Manuel Conthe: La salida a Bolsa de Bankia y el informe de los peritos

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Reconozco que es largo. El que quiera el DVD aqui lo tiene:



El sueo de Jardiel - La salida a Bolsa de Bankia y el informe de los peritos - Blogs Expansin.com

He leído este fin de semana, sin poder profundizar en ellos en exceso, los informes periciales elaborados a petición del Juez por los dos inspectores del Banco de España, Sres. Busquets y Sánchez Noguera, relativos a los "errores contables" de las cuentas de Bankia, con motivo de su salida a Bolsa en julio de 2011, hasta su reformulación a finales de mayor de 2012.

Aunque no tengo más información que esa y la difundida públicamente por los medios de comunicación, expongo a continuación mis reflexiones sobre los hechos descritos en los informes, por si pudieran resultar útiles para algún lector.

Antes de formular mis comentarios, me parece, sin embargo, indispensable resumir los hechos básicos relacionados con la salida a Bolsa de Bankia y los principales "errores contables" señalados por los peritos.

I. Hechos básicos de la salida a Bolsa de Bankia

1. En junio de 2009, el Real Decreto Ley 9/2009 creó el Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB), con la finalidad, entre otras, de recapitalizar a aquellas entidades de crédito que lo precisaran y favorecer la integración de las más débiles en otros grupos más sólidos.

2. En el primer semestre de 2010, con el fin de obtener ayudas del FROB y poder superar las "pruebas de resistencia" (stress tests) establecidas por la nueva Autoridad Bancaria Europea (EBA), Cajamadrid, Bancaja y otras cinco cajas acordaron integrarse mediante un "Sistema Institucional de Protección" (SIP), que mantendría la identidad de cada una, pero que preveía la creación de una filial común, con naturaleza de banco y función de sociedad central. Esa sociedad común se creó a principios de diciembre de 2010 con el nombre Banco de Finanzas y Ahorro (BFA).

3. El FROB suscribió acto seguido 4.465 millones de euros de participaciones preferentes emitidas por el BFA, lo que aumentó los recursos propios del grupo.

4. La constitución del SIP por las cajas, con el BFA como unidad central, tuvo contablemente la consideración de "combinación de negocios" y, en consecuencia, llevó a que a 31 de diciembre de 2010 el grupo de entidades elaborara cuentas y balance consolidados.

Pues bien, siguiendo lo previsto en las normas contables en caso de tales "combinación de negocios", todas las cajas integrantes y el grupo actualizaron las distintas partidas de sus balances a "valor razonable" (fair value) -muchos más bajos, como consecuencia de la crisis económica y de la pérdida de solvencia de los prestatarios-; y los ajustes producidos por las diferencias entre los antiguos valores contables y los nuevos -es decir, las pérdidas latentes en los antiguos balances- no se registraron por las cajas como pérdidas del ejercicio, sino que pasaron directamente a reducir sus recursos propios del balance.

Así pues, como consecuencia de esos "saneamientos" contables -que en términos brutos ascendieron a 9.207 millones de euros-, el grupo BFA redujo su patrimonio neto contable o reservas, a 31 de diciembre de 2010, en 6.414 millones de euros (esto es, en un 43%). En teoría, pues, el "marcador se puso a cero", y se ajustaron a la realidad los valores del balance de las cajas integradas.

5. En febrero de 2011, las cajas dieron un paso más en su proceso de integración, pues todas segregaron de sus balances todos los activos y pasivos vinculados a su actividad bancaria (es decir, casi todos, salvo la Obra Benéfico Social) y los tras*firieron al BFA, a cambio de acciones en su capital. Fue la llamada "primera segregación" de activos y pasivos (en este caso, desde las cajas al BFA). Así pues, el SIP se tras*formó en poco tiempo en una fusión de pleno derecho.

6. Ese mismo mes de febrero, el nuevo Real Decreto-Ley 2/2011 (todavía en tiempos del gobierno Zapatero) exigió más recursos propios a las entidades y exigió un nivel mayor (10% sobre activos ponderados por riesgo, en vez del 8%) a aquellas entidades que dependieran de la financiación mayorista (es decir, no de depositantes) y, además, no tuvieran al menos el 20% de su capital en manos de inversores privados. Como las cajas estaban en esa situación, para limitar al 8% sus requerimientos de capital necesitaban buscar inversores privados que adquirieran ese mínimo del 20% o, alternativamente, salir a Bolsa.

7. Las cajas integradas en BFA decidieron que el grupo saliera a Bolsa, para así conseguir esa participación de inversores privadas que reduciría al 8% sus exigencias de recursos propios. A tal fin, en abril de 2011 BFA segregó de su balance la mayor parte de sus activos y pasivos y los aportó a un pequeño banco ya existente, que pasó a denominarse "Bankia" y amplió capital, suscrito en su totalidad por BFA mediante la "aportación en especie" de activos y pasivos procedentes de su balance. Así pues, BFA pasó a ser la propietaria única de su nueva filial Bankia.

