Los turistas dan la espalda a toda la costa catalana. Les dá yuyu ver a los paletos colocando cruces amarillas en las playas.
No sólo es Barcelona: los turistas dan la espalda a toda la costa catalana en verano
Las compañías asentadas en la Costa Dorada y la Costa Brava sufren la caída de ingresos por la debacle separatista.
La guerra de las cruces en las playas catalanas ha pasado factura al turismo. Los visitantes no han visto con buenos ojos que desde antes del verano grupos separatistas invadieran las playas de la región con cruces amarillas provocando enfrentamientos con otros bañistas que intentaban quitarlas. Si a esto le sumamos las manifestaciones y los episodios de violencia en las calles de las principales ciudades, no es de extrañar que Cataluña haya perdido el atractivo para los viajeros.
Así lo confirmó ayer jueves la patronal turística Exceltur en la presentación de su último informe. "El turismo en Cataluña sigue siendo muy preocupante. En la región siguen sufriendo caídas que se han trasladado de Barcelona a destinos tradicionales de sol y playa como la Costa Brava o Salou", señaló el vicepresidente del lobby, José Luis Zoreda. "La inestabilidad política, los altercados callejeros y las trifulcas por poner o quitar las cruces en las playas", son los principales motivos que han estropeado la temporada de verano en la autonomía que preside Quim Torra.
El informe señala que la rentabilidad de las empresas turísticas catalanas ha seguido bajando en el tercer trimestre, con especial incidencia en la ciudad de Barcelona. En concreto, el 70,2% de estas compañías vieron reducir sus resultados en los meses de verano con respecto al mismo periodo de 2017, tal y como observan en su Encuesta de Confianza Empresarial.
Haciendo alusión a los datos del INE, los ingresos de las empresas turísticas de la región cayeron un 3,8% entre junio y agosto, que en el caso de las que están asentadas en Barcelona se desplomaron un 6,9%. "La inestabilidad política en Cataluña sigue afectando principalmente a los turistas de negocio y de mayor gasto, que visitan Barcelona, junto a una menor demanda nacional", señala el texto.
En las zonas más emblemáticas del litoral catalán, como la Costa Brava (-2,7%), la Costa Dorada (-3,9%) y la Costa de El Garraf (6,2%), también se produjeron descensos de los ingresos, "influido sobre todo por la caída de la demanda nacional", señala el informe.
Ni José Luis Zoreda ni el director de Estudios e Investigación de Exceltur, Oscar Perelli, quisieron pronunciarse sobre si ha habido boicot a Cataluña por parte de los turistas del resto de España. "Reflejar ese boicot es imposible, pero lo que sí es cierto es que se ha dado una mala imagen", apuntó Perelli.
En el otro lado de la tabla se ha situado, País Vasco, Castilla-La Mancha y Extremadura, que consiguieron cerrar el verano con una generalizada mejora de sus resultados empresariales. Estas regiones "cuentan con un producto diferenciado y a su vez se ubican en entornos atractivos y renovados y los que compiten principalmente por precio", explica el texto.
Turquía y Egipto ponen fin a la "tormenta perfecta"
Otro motivo que ha desinflado la euforia turística en España este verano ha sido el fin del turismo prestado.Este término hace referencia a los viajeros que de no ser por los periodos de inestabilidad en otros países, como Egipto o Túnez, no vendrían a pasar sus vacaciones a España. "Los factores geopolíticos nos han favorecido, pero esa tormenta perfecta ya no está", señaló Zoreda. "Turquía y Egipto se están recuperando rapidísimamente, lo que ha perjudicado a destinos españoles más clásicos, como Baleares o Canarias", añadió.
Tanto es así, que en el último año (período septiembre 2017- agosto 2018) ambos países recibieron 47,7 millones de turistas, un millón más que los 46,8 que recibían en el mismo periodo de 2014 y 2015 o los 42 millones de 2010, antes de la ola de atentados e inestabilidad que afectó gravemente a su atractivo turístico. Egipto y Túnez "ya han recuperado todo lo que nos habían prestado", apuntó Perelli.
No obstante, a lo largo de 2018 los ritmos de crecimiento de estos países se han ido normalizado en torno a tasas interanuales del 13% (con datos disponibles de Turquía de julio y agosto), por debajo de los aumentos del 30-40% registrados desde mediados de 2017. En el caso de Turquía han contado con la ventaja adicional de la fuerte depreciación de la Lira Turca.
