cuñado de bar
Hablando sin tener ni idea
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El posible Gobierno de Lula ―en caso de que se legitimen las irregularidades en el pasado proceso electoral― ha comenzado a definir sus principales nombres en el equipo de tras*ición. Cabe destacar dos nominaciones del ámbito internacional, a saber, Pedro Abramovay y Mónica Valente. El primero, que representa a las fuerzas globalistas y la política radical progresista; y la segunda, identificada con los valores del Foro de São Paulo, al comunismo y el socialismo.
Pedro Abramovay es abogado graduado por la USP y doctor en Ciencias Políticas por la UERJ. Está vinculado al Partido de los Trabajadores (PT) desde hace mucho tiempo. Fue asesor de la ex alcaldesa del PT Marta Suplicy. Abramovay también fue asesor especial del ministro de Justicia Marcio Thomaz Bastos durante el gobierno de Lula. Además participó activamente en la Campaña por el Desarme en 2005. Y aunque el voto popular en el referéndum de 2005 de Brasil fue mayoritariamente a favor de una mayor libertad de armas, el Gobierno de Lula luchó de manera antidemocrática por el desarme del ciudadano común, yendo en contra de la manifestación misma del pueblo.
Es importante recordar que Pedro Abramovay era un poderoso asesor del PT en la época de Marcio Thomaz Bastos, quien fuera ministro de Justicia y también abogado de las empresas involucradas en Lava Jato. Thomaz Bastos, quien defendió a empresas involucradas en corrupción en Lava Jato, murió con una fortuna estimada en 393 millones de reales, según el sitio web de Conjur.
Además de participar en la campaña de desarme, Abramovay fue muy activo en la creación del Marco Civil de Internet. En ese momento, el Marco Civil fue presentado por toda la «beautiful people» progresista brasileña como una panacea de libertad; Sin embargo, el politólogo Flavio Morgenstern criticó esta medida que, a diferencia de lo prometido, no daría más libertad a la gente, pero sí impuso más control por parte de quien dirigía el proceso.
Después de haber trabajado en el Ministerio de Justicia entre 2007 y 2011, Pedro Abramovay pasó a trabajar en una plataforma de suscripción colectiva llamada Avaaz entre 2012 y 2013. En esa plataforma, fue acusado por el periodista Reinaldo Azevedo de dirigir dicho instrumento a favor del PT.
Tras los inmensos servicios prestados al Partido de los Trabajadores, y bien alineado con las agendas globalistas, en 2013 se convirtió en el director para América Latina y el Caribe de The Open Society, de George Soros, una ONG que canaliza y dirige todas las agendas globalistas y de extrema izquierda a través de sociedades civiles en países de todo el mundo, e interfiriendo decisivamente en las políticas de Estado de las naciones.
Entre las agendas promovidas por la Sociedad Abierta se encuentran el ambientalismo alarmista y progresista y las agendas identitarias radicales. Uno de los principales aliados de Open Society en el área ambiental es la APIB (Articulação dos Povos Indígenas do Brasil) liderada por la congresista Sonia Guajajara. Ella es del PSOL, que es un partido ideológicamente equivalente a Podemos en España, con una orientación ultraprogresista y de ultraizquierda. Otras agendas promovidas por la organización son la ideología de género y el feminismo radical.
A Pedro Abramovay le gusta verse a sí mismo como un defensor acérrimo de la democracia. Pero uno debería entender este concepto como una democracia dominada por la izquierda. Los diversos ataques del Poder Judicial contra el Estado de Derecho en Brasil se interpretan como una defensa de ese mismo Estado de Derecho.
Por su trayectoria en el PT y el alineamiento con los valores del partido de Lula, este personaje asume que Jair Bolsonaro es una amenaza a la libertad de expresión, aunque Lula da Silva defienda abiertamente el control de la prensa y las redes sociales. Profesa la tradición de la izquierda iberoamericana en la que la libertad de expresión es solamente la que ellos consideren como tal. Otra estrategia retórica utilizada por el poderoso abogado es calificar a Bolsonaro de cercano al proyecto autoritario de Hugo Chávez y Daniel Ortega, olvidando que estos son precisamente aliados de primer orden del PT, el Foro de São Paulo y Lula. Precisamente sobre esto emitió comentarios en una entrevista con periodistas de UOL el 10 de octubre de 2022.