8. Ahora bien, en esa "segunda segregación" BFA no tras*firió a Bankia la totalidad de sus activos y pasivos, sino que mantuvo en su propio balance ciertos activos:

- Terrenos y solares no construidos - un activo de dudosa rentabilidad que, de haberse tras*ferido a Bankia, habría mermado el atractivo financiero de invertir en ésta;

- Ciertas participaciones y activos rentables (acciones de Mapfre e Iberdrola, Deuda Pública...), con el fin de dotar a BFA de ingresos;

- La participación del BFA (70%) en el capital de "Bancaja Inversiones" (BISA), entidad en la que la antigua Caja valenciana había agrupados sus participaciones accionariales, entre ellas un 30% del capital del Banco de Valencia, un pequeño banco cotizado que Bancaja controlaba y cuyas cuentas consolidaba por "integración global" en las del grupo Bancaja (como BFA siguió haciendo hasta octubre de 2011).

Bancaja tenía solo el 70 del capital de BISA porque el restante 30% se lo había "vendido" en 2007 a Deutsche Bank y Picton, lo que permitió a Bancaja considerar recursos propios el importe de la venta. No obstante, Bancaja otorgó al Deutsche Bank un derecho de reventa (put) de las acciones de BISA en ciertos supuestos; y con Picton concertó un "swap" por el que garantizaba a ésta durante 50 años cierta rentabilidad prestablecida sobre un importe nominal ligeramente superior al precio de las acciones "vendidas", a cambio de que Picton le tras*firiera los eventuales dividendos que recibiera de BISA.

Como pasivo, BFA mantuvo en su balance las participaciones preferentes suscritas por el FROB en diciembre de 2010.

Como es lógico, en el activo del BFA también quedó el 100% de las acciones de Bankia, valoradas por el importe del patrimonio neto o capital que BFA le había tras*ferido en especie, esto es, 12.025 millones de euros. Esta cifra resulta importante, pues corresponde al "valor en libros" (book value) de Bankia, importe muy superior al precio que se fijaría meses más tarde, el 18 de julio de 2011, para las nuevas acciones de Bankia con motivo de su salida a Bolsa.

También quedaron en el activo de BFA los "créditos fiscales" (es decir, los derechos a reducir en el futuro cuotas positivas del Impuesto de Sociedades) correspondientes al 30% (es decir, el tipo del impuesto) sobre los saneamientos contables efectuados. El importe total de tales créditos ascendió a 2.744 millones de euros.

9. El 29 de junio de 2011 se registró en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el ***eto de la salida a Bolsa de Bankia.

Para que Bankia no colocara sus acciones a sus propios clientes a unos precios alejados del mercado y poco favorables, la CNMV exigió que al menos el 40 % de la emisión se colocara entre, al menos, 100 "inversores institucionales". Ese "tramo institucional" serviría para fijar una valoración realista de mercado, lo que protegería a los pequeños inversores.

10. El 18 de julio de 2011, en unas condiciones de los mercados financieros muy adversos -la prima de riesgo del bono español había subido a 365 puntos básicos- Bankia y el grupo de entidades colocadores acordaron fijar un precio de suscripción de las nuevas acciones de 3,75 euros por acción, que representaba sólo el 26% del valor contable de las acciones de Bankia ya existentes (es decir, de las poseídas por BFA). Dicho al revés: las nuevas acciones se ofrecieron con un descuento del 74% respecto al valor al que BFA tenía contabilizadas las suyas.

11. Como resultado de la ampliación de capital de Bankia, la participación de BFA en Bankia se diluyó hasta el 52,4%. Esa disminución, mucho mayor de la prevista inicialmente, tuvo una consecuencia inesperada en lo que atañe a los "créditos fiscales" de BFA, pues produjo la "ruptura del grupo fiscal" formado por BFA y su filial Bankia -la norma fiscal es más estricta que la contable, y exige una participación mínima del 70% de la matriz en su filial para considerarlas una unidad fiscal-.

En consecuencia, la titular de los créditos fiscales (BFA) ya no podría aplicarlos a compensar impuestos sobre el beneficio de su filial Bankia, sino solo para compensar impuestos sobre el propio beneficio de BFA. Ahora bien, como los futuros dividendos procedentes de Bankia estarían exentos de tributación en BFA -para evitar una doble tributación-, BFA sólo podría utilizar sus créditos fiscales para compensar impuestos sobre otros ingresos distintos; y como era impensable que, a lo largo de los siguientes 18 años, pudiera conseguir ingresos de esa naturaleza por el elevado importe preciso para poder aplicar sus créditos fiscales (esto es, 2.744 millones de euros), BFA tenía que dar de baja contablemente, por inservibles, los citados créditos fiscales.

