Los millones de personas que Stalin y Beria salvaron de una fin segura

Malditos Bastardos

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“60 de los 61 cargos presentados contra Stalin y Beria son falsos”

“60 de los 61 cargos presentados contra Stalin y Beria son falsos”

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Como parte de la serie de artículos que estamos lanzando estos días para contribuir a desmontar la Leyenda de color que rodea a la URSS y más concretamente al periodo marxista-leninista, hoy queremos rescatar una entrevista concedida al periódico brasileño A Verdade por Grover Furr, catedrático estadounidense y experto en Historia del Movimiento Comunista Internacional.


A Verdade – Hace poco, un gran número de libros han sido publicados para atacar a la persona y la obra de Josif Stalin. ¿Cómo se explica la intensificación de la lucha contra el régimen “estalinista” en los EE.UU. y el mundo?


Grover Furr – Desde finales de 1920, Stalin ha sido el blanco principal del vocerío anticomunista y capitalista. León Trotsky atacó a Stalin para justificar su propia incapacidad para ganarse a las masas trabajadoras de la Unión Soviética. La verdadera causa de la derrota de Trotsky es su interpretación del marxismo –una especie de determinismo económico extremo–: sus predicciones decían que la revolución estaba condenada al fracaso si no era seguida por revoluciones en otros países industrialmente avanzados. Pero la dirección del Partido prefería el primer plan de Stalin para construir el socialismo en un país.


Las ideas de Trotsky tenían (y todavía tienen) una gran influencia en todos los capitalistas y anticomunistas. Los historiadores trotskistas son muy bien recibidos por los historiadores capitalistas. Pierre Broué y Rogovin Vadim, los historiadores trotskistas más destacados de las últimas décadas, han sido elogiados y siguen siendo frecuentemente citados por los historiadores abiertamente reaccionarios. Muchos en la dirección del Partido en 1930 lucharon contra Stalin cuando defendió la democracia dentro del Partido y, sobre todo, mediante elecciones democráticas para los soviéticos.


Las conspiraciones en la década de 1930 revelaron la existencia de una amplia corriente de oposición a las políticas relacionadas con Stalin. Estas conspiraciones existían realmente: la oposición trataba de derrocar al Partido soviético y asesinar a los líderes de gobierno, o tomar el poder encabezando una revuelta en la parte trasera, en colaboración con los alemanes y los japoneses. Nikolai Ezhov, jefe de la NKVD, colaboró con su propia conspiración derechista, incluida la colaboración con el Eje. Con objeto de mantener sus propios fines, ejecutó a cientos de miles de ciudadanos soviéticos completamente inocentes, precisamente por su confianza y lealtad al gobierno soviético.


Cuando Stalin muere, Jruschov y muchos líderes del Partido ven que podían tener la culpa de estas restricciones generales sobre Stalin. También inventó muchas otras mentiras sobre Stalin. No sólo Jruschov, sino Lavrentii Beria y personas cercanas a ambos. Cuando, mucho más tarde (1985), Gorbachov asume el poder, también se da cuenta de que sus “reformas” capitalistas – la salida del socialismo hacia las relaciones capitalistas de mercado- podrían justificarse si su campaña anti- comunista se describiese como un intento de «rectificación de los crímenes de Stalin».


Estas mentiras e historias de terror siguen siendo la forma principal de la propaganda anticomunista, todavía a día de hoy. La tendencia nos muestra que estas medidas se están intensificando, porque los capitalistas están reduciendo los salarios y beneficios sociales de los trabajadores, fomentan la tras*ición hacia un nacionalismo exacerbado, propagan y defienden el racismo y la guerra.


¿Qué le llevó a interesarse por la historia de la URSS?


Grover Furr – Cuando estaba en la universidad, desde 1965 hasta 1969, participé en las protestas contra la guerra de EE.UU. en Vietnam. Un día, alguien me dijo que los comunistas vietnamitas no podían ser “chicos buenos” porque todos eran estalinistas y «Stalin mató a millones de personas inocentes». Eso se me quedó grabado. Probablemente fue por eso, a principios de 1970, por lo que leí la primera edición de El Gran Terror, de Robert Conquest. Me impresionó cuando lo leí. Pero yo conocía un determinado campo de Rusia y podía leer esta lengua, porque yo había estudiado literatura rusa desde la escuela secundaria. Entonces examiné el libro de Robert Conquest cuidadosamente.