La otra figura clave en el sector internacional de un gobierno de Lula será Mónica Valente. La trayectoria de la militante comunista y acérrima defensora de la integración socialista latinoamericana es extensa dentro del movimiento socialista regional. Fue presidenta del Sindicato de los Trabajadores de la Salud Pública del Estado de São Paulo (Sindsaúde-SP) y vicepresidenta de la Central Única dos Trabalhadores (CUT) de Brasil. Fue jefa de gabinete de la alcaldía del PT de Marta Suplicy, entre 2002 y 2004.
Mónica Valente siempre ha sido una militante comunista disciplinada y muy leal al Partido de los Trabajadores. Valente fue durante muchos años secretario de Relaciones Internacionales del PT y actualmente es secretaria ejecutiva del Foro de São Paulo.
Valente sería una fiel representante de esa «izquierda carnívora» que señalaron en una oportunidad Plinio Apuleyo y Álvaro Vargas Llosa en su «Manual del perfecto petulante latinoamericano». Es representante de la vieja izquierda latinoamericana que defiende a Fidel Castro y Hugo Chávez. Los días 18 y 19 de noviembre estuvo en Caracas repitiendo las mohosas consignas y palabras de orden: «contra el imperialismo»; «contra el bloqueo económico» y por la unión de la izquierda latinoamericana.
Como férrea defensora del comunismo en el continente, trabaja para legitimar procesos electorales fraudulentos en Venezuela y Nicaragua. También afirma que el proceso revolucionario en Cuba es una democracia. La burócrata del Foro de São Paulo dijo sobre la persecución de opositores de Daniel Ortega en 2021: «En cuanto al fondo, el Gobierno de Nicaragua tiene toda la razón al procesar a estas personas, con base en su propia ley, con base en el derecho internacional».
También repite que Cuba solo está en una mala situación económica por el «bloqueo de Estados Unidos» y que allí no hay una dictadura. En esa misma línea, en un video reciente que circuló a través de la web, la secretaría del Foro de São Paulo defendió la “democracia” en Venezuela.
Por lo tanto, con esta información y perfiles que integrarán el posible Gobierno de Lula, si se desestiman las acusaciones de fraude electoral, es más que clara la orientación hacia una izquierda radicalizada, ya sea por el viejo socialismo latinoamericano o por el nuevo globalismo posmoderno con las agendas de identitarias de grupos. Esto tanto en términos de política exterior como en la esencia misma de la política interna a ejercer en el gigante sudamericano.
Si se desestiman las acusaciones de fraude electoral, es más que clara la orientación hacia una izquierda radicalizada, ya sea por el viejo socialismo latinoamericano o por el nuevo globalismo posmoderno.
Según xicomalo es mucho mejor que Bolsonaro y ya está fichando por Soros.
Pedro Abramovay es abogado graduado por la USP y doctor en Ciencias Políticas por la UERJ. Está vinculado al Partido de los Trabajadores (PT) desde hace mucho tiempo. Fue asesor de la ex alcaldesa del PT Marta Suplicy. Abramovay también fue asesor especial del ministro de Justicia Marcio Thomaz Bastos durante el gobierno de Lula. Además participó activamente en la Campaña por el Desarme en 2005. Y aunque el voto popular en el referéndum de 2005 de Brasil fue mayoritariamente a favor de una mayor libertad de armas, el Gobierno de Lula luchó de manera antidemocrática por el desarme del ciudadano común, yendo en contra de la manifestación misma del pueblo.
Es importante recordar que Pedro Abramovay era un poderoso asesor del PT en la época de Marcio Thomaz Bastos, quien fuera ministro de Justicia y también abogado de las empresas involucradas en Lava Jato. Thomaz Bastos, quien defendió a empresas involucradas en corrupción en Lava Jato, murió con una fortuna estimada en 393 millones de reales, según el sitio web de Conjur.
Además de participar en la campaña de desarme, Abramovay fue muy activo en la creación del Marco Civil de Internet. En ese momento, el Marco Civil fue presentado por toda la «beautiful people» progresista brasileña como una panacea de libertad; Sin embargo, el politólogo Flavio Morgenstern criticó esta medida que, a diferencia de lo prometido, no daría más libertad a la gente, pero sí impuso más control por parte de quien dirigía el proceso.
Después de haber trabajado en el Ministerio de Justicia entre 2007 y 2011, Pedro Abramovay pasó a trabajar en una plataforma de suscripción colectiva llamada Avaaz entre 2012 y 2013. En esa plataforma, fue acusado por el periodista Reinaldo Azevedo de dirigir dicho instrumento a favor del PT.
Tras los inmensos servicios prestados al Partido de los Trabajadores, y bien alineado con las agendas globalistas, en 2013 se convirtió en el director para América Latina y el Caribe de The Open Society, de George Soros, una ONG que canaliza y dirige todas las agendas globalistas y de extrema izquierda a través de sociedades civiles en países de todo el mundo, e interfiriendo decisivamente en las políticas de Estado de las naciones.
Entre las agendas promovidas por la Sociedad Abierta se encuentran el ambientalismo alarmista y progresista y las agendas identitarias radicales. Uno de los principales aliados de Open Society en el área ambiental es la APIB (Articulação dos Povos Indígenas do Brasil) liderada por la congresista Sonia Guajajara. Ella es del PSOL, que es un partido ideológicamente equivalente a Podemos en España, con una orientación ultraprogresista y de ultraizquierda. Otras agendas promovidas por la organización son la ideología de género y el feminismo radical.
A Pedro Abramovay le gusta verse a sí mismo como un defensor acérrimo de la democracia. Pero uno debería entender este concepto como una democracia dominada por la izquierda. Los diversos ataques del Poder Judicial contra el Estado de Derecho en Brasil se interpretan como una defensa de ese mismo Estado de Derecho.
Por su trayectoria en el PT y el alineamiento con los valores del partido de Lula, este personaje asume que Jair Bolsonaro es una amenaza a la libertad de expresión, aunque Lula da Silva defienda abiertamente el control de la prensa y las redes sociales. Profesa la tradición de la izquierda iberoamericana en la que la libertad de expresión es solamente la que ellos consideren como tal. Otra estrategia retórica utilizada por el poderoso abogado es calificar a Bolsonaro de cercano al proyecto autoritario de Hugo Chávez y Daniel Ortega, olvidando que estos son precisamente aliados de primer orden del PT, el Foro de São Paulo y Lula. Precisamente sobre esto emitió comentarios en una entrevista con periodistas de UOL el 10 de octubre de 2022.
La otra figura clave en el sector internacional de un gobierno de Lula será Mónica Valente. La trayectoria de la militante comunista y acérrima defensora de la integración socialista latinoamericana es extensa dentro del movimiento socialista regional. Fue presidenta del Sindicato de los Trabajadores de la Salud Pública del Estado de São Paulo (Sindsaúde-SP) y vicepresidenta de la Central Única dos Trabalhadores (CUT) de Brasil. Fue jefa de gabinete de la alcaldía del PT de Marta Suplicy, entre 2002 y 2004.
Mónica Valente siempre ha sido una militante comunista disciplinada y muy leal al Partido de los Trabajadores. Valente fue durante muchos años secretario de Relaciones Internacionales del PT y actualmente es secretaria ejecutiva del Foro de São Paulo.
Valente sería una fiel representante de esa «izquierda carnívora» que señalaron en una oportunidad Plinio Apuleyo y Álvaro Vargas Llosa en su «Manual del perfecto petulante latinoamericano». Es representante de la vieja izquierda latinoamericana que defiende a Fidel Castro y Hugo Chávez. Los días 18 y 19 de noviembre estuvo en Caracas repitiendo las mohosas consignas y palabras de orden: «contra el imperialismo»; «contra el bloqueo económico» y por la unión de la izquierda latinoamericana.
Como férrea defensora del comunismo en el continente, trabaja para legitimar procesos electorales fraudulentos en Venezuela y Nicaragua. También afirma que el proceso revolucionario en Cuba es una democracia. La burócrata del Foro de São Paulo dijo sobre la persecución de opositores de Daniel Ortega en 2021: «En cuanto al fondo, el Gobierno de Nicaragua tiene toda la razón al procesar a estas personas, con base en su propia ley, con base en el derecho internacional».
También repite que Cuba solo está en una mala situación económica por el «bloqueo de Estados Unidos» y que allí no hay una dictadura. En esa misma línea, en un video reciente que circuló a través de la web, la secretaría del Foro de São Paulo defendió la “democracia” en Venezuela.
Por lo tanto, con esta información y perfiles que integrarán el posible Gobierno de Lula, si se desestiman las acusaciones de fraude electoral, es más que clara la orientación hacia una izquierda radicalizada, ya sea por el viejo socialismo latinoamericano o por el nuevo globalismo posmoderno con las agendas de identitarias de grupos. Esto tanto en términos de política exterior como en la esencia misma de la política interna a ejercer en el gigante sudamericano.
Si se desestiman las acusaciones de fraude electoral, es más que clara la orientación hacia una izquierda radicalizada, ya sea por el viejo socialismo latinoamericano o por el nuevo globalismo posmoderno.
Según xicomalo es mucho mejor que Bolsonaro y ya está fichando por Soros.