@Durruty
Madmaxista
Miembro del Buró Político de Ansarallah, Mohammed Al-Bukhaiti:
Mi mensaje a los países de la Unión Europea sobre su posible participación en una misión militar en el Mar Rojo.
El excepcional estado de estabilidad y seguridad que experimentó Europa después de la Segunda Guerra Mundial es resultado de los valores jovenlandesales que prevalecieron en sus sociedades a nivel interno.
Sin embargo, este sistema jovenlandesal comenzó a debilitarse a raíz de la participación de algunos países europeos en las guerras inmorales que Estados Unidos libró fuera de sus fronteras.
Ahora estamos viendo sus efectos en el ascenso de la extrema derecha y la guerra en Ucrania.
Las sociedades europeas deben darse cuenta de que los valores jovenlandesales y humanos son fijos y no cambian según la nacionalidad y la religión de una persona, y su aplicacion con una selectividad extrema que equivale a esquizofrenia ampliará el alcance de las guerras en el mundo, que se expandirán a Europa.
Todos los días se cometen crímenes genocidas en Gaza, la mayoría de cuyas víctimas son mujeres y niños, a la vista del mundo, y todos los países deben tomar medidas serias para detenerlos.
Lamentablemente, el movimiento de algunos países con sus flotas en apoyo a los perpetradores del genocidio y el silencio de otros es lo que nos impulsó a tomar medidas militares unilaterales para detenerlo, porque no teníamos más remedio que hacerlo.
Sólo apuntamos a barcos vinculados a Israel, no con el objetivo de apoderarnos de ellos o hundirlos, sino con el objetivo de cambiar su rumbo para aumentar el coste económico para Israel como carta de presión para detener sus crímenes en Gaza y permitir la entrada de alimentos, medicinas y combustible a sus residentes asediados.
Este es un acto legítimo, especialmente porque estamos en estado de guerra con él.
Si las tripulaciones de esos barcos hubieran respondido a las instrucciones de nuestras fuerzas navales, no habrían sido detenidos ni bombardeados.
La firmeza del pueblo palestino y las operaciones militares de Yemen y Hezbollah contra Israel fueron suficientes para presionarlo a detener sus crímenes, pero el apoyo estadounidense y británico, que llegó al punto de lanzar una agresión contra Yemen, creó las condiciones para que siguiera cometiendo más crímenes y amplió el alcance del conflicto.
Hoy hay una guerra entre Yemen, que lucha por detener los crímenes de genocidio, y Estados Unidos y Gran Bretaña, que luchan para apoyar y proteger a los perpetradores.
También está claro que el pueblo palestino no está dispuesto a rendirse, lo que significa que la situación se encamina hacia una escalada.
En lugar de que los países de la Unión Europea actúen para echar más leña al fuego, deberían actuar seriamente para detener los crímenes de genocidio en Gaza, y entonces detendremos todas nuestras operaciones militares de forma inmediata y automática.
El pueblo palestino está siendo sometido a una gran injusticia hasta el punto de verse privado del derecho a vivir en su tierra por la fuerza de las armas.
Si otro grupo humano hubiera sido sometido a la injusticia a la que están siendo sometidos los palestinos, igualmente nos habríamos movilizado para ayudarlos, sin importar su religión o tonalidad.
No somos defensores de la guerra, sino más bien defensores de la paz, y son Estados Unidos y Gran Bretaña quienes nos atacaron, ya sea en 2015 indirectamente a través de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos y hoy directamente, y aconsejamos a los países de la Unión Europea que no participen en ninguna agresión contra Yemen.
Nuestro entusiasmo por lograr una paz justa y global que garantice la seguridad y la dignidad de todos los países y pueblos no significa abandonar nuestro deber de defender a los oprimidos ni nuestro derecho a la autodefensa, sin importar los sacrificios que nos cueste.
