Cojón_Vicent
Madmaxista
- Desde
- 24 Sep 2017
- Mensajes
- 12.679
- Reputación
- 4.427
El año 96 mi novia de 5 años atrás no quiso amar conmigo, su abuela la había palmado, me vio cara de obseso sensual, con barba de una semana y con un platanón como el garrote de un guardia y dijo "que por ahí eso no pasaba".
Tamaña frustración, volvimos a ir de acampada, algo se había roto entre nosotros, no se si aquel escenario espectacular donde debimos hacerlo por primera vez, si la rivera de aquel sucio pantano, si su falta de higiene, si la gena que creo que nos pasaron por hachís... Pero recuerdo aquella acampada como triste, gris, fría y oliendo a baja marea nivel Poseidón...
Unos colegas vinieron de tripi de otra ubicación del mismo pantano y no fui ni para salir a saludarlos, del pestazo que estaba respirando en el interior de la pequeña tienda canadiense...
Entonces volvimos en aquel furgón del padre de uno de los de la cuadrilla y la llevamos primero a ella a su chalet, alguien comentó que habían empezado hacer lasobras de asfaltado de la subida a su chalet, pero yo no presté demasiada atención, aunque para hacer honor a la verdad o por aquello de que el recuerdo siempre es una reconstrucción, creo haber sentido temor.
Me bajaron a mi casa, donde me duché, cogí mi TZR como siempre del garaje y me dirigí a su chalet. No se que iría rumiando de camino hacia su chalet, siquiera una sensación que se convirtió en emoción y devino en un pensamiento según entraba a aquella carretera; iba a dejarla.
Aceleré en primera y vi a dos pijas con unos tipos inmejorables haciendo footing y ya en ese mismo momento me sentí libre de flirtear con otras, así que engrané segunda, luciéndome detrás de las bientipadas con coletas y tetitas saltarinas que iban quedando unos cien metros a mi espalda y de repente engrané tercera: si lo pienso si hubiera visto señales de ¡Precaución! ¡atención 20 km/h! muy seguramente no hubiera corrido tanto, de hecho las señales están para avisar de un peligro y allí no había ni cinta sobre la zamnja que iba hacer de desagüe para la carretera. Evidentemente a mí todo se me esfumó de la cabeza con la determinación, porque fue más que decisión de que iba a dejar a mi novia de 5 años y de seguido aquellas dos pijas, pim, pim, pim, corriendo y dando saltitos, me olvidé de todo y subí como siempre, acelerando en segunda y engranado tercera. Podría añadir más datos, como que en aquella carretra había circulado después de haber habido alguna lluvia torrencial y haber dejado regueros en medio de la carretera que hacían que mi moto derrapase y se cruzase entre los desniveles de tierra. Era una de mis drojas.
Pero entonces pasó algo que ya me había sucedido antes, aunque simpre pude controlar y no con tanta intensidad; la moto me empezó a bailar del tren anterior, recordemos anterior delante, posterior detrás y la moto empezó a culebrear como si le hubiera entrado el correr de un basilisco. Fueron apenas tres segundo en los que recuerdo engranar tercera, empezar a culebrear y dar una patada con el pie izquierdo al suelo para poder dominarla, lo siguiente que recuerdo es que estaba dentro de la zanja, con el casco y las botas puestas, pero cuando fui a levantarme sentí los hueso del tobillo izquierdos completamente sueltos y supe que me había fracturado el tobillo izquierdo...
Hubo un momento que entré en pánico al sopesar la distancia de la que estaba de su chalet, unos 300m y verme impedido y me puse a gritar auxilio y socorro. No tardaron demasiado en llegar ella, su padre y su progenitora, además de unos vecinos suyos que fueron los que oyeron y les avisaron. les dije "me he roto el tobillo izquierdo" y ellos, sobre todo su padre, "eso no será nada", y yo "quitadme la bota" en previsión de que se me iba a hinchar, dolió, pero siguió insistiendo su padre en que solo era un esguince y su progenitora subió a por lo que ellas llamaban "una pastilla azul" y yo me tomé la pastilla y me dejé convencer de que solo era un esguince; no hay más orate que el que no quiere saber, no hay más orate que el que se lo hace, o no hay más ciego que el que no quiere ver, el caso es que me metieron en su R21 y me llevaron, creo, que a casa mis padres.
