'Maleni', en su salsa

'Maleni con sus paisanos. En su ambiente. En su salsa. El Casino de Madrid (Alcalá, 15) reunió ayer a 350 comensales que arroparon sin fisuras, como si fuera una reina civil, a la ministra de Fomento. La ocasión lo merecía para ella. Quería sentirse cómoda, en un auditorio sin críticas, alejada de los micrófonos incómodos y del Parlamento.



Embutida en un traje de chaqueta verde de terciopelo, Magdalena Álvarez ofrecía sonrisas, besos y abrazos a cualquiera que se le cruzara por delante. Maleni presidía un homenaje al 50 aniversario de la Cueva de Nerja, el pueblo malagueño conocido por ser la cuna de la serie Verano Azul. La ministra también pasó algunas vacaciones familiares en Nerja en la época de las andanzas de ficción de Chanquete y Piraña.



Antes de que un ejército de camareros empezara a servir el Viña Real Crianza y el agua mineral Aquabona en el Salón Real del Casino, empezaron los discursos. Que si el subdelegado del Gobierno de Málaga, que si el presidente de la Diputación.... Rosa Torres, la concejala de Cultura de la Junta de Andalucía, fue la telonera de Maleni. Cuando la ministra empezó a hablar ya eran las 15.39 horas y algunos de los 300 invitados no podían más del hambre y le hincaron el diente al pan.



Álvarez se dirigió a los descubridores de la Cueva: Francisco Navas, José Torres, Miguel Muñoz y José Luis Muñoz, esos jovencitos ya jubilados y uno fallecido (José Luis Barbero). No sabía cómot tratarles: “Bueno, utilizaré ese ustedes/vosotros que decimos los andaluces”. La “mijita de miedo”, relataba Álvarez, que pasaron esos chicos “a ver si alguno se escalabraba” no es nada con la boutade que soltó enseguida. Hablaba de la necesidad de hacer equipo -sí, lo decía la ministra que ha 'quemado' a cuatro jefes de Gabinete y seis jefes de prensa (ver El Confidencial)- cuando se refirió al -todavía- hombre más poderoso del planeta y su archifamoso eslogan We can. “Entre todos podemos lo ha puesto de moda Obama, pero eso ya lo sabíamos. Lo que pasa es que al decirlo en inglés parece más importante”.



Su discurso duró 14 minutos. Cuando el maìtre ordenó que circulara el primer plato (timbal de verduras con langostinos, emulsión de tomate y aceite de nuez) la ministra se hizo fotos con los descubridores de la Cueva. ¿Qué fue lo primero que les soltó? “Cómo salisteis de allí?”. Ella aguantó en la mesa hasta las 16.51 horas. Tras su rastro se fueron dos de sus más importantes subordinados invitados al acto: el presidente del Administrador de Infraestraucturas Ferroviarias (ADIF), Antonio González, y la presidenta de AENA, Encarnación Vivanco. No aguantaron al café.



Quien sí se lo tomó, con tranquilidad, fue Juan Manuel Moreno Bonilla, diputado por Málaga, y coordinador de Política Autonómica y Municipal de la Ejecutiva Nacional del PP. “Ella ha estado muy simpática en la comida”, declaró Moreno Bonilla a El Confidencial. Sin embargo, nada más llegar al Casino de Madrid, Álvarez rehusó el saludo del diputado popular. “Es normal, ayer volví a pedir su dimisión en la tertulia de RNE. En el Congreso tampoco me saluda, pero a mí me da igual”, relató Moreno. En ese instante, Maleni ya se había montado en el coche oficial. Dos horas en su salsa.


'Maleni', en su salsa - elConfidencial.com


Tranquila maleni que yo pago la comida.