Así, después de años consecutivos de récord de llegadas de turistas extranjeros, nuestro país ha sufrido una pérdida en el número de visitantes de este año. Según las últimas previsiones oficiales del Gobierno, España cerrará 2018 con un total de 81,2 millones de turistas internacionales, lo que supone un descenso del 0,8% con respecto al dato histórico de 2017.
Exceltur señaló que la caída de visitantes durante julio y agosto, los meses estrella del verano, fue aún más acusada: del 3,4%. Todavía más preocupante es el dato de pernoctaciones hoteleras de este periodo, que caen un 9,1%, debido a que los turistas han reducido las noches que pasan en nuestro país. La parte positiva es que los turistas que vinieron, aunque fueron menos, gastaron un 0,7% más.
Críticas al pacto PSOE-Podemos
De cara el futuro las previsiones de Exceltur no son mejores, sobre todo, después del último acuerdo del Gobierno y Podemos para aprobar los Presupuestos. El lobby turístico cargó contra las principales medidas pactadas por ambos partidos, como la subida del Impuesto de Sociedades, "que puede reorientar las actividades de las empresas a otros lugares de fuera de España", avisó Zoreda.
También criticó la subida fiscal a los dividendos obtenidos en el extranjero, "que en el pasado reciente han asegurado a lo largo de la crisis la viabilidad de empresas y sus reinversiones en España". Exceltur pidió al Ejecutivo de Sánchez "evitar cargas adicionales para preservación medioambiental", como la subida de impuestos al diésel, "que encarezcan los desplazamientos turísticos internos en los vehículos particulares que utilizan estos carburantes y reduzcan la rentabilidad de operadores clave".
En materia laboral, el lobby clamó por "políticas de remuneración lo más vinculadas posible a la productividad para asegurar la viabilidad del empleo", en una clara referencia a la subida del Salario Mínimo a 900 euros. No faltó tampoco una petición de aumento del presupuesto de la Secretaría de Estado de Turismo y de las inversiones públicas.
No sólo es Barcelona: los turistas dan la espalda a toda la costa catalana en verano - Libre Mercado
No sólo es Barcelona: los turistas dan la espalda a toda la costa catalana en verano
Las compañías asentadas en la Costa Dorada y la Costa Brava sufren la caída de ingresos por la debacle separatista.
La guerra de las cruces en las playas catalanas ha pasado factura al turismo. Los visitantes no han visto con buenos ojos que desde antes del verano grupos separatistas invadieran las playas de la región con cruces amarillas provocando enfrentamientos con otros bañistas que intentaban quitarlas. Si a esto le sumamos las manifestaciones y los episodios de violencia en las calles de las principales ciudades, no es de extrañar que Cataluña haya perdido el atractivo para los viajeros.
Así lo confirmó ayer jueves la patronal turística Exceltur en la presentación de su último informe. "El turismo en Cataluña sigue siendo muy preocupante. En la región siguen sufriendo caídas que se han trasladado de Barcelona a destinos tradicionales de sol y playa como la Costa Brava o Salou", señaló el vicepresidente del lobby, José Luis Zoreda. "La inestabilidad política, los altercados callejeros y las trifulcas por poner o quitar las cruces en las playas", son los principales motivos que han estropeado la temporada de verano en la autonomía que preside Quim Torra.
El informe señala que la rentabilidad de las empresas turísticas catalanas ha seguido bajando en el tercer trimestre, con especial incidencia en la ciudad de Barcelona. En concreto, el 70,2% de estas compañías vieron reducir sus resultados en los meses de verano con respecto al mismo periodo de 2017, tal y como observan en su Encuesta de Confianza Empresarial.
Haciendo alusión a los datos del INE, los ingresos de las empresas turísticas de la región cayeron un 3,8% entre junio y agosto, que en el caso de las que están asentadas en Barcelona se desplomaron un 6,9%. "La inestabilidad política en Cataluña sigue afectando principalmente a los turistas de negocio y de mayor gasto, que visitan Barcelona, junto a una menor demanda nacional", señala el texto.
