Culozilla
Madmaxista
- Desde
- 18 Mar 2018
- Mensajes
- 5.445
- Reputación
- 12.912
Estos días estoy de Rodríguez y después de trabajar tengo muchísimo tiempo muerto. Así que, en un acto de sadismo, me he dispuesto a ver la última de Matrix aún sabiendo que sería muy mala.
A destacar:
- Malísimos efectos especiales.
- Está peli intenta reírse de si misma pero termina humillándose.
- El Wokismo de la primera hora es nauseabundo.
- Morfeo y Smith sin Laurence Fishburne ni Hugo Weaving.
Hablemos de los efectos especiales, que son jodidamente malos.
En 1999, los efectos de Matrix fueron casi una revolución. El Bullet-time, posteriormente explotado hasta la saciedad, fue en su momento una pasada. Así como los saltos y las peleas. Pero en Matrix Revolution quedan desfasados y ridículos. No me cabe en la cabeza que nadie se haya dado cuenta.
Los combates son penosos, porque se nota brutalmente que el cable está ahí. No lo ves, pero la física del cable está presente en todo momento. Tanto es así que te saca totalmente de la atmosfera.
Como decía, la peli intenta reírse de si misma, presentándonos un Neo derroido que trabaja como diseñador de videojuegos, porque… sí… resulta que Matrix fue un videojuego creado por él. Luego se verá que no. Incluso el jefe de Neo le dice que van a sacar una cuarta parte del videojuego y que sabe que a Neo le disgusta porque para él la historia estaba concluída; pero que la Warner iba a sacar sí o sí una cuarta parte con o sin ellos.
Los personajes están tratados con ardor de estomago:
Neo: como el remero sin alma ni ilusiones. Tiene una vida patética y solitaria. Solo tiene la ilusión de que le gusta Triniti pero…
Triniti, hace tiempo ya que se estrelló contra el muro. Ahora está casada y considera a Neo como un betazo al que le zorrea para calentarle la platano sabiendo que no quiere nada con él.
Morfeo: es un hombre de tonalidad que no conoce ni cristo, pero no es más que una especie de versión digital del original y, a pesar de todo, no se le parece una fruta cosa.
No tiene sentido haber incluido aquí a Morfeo, porque NO pinta absolutamente NADA. Pero nada de nada de nada.
Sale la calva que está casada con Will Smith, pero aquí lleva una peluca muy juca y está maquillada para que parezca solo un poco más vieja. Ah, y dan a entender que es una lamefelpudos.
La nueva co-protagonista es una chica no Binarie y su equipo está compuesto por minorías y gayers/bolleras.
El Agente Smith sale de nuevo, pero ahora está interpretado por un mariquilla que es inexpresivo. Olvidaos del ver al antiguo Smith. En esta peli, el archienemigo de Neo tampoco pinta absolutamente nada.
Y, SÍ, hamijos, hay wokismo: muchísimo wokismo!!!
Teniendo en cuenta que el director es un travolo no debería sorprendernos. Hay perlitas que te producen la risilla floja:
Al principio, hay una conversación entre el nuevo “Morfeo” y la china co-protagonista. Es en esta charla en la que la china le presenta a “Morfeo” la red y la blue pill y aprovecha para soltar un discurso de derroción absoluta:
“Cuando me dijeron que tenía que elegir entre las dos pastillas, al principio despotriqué. Toda mi vida he negado la concepción de lo binario, y ahora tenía que reducirlo a una metáfora de elección entre solo una de dos opciones”.
Ahí!! dándole duro a lo BinariE!!
Pero hay más:
Cuando Triniti le va a zorrear a Neo, se aprovecha para atacar conceptos como el de la familia, pues Triniti habla de que tener una familia y tener hijos es cultural y condicionado (el hetero patriarcado) pero que no es lo que la gente realmente quiere de verdad.
Por si fuera poco, Neo va al loquero gayer y este le va soltando cosas como : ”A lo mejor (los problemas) no todo es algo binario, sino que hay multiples opciones y matices.” Otra vez con la propaganda ’Queer’
Los supuestos desarrolladores del nuevo juego de Matrix son unos soyboys/Numales demorados que a mi se me antojan bastante reales. Tanto que seguramente es el vivo reflejo de los equipos de guionistas de Netflix y Disney: soplapollas soltando soplapolleces sobre la modernidad y lo pogre. Pero todo expresado de forma muy “marquetiniana”, es decir, hablando de muchas cosas sobre conceptos realmente vacíos.
