LOS PARTIDOS POLÍTICOS SON PRESUNTAS POLÍTICAS PIRAMIDALES... PORQUE SUS IDEOLOGÍAS SON ESTADAS PIRAMIDALES...

qaral

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El comunismo, socialismo, capitalismo... Todas las ideologías, hasta las religiosas, son estafas piramidales... se fundamentan en el fundamentalismo de la estafa de una pirámide jerárquica, para usar a sus acólitos-as como esclavos-as para el enriquecimiento de su liderazgo... Así de claro y rotundo... Cuando el pueblo, que es por el pueblo y para el pueblo, erradique los ideologismos y los partidos, los que quieran política y sus ideologías se lo pague, porque los vicios se los paga uno-a... Las democracias recuperarán sus libertades y sobre todo SU ESTADO DEL BIENESTAR...

Estafa piramidal, ¿Qué es y qué tipos existen?
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por Software DELSOL

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Todos hemos escuchado alguna vez por algún amigo o conocido de un negocio en el que se acaba de meter y que promete rentabilidades estupendas y fuera de lo común. Es normal que cuando se escuchan este tipo de maravillas puedas llegar a desconfiar del negocio que te comentan, y es que no resultaría nada extraño que se tratara de una estafa piramidal.
Las estafas piramidales han existido desde siempre pero es quizás en los siglos XX y XXI cuando más se han producido, aunque también cuando más pronto han caído debido a la labor persecutoria de las administraciones públicas estatales. Pero si no conoces muy bien en qué consiste una estafa piramidal, los tipos que existen y algún caso real muy conocido no te pierdas este post porque será muy útil para ayudarte a identificar cualquier negocio de este tipo que puedan ofrecerte.
¿Qué se considera estafa piramidal?
Una estafa piramidal también conocida como esquema piramidal es un tipo de negocios en el cual los propios participantes deben hacerlo crecer a través de la creación de una red en la que captan a nuevos participantes con el objetivo de que los nuevos vayan produciendo beneficios para los participantes originales.
Generalmente este tipo de estafas suelen camuflarse bajo la venta de algún producto o servicio que se supone que debe ser el centro del negocio y el objetivo de ventas, pero en realidad lo único que interesa y lo que sostiene el mismo es la entrada de nuevos participantes, que normalmente tienen que realizar algún pago inicial para entrar.
Los inversionistas nuevos del sistema ayudan a nutrir las ganancias de los que llegaron antes así como de la propia empresa matriz. El sistema adquiere un esquema de reparto con una gran base de inversionistas que se van reduciendo a medida que se va atrás en antigüedad y que llega hasta la propia empresa y es esto lo que le otorga a la estructura una forma de pirámide que da nombre al sistema fraudulento.
Este tipo de sistemas suelen irse a la quiebra tan pronto como no entren suficientes inversores nuevos como para que la empresa pueda pagar los beneficios prometidos, momento en el que colapsará y todo el mundo perderá lo invertido. Por fortuna este tipo de situaciones son cada vez menos comunes debido a que las autoridades regulatorias del mercado están muy pendientes del nacimiento de este tipo de esquemas aunque no por ello hay que bajar la guardia ante cualquier propuesta de participación en negocios de este tipo.
La estafa piramidal es ilegal en muchos países del mundo pero en otros no está prohibida legalmente, aunque si se encuentra en un situación alegal no tipificada por la legislación. Es por ello por lo que hay que extremar las precauciones cuando una estafa piramidal muestra documentos que acreditan su legalidad en un determinado país para inspirar confianza a los inversores, ya que no es garantía de que la empresa sea fiable si su sede social está en un país sin regulación concreta a este respecto.
¿Qué tipos de estafa piramidal existen?
De forma general las estafas piramidales se pueden clasificar en dos tipos diferentes: pirámides abiertas y pirámides cerradas.
Pirámides abiertas
Las pirámides abiertas son aquellas en las que los participantes de la misma conocen su estructura y cómo funciona la pirámide. Esto las sitúa a medias entre el fraude y la legalidad ya que aunque el inversor conoce la estructura del negocio lo cierto es que en la mayoría de ocasiones no llega a estar informado de las consecuencias reales de estar en un negocio de este tipo.
Existe una gran controversia al respecto de las pirámides abiertas debido a que muchas personas suelen confundirlas con los negocios de ventas multinivel. En cualquier caso puede llegar a serlo cuando se obliga de alguna manera a los vendedores a hacer una primera compra del producto para entrar al negocio, un producto que el vendedor tendría que quedarse si no encontrase compradores para él. No resulta extraño encontrar personas que entran en un negocio de ventas multinivel y compra X unidades de un determinado dispositivo y luego se va a la quiebra por no encontrar vendedores como pensaba que haría.