En las zonas más emblemáticas del litoral catalán, como la Costa Brava (-2,7%), la Costa Dorada (-3,9%) y la Costa de El Garraf (6,2%), también se produjeron descensos de los ingresos, "influido sobre todo por la caída de la demanda nacional", señala el informe.
Ni José Luis Zoreda ni el director de Estudios e Investigación de Exceltur, Oscar Perelli, quisieron pronunciarse sobre si ha habido boicot a Cataluña por parte de los turistas del resto de España. "Reflejar ese boicot es imposible, pero lo que sí es cierto es que se ha dado una mala imagen", apuntó Perelli.
En el otro lado de la tabla se ha situado, País Vasco, Castilla-La Mancha y Extremadura, que consiguieron cerrar el verano con una generalizada mejora de sus resultados empresariales. Estas regiones "cuentan con un producto diferenciado y a su vez se ubican en entornos atractivos y renovados y los que compiten principalmente por precio", explica el texto.
Turquía y Egipto ponen fin a la "tormenta perfecta"
Otro motivo que ha desinflado la euforia turística en España este verano ha sido el fin del turismo prestado.Este término hace referencia a los viajeros que de no ser por los periodos de inestabilidad en otros países, como Egipto o Túnez, no vendrían a pasar sus vacaciones a España. "Los factores geopolíticos nos han favorecido, pero esa tormenta perfecta ya no está", señaló Zoreda. "Turquía y Egipto se están recuperando rapidísimamente, lo que ha perjudicado a destinos españoles más clásicos, como Baleares o Canarias", añadió.
Tanto es así, que en el último año (período septiembre 2017- agosto 2018) ambos países recibieron 47,7 millones de turistas, un millón más que los 46,8 que recibían en el mismo periodo de 2014 y 2015 o los 42 millones de 2010, antes de la ola de atentados e inestabilidad que afectó gravemente a su atractivo turístico. Egipto y Túnez "ya han recuperado todo lo que nos habían prestado", apuntó Perelli.
No obstante, a lo largo de 2018 los ritmos de crecimiento de estos países se han ido normalizado en torno a tasas interanuales del 13% (con datos disponibles de Turquía de julio y agosto), por debajo de los aumentos del 30-40% registrados desde mediados de 2017. En el caso de Turquía han contado con la ventaja adicional de la fuerte depreciación de la Lira Turca.
Así, después de años consecutivos de récord de llegadas de turistas extranjeros, nuestro país ha sufrido una pérdida en el número de visitantes de este año. Según las últimas previsiones oficiales del Gobierno, España cerrará 2018 con un total de 81,2 millones de turistas internacionales, lo que supone un descenso del 0,8% con respecto al dato histórico de 2017.
Exceltur señaló que la caída de visitantes durante julio y agosto, los meses estrella del verano, fue aún más acusada: del 3,4%. Todavía más preocupante es el dato de pernoctaciones hoteleras de este periodo, que caen un 9,1%, debido a que los turistas han reducido las noches que pasan en nuestro país. La parte positiva es que los turistas que vinieron, aunque fueron menos, gastaron un 0,7% más.
Críticas al pacto PSOE-Podemos
De cara el futuro las previsiones de Exceltur no son mejores, sobre todo, después del último acuerdo del Gobierno y Podemos para aprobar los Presupuestos. El lobby turístico cargó contra las principales medidas pactadas por ambos partidos, como la subida del Impuesto de Sociedades, "que puede reorientar las actividades de las empresas a otros lugares de fuera de España", avisó Zoreda.
También criticó la subida fiscal a los dividendos obtenidos en el extranjero, "que en el pasado reciente han asegurado a lo largo de la crisis la viabilidad de empresas y sus reinversiones en España". Exceltur pidió al Ejecutivo de Sánchez "evitar cargas adicionales para preservación medioambiental", como la subida de impuestos al diésel, "que encarezcan los desplazamientos turísticos internos en los vehículos particulares que utilizan estos carburantes y reduzcan la rentabilidad de operadores clave".
En materia laboral, el lobby clamó por "políticas de remuneración lo más vinculadas posible a la productividad para asegurar la viabilidad del empleo", en una clara referencia a la subida del Salario Mínimo a 900 euros. No faltó tampoco una petición de aumento del presupuesto de la Secretaría de Estado de Turismo y de las inversiones públicas.
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