¡Al parecer, nadie lo había hecho! Descubrí entonces el uso deshonesto que Conquest hace de sus fuentes. Sus notas no apoyan ninguna de sus conclusiones “anti-Stalin”. Básicamente, hizo uso de cualquier fuente que era hostil a Stalin, independientemente de si era fiable o no. Así que decidí escribir algo coherente. Me tomó un tiempo largo, pero finalmente se publicó en 1988. Durante este tiempo he estudiado la investigación que están realizando nuevos historiadores de la URSS, Arch Getty, Robert Thurston y muchos otros.


Antistalinskaia Podlost, su libro (La Infamia Anti-Estalinista), se publicó recientemente en Moscú. Cuéntenos un poco sobre él.


Grover Furr – Hace una década me enteré de la gran cantidad de documentos que se estaban revelando de archivos secretos de la antigua Unión Soviética, y empecé a estudiarlos. Leí en alguna parte que una o dos declaraciones de Jruschov, en su famoso “informe secreto” de 1956, fueron identificadas como falsas de principio a fin. Por lo tanto, pensé que podría hacer una investigación y escribir un artículo señalando algunos errores expuestos por él durante el “informe secreto”.


Nunca me imaginé encontrar que todo lo que dijo Jruschov (60 de los 61 cargos presentados contra Stalin y Beria) iba a ser completamente falso. Del cargo nº 61 no pude encontrar nada que lo confirmara ni desmintiese. Me di cuenta de que este hecho iba a cambiar todo, ya que prácticamente toda la historia desde 1956 se basa en lo dicho por Jruschov o escritores afines a él. He encontrado que el periodo de la historia soviética con Stalin al frente ha sido completamente tergiversado.


No solo “un error aquí y allá”, sino básicamente un enorme fraude, la mentira más grande del siglo. Y gracias a mi colega de Moscú, Vladimir L. Bobrov, que fue el primero que me mostró estos documentos, me dio valiosos consejos en varias ocasiones y realizó un excelente trabajo de traducción. Sin la dedicación de Vladimir, no habría pasado nada.


En su investigación, usted tenía acceso directo a los archivos soviéticos recientemente desclasificados. ¿Qué dicen estos documentos acerca de los millones de muertos en el socialismo, especialmente durante la administración de Stalin?


Grover Furr – La gente muere todo el tiempo, pero en este caso creo que estamos hablando de muertes “excedentes”. Rusia y Ucrania experimentaban hambre cada tres o cuatro años. La hambruna de 1932-33 se produjo durante la colectivización. No cabe duda de que murieron más personas de las que habrían muerto de forma natural. Sin embargo, muchas personas más morirían en hambrunas sucesivas –cada tres, cuatro años, indefinidamente en el futuro– si no se hacía la colectivización.


La colectivización significó que la hambruna de 1932-33 fue la última, con excepción de la grave hambruna de 1946-1947, que fue mucho peor, pero que se debió a la guerra. Y como he mencionado antes, Nikolai Ezhov deliberadamente mató a miles de personas inocentes. Es interesante considerar lo que podría haber pasado si Rusia no hubiera colectivizado la agricultura, y no hubiese acelerado su programa de industrialización, y si las intrigas de la oposición en la década de 1930 no hubieran sido aplastadas.


Si la URSS no hubiera hecho la colectivización, los nazis y los japoneses habrían ganado. Si el régimen de Stalin no hubiera contenido las conspiraciones derechistas, trotskistas, nacionalistas y los militares, los japoneses y los alemanes habrían conquistado el país. En ambos casos, las víctimas entre los ciudadanos soviéticos habrían sido mucho, mucho más numerosas que los 28 millones de muertos en la guerra. Los nazis habrían apiolado a más judíos, más eslavos y más antifascistas.