Lo siguiente que recuerdo es que estaba sentado sobre una camilla en urgencias de un famoso hospital de Valencia, sabiendo que tenía el tobillo roto y bostezando...
No sé que shishi llevaría la pastilla esa azul, aunque yo pensé en opiáceos endógenos pero la verdad es que no me dolió nada...
Radiografía, fractura luxación del tobillo izquierdo y de urgencias a operar. "¿Vienes de acampada, has bebido?" Debieron preguntarme los facultativos, "sí" debí contestarles yo y de repente, ya en quirófano, me dijeron que me incorporara y que me iban a meter una aguja de 20 cm en la espina dorsal, que no me moviera y que agachara la cabeza, (para abrir las vértebras), me estaban poniendo la epidural, no querían dormirme del todo por lo que pudiera haber tomado en la acampada.
¡De repente di un salto sobre la mesa de operaciones! Me habían tocado un nervio, no pasó nada, no me quedé parapléjico... La anestesia comenzó hacer su efecto y el anestesista, un chico joven, más mayor que yo, que no haría mucho tiempo que habría alido de la facultad me dijo "esto es chupito", que es como llamábamos nostros al licor de manzana y melocotón y de repente me sentí con la conciencia muy despierta, un tiempo después pensé que aquello a lo que llamó chupito el anestesista y me puso un par de veces era morfina.
Estaba en plena operación, completamente despierto, no recuerdo a la chica, pero oía una voz femenina que hacía preguntas y otra de hombre más adulta dándole instrucciones, en un segundo noté como me taladraban un hueso, el cuepo me lo habían dormido, pero el esqueleto, obviamente no y sentí aquella broca taladrar lo que sería mi tibia; el médico mayor le dijo "ese no", o "así no" y la chica sacó la broca e hizo otro agujero en mi tibia para llevarse visto bueno de, supongo el cirujano jefe.
Mi novia me había dado ardor de estomago, aquella noche fue infernal con los drenajes y al día siguiente llegó con un polo Lacoste, que marcaba sus, todo hay que decirlo, sus increíbles pechos; me sentí muy bruto en aquel momento y pensé "el sesso cura". obviamente estaba mi progenitora y familiares y solo me daría un piquito, pero recuerdo que ahí la volví a desear.
Bueno, lo siguiente es traumático, parece ser que no solo perdí en aquella acampada yo el deseo sensual por ella, sino que ella lo perdió por mí y durante mi convalecencia se fue alejando poco a poco de mí, no quiero incidir mucho en este punto peo entre mi falta de movilidad y, desprendo, su falta de deseo empezó a salir con otras amistades de sus prácticas y al final de mi convalecencia las cosas ya iban bastante mal entre nosotros y ella terminó por confesarme que había perdido el deseo por mí.
Yo sigo creyendo que el sesso cura (y puede que hasta mate su ausencia) y durante aquellos 6 meses la deseé como antes, igual que antes, aunque nuestros encuentros eran, por mi falta de movilidad cada vez menos íntimos; en su chalet, en mi casa...
Ya he dicho que no consumamos, hacíamos lap dance y ella durante ese tiempo conoció a otro chico mayor que nosotros y un día, cuando yo ya me encontraba casi bien del todo le dejé mi moto y me dio por hurgar en su bolso y le encontré una carta de amor de un pretendiente.
Bueno, no voy a decir lo que pasó, pero aquella noche terminé llamándola fruta y juca por teléfono, ella ya se la esperaría, seguramente y me frenó los pies. Entonces yo me quedé catatónico y me pasó como con la pastilla azul, que no hay más orate que el que se autoengaña.
Seguí saliendo con ella como si nada cuando seguramente ella debía haber recogido su owned e irse de mi vida, pero no, se quedó y al parecer "se iba y se venía" con éste y conmigo, para vergüenza mía y de mis amigos hacia mí, que no comprendían muy bien que hacía yo un año con ella, saliendo y sin salir, quedando como casi siempre, pero sin darnos ni un solo beso.
¿¿¿¿L'agüela??? Que palmó ¿y estaba de luto por eso? A mí me dijo que al tipo éste no le dio ni un beso, aunque al final los pillé llevándola a su casa, los vi, y me lo siguió negando todo, que era un compañero de prácticas sin más y que de vez en cuando quedaban todos los de aquella fábrica y las becarias.