La historia es aburrida, sin sentido, con unas escenas de acción lamentables y un final muy estulto. Realmente no había motivo alguno para filmar esta película más allá como otro altavoz de la cultura pogre y el hembrismo.
En fin, no me extraña que se comieran los mocos.
A destacar:
- Malísimos efectos especiales.
- Está peli intenta reírse de si misma pero termina humillándose.
- El Wokismo de la primera hora es nauseabundo.
- Morfeo y Smith sin Laurence Fishburne ni Hugo Weaving.
Hablemos de los efectos especiales, que son jodidamente malos.
En 1999, los efectos de Matrix fueron casi una revolución. El Bullet-time, posteriormente explotado hasta la saciedad, fue en su momento una pasada. Así como los saltos y las peleas. Pero en Matrix Revolution quedan desfasados y ridículos. No me cabe en la cabeza que nadie se haya dado cuenta.
Los combates son penosos, porque se nota brutalmente que el cable está ahí. No lo ves, pero la física del cable está presente en todo momento. Tanto es así que te saca totalmente de la atmosfera.
Como decía, la peli intenta reírse de si misma, presentándonos un Neo derroido que trabaja como diseñador de videojuegos, porque… sí… resulta que Matrix fue un videojuego creado por él. Luego se verá que no. Incluso el jefe de Neo le dice que van a sacar una cuarta parte del videojuego y que sabe que a Neo le disgusta porque para él la historia estaba concluída; pero que la Warner iba a sacar sí o sí una cuarta parte con o sin ellos.
Los personajes están tratados con ardor de estomago:
Neo: como el remero sin alma ni ilusiones. Tiene una vida patética y solitaria. Solo tiene la ilusión de que le gusta Triniti pero…
Triniti, hace tiempo ya que se estrelló contra el muro. Ahora está casada y considera a Neo como un betazo al que le zorrea para calentarle la platano sabiendo que no quiere nada con él.
Morfeo: es un hombre de tonalidad que no conoce ni cristo, pero no es más que una especie de versión digital del original y, a pesar de todo, no se le parece una fruta cosa.
No tiene sentido haber incluido aquí a Morfeo, porque NO pinta absolutamente NADA. Pero nada de nada de nada.
Sale la calva que está casada con Will Smith, pero aquí lleva una peluca muy juca y está maquillada para que parezca solo un poco más vieja. Ah, y dan a entender que es una lamefelpudos.
La nueva co-protagonista es una chica no Binarie y su equipo está compuesto por minorías y gayers/bolleras.
El Agente Smith sale de nuevo, pero ahora está interpretado por un mariquilla que es inexpresivo. Olvidaos del ver al antiguo Smith. En esta peli, el archienemigo de Neo tampoco pinta absolutamente nada.
Y, SÍ, hamijos, hay wokismo: muchísimo wokismo!!!
Teniendo en cuenta que el director es un travolo no debería sorprendernos. Hay perlitas que te producen la risilla floja:
Al principio, hay una conversación entre el nuevo “Morfeo” y la china co-protagonista. Es en esta charla en la que la china le presenta a “Morfeo” la red y la blue pill y aprovecha para soltar un discurso de derroción absoluta:
“Cuando me dijeron que tenía que elegir entre las dos pastillas, al principio despotriqué. Toda mi vida he negado la concepción de lo binario, y ahora tenía que reducirlo a una metáfora de elección entre solo una de dos opciones”.
Ahí!! dándole duro a lo BinariE!!
Pero hay más:
Cuando Triniti le va a zorrear a Neo, se aprovecha para atacar conceptos como el de la familia, pues Triniti habla de que tener una familia y tener hijos es cultural y condicionado (el hetero patriarcado) pero que no es lo que la gente realmente quiere de verdad.
Por si fuera poco, Neo va al loquero gayer y este le va soltando cosas como : ”A lo mejor (los problemas) no todo es algo binario, sino que hay multiples opciones y matices.” Otra vez con la propaganda ’Queer’
Los supuestos desarrolladores del nuevo juego de Matrix son unos soyboys/Numales demorados que a mi se me antojan bastante reales. Tanto que seguramente es el vivo reflejo de los equipos de guionistas de Netflix y Disney: soplapollas soltando soplapolleces sobre la modernidad y lo pogre. Pero todo expresado de forma muy “marquetiniana”, es decir, hablando de muchas cosas sobre conceptos realmente vacíos.
La historia es aburrida, sin sentido, con unas escenas de acción lamentables y un final muy estulto. Realmente no había motivo alguno para filmar esta película más allá como otro altavoz de la cultura pogre y el hembrismo.
En fin, no me extraña que se comieran los mocos.