12. En noviembre de 2011 el Banco de Valencia, tradicionalmente controlado por Bancaja (luego por BFA), ante la negativa de BFA a rescatarle de su crisis y proporcionarle financiación adicional, solicitó su intervención al Banco de España y pasó a ser capitalizado por el FROB.

13. Tras las elecciones de noviembre de 2011 y la llegada al poder del Gobierno del Partido Popular (PP), en la primera mitad de 2012 el nuevo Ministro de Economía, Luis de Guindos, hizo aprobar dos Reales Decretos-Leyes, el 2/2012, del 3 de febrero (popularmente conocido como "Guindos I"), y el 18/2012, de 11 de mayo ("Guindos II"), que establecieron un régimen de provisiones y requisitos de capital mucho más exigente.

14. En el primer trimestre de 2012, antes del 30 de marzo, Bankia estaba obligada a presentar sus cuentas y las del grupo BFA-Bankia correspondientes al cierre de 2011, debidamente auditadas. Las presentó, sin embargo, a la CNMV sin el informe el auditor, el Sr. Celma, de la auditora Deloitte. En ellas declaraba un beneficio consolidado de 309 millones de euros.

15. Todo parece indicar que el Sr. Celma se negó a que las cuentas de BFA no reflejaran las dos circunstancias adversas ya señaladas, es decir:

- El deterioro (impairment) del valor contable original al que BFA seguía contabilizando sus acciones de Bankia.

- La pérdida de valor de los "créditos fiscales" que figuraban en el activo de BFA, al ser dudoso que pudieran utilizarlos.

16. Sin perjuicio de lo anterior, al formular en marzo de 2002 sus cuentas de 2011, BFA aprovechó para, con motivo de la "contabilización definitiva de la combinación de negocio" (es decir, la integración de las cajas en el SIP), reconocer a 31 de diciembre de 2011, en la parte de su balance distinto de Bankia, un deterioro contable de 2.759 millones de euros, adicional al que ya había reconocido a finales de 2010 con motivo de la "contabilización provisional" de la combinación de negocio.

17. El 7 de mayo de 2012 el Sr. Rato dimitió como presidente de Bankia y BFA, y fue sustituido por el Sr. Gorigolzarri.

18. El 11 de mayo el FROB aceptó la petición de los nuevos gestores de que sus participaciones preferentes en BFA se convirtieran en acciones, de manera que el FROB pasó a ser su accionista único.

19. Los días 25-28 de mayo, a instancias del nuevo equipo dirigido por el Sr. Goirogolzarri, BFA y Bankia reformularon las cuentas correspondientes a 2011, e introdujeron, con efectos de 31 de diciembre de 2011, tres ajustes principales:

- El valor de la participación de BFA en Bankia se redujo en 5.189 millones de euros.

- El valor de los créditos fiscales de BFA se redujo en 2.713 millones de euros.

- El valor de la "inversión crediticia" (es decir, de la cartera de préstamos) e "inmuebles adjudicados" de Bankia se redujo, en total, en 4.168 millones de euros.

En el caso de los préstamos, el ajusta correspondió a una reclasificación como "subestándar" de préstamos hasta entonces contabilizados como "normales", a pesar de que habían sido refinanciados por las propias cajas para evitar su inminente entrada en jovenlandesesidad; y, en el caso de los inmuebles -muchos de ellos poseídos indirectamente a través de sociedades-, a la actualización de su valor a niveles más próximos a los de mercado.

20. El 26 de mayo Bankia aprobó su Plan de Recapitalización, en el que preveía una nueva aportación de fondos públicos de 19.000 millones de euros.

21. El 25 de junio el Gobierno español solicitó asistencia financiera a la Unión Europea, lo que llevó casi un mes después, el 20 de julio, a la firma del célebre "Memorandum of Understanding" (MOU), por el que España obtuvo dicha asistencia financiera y se comprometió a adoptar una larga lista de medidas de restructuración bancaria y de reformas financieras.

22. En 2013, ya bajo control del FROB, Bankia redujo su capital mediante la rebaja del valor nominal de sus acciones de los 2 euros originales a 0,01 euros (agrupando luego cada 100 acciones antiguas en una nueva). En consecuencia, los antiguos accionistas de Bankia perdieron la práctica totalidad del valor nominal de su inversión, como paso previo a la posterior ampliación de capital, efectuada principalmente con fondos públicos, a través del FROB.

II. Irregularidades contables señaladas por los peritos

A mi juicio, las irregularidades advertidas por los peritos pueden agruparse en tres grandes categorías:

- Errores contables relativos solo a BFA (pero no a Bankia);

- Errores contables relativos a Bankia; y

- Maniobras llevadas a cabo por Bankia durante su salida a Bolsa para conseguir los 100 inversores institucionales que había exigido la CNMV.