De todas formas un ejemplo claro de estafa piramidal abierta son las células de abundancia. Este tipo de sistemas prometen ser altamente beneficiosos para los inversores con rentabilidades que pueden llegar incluso al 800% en poco tiempo. En internet existen multitud de programas de este tipo conocidos como HYIP que duran pocas semanas y en las que conseguir una rentabilidad de este tamaño es muy difícil.
Esto es así porque si el inversor invierte por ejemplo 10.000 euros necesitaría la entrada de 8 inversores que invirtieran la misma cantidad para cubrir sus beneficios. La duración de estos programas es escasa y participar en ellos es como comprar boletos de lotería, te puede tocar el premio pero también puedes perderlo todo, siendo más probable esto último.
Pirámides cerradas
Las pirámides cerradas son modelos que se basan en que existe una persona que actúa como la puerta del sistema y además se hace dueño de la pirámide. Esa persona realiza todas las gestiones, es quien recibe las inversiones de los nuevos miembros y devuelve los intereses prometidos a los inversores.
Esta persona o empresa no usa el dinero de los inversores para invertirlo en ningún tipo de negocio sino que lo va repartiendo como devolución de los aportes depositados junto con los intereses prometidos, aunque una parte de esos ingresos los destina a captar nuevos miembros para el sistema.
Las pirámides cerradas también se conocen como esquema Ponzi y por desgracia existen muchos casos recientes de personas que en nuestro país han caído en las redes de estos empresarios estafadores. Los casos más conocidos por el número de miembros afectados de forma reciente han sido la empresa brasileña Telexfree y la portuguesa LibertaGia, que tras tomar los ahorros de miles de personas se fueron a la quiebra por la insostenibilidad del sistema.
Claves para detectar una estafa piramidal
Para no caer en la trampa de este tipo de negocios fraudulentos que conllevan tanto riesgo para el inversor es necesario saber detectarlos. Algunas de las claves más importantes son las siguientes:
Rentabilidades elevadas en plazos breves de tiempo: normalmente este tipo de negocios se presentan como una oportunidad de negocio única y muy rentable con rentabilidades muy atractivas desde el comienzo, algo que debe hacer desconfiar a cualquier inversor.
Reclutamiento de nuevos miembros: si el sistema necesita que entren nuevos miembros para que el sistema funcione lo mejor es ponerse en alerta y salir huyendo de este negocio, ya que tiene toda la pinta de tratarse de estafa piramidal.
Origen dudoso de la rentabilidad: si no se explica en dónde se invierte el dinero y cómo se genera la rentabilidad tan elevada lo más normal es que exista un fraude detrás. También es conveniente huir cuando te den una explicación poco convincente mencionando algún negocio innovador que nunca antes hayas escuchado.
Las estafas piramidales suelen estar al acecho de inversores poco experimentados, pero con la ayuda de la información que hemos ofrecido en este post sabrás identificar este tipo de estafas y huir de ellas.
¿Sabes qué es y cómo reconocer un negocio piramidal?
OCTUBRE 28, 2019
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¿Ya te han invitado a participar en una de esas “maravillosas” oportunidades donde te ofrecen villas y castillos para ganar dinero fácil? Seguramente con la promesa de multiplicar tu dinero de manera fácil y en poco tiempo, con regalos increíbles y pagarte más si llevas a otras personas. ¿Sí? Lo más probable es que sea un negocio piramidal.
¿Qué es y cómo funciona un negocio piramidal?
El negocio piramidal es conocido también como el esquema Ponzi. Básicamente, son esquemas de negocio en donde no existe una actividad o inversión real que los respalde. Ten en cuenta que siempre hay una persona que inicia la pirámide para captar más personas o inversionistas. Luego, les permite a estos nuevos participantes obtener beneficios a cambio de asociar más personas a la pirámide.
Para que el negocio piramidal funcione, la cantidad de participantes nuevos ha de ser mayor al de los existentes originalmente. Precisamente, esta es la causa por la que este esquema de negocio se denomine pirámide.
Cuando merma el número de nuevos inversionistas, en el negocio piramidal, los beneficios de los participantes originales disminuyen. Al final, muchos participantes acaban sin obtener nada después de haber costeado las ganancias de los primeros.
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10 tips para reconocer un negocio piramidal y no perder tu dinero
  • Lo importante no es vender
  • Lo que interesa es reclutar a nuevos miembros
  • Gira entorno al tiempo y dinero del inversionista
  • Sus ingresos no provienen de la venta de productos
  • Los beneficios derivan del dinero aportado por los nuevos inversores
  • Por lo general no emite facturas
  • No se suele mostrar domicilio físico o datos fiscales
  • Ofrece ganancias exorbitantes y en muy poco tiempo
  • No está muy claro de dónde salen las ganancias que prometen
Si estás pensando en cómo generar ingresos o quizás en cómo generar ingresos extras, ya sabes que todo negocio piramidal está destinado a morir en algún momento. Ha quedado claro, además, que no son la mejor oportunidad para lograrlo. Mejor desconfía de aquellos negocios que te ofrecen maravillosas ganancias en poco tiempo, pues sin duda representan un gran riesgo de perder tu dinero.


