Menéame o la dictadura con karma

Es una pena, y lo decimos de verdad, que una idea excelente como el menéame, a pesar de ser una copia del equivalente anglosajón Digg, se haya ido sectarizando políticamente acabando por practicar una censura de contenidos y bloqueo de webs, especialmente críticas con el partido en el gobierno, que ha afectado seriamente a su credibilidad y prestigio antigüo entre la comunidad internetera.

Y es que el talón de Aquiles de Menéame ha sido paradójicamente lo que en principio parecía darle fuerza: que los propios visitantes promocionaran las noticias a portada con sus votos. Sin embargo, esta democracia del click se ha revelado como falsa al crearse, al margen , una jerárquica de “kárnicos” censores surgidos de la compraventa kármica y de superadministradores puestos a dedo. Un error de cálculo por parte de su creador, Ricardo Galli, que ha sido cada vez más explotado por los info-crackers y los agit-prop a sueldo del PSOE, el PP ha estado torpe en esto. Menéame, al igual que la sociedad española, ha sufrido el contagio tóxico del bichito partitócrata que ha desfigurado la web hasta hacerla irreconocible. Y es que todo lo que toca la partitocracia en ruina y corrupción se convierte, y así lo cantan las cifras.Demos