A. Errores contables relativos solo a BFA (no a Bankia)

Estos errores - que afectaron solo a la sociedad cabecera del grupo, pero no a su filial Bankia- pueden clasificarse en dos tipos:

- Los que, derivados de hechos anteriores a la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011, se manifestaron en la información contable sobre el grupo que acompañó al ***eto de salida a Bolsa de Bankia.

- Los problemas y errores contables derivados del precio al que Bankia salió a Bolsa (esto es, el deterioro del valor de la participación de BFA en Bankia; y la pérdida de valor de los créditos fiscales que poseía BFA).

Con la excepción del error derivado de la compra en 2007 por Deutsche Bank y Picton a Bancaja del 30% de Bancaja Inversiones (BISA), estos "errores contables" se rectificaron cuando en mayo de 2012 el nuevo equipo gestor del Sr. Goirigolzarri reformuló las cuentas de 2011, si bien el nuevo equipo los atribuyó, eufemística pero erróneamente, a "cambios de estimaciones contables", cuando se trató, según los peritos, de una verdadera rectificación de "errores contables", resultado de omisiones o inexactitudes cometidas por los anteriores gestores, al no utilizar información ya disponible.

Errores derivados de hechos anteriores a la salida a Bolsa de Bankia

En mi opinión, los errores de esta naturaleza señalados por los peritos son dos:

1. A juicio de los peritos, el deterioro contable adicional de 2.759 millones de euros que BFA reconoció, con motivo de la "contabilización definitiva de la combinación de negocio" (es decir, la integración de las cajas en el SIP), al formular en marzo de 2012 las cuentas de 2011, esto es, con efecto a 31 de diciembre de 2011, debió haberse hecho antes un año antes, con efectos a 31 de diciembre de 2010, cuando BFA llevó a cabo la "contabilización provisional" de los efectos contables de la integración de las cajas.

Las razones son, según los los peritos, que:

- Los ajustes de valoración de la inversión crediticia -estimados, a instancias de la CNMV, por Ernst&Young - se basaron en información que ya estaba disponible a finales de 2010, porque se refería al deterioro de la solvencia de un número limitado de grandes prestatarios, "cuya situación de deterioro era sobradamente conocida".

- Los ajustes de valoración de activos adjudicados, basados en las estimaciones de la consultora CBRE Valuation Advisory sobre una muestra de inmuebles, obedecieron a un deterioro del mercado inmobiliario que ya se había producido a finales de 2010. Los peritos no consideran justificado el argumento de que BFA y su auditor "no disponía de información" en 2010 sobre esa pérdida de valor, dado que "ésta no resulta de complicadas estimaciones sobre la pérdida esperada, sino de la tasación de 42 inmuebles. Es evidente que la entidad disponía de medios para salvar esa supuesta falta de información".

- El ajuste de la valoración de la participación de BFA en el Banco de Valencia (que se redujo a cero) también se retrasó de forma injustificada, como reconoce el propio documento en que se basó el ajuste de marzo de 2012:

"Existen indicios suficientes para entender que el repentino deterioro sufrido por los activos del Banco de Valencia durante el segundo semestre del ejercicio 2011 se encontraba latente en dichos activos en el cierre del ejercicio 2010".

2. A juicio de los peritos, Bancaja (y, en consecuencia, BFA) deberían haber considerado un pasivo financiero (es decir, una deuda) la suma obtenida de Deutsche y Picton por la teórica "compra" por estos en 2007 del 30% de Bancaja Inversiones (BISA), pues Bancaja mantuvo los riesgos inherentes a ese paquete accionarial. En consecuencia, Bancaja (y BFA) infravaloraron su endeudamiento y sobreestimaron por igual cuantía sus recursos propios. Además, hacer frente a tales compromisos suponía pérdidas que debían haberse computado en las cuentas de BFA.

Los peritos señalan que el nuevo equipo del Sr. Goirigolzarri no rectificó este error cuando en mayo de 2012 reformuló las cuentas.

Errores contables en las cuentas de BFA provocados por la salida a Bolsa de Bankia

A juicio de uno de los peritos, el Sr. Busquets, BFA debiera haber reconocido de inmediato, tras la salida a Bolsa de Bankia, el deterioro del valor al que tenía contabilizada su participación en Bankia. En efecto, antes de la salida a Bolsa de Bankia BFA tenía valorada en 12.205 millones de euro su 100% en Bankia, cifra correspondiente a los recursos propios de Bankia. Tras la salida a Bolsa y la correspondiente ampliación, los recursos propios de Bankia subieron a 13.068, pero la participación de BFA en ellos bajó al 52,4%, lo que da un importe de 6.848 millones de euros y supuso, pues, un deterioro de 5.177 millones de euros en el valor de la participación de BFA.

BFA no quiso reconocer ese deterioro de valor cuando en marzo de 2012 formuló sus cuentas de 2011, lo que llevó a que el auditor de Deloitte, Sr. Celma, se negara a firmar el informe de auditoría. El error no se subsanaría hasta mayo, cuando el nuevo equipo dirigido por el Sr. Goirigolzarri reformuló las cuentas.

