hacer para dedicarse a esto es estudiar bien la anatomía femenina.
--Piensan algunos que debes de estarte amando a orcos. Les he puesto unas fotos, las que te he mandado por Whatsapp. ¿Se parecen esas mujeres de las fotos a tus clientas?
--Bueno, sí, más o menos son así. Son una mezcla de los que sale en esas fotos, pero sí. La maciza del bañador granate es casi así, pero con la cara distinta. La joven de 43 es como la que tú llamas sexagenaria. ¡Ni de coña tiene 60 años esa tía, Félix!, ¿se te ha ido la olla? Está como nueva. Y te la pone tiesa sólo de mirarla.
--Pues nada, Paco. Ya están contestadas las preguntas, ¿quieres decirnos algo más?
--Pues sí, que no os metáis a esto que la cosa está muy achuchada. Ya somos demasiados. Que os hagáis albañiles, fontaneros o electricistas, que hay mucha chapuza que hacer por ahí. Y también os amaréis a alguna que otra en el trabajo.
--¿Qué quieres decir?
--Pues que al ganado sin vigilancia se lo come el lobo. Si hasta a mí me ha pasado. Estar en una casa esperando a que llegara una de mis clientas y empeñarse en amarme su criada peruana, joven y más cochina que la cerdita Peggy. Se ve que nos había estado espiando mientras ***ábamos su señora y yo otras veces y le había entrado la comezón encima del bajo vientre.
--palos, encima polvos extra...
--¿Y qué vas a hacerle, Félix? Pues ***ártela para llevarte bien con la servidumbre, que son los tuyos, y procurar no correrte, que la leche es para que la vea salir a salpicones su patrona.
--Admirable, Paco.
--Admirable, nada. La vida. En cuanto te hinchas a amar no te dejan que pares.
(Da que pensar...)
--Gracias por la entrevista. Un abrazo.
--Un abrazo, Félix.

Por cierto, maldito hijo de cortesana, me ha dolido que no le preguntaras a Paco, si le contrataban los maridos de las casadas!!!
Pero bueno, ya para la siguiente entrega.