Hay Alternativa
Madmaxista
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Muchas empresas tienen formularios para hacer una consulta, reclamación o queja en sus web . Suelo pensar que esa es la vía más directa de comunicación con el departamento adecuado. Pero en ocasiones es una auténtica odisea.
Te piden un montón de datos, datos que ya tienen porque te has tenido que identificar en la web cuando o ya estabas identificado o has tenido que registrarte. Será por asegurarse, piensas.
Entonces te obligan a decir decir cosas que no sabes. Como a qué departamento te diriges, ¿Y yo qué sé de su organigrama? Y te obligan a indicar el motivo, a través de una lista cerrada que en la mayoría de las ocasiones no recoge ninguno que se ajuste a tu necesidad. Acabas eligiendo uno al azar.
Por fin llegas a la casilla para manifestarte, vamos lo que querías hacer desde el principio. Pero en el formulario te limitan el texto de manera que cuando has empezado con un "buenos días" cordial, acabas borrando todo y escribiendo telegráficamente. No importa, nunca cabrá. Así que borrar preposiciones, artículos, adjetivos y signos de puntuación.
Cuando has conseguido por fin describir el caso muy sintéticamente, das a enviar y aparece una especie de relojito que anticipa que la cosa no acabará bien.
Efectivamente, la web te echa y vuelves a identificarte y a escribir la consulta. Si ha habido suerte, te dice que está enviado y te ofrece imprimirlo. Ja, ja. El resultado de la impresión es decepcionante: mucho logo, mucho tonalidad pero de tu texto aparecen apenas dos o tres palabras. Ellos tienen constancia de lo que escribiste, tú no.
Bueno, pero confías en que haya llegado. Y sí, dos semanas después sabes que ha llegado porque recibes un mail que te dice que tienes que adjuntar el dni para que te respondan, por no sé que ley.
Y vuelves a la casilla de salida.
O desistes.
Te piden un montón de datos, datos que ya tienen porque te has tenido que identificar en la web cuando o ya estabas identificado o has tenido que registrarte. Será por asegurarse, piensas.
Entonces te obligan a decir decir cosas que no sabes. Como a qué departamento te diriges, ¿Y yo qué sé de su organigrama? Y te obligan a indicar el motivo, a través de una lista cerrada que en la mayoría de las ocasiones no recoge ninguno que se ajuste a tu necesidad. Acabas eligiendo uno al azar.
Por fin llegas a la casilla para manifestarte, vamos lo que querías hacer desde el principio. Pero en el formulario te limitan el texto de manera que cuando has empezado con un "buenos días" cordial, acabas borrando todo y escribiendo telegráficamente. No importa, nunca cabrá. Así que borrar preposiciones, artículos, adjetivos y signos de puntuación.
Cuando has conseguido por fin describir el caso muy sintéticamente, das a enviar y aparece una especie de relojito que anticipa que la cosa no acabará bien.
Efectivamente, la web te echa y vuelves a identificarte y a escribir la consulta. Si ha habido suerte, te dice que está enviado y te ofrece imprimirlo. Ja, ja. El resultado de la impresión es decepcionante: mucho logo, mucho tonalidad pero de tu texto aparecen apenas dos o tres palabras. Ellos tienen constancia de lo que escribiste, tú no.
Bueno, pero confías en que haya llegado. Y sí, dos semanas después sabes que ha llegado porque recibes un mail que te dice que tienes que adjuntar el dni para que te respondan, por no sé que ley.
Y vuelves a la casilla de salida.
O desistes.