Los nietos del Rey usaron las tarjetas 'black' en Uber, El Corte Inglés y clases de piano

El Pionero

Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
Desde
16 May 2014
Mensajes
35.575
Reputación
119.278
Lugar
Marbella de tal y tal
La investigación en torno a Juan Carlos I por usar dinero sin declarar de un empresario mexicano para pagar gastos privados salpica a otros miembros de su familia. Sus hijas Elena y Cristina y varios de sus nietos también emplearon esos fondos durante al menos tres ejercicios fiscales para abonar desplazamientos de Uber, compras en El Corte Inglés y hasta clases de piano, según han confirmado a El Confidencial fuentes próximas al procedimiento. Por contra, las pesquisas indican que ni Felipe VI, ni la reina Letizia ni tampoco sus hijas, Leonor y Sofía, tocaron ese dinero. Más allá del Rey emérito, Froilán y Victoria Federica fueron los que más recurrieron a esta línea de financiación.

Juan Carlos I barajaba presentar a Hacienda una regularización voluntaria de estas tras*ferencias para eludir posibles consecuencias penales derivadas de este escándalo, pero esa opción está ahora en el aire. Las pesquisas, que están en manos de la Fiscalía del Tribunal Supremo desde noviembre, rastrean supuestas aportaciones económicas del antiguo directivo de Goldman Sachs e inversor inmobiliario Allen Sanginés-Krause al monarca para que este sufragara vuelos, hoteles, restaurantes y otras partidas de carácter personal.

Juan Carlos I barajaba presentar a Hacienda una regularización voluntaria de estas tras*ferencias para eludir posibles consecuencias penales derivadas de este escándalo, pero esa opción está ahora en el aire. Las pesquisas, que están en manos de la Fiscalía del Tribunal Supremo desde noviembre, rastrean supuestas aportaciones económicas del antiguo directivo de Goldman Sachs e inversor inmobiliario Allen Sanginés-Krause al monarca para que este sufragara vuelos, hoteles, restaurantes y otras partidas de carácter personal.

Las entregas de dinero comenzaron presuntamente en 2016, dos años después de que Juan Carlos I abdicara y perdiera su condición de inviolable, y no se detuvieron hasta 2018. Las tras*ferencias no llegaban directamente a Zarzuela. Sanginés-Krause, nacido en México aunque también con nacionalidad británica, giraba los fondos a una cuenta bancaria administrada por un colaborador de la Casa del Rey, el coronel del Ejército del Aire y ayudante de campo Nicolás Murga. Las facturas del jefe del Estado durante casi 40 años se cargaban en ese depósito o eran abonadas con tarjetas de crédito a nombre del militar vinculadas a la misma cuenta. De ese modo, el rastro del Rey emérito quedaba oculto y, de cara a la Agencia Tributaria, se trataba de gastos efectuados por el coronel.

Las alarmas saltaron al cruzar los pagos de Murga con su salario público. En un primer momento, el caso apuntó únicamente al monarca, pero nuevas averiguaciones señalan que las infantas Elena y Cristina y varios de sus hijos también se beneficiaron de ese sistema para disfrutar de fondos opacos. En concreto, las hermanas y sobrinos de Felipe VI habrían cargado en la cuenta a la que llegaba el dinero del industrial mexicano numerosos recibos por trayectos en vehículos de Uber, decenas de tiques de compra en El Corte Inglés y otros centros comerciales e incluso recibos de clases de piano, aseguran fuentes cercanas al caso.

Juan Carlos I se interesa por una posible regularización con Hacienda
Froilán y Victoria Federica, los dos hijos de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, fueron los que hicieron un uso más intensivo de esta fórmula de pago. En lo que respecta a los pagos en El Corte Inglés, los descendientes del Rey emérito no solo usaron la tarjeta de crédito del coronel. También se han descubierto cargos efectuados con tarjetas cliente de la propia cadena de grandes almacenes que se alimentaban igualmente con el saldo disponible en la cuenta del militar.

El volumen que habría circulado por este canal de financiación superaría en al menos tres ejercicios los 250.000 euros anuales, la cuantía que marca el límite para que un fraude a Hacienda por tras*ferencias no declaradas se convierta en delito fiscal, castigado con hasta cinco años de prisión. Como adelantó este diario, los fondos del financiero mexicano también fueron utilizados por la infanta Elena para comprar una yegua de competición para su hija Victoria Federica. El mantenimiento del animal, bautizado con el nombre de Dibelunga, fue abonado con el mismo método.


Los abogados de Juan Carlos I tenían previsto realizar una regularización voluntaria del dinero recibido de Sanginés-Krause antes de que Hacienda comunicara al Rey emérito la apertura de una inspección. De ese modo, podía haber evitado una acusación por la vía penal. Sin embargo, la filtración de la medida podría desactivar esa estrategia.

El monarca ya ha perdido el factor sorpresa. La Agencia Tributaria tiene tiempo de reaccionar. Además, no está claro que el reconocimiento del fraude sea suficiente para cerrar el caso. Antes de archivar sus diligencias, la Fiscalía tendría que investigar el origen de los fondos y el del dinero usado para pagar la multa correspondiente. Asimismo, el caso continuaría si existen indicios de que, junto al posible fraude fiscal, se cometieron otros delitos, como blanqueo de capitales, cohecho o tráfico de influencias.

Los nietos del Rey usaron las tarjetas 'black' en Uber, El Corte Inglés y clases de piano
 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Volver