Como ya se ha indicado, la reducción al 52,4% de la participación de BFA en Bankia, mucho mayor de la prevista inicialmente, tuvo una consecuencia adversa e inesperada sobre los "créditos fiscales" que BFA tenía en su balance: produjo la "ruptura del grupo fiscal" -ya que la norma fiscal exige una participación mínima del 70%-. En consecuencia, la titular de los créditos fiscales (BFA) ya no podía aplicarlos a compensar impuestos sobre el beneficio de su filial (Bankia), sino que solo podía utilizarlos para compensar impuestos sobre su propio beneficio. Ahora bien, como los futuros dividendos de Bankia estarían exentos de tributación cuando los percibiera BFA -para evitar su doble tributación, en Bankia y en BFA-, BFA sólo podría utilizar sus créditos fiscales para compensar otros beneficios distintos; y como era impensable que pudiera conseguir beneficios de esa naturaleza por un importe bruto tan elevado como para utilizar sus créditos fiscales (cuyo importe ascendía a 2.744 millones de euros), resultaba preciso dar de baja contablemente los citados créditos.

En la reformulación de cuentas aprobada en mayo de 2012 por el nuevo equipo gestor dirigido por el Sr. Goirigolzarri se dieron de baja en su totalidad los citados créditos fiscales, saneamiento que uno de los peritos, el Sr. Busquets, considera excesivo, pues el 28 de mayo de 2012 ya se sabía que el FROB capitalizaría al grupo BFA con 19.000 millones de euros adicionales -de ellos, 7.000 millones para BFA-, lo que daba a BFA una nueva perspectiva de beneficios que, a juicio del Sr. Busquets, podría permitir a BFA utilizar un importe estimado mínimo de 1.428 millones de euros de sus créditos fiscales.

B. Errores contables relativos a Bankia

1. En la reformulación de cuentas efectuada el 25-28 de mayo por el nuevo equipo del Sr. Goirigolzarri, se atribuyó a circunstancias sobrevenidas -como la prolongación de la recesión y las nuevas exigencias de provisiones introducidas por los "Decretos Guindos"- el saneamiento de 4.168 millones de euros de la inversión crediticia e inmuebles adjudicados de Bankia, que se aplicó con efecto retroactivo a 31 de diciembre de 2011.

Los peritos consideran apropiada, en cuanto al fondo, esa corrección, pero consideran incoherente que se justificara como el resultado de "nuevas estimaciones contables": se trató de la rectificación de un "error contable" de los anteriores gestores. En apoyo de esa conclusión señalan que:

- Los ajustes de valoración exigidos por nuevas estimaciones provocadas por cambios sobrevenidos en las circunstancias se registran siempre con carácter prospectivo, en las cuentas siguientes, no con carácter retroactivo en el ejercicio ya cerrado.

- Los ajustes efectuados corregían insuficiencias de provisiones que las cajas venían arrastrando desde tiempo atrás y de las que eran plenamente conscientes.

Para corroborarlo, los peritos señalan como ejemplo el caso de los préstamos de Caja Madrid a Martinsa-Fadesa, que estaban provisionados como dudosos solo al 40%, cuando la entidad estaba en concurso desde julio de 2008 y el concurso concluyó en marzo de 2011 con un convenio que entrañó una quita del 70%.

También destacan la intervención del vicepresidente de Bankia, Sr. Fernández Norniella, en el consejo de administración de Bankia de 12 de diciembre de 2011, en la que hizo una exposición sobre los riesgos del grupo en el sector inmobiliario y señaló:

"La valoración de los activos supondría provisiones adicionales en este ejercicio. Se está negociando con Banco de España dilatar en el tiempo y fraccionar y hay buenas perspectivas en el proceso".

2. Los peritos consideran que el nuevo equipo gestor dirigido por el Sr. Goirigolzarri se quedó corto en el saneamiento de la inversión crediticia de Bankia, pues se limitó a atribuir la calificación de "subestándar" - con una provisión cercana al 16%- a préstamos hasta entonces calificados como "normales", cuando, si hubiera analizado en detalle muchos de ellos, debiera haberlos calificado como "dudosos", con una provisión mínima del 25%.

C. Maniobras de Bankia para lograr el número mínimo de "inversores institucionales".

Aunque en este caso no se trata siempre de "errores contables", los peritos describen las componendas que llevó a cabo Bankia (sobre todo a través de Caja Madrid) para lograr órdenes de compra de supuestos "inversores institucionales" que permitieran alcanzar el 40% de la emisión, como exigía la CNMV.

Entre ellas estuvo la incomprensible compra de acciones de Bankia por empresas endeudadas con el banco, al que éste le estaba refinanciando tales deudas; la cobertura de pérdidas pactada con la empresa Gestcamp, presumiblemente como contrapartida de su "compra" de un paquete de acciones; o las órdenes de compra efectuadas por empresas o entidades relacionadas con Bankia (Mapfre, Cámara de Comercio de Madrid...), algunas de las cuales -como la citada Cámara- vendieron las acciones a los pocos días.