Con estos recursos, y tal vez incluso con los ejércitos de la URSS de su parte, los nazis habrían sido mucho, mucho más fuertes a la hora de luchar contra Inglaterra, Francia y los EE.UU. Con los soviéticos y los recursos de petróleo de Sakhalin, los japoneses habrían apiolado a muchos, muchos estadounidenses más. El hecho es que la URSS bajo Stalin salvó al mundo del fascismo no sólo una vez, durante la guerra, sino tres veces: por la colectivización, la derrota de los militares en la oposición derechista-trotskista y en la guerra. ¿Cuántos millones le da?


Algunos autores han tratado de encontrar similitudes entre Stalin y Hitler, y algunos incluso llegan a decir que el supuesto «estalinismo» fue «peor» que el nazismo. ¿Hubo realmente alguna relación entre Stalin y Hitler?


Grover Furr – Los anticomunistas y los capitalistas no examinan la lucha de clases y la explotación. De hecho, pretenden hacer ver que estas cosas no existen o no son importantes. Pero la lucha de clases causada por la opresión es el motor de la historia. Omitir esto es falsificar la historia. Hitler era un capitalista, un autoritario del tipo que es común en muchos países capitalistas. Stalin dirigió el Partido Bolchevique y la URSS, cuando los comunistas de todo el mundo estaban luchando contra todo tipo de explotación capitalista.


Cuando decimos “peor”, siempre debemos preguntarnos: “Peor para quién?” La URSS y el movimiento comunista durante el período de Stalin definitivamente fue “peor que los nazis” para los capitalistas. Por eso odian tanto los capitalistas a Stalin y al comunismo. El movimiento comunista durante el período de Lenin y Stalin, e incluso más tarde, fue la mayor fuerza para la liberación humana en la historia. Y de nuevo tenemos que preguntarnos: “Liberación de quién? Liberación de qué?” La respuesta es: la liberación de la clase obrera en todo el mundo de la explotación capitalista, la miseria y la guerra.


Uno de los ataques más frecuentes a Stalin es que él sería responsable de la hambruna en Ucrania en 1932-1933, también llamada la Gran Hambruna. ¿Esta versión de la historia se corresponde con lo que realmente ocurrió?


Grover Furr – El Holodomor es un mito. Nunca sucedió. Este mito fue inventado por nacionalistas ucranianos pro-fascistas, junto con los nazis. Douglas Tottle lo demostró en su libro El fraude, la hambruna y el fascismo (1988). Arch Getty, uno de los mejores historiadores burgueses (es decir, no marxista y no comunista), también tiene un buen artículo sobre esto. Robert Conquest es el que da la versión antigua de que los soviéticos deliberadamente causaron la hambruna en Ucrania.


No hay la más mínima prueba que pueda confirmar esta visión; por eso, una prueba así nunca ha salido a la luz. El mito del Holodomor persiste debido a que es el “mito fundacional” del nacionalismo ucraniano de derechas. Los nacionalistas ucranianos que invadieron la URSS junto con los nazis, mataron a millones de personas, entre ellas muchos ucranianos. Su única “excusa” es la propaganda de la mentira de que «lucharon por la libertad» contra los comunistas soviéticos, que eran «peores que los nazis».


A Verdade – Por último, deje un mensaje para los trabajadores brasileños.


Grover Furr – ¡Luchad por el comunismo! ¡Todo el poder a la clase obrera de todo el mundo!
 
La gente muere todo el tiempo, pero en este caso creo que estamos hablando de muertes “excedentes”
Si la URSS no hubiera hecho la colectivización, los nazis y los japoneses habrían ganado. Si el régimen de Stalin no hubiera contenido las conspiraciones derechistas, trotskistas, nacionalistas y los militares, los japoneses y los alemanes habrían conquistado el país. En ambos casos, las víctimas entre los ciudadanos soviéticos habrían sido mucho, mucho más numerosas que los 28 millones de muertos en la guerra. Los nazis habrían apiolado a más judíos, más eslavos y más antifascistas.

Y si gobernara VOX o el PP la esa época en el 2020 de la que yo le hablo habría acabado ya con la economía y hubieran muerto miles de personas (Oh wait!).
Se le ve muy sano mentalmente sí.
 
Mi pregunta para el personaje que ha escrito eso es la siguiente. Donde estaban los muros y las pistolas, en el malvado mundo capitalista evitando la huida hacia el paraiso comunista o en el lado contrario?

