MANUEL FRAGA introdujo en los 60 la literatura MARXISTA en España.

Como la mayoría sabréis, Manuel Fraga Iribarne fue ministro de Información entre los años 1962 y 1969. Nada más asumir el cargo, una de sus funciones prioritarias fue la de culminar una nueva Ley de Prensa, asunto que se convertirá en el eje central de la política del nuevo ministro y sus más estrechos colaboradores, entre ellos su cuñado, Carlos Robles Piquer, que llegaría a ser ministro de Educación en el primer gobierno de la democracia y director general de RTVE.

Esta ley sería finalmente aprobada en marzo de 1966. Fraga asegura en el segundo tomo de sus memorias que cuando se hizo cargo del Ministerio «Tomé el decidido propósito de que aquello cambiara, pronto y a fondo; que la parte del Ministerio dedicada a la Información se convirtiera en un instrumento de apertura política y de promoción cultural».

Leyendo estos días las abultadas memorias de Carlos Robles Piquer, que llevan por título "Memoria de cuatro Españas" (Planeta, 2011, pp. 185 y 197), este añade y complementa que bajo su gestión al frente de la Dirección General de Información dependiente de dicho Ministerio, se llevaron a cabo las reformas necesarias «para dar mayor libertad a la vida cultural en todas sus dimensiones, desde la edición hasta los espectáculos, desde la prensa diaria hasta los ateneos. […] deseando recordar cómo "abrimos la mano" al pensamiento marxista, [...] tal como se expresa en la llamada Escuela de Frankfurt y en las obras de Georg Lukács [...]».

Los inmediatos efectos de estas nuevas medidas "liberalizadoras" no se harían esperar propiciando la apertura editorial a las lenguas «regionales» españolas distintas al castellano y el surgimiento de cabeceras y publicaciones emblemáticas como "Cuadernos para el Diálogo" dirigida por el político y financiero criptojudío Joaquín Ruiz-Giménez Cortés, futuro socio del Club de Roma.

Dicha publicación, de tufillo masónico, había nacido con la enternecedora y altruista finalidad «de facilitar la comunicación de ideas y de sentimientos entre hombres de distintas generaciones, creencias y actitudes vitales», pero que en realidad sólo encubría a «una Redacción en la que coexistieron, haciendo honor a la cabecera de la publicación —escribía el diario "EL PAIS", 07/12/2009—, socialistas de todas las tendencias, ugetistas, comunistas, anarquistas, maoístas, democristianos, militares de la Unión Militar Demócrata (UND) e incluso algún periodista sin militancia. […] Muchos de los periodistas y colaboradores cuadernícolas nos volvimos a encontrar pasado el tiempo en la Redacción o en las páginas de Opinión de EL PAIS».

Conviene recordar que tanto Manuel Fraga como Robles Piquer pertenecieron a una serie de importantes cofradías de inspiración y orientación masónica, como el Club Bilderberg y el Club de Roma, respectivamente, de clara vocación mundialista. Este último organismo, se reunía en Madrid en julio de 1976 por primera vez, tras ocho años de actividad, "porque el espíritu antifascista y democrático que inspira el grupo, ha considerado que España empieza a despertar", según palabras de su presidente, el industrial italiano Aurelio Peccei, miembro a su vez del Club Bilderberg, en la sesión de trabajo que tuvo lugar en el palacio de Exposiciones y Congresos. Una de sus filiales actuales es el Club de Madrid.

Pero ambos personajes –Fraga y Piquer– también fueron miembros de una extraña y restringida organización semisecreta denominada Círculo de Caballeros de Pinay, un "grupo de reflexión" conocido por el acrónimo de El Círculo ("Le Cercle"), completamente supeditado a la estrategia de la guerra fría y las tesis atlantistas, y al que han pertenecido entre otros, conocidísimos masones de alto standing como Henry Kissinger, George Soros y archiduque Otto de Habsburgo, "confidente" del general Franco y presidente internacional de PanEuropa, la sinuosa organización fundada por el también masón Richard Kalergi, a la que se había incorporado en 1936.

Por su parte, el fundador de El Círculo, el político francés Antoine Pinay, casi con toda seguridad masón y uno de los primeros integrantes del Club Bilderberg en 1954, se entrevistaría personalmente con el propio jefe del Estado español Francisco Franco el 12 de diciembre de 1957, invitado por el ministro Federico Muñoz Silva, miembro destacado de El Círculo.


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TERCERA PARTE:

César92 dijo:

Ahora es cuando los liberales sacan pecho y admiten que gracias a ellos los gente de izquierdas volvieron a España y se enquistaron en la política.

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No creo que lo admitan nunca, pero hay que ponerlos en evidencia. Cualquier proceso de "liberalización" siempre favorece al socialcomunismo. Y ese "proceso" es instigado por los de siempre.

César92 dijo:

Buen aporte, no tenía ni idea de eso, está claro que todo empezó delante de Franco mientras él se iba a cazar o a pescar...

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Ideológicamente no dio para más. Se durmió en los laureles, pensando que la protección que le ofrecía el "mundo libre" liderado por los EE.UU. era garantía suficiente para que el mundo prosperase en paz y en tranquilidad. Franco era un "anticomunista" sincero pero cayó en las garras de los falsos "anticomunistas" de Yalta. Y quien pacta con el diablo ya sabemos como acaba siempre.