Los peritos analizan también las retribuciones de los consejeros, que no resumo porque no guardan relación directa con las cuestiones aquí abordadas.

III. Comentarios míos

Comenzaré con tres observaciones de carácter previo:

1. Con gran acierto, los informes de los peritos destacan que su labor es enjuiciar las valoraciones contables a la luz de la información que ya estaba disponible -o podría haberlo estado- cuando se efectuaron tales valoraciones, no de acontecimientos e informaciones surgidas con posterioridad. Insisten, por ello, en calificar como "errores contables" las irregularidades que describen, pues sostienen que los auditores y directivos de BFA y Bankia ignoraron informaciones disponibles -o que habrían podido conseguir- que habrían exigido rebajar, ya a 31 de diciembre de 2010, esto es, antes de la salida a Bolsa de Bankia, los valores contables atribuidos a muchas partidas (inversión crediticia, inmuebles adjudicados, participación en Banco de Valencia...).

Los peritos hacen, pues, un deliberado y encomiable esfuerzo por no sucumbir al llamado "sesgo retrospectivo" (hindsight bias).

Además, uno de ellos, el Sr. Busquets, incluye como Anexo nº 1 de su informe una útil cronología de la crisis del grupo BFA-Bankia, en cuya tercera columna señala el nivel que tenía en cada fecha la prima frente al bono alemán de la deuda soberana española.

Al tratarse, sin embago, de informes periciales limitados estrictamente al análisis de cómo se aplicaron las normas contables, no dan apenas pistas de los posibles motivos por los que en algunas ocasiones el Banco de España pudo admitir que tales normas no se aplicaran con absoluto rigor (forebearance).

2. La mayor parte de los errores contables que señalan se refieren a las cuentas y balance individuales de BFA, no de Bankia, su filial cotizada. Así pues, pudiera pensarse que tales errores no perjudicaron a los accionistas de Bankia.

Ahora bien, esa conclusión es equivocada, porque Bankia pertenecía al mismo "grupo" que su matriz BFA, de forma que:

- En la salida a Bolsa de Bankia se registraron no solo las cuentas individuales de ésta, sino las consolidadas del grupo, incluida BFA;

- Las exigencias prudenciales de recursos propios se referían al grupo consolidado -es decir, incluida BFA-, de forma que la drástica reducción en mayo de 2012, con ocasión de la reformulación de cuentas por el equipo de Goirigolzarri, de los recursos propios de BFA -que resultaron negativos- desencadenó la petición de ayudas públicas, la nacionalización del grupo, la firma del MOU y, a la postre, la "operación acordeón" en Bankia que redujo a un valor simbólico las acciones originales de Bankia suscritas por los inversores privados en la salida a Bolsa.

Así pues, como señalan el perito Sr Busquets, los problemas contables de BFA acabaron teniendo un grave impacto sobre los accionistas de su filial Bankia.

3. Una parte significativa de los "errores contables" señalados por los peritos fueron los relativos a la valoración de la participación de BFA en Bankia y de los créditos fiscales de la primera, asuntos que llevaron igualmente a que el auditor, Sr. Celma, se negara en marzo de 2012 a firma su informe de auditoría. Fue la corrección de tales errores por el nuevo equipo dirigido por el Sr. Goirigolzarri la que, al implicar la insolvencia de BFA, obligó a la inmediata inyección de fondos públicos en el grupo.

Esos "errores contables" surgieron, pues, de la falta de reconocimiento de las consecuencias contables del bajo precio (3´75 euros) que se fijó para las acciones de Bankia en su salida a Bolsa. Así pues, tan decisivos errores contables no pueden verse como un "engaño" o "estafa" previa a la salida a Bolsa a los inversores, ya que tuvieron su origen en un hecho posterior al registro del ***eto de emisión.

Hechas esas consideraciones previas, de la lectura de los informes -que no ha sido tan profunda como me hubiera gustado- saco las siguientes conclusiones:

1. Parecen innegables muchos de los "errores contables" señalados por los peritos.

Algunos son especialmente clamorosos, como la ocultación de la financiación que Bancaja obtuvo en 2007 de Deutsche Bank y de Picton, "camuflada" como una compra del 30% del capital de Bancaja Inversiones (BISA). Otro tanto cabe decir de la tácita "desconsolidación" del Banco de Valencia de las cuentas del BFA en octubre de 2011, en vísperas de que el propio banco solicitara la intervención del Banco de España y la ayuda del FROB.

Los informes y sus anejos desvelan un sinfín de operaciones con empresas y promotores inmobiliarios -muchas de ellas llevadas a cabo por Bancaja y Banco de Valencia- que no solo supusieron una irregularidad contable, sino también, con gran probabilidad, conductas delictivas, muchas de las cuales están siendo ya investigadas por la Fiscalía.