Gracias por su respuesta
Estaban en Vietnam donde se mataron 3 millones de vietnamitas, en Indonesia donde se masacraon 1 millon y tambien en Chile, Colombia, Brasil, Argentina, Nicaragua, Elsalvador donde el USA apoyo toda clase de ralea para apiolar comunistas.
 

Resultados de búsqueda para “holodomor” – UNIVERSIDAD OBRERA


(Nota del autor: En este artículo me apoyo fuertemente en las pruebas citadas en la investigación de Mark Tauger, de la West Virginia University. Tauger ha dedicado su vida profesional a investigar la agricultura y hambrunas soviéticas y rusas. Es una autoridad mundial en estas materias, y ha sido desaprobado educadamente por los nacionalistas ucranianos y los anticomunistas en general ya que sus investigaciones evidencian sus mentiras.)


La película nacionalista ucraniana “Cosecha Amarga” difunde mentiras inventadas por los nacionalistas ucranianos. En su análisis Louis Proyect difunde estas mentiras.


Proyect cita el artículo de Jeff Coplon “En búsqueda de un holocausto soviético: una hambruna de 55 años alimenta a la Derecha”. En él, Coplon muestra que los líderes anticomunistas occidentales de moda han rechazado cualquier concepto de una hambruna deliberada contra los ucranianos. Siguen negándolo. Proyect omite este hecho.


Hubo una hambruna muy grave en la URSS, incluyendo (pero no limitada) a la RSS de Ucrania, en 1932-33. Pero nunca ha habido ninguna prueba de un “Holodomor” o “hambruna deliberada”, y sigue sin haberla hoy en día.


La ficción del Holodomor fue inventada por los colaboracionistas nazis ucranianos que encontraron asilo en Europea occidental, Canada y EEUU después de la guerra. Una descripción temprana es la de Yurij Chumatskij, ¿Por qué un Holocausto vale más que otros? publicado en Australia en 1986 por “veteranos del Ejército Insurgente Ucraniano”, este trabajo es un ataque ampliado a los “judíos” por ser demasiado pro-comunistas.


El análisis de Proyect perpetúa las siguientes mentiras acerca de la colectivización soviética de la agricultura y la hambruna de 1932-33:


-*Que en su mayoría los campesinos se resistieron a la colectivización porque era una “segunda servidumbre”.


-*Que la hambruna fue causada por la colectivización forzosa, cuando en realidad la hambruna tuvo causas ambientales.


-*Que “Stalin” -la dirección soviética- produjo deliberadamente la hambruna.


-*Que la hambruna tenía como objetivo destruir el nacionalismo ucraniano.


-*Que “Stalin” -el gobierno soviético- “detuvo la política de ucranización”, la promoción de una política para incentivar la cultura y el idioma ucraniano.


Ninguna de estas afirmaciones son ciertas. Ninguna está respaldada por pruebas. Símplemente son afirmaciones de las fuentes nacionalistas ucranianas con el propósito de justificar ideológicamente su alianza con los nazis y la participación en el Holocausto judío, el genocidio de la minoría étnica polaca en Ucrania (las masacres de Volinia de 1943-1944) y el asesinato de judíos, comunistas y muchos campesinos ucranianos tras la guerra.


Su auténtico propósito es equiparar el comunismo con el nazismo (el comunismo es ilegal en la actual ‘Ucrania democrática’; La URSS con la Alemania nancy, Stalin con Hitler.


Colectivización de la Agricultura – La Realidad


Rusia y Ucrania han sufrido hambrunas graves cada pocos años desde hace más de un milenio. Una hambruna acompañó la revolución de 1917, alcanzando proporciones aun mayores entre 1918 y 1920. Otra grave hambruna, mal llamada la “Hambruna del Volga”, golpeó desde 1920 hasta 1921. Hubo hambrunas en 1924 y de nuevo en 1928-1929, esta última especialmente dura en la RSS de Ucrania. Todas estas hambrunas tuvieron causas ambientales. El método medieval de parcelas agrarias y agricultura campesina hizo que la producción agraria eficaz fuese imposible y las hambrunas inevitables.