Yo me rayé aquella noche y del estrés que sentí al pasar por debajo dl puente que da salida de valencia hacia la pista de Ademuz oí hasta una voz en el interior de mi cabeza, que también me dejó catatónico, pero a la que después no di demasiada importancia.
Tamaña frustración, volvimos a ir de acampada, algo se había roto entre nosotros, no se si aquel escenario espectacular donde debimos hacerlo por primera vez, si la rivera de aquel sucio pantano, si su falta de higiene, si la gena que creo que nos pasaron por hachís... Pero recuerdo aquella acampada como triste, gris, fría y oliendo a baja marea nivel Poseidón...
Unos colegas vinieron de tripi de otra ubicación del mismo pantano y no fui ni para salir a saludarlos, del pestazo que estaba respirando en el interior de la pequeña tienda canadiense...
Entonces volvimos en aquel furgón del padre de uno de los de la cuadrilla y la llevamos primero a ella a su chalet, alguien comentó que habían empezado hacer lasobras de asfaltado de la subida a su chalet, pero yo no presté demasiada atención, aunque para hacer honor a la verdad o por aquello de que el recuerdo siempre es una reconstrucción, creo haber sentido temor.
Me bajaron a mi casa, donde me duché, cogí mi TZR como siempre del garaje y me dirigí a su chalet. No se que iría rumiando de camino hacia su chalet, siquiera una sensación que se convirtió en emoción y devino en un pensamiento según entraba a aquella carretera; iba a dejarla.
Aceleré en primera y vi a dos pijas con unos tipos inmejorables haciendo footing y ya en ese mismo momento me sentí libre de flirtear con otras, así que engrané segunda, luciéndome detrás de las bientipadas con coletas y tetitas saltarinas que iban quedando unos cien metros a mi espalda y de repente engrané tercera: si lo pienso si hubiera visto señales de ¡Precaución! ¡atención 20 km/h! muy seguramente no hubiera corrido tanto, de hecho las señales están para avisar de un peligro y allí no había ni cinta sobre la zamnja que iba hacer de desagüe para la carretera. Evidentemente a mí todo se me esfumó de la cabeza con la determinación, porque fue más que decisión de que iba a dejar a mi novia de 5 años y de seguido aquellas dos pijas, pim, pim, pim, corriendo y dando saltitos, me olvidé de todo y subí como siempre, acelerando en segunda y engranado tercera. Podría añadir más datos, como que en aquella carretra había circulado después de haber habido alguna lluvia torrencial y haber dejado regueros en medio de la carretera que hacían que mi moto derrapase y se cruzase entre los desniveles de tierra. Era una de mis drojas.
Pero entonces pasó algo que ya me había sucedido antes, aunque simpre pude controlar y no con tanta intensidad; la moto me empezó a bailar del tren anterior, recordemos anterior delante, posterior detrás y la moto empezó a culebrear como si le hubiera entrado el correr de un basilisco. Fueron apenas tres segundo en los que recuerdo engranar tercera, empezar a culebrear y dar una patada con el pie izquierdo al suelo para poder dominarla, lo siguiente que recuerdo es que estaba dentro de la zanja, con el casco y las botas puestas, pero cuando fui a levantarme sentí los hueso del tobillo izquierdos completamente sueltos y supe que me había fracturado el tobillo izquierdo...
Hubo un momento que entré en pánico al sopesar la distancia de la que estaba de su chalet, unos 300m y verme impedido y me puse a gritar auxilio y socorro. No tardaron demasiado en llegar ella, su padre y su progenitora, además de unos vecinos suyos que fueron los que oyeron y les avisaron. les dije "me he roto el tobillo izquierdo" y ellos, sobre todo su padre, "eso no será nada", y yo "quitadme la bota" en previsión de que se me iba a hinchar, dolió, pero siguió insistiendo su padre en que solo era un esguince y su progenitora subió a por lo que ellas llamaban "una pastilla azul" y yo me tomé la pastilla y me dejé convencer de que solo era un esguince; no hay más orate que el que no quiere saber, no hay más orate que el que se lo hace, o no hay más ciego que el que no quiere ver, el caso es que me metieron en su R21 y me llevaron, creo, que a casa mis padres.
Lo siguiente que recuerdo es que estaba sentado sobre una camilla en urgencias de un famoso hospital de Valencia, sabiendo que tenía el tobillo roto y bostezando...