También parece claro que algunas cajas habían estado burlado las normas del Banco de España sobre provisiones de créditos dudosos y jovenlandesesos mediante su refinanciación a largo plazo con carácter previo a los vencimientos que iban a ser previsiblemente impagados (una conocida técnica conocida en el mundo anglosajón como "evergreening").

2. También es cierto que el "agujero contable" que produjo en el balance de BFA la valoración de las acciones de Bankia, con motivo de su salida a Bolsa, con un descuento del 73% sobre su "valor en libros", puede verse como un fenómeno no pasajero, que, desde un punto estrictamente teórico y contable, debía haber tenido un reflejo contable más temprano.

Es cierto que las normas contables admiten, bajo ciertas condiciones, que un accionista de control mantenga valoradas a un precio superior al del mercado las acciones que poseen en una sociedad cotizada, siempre que la diferencia de valor no sea extraordinariamente cuantiosa y pueda albergarse la esperanza razonable de que sea tras*itoria. El perito Sr. Busquets mantiene, sin embargo, que lo que le pasó a BFA fue algo distinto, de carácter más duradero: si antes de la salida a Bolsa poseía el 100% de una filial con unos recursos propios de 12.000 millones de euros, después de la salida a Bolsa pasó a tener el 52´4% de esa misma filial, cuyos recursos propios se habían incrementado de forma modesta gracias a la ampliación de capital.

Una analogía puede aclarar la cuestión. Imaginemos que soy el único propietario de un inmueble valorado en 500.000 euros. Obligado a hacer en él, con mucha premura, unas obras de reforma y mejora -de un coste teórico aproximado de 50.000 euros-, el único contratista disponible me obliga a pagarle cediéndole la titularidad del 48% del inmueble, ya reformado. Si en el futuro el inmueble se revaloriza mucho y sube hasta casi 1 millón de euros, mi 52% volverá a tener un valor similar al que yo le atribuía antes de la obra. Pero, de momento, he pasado de tener el 100% de un inmueble que valía 500.000 euros a poseer el 52% de un inmueble que, como mucho, debo valorar en 550.000 euros: así pues, el valor de mi participación en el inmueble ha bajado a 286.000 euros y ha sufrido un "deterioro" (impairment) estructural de 214.000 euros.

A mi juicio, parece claro que el auditor de Deloitte, Sr. Celma, tuvo que informar a BFA y a su comité de auditoría, de una forma u otra, de las implicaciones para BFA del bajo precio de colocación de las nuevas acciones de Bankia en su salida a Bolsa y de la necesidad de un "impairment", una cuestión contable clásica.

Que las implicaciones de efectuar ese "impairment" por una cuantía significativa fueran tan graves para BFA explica probablemente que:

- No se dejara constancia escrita de la información proporcionada por el auditor a BFA, o al menos a algunos de sus miembros;

- Los directivos de BFA y, probablemente, las autoridades económicas, vacilaran y se resistieran a reconocer un hecho tan trascendental, que habría obligado a un inmediato rescate del grupo BFA-Bankia en circunstancias financieras muy adversas.

Según un viejo aforismo en banca, una crisis bancaria solo debe salir a la luz una vez que se ha resuelto, porque, como ocurrió en el otoño de 2007 con el banco británico Northern Rock, las noticias públicas sobre una crisis bancaria no resuelta e incontrolada pueden provocar un pánico financiero de consecuencias devastadoras.

Los peritos, como simples expertos contables, no entran en tales consideraciones, y se limitan a analizar retrospectivamente si se respetaron o no las normas contables del Banco de España. Pero en el mundo real las gravísimas consecuencias de reconocer una situación de insolvencia del BFA como consecencia de un "impairment" riguroso tuvieron que tener un efecto paralizante sobre todos los implicados. Por eso, al enjuiciar ahora, con carácter retrospectivo, sus conductas durante aquel difícil trance no debemos pasar por alto sus temores en caso de aplicación rigurosa de las normas contables.

El dilema descrito -aplicar con rigor la norma, y provocar una inmediata crisis financiera (versión financiera del dicho jurídico latino "fiat iustitia, et pereat mundus", esto es, "que se haga justicia, aunque el mundo perezca"); o seguir manteniendo la ficción de la valoración contable de Bankia en el balance de BFA, a la espera de que la coyuntura económica y financiera mejorase- debió pesar con especial gravedad en los dos Ministros de Economía del período -la saliente, Elena Salgado, y el entrante, Luis de Guindos-, así como en el Banco de España, dirigido por Miguel Angel Fernández Ordóñez hasta su dimisión el 30 de mayo de 2012, dos días después de la reformulación de las cuentas de BFA-Bankia por el nuevo equipo gestor dirigido por el Sr. Goirigolzarri.