Los líderes soviéticos, con Stalin entre ellos, decidieron que la única solución era reorganizar la agricultura sobre la base de las granjas industriales a gran escala a imitación de algunas en el medio-oeste americano, las cuales fueron deliberadamente adoptadas como modelo. Cuando los sovjoses o “granjas soviéticas” parecieron funcionar bien, la dirección soviética tomó la decisión de colectivizar la agricultura.


Contrariamente a la propaganda anticomunista, la mayoría de campesinos aceptó la colectivización. La resistencia fue modesta: actos de rebelión rotundos fueron raros. Para 1932 la agricultura soviética, incluyendo la RSS de Ucrania, estaba mayoritariamente colectivizada.


En 1932 la agricultura soviética fue golpeada por una combinación de catástrofes ambientales: sequías en algunas zonas; demasiada lluvia en otras; plagas de moho y tiznón (enfermedades fúngicas); plagas de insectos y roedores. El deshierbe se descuidó a medida que el campesinado se debilitó, reduciendo aun más la producción.


La reacción del Gobierno soviético cambió a medida que el alcance del fracaso de la cosecha de otoño e invierno de 1942 se hacía más evidente.
Creyendo al principio que la mala gestión y el sabotaje fueron las causas principales de una pobre cosecha, el Gobierno apartó muchos miembros del partido y líderes de las granjas colectivas (no hay ninguna evidencia de que fueran “ejecutados” como Mykola en la película). A principios de febrero de 1933 el Gobierno soviético empezó a proveer de cantidades masivas de ayuda en forma de grano a las áreas que sufrían la hambruna.


El Gobierno soviético organizó además redadas en granjas campesinas para confiscar el exceso de grano con el objetivo de alimentar las ciudades, las cuales no producían su propia comida. Además, para frenar la especulación; en una hambruna el grano podría ser revendido por precios inflados. Bajo condiciones de hambruna, no se podría permitir un mercado libre de grano a menos que se dejase morir de hambre a los pobres, como se venía haciendo bajo el Zarismo.


El Gobierno soviético organizó departamentos políticos (politotdely) para ayudar a los campesinos en el trabajo agrario. Tauger concluye: “El hecho de que la cosecha de 1933 fue mucho más cuantiosa que las de 1931-1932 significa que el politotdely a lo largo del país ayudó a las granjas a trabajar mejor.”


La buena cosecha de 1933 fue sacada adelante por una población considerablemente más reducida, ya que muchos murieron durante la hambruna, otros estaban enfermos o debilitados, y otros habían huído a otras regiones o a las ciudades.
Esto refleja el hecho de que la hambruna fue causada no por la colectivización, la interferencia gubernamental, o la resistencia campesina sino por causas ambientales que no seguían presentes en 1933.


La colectivización de la agricultura fue una auténtica reforma, un progreso en la revolución de la agricultura soviética. Todavía habría años de pobres cosechas -el clima de la URSS no cambió- pero gracias a la colectivización, solo habría una hambruna devastadora más en la URSS, la de 1946-1947. El analista más reciente de esta hambruna, Stephen Wheatcroft, concluye que esta hambruna fue causada por condiciones ambientales y los efectos de la guerra.


Las falsas afirmaciones de Proyect


De forma acrítica Proyect repite la autocomplaciente versión histórica de los fascistas ucranianos sin reserva alguna.


-*No hubo una “maquinaria stalinista asesina”


-*Los oficiales comprometidos del Partido no fueron “purgados y ejecutados”


-*”Millones de ucranianos” no fueron “forzados a trabajar en granjas estatales y colectivas”. Tauger concluye que la mayoría de los campesinos aceptó las granjas colectivas y trabajaron bien en ellas.


-*Proyect acepta la afirmación nacionalista ucraniana de “entre 3 y 5 millones de muertes prematuras”. Esto es falso.


Algunos nacionalistas ucranianos citan cifras de entre 7 y 10 millones, con el objetivo de igualar o superar los seis millones del Holocausto judío. El término “Holodomor” en sí mismo (‘holod‘=hambre, ‘mor‘ del polaco ‘mord‘=fin, en ucraniano ‘morduvati‘=asesinar) fue acuñada para sonar de forma similar a “Holocausto”.