No sé que shishi llevaría la pastilla esa azul, aunque yo pensé en opiáceos endógenos pero la verdad es que no me dolió nada...
Radiografía, fractura luxación del tobillo izquierdo y de urgencias a operar. "¿Vienes de acampada, has bebido?" Debieron preguntarme los facultativos, "sí" debí contestarles yo y de repente, ya en quirófano, me dijeron que me incorporara y que me iban a meter una aguja de 20 cm en la espina dorsal, que no me moviera y que agachara la cabeza, (para abrir las vértebras), me estaban poniendo la epidural, no querían dormirme del todo por lo que pudiera haber tomado en la acampada.
¡De repente di un salto sobre la mesa de operaciones! Me habían tocado un nervio, no pasó nada, no me quedé parapléjico... La anestesia comenzó hacer su efecto y el anestesista, un chico joven, más mayor que yo, que no haría mucho tiempo que habría alido de la facultad me dijo "esto es chupito", que es como llamábamos nostros al licor de manzana y melocotón y de repente me sentí con la conciencia muy despierta, un tiempo después pensé que aquello a lo que llamó chupito el anestesista y me puso un par de veces era morfina.
Estaba en plena operación, completamente despierto, no recuerdo a la chica, pero oía una voz femenina que hacía preguntas y otra de hombre más adulta dándole instrucciones, en un segundo noté como me taladraban un hueso, el cuepo me lo habían dormido, pero el esqueleto, obviamente no y sentí aquella broca taladrar lo que sería mi tibia; el médico mayor le dijo "ese no", o "así no" y la chica sacó la broca e hizo otro agujero en mi tibia para llevarse visto bueno de, supongo el cirujano jefe.
Mi novia me había dado ardor de estomago, aquella noche fue infernal con los drenajes y al día siguiente llegó con un polo Lacoste, que marcaba sus, todo hay que decirlo, sus increíbles pechos; me sentí muy bruto en aquel momento y pensé "el sesso cura". obviamente estaba mi progenitora y familiares y solo me daría un piquito, pero recuerdo que ahí la volví a desear.
Bueno, lo siguiente es traumático, parece ser que no solo perdí en aquella acampada yo el deseo sensual por ella, sino que ella lo perdió por mí y durante mi convalecencia se fue alejando poco a poco de mí, no quiero incidir mucho en este punto peo entre mi falta de movilidad y, desprendo, su falta de deseo empezó a salir con otras amistades de sus prácticas y al final de mi convalecencia las cosas ya iban bastante mal entre nosotros y ella terminó por confesarme que había perdido el deseo por mí.
Yo sigo creyendo que el sesso cura (y puede que hasta mate su ausencia) y durante aquellos 6 meses la deseé como antes, igual que antes, aunque nuestros encuentros eran, por mi falta de movilidad cada vez menos íntimos; en su chalet, en mi casa...
Ya he dicho que no consumamos, hacíamos lap dance y ella durante ese tiempo conoció a otro chico mayor que nosotros y un día, cuando yo ya me encontraba casi bien del todo le dejé mi moto y me dio por hurgar en su bolso y le encontré una carta de amor de un pretendiente.
Bueno, no voy a decir lo que pasó, pero aquella noche terminé llamándola fruta y juca por teléfono, ella ya se la esperaría, seguramente y me frenó los pies. Entonces yo me quedé catatónico y me pasó como con la pastilla azul, que no hay más orate que el que se autoengaña.
Seguí saliendo con ella como si nada cuando seguramente ella debía haber recogido su owned e irse de mi vida, pero no, se quedó y al parecer "se iba y se venía" con éste y conmigo, para vergüenza mía y de mis amigos hacia mí, que no comprendían muy bien que hacía yo un año con ella, saliendo y sin salir, quedando como casi siempre, pero sin darnos ni un solo beso.
¿¿¿¿L'agüela??? Que palmó ¿y estaba de luto por eso? A mí me dijo que al tipo éste no le dio ni un beso, aunque al final los pillé llevándola a su casa, los vi, y me lo siguió negando todo, que era un compañero de prácticas sin más y que de vez en cuando quedaban todos los de aquella fábrica y las becarias.
Yo me rayé aquella noche y del estrés que sentí al pasar por debajo dl puente que da salida de valencia hacia la pista de Ademuz oí hasta una voz en el interior de mi cabeza, que también me dejó catatónico, pero a la que después no di demasiada importancia.