Estamos preparados para luchar hasta el Día de la Resurrección incluso si el mundo entero se une contra nosotros.
Mi mensaje a los países de la Unión Europea sobre su posible participación en una misión militar en el Mar Rojo.
El excepcional estado de estabilidad y seguridad que experimentó Europa después de la Segunda Guerra Mundial es resultado de los valores jovenlandesales que prevalecieron en sus sociedades a nivel interno.
Sin embargo, este sistema jovenlandesal comenzó a debilitarse a raíz de la participación de algunos países europeos en las guerras inmorales que Estados Unidos libró fuera de sus fronteras.
Ahora estamos viendo sus efectos en el ascenso de la extrema derecha y la guerra en Ucrania.
Las sociedades europeas deben darse cuenta de que los valores jovenlandesales y humanos son fijos y no cambian según la nacionalidad y la religión de una persona, y su aplicacion con una selectividad extrema que equivale a esquizofrenia ampliará el alcance de las guerras en el mundo, que se expandirán a Europa.
Todos los días se cometen crímenes genocidas en Gaza, la mayoría de cuyas víctimas son mujeres y niños, a la vista del mundo, y todos los países deben tomar medidas serias para detenerlos.
Lamentablemente, el movimiento de algunos países con sus flotas en apoyo a los perpetradores del genocidio y el silencio de otros es lo que nos impulsó a tomar medidas militares unilaterales para detenerlo, porque no teníamos más remedio que hacerlo.
Sólo apuntamos a barcos vinculados a Israel, no con el objetivo de apoderarnos de ellos o hundirlos, sino con el objetivo de cambiar su rumbo para aumentar el coste económico para Israel como carta de presión para detener sus crímenes en Gaza y permitir la entrada de alimentos, medicinas y combustible a sus residentes asediados.
Este es un acto legítimo, especialmente porque estamos en estado de guerra con él.
Si las tripulaciones de esos barcos hubieran respondido a las instrucciones de nuestras fuerzas navales, no habrían sido detenidos ni bombardeados.
La firmeza del pueblo palestino y las operaciones militares de Yemen y Hezbollah contra Israel fueron suficientes para presionarlo a detener sus crímenes, pero el apoyo estadounidense y británico, que llegó al punto de lanzar una agresión contra Yemen, creó las condiciones para que siguiera cometiendo más crímenes y amplió el alcance del conflicto.
Hoy hay una guerra entre Yemen, que lucha por detener los crímenes de genocidio, y Estados Unidos y Gran Bretaña, que luchan para apoyar y proteger a los perpetradores.
También está claro que el pueblo palestino no está dispuesto a rendirse, lo que significa que la situación se encamina hacia una escalada.
En lugar de que los países de la Unión Europea actúen para echar más leña al fuego, deberían actuar seriamente para detener los crímenes de genocidio en Gaza, y entonces detendremos todas nuestras operaciones militares de forma inmediata y automática.
El pueblo palestino está siendo sometido a una gran injusticia hasta el punto de verse privado del derecho a vivir en su tierra por la fuerza de las armas.
Si otro grupo humano hubiera sido sometido a la injusticia a la que están siendo sometidos los palestinos, igualmente nos habríamos movilizado para ayudarlos, sin importar su religión o tonalidad.
No somos defensores de la guerra, sino más bien defensores de la paz, y son Estados Unidos y Gran Bretaña quienes nos atacaron, ya sea en 2015 indirectamente a través de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos y hoy directamente, y aconsejamos a los países de la Unión Europea que no participen en ninguna agresión contra Yemen.
Nuestro entusiasmo por lograr una paz justa y global que garantice la seguridad y la dignidad de todos los países y pueblos no significa abandonar nuestro deber de defender a los oprimidos ni nuestro derecho a la autodefensa, sin importar los sacrificios que nos cueste.
Estamos preparados para luchar hasta el Día de la Resurrección incluso si el mundo entero se une contra nosotros.