3. Parece claro que el Banco de España, para no agravar la crisis financiera que estaba atravesando España, evitó una política agresiva de provisiones bancarias y saneamientos inmediatos (como la que, a partir de 2012, llevaron a cabos los "Decretos Guindos").

De esa actitud gradualista del Banco de España (forebearance) dejan constancia indirecta los peritos cuando citan las manifestaciones del Sr. Fernández Norniella en el consejo de Bankia de 12 de diciembre de 2011, cuando manifestó que Bankia estaba en conversaciones con el Banco de España para escalonar los saneamientos contables precisos y tenía esperanzas fundadas de alcanzar un acuerdo al respecto con el supervisor.

4. Parece acreditado que la CNMV tomó medidas para proteger a los inversores, como fue la decisiva condición de que el 40% de la emisión de acciones se colocara entre al menos 100 inversores institucionales, para que fueran ellos quienes fijaran un precio realista de la acción. Esa circunstancia, junto con el agravamiento de la crisis del euro que se produjo en el verano de 2011 -tras el acuerdo de Deauville entre el presidente francés Sarkozy y la canciller alemana Merkel sobre la posibilidad de quitas en la Deuda pública griega- llevó a que el precio se fijara en 3,75 euros, muy inferior al previsto cuando se planeó la salida a Bolsa, e incluso inferior a la banda 4,41-5,05 euros que el 28 de junio de 2011 comunicó como probable el banco de inversión Lazard al consejo de administración de Bankia.

También consta expresamente en el informe de los peritos que la CNMV exigió que Ernst&Young, una entidad distinta del auditor de Bankia, Deloitte, revisara las valoraciones de activos de BFA con motivo de la contabilización definitiva de la combinación de negocios, lo que dio origen a saneamientos adicionales.

En materia de provisiones en inversiones crediticias y de aplicación por Bankia de las circulares del Banco de España es lógico que la CNMV se fiara del criterio seguido por el Banco de España, como supervisor prudencial de Bankia, y del auditor. No parece razonable exigir a la CNMV que desconfiara tanto del auditor como del Banco de España y contrastara por sus propios medios si Bankia estaba haciendo una aplicación rigurosa de las normas contables del Banco de España.

5. Aunque los informes contienen varias críticas a la reformulación efectuada por el equipo del Sr. Goirigolzarri en mayo de 2012, no revisten gravedad, puesto que:

- Desde el punto de vista cuantitativo, los peritos dicen, por un lado, que se quedaron cortos en el saneamiento de la cartera de préstamos de Bankia, pero, por otro, que redujeron en exceso el importe de los créditos fiscales de BFA.

- Es humanamente comprensible que, al justificar la causa de la reformulación de las cuentas, utilizaran el eufemismo "cambios de estimaciones contables" para referirse a lo que técnicamente debieran haber calificado como "errores contables": con ello no prejuzgaron la calificación penal que pudieran merecer las irregularidades contables cometidas por quienes les precedieron.

6. Si analizamos los hechos retrospectivamente, parece ahora claro que sacar Bankia a Bolsa en 2011 fue una decisión bien intencionada pero desafortunada, pues coincidió con un agravamiento de las tensiones financieras en la zona euro que hizo que se produjera en condiciones muy desfavorables.

Recordemos que el 17 de junio de 2011, en vísperas de la salida a Bolsa de Bankia, se produjo el célebre "acuerdo de Deauvill" entre el presidente Sarkozy y la Canciller Merkel, que contempló por primera vez la posibilidad de una quita ("participación del sector privado") para resolver la crisis de un deudor soberano como Grecia. Ese acuerdo fue considerado el "tercer terremoto" financiero por el ex presidente Zapatero en sus memorias de 2013 (véase "Los dilemas de un sindicalista en Moncloa").

Esas desfavorables condiciones de colocación fueron, paradójicamente, las que, al provocar la potencial insolvencia de BFA, constituyeron, tras varios meses de vacilaciones, el detonante de la crisis que se inició al año siguiente, cuando el auditor se negó a firmar su informe de auditoría (marzo de 2012) y, poco después, en mayo, el Sr. Rato dimitió y el nuevo equipo del Sr. Goirigolzarri reformuló las cuentas, crisis que tuvo su culminación en la ulterior reducción de capital de Bankia -con la consiguiente pérdida para sus accionistas- y recapitalización con fondos públicos procedentes de la Unión Europea.

7. Es cierto, no obstante, que esa crisis, y los correspondientes ajustes, se vieron agravados por los restantes "errores contables" en la valoración de activos del grupo (especialmente los procedentes de Bancaja).

Nota: El resumen de los hechos y de los informes de los peritos, así como mis comentarios, son preliminares y pueden contener omisiones, inexactitudes o errores. Por eso, los iré rectificando o ampliando en la medida en que, tras un análisis más profundo de los informes de los peritos o a la vista de los comentarios que reciba, resulte justificado.
 
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