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Política piramidal
Posted on January 16, 2013
PIRAMIDEQue la organización política es piramidal ya se sabe, siempre ha existido la figura del líder y la de las bases, y desde la altura del liderazgo hasta el terreno situado a ras de suelo, el número de personas se va ampliando hasta formar una estructura con forma de pirámide. Lo que no se tenía tan claro es que la forma de hacer política también sigue en muchos casos una estrategia piramidal, y no porque se propongan muchas cosas y luego sólo se hagan unas pocas, sino porque con frecuencia se juega con los sentimientos y el tiempo para evitar la realidad, no para afrontarla, en busca de unos beneficios futuros que nunca se producirán. Algo similar a lo ocurrido con la crisis financiera y las estafas piramidales.
Evadirse de la realidad es una necesidad del ser humano que surge ante diferentes circunstancias y busca distintos objetivos. Unas veces está más relacionada con el sentido de trascendencia que nace de la imaginación, del pensamiento abstracto y la creatividad, y otras lo está con el deseo de escapar de una realidad que le resulta incómoda o negativa. Mirar a la realidad con cierta distancia es bueno para entender su significado y para tener una imagen global de lo que sólo se percibe como algo puntual e inmediato. Y del mismo modo, abstraerse de los problemas nos da un cierto sosiego que luego, al regresar, nos permite afrontar esas dificultades con más energía y quizás con alguna nueva estrategia nacida de la distancia.
En cualquier caso, la evasión significa regreso, no se puede vivir permanentemente en las nubes salvo que se busque el batacazo consecuente a la desconsideración de la Ley de la Gravedad. Los paseos fuera de la realidad son como los que los astronautas realizan por el espacio, si no hay una conexión con la nave que viaja por el universo del día a día, el paseo se puede convertir en un viaje eterno a ninguna parte.

Por eso me sorprende que desde hace años parte de la estrategia de los partidos políticos sea la evasión para afrontar la realidad fuera de ella. Muchas de las propuestas más llamativas de los programas son proyectos inabordables que sólo sirven para vender un futuro que no se tiene, pero que sí puede apartar de la realidad la mirada de los ciudadanos y ciudadanas, acostumbrados a buscar soluciones mirando al cielo en lugar de alrededor. El problema es que mientras ocurre todo eso las dificultades siguen presentes y minan la esperanza de quienes esperaban del futuro la solución a los problemas que nunca salieron del pasado.
Por eso recuerda mucho a la estafas piramidales que han dado lugar a la crisis financiera, y no me extrañaría nada que esta situación estuviera en la raíz de la crisis política que vive la sociedad. Se promete una cosa que no se tiene, y cuando llega el momento de pagar se busca alguna excusa para justificar que no se ha hecho, pero no se devuelve la ilusión ni la confianza, sino que se pide renovar el compromiso sobre otra promesa que supera la anterior y permite alejarse aún más del plano de sustentación. Luego vuelve a ocurrir lo mismo cuando llega el momento de devolver el crédito ciudadano, y otra vez aparecen las circunstancias y los culpables en el bando de enfrente. Y de nuevo, como solución, se sube un nivel mas en esa pirámide evasiva, hasta que la tozuda realidad o los dueños de las tijeras cortan los hilos para que todo se venga abajo y, de paso, con las tijeras en la mano, recortar derechos, confianza y la ilusión que debe llevar a un proyecto común. Actuar así es ser banqueros del capital social e invertirlo en valores de riesgo y de alta rentabilidad política, en cuanto que permite hacer y deshacer con el único compromiso de continuar levantando la pirámide de promesas.
Una crisis es una ruina, no sólo por habitar entre los escombros de una situación de bienestar que se viene abajo, sino porque no es rentable para la convivencia ni para hacer sociedad. La crisis es el terreno abonado para el individualismo y para el materialismo que sólo mira lo inmediato, y se aprovecha de que al producirse la vista ya está cansada de tanto mirar al cielo y al brillo de las promesas doradas que nunca llegaron a posarse sobre la realidad.

Y ahora habitamos esa crisis social y vivencial, no sólo económica, de lo contrario no estaría pasando todo como si no ocurriera nada, la gente no se sentiría culpable de lo que otros le hacen sufrir, ni tampoco agradecida de que se cometan injusticias con ella. Me recuerda a lo que te dicen muchas mujeres maltratas, “me pega, pero por lo menos le importo”.
La sociedad no necesita nuevas promesas, sino propuestas y soluciones. Y una propuesta no es decir lo que uno no haría, sino explicar lo que llevaría a cabo y cómo la abordaría. Quizás si se hiciera ese esfuerzo todos entenderíamos que no caben milagros, pero sí responsabilidad para que las cosas sean como se decidan que sean. Así nadie se llevaría sorpresas ni sustos, y quizás, sólo quizás, se participaría más y de otro modo. Y quizás así la democracia sería más grande.
 
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