El último estudio académico de la hambruna cifra las muertes en 2,6 millones (Jackes Vallin, France Meslé, Serguei Adamets y Serhii Pirozhkov, “Una nueva estimación de las pérdidas de la población ucraniana en los años 30 y 40”, Population Studies 56, 3 (2002): 249–64).


*Jeff Coplon no es un “sindicalista canadiense” sino un escritor y periodista asentado en Nueva York, el último libro de Douglas Tottle Fraude, Hambruna y Fascismo, una respuesta razonable al fraudulento Cosecha del Dolor de Robert Conquest, fue escrito (así como el libro de Conquest) antes del aluvión de fuentes primarias de los antiguos archivos soviéticos desclasificados desde el final de la URSS en 1991 y están muy desactualizados.


*La afirmación de Walter Duranty acerca de “tortillas” y “bemoles” no fue pronunciada “en defensa de Stalin” tal y como Proyect señala sino como crítica a las políticas del Gobierno soviético.


Pero -para decirlo brutalmente- no puedes hacer una tortilla sin romper unos bemoles, y los líderes bolcheviques son tan indiferentes a los damnificados que pueden estar inmersos en su camino hacia la socialización como cualquier general durante la Guerra Mundial que ordenó un costoso ataque para mostrar a sus superiores que él y su división tenían el apropiado espíritu militar. De hecho, los bolcheviques son más indiferentes porque estaban impulsados por una fanática convicción. (The New York Times, 31 de marzo de 1933)


Evidentemente Proyect copia sin más este bulo de alguna fuente nacionalista ucraniana. Si metes sarama, sacas sarama**.


*Andrea Graziosi, a quien Proyect cita, no es una académica de la agricultura soviética ni de la hambruna de 1932-1933 sino una ideóloga anticomunista que asiente ante cada falsedad antisoviética. El artículo que Proyect cita es de “Harvard Ukrainian Studies’, un periódico carente de investigación objetiva, financiado y editado por nacionalistas ucrainanos.


*Proyect se refiere a “dos decretos secretos” del Politburó Soviético en diciembre de 1932 que él claramente no ha leído. Estos pararon la “ucranización” fuera de la RSS de Ucrania. Dentro de la RSS de Ucrania la “ucranización” continuó sin freno. No “llegó a su fin” como Proyect asegura.


*Proyect no cita pruebas de una “política soviética de destrucción física de la nación ucraniana, especialmente de su intelectualidad” porque no hubo tal política.


Un triunfo del Socialismo


La colectivización soviética de la agricultura es uno de los mayores progresos de reforma social del s. XX, si es que no es el más grande de todos, compitiendo con la “Revolución Verde”, el “arroz milagroso” y las empresas de gestión del agua en China y EEUU. Si se otorgasen Premios Nobel a logros comunistas, la colectivización soviética sería un candidato de primera categoría.


La verdad histórica acerca de la Unión Soviética es desagradable no solo para los colaboracionistas del nazismo sino para los anticomunistas de todos los colores. Muchos de los que se consideran a sí mismos de Izquierdas, como los socialdemócratas o los trotskistas, repiten las mentiras de los fascistas declarados y de los escritores abiertamente pro-capitalistas. Los académicos objetivos de la Historia soviética como Tauger, consagrados a contar la verdad incluso cuando la verdad es impopular, son demasiado poco comunes y habitualmente ahogados bajo el coro de falsificadores anticomunistas.


Grover Furr



Fuentes:

Investigaciones de Mark Tauger, especialmente “Modernización de la Agricultura Soviética” (2006); “Stalin, agricultura soviética y colectivización” (2006); y “Campesinos soviéticos y colectivización, 1930-1939: Resistencia y adaptación.” (2005), todos disponibles en Internet. Más artículos de Tauger están disponibles en esta página.


Consulten también el Capítulo 1 de mi libro Mentiras Sangrientas; La prueba de que cada acusación contra Iosif Stalin y la Unión Soviética en ‘Bloodlands’ de Timthy Snyder es falsa. (Nueva York: Red Star Press, 2013), disponible aquí.


Acerca de la hambruna de 1946-47, la obra de Stephen G. Wheatcroft, “La hambruna de 1946-47, la acción climática y humana en perspectiva histórica”. Europe-Asia Studies, 64:6, 987-1005.
 
Mi pregunta para el personaje que ha escrito eