España no lo dio todo en las últimas elecciones cómo sí lo hizo Elon Musk en las elecciones de EEUU, Elon se dejó la piel.
La victoria de Trump era muy importante, han sabido entender lo que se jugaban. Los yankees han luchado por su país, sabían que no podían permitir que el mundo pogre siguiera haciendo de las suyas. Y los hispanos trumpistas han luchado contra el comunismo.
Mientras aquí, la dictadura sanchista sigue campando a sus anchas. En el fondo, Sánchez ganó porque a los españoles no les preocupa su país como a los yankees sí les preocupa el suyo. Si tuviéramos a Nadal o Florentino Pérez en plan Elon Musk, hubiéramos sacado de una vez por todas el sanchismo.
La derecha debería de haber contado con Nadal o Flo, pero parece que la gente quiere ser presidente del Madrid antes que de su país. La izquierda está muy anillada glamourosamente con trepas como Almodólar ($), actores o cantantes como Rosalía. En la izquierda sí hay una industria que representa ese mundo glamouroso donde reina la subvención.
Parece que la derecha española no puede tener su líder cómo sí lo ha tenido Trump (Bezos moviendo los hilos en los medios de comunicación, y Musk se la ha sacado en estas elecciones). Por eso, la derecha española no saca pecho de sus representantes más universales a nivel cultural o deportivo. Eso provocó que la derecha no fuese unida a las elecciones porque no hay una derecha popular. Tendríamos que haber puesto a Ayuso de líder más el apoyo de los mejores empresarios o deportistas que deberían de haber dado un paso al frente.
Es que en España se prefiere ser élite del bienestar que sentirse español. Justo lo que no no ha pasado en EEUU. Los españoles se han conformado con ser la clase media del ego del bienestar y no la clase media de los valores del Estado del bienestar. Mientras tenga mi rutina hecha da igual que Sánchez siga destruyendo el país.
La victoria de Trump era muy importante, han sabido entender lo que se jugaban. Los yankees han luchado por su país, sabían que no podían permitir que el mundo pogre siguiera haciendo de las suyas. Y los hispanos trumpistas han luchado contra el comunismo.
Mientras aquí, la dictadura sanchista sigue campando a sus anchas. En el fondo, Sánchez ganó porque a los españoles no les preocupa su país como a los yankees sí les preocupa el suyo. Si tuviéramos a Nadal o Florentino Pérez en plan Elon Musk, hubiéramos sacado de una vez por todas el sanchismo.
La derecha debería de haber contado con Nadal o Flo, pero parece que la gente quiere ser presidente del Madrid antes que de su país. La izquierda está muy anillada glamourosamente con trepas como Almodólar ($), actores o cantantes como Rosalía. En la izquierda sí hay una industria que representa ese mundo glamouroso donde reina la subvención.
Parece que la derecha española no puede tener su líder cómo sí lo ha tenido Trump (Bezos moviendo los hilos en los medios de comunicación, y Musk se la ha sacado en estas elecciones). Por eso, la derecha española no saca pecho de sus representantes más universales a nivel cultural o deportivo. Eso provocó que la derecha no fuese unida a las elecciones porque no hay una derecha popular. Tendríamos que haber puesto a Ayuso de líder más el apoyo de los mejores empresarios o deportistas que deberían de haber dado un paso al frente.
Es que en España se prefiere ser élite del bienestar que sentirse español. Justo lo que no no ha pasado en EEUU. Los españoles se han conformado con ser la clase media del ego del bienestar y no la clase media de los valores del Estado del bienestar. Mientras tenga mi rutina hecha da igual que Sánchez siga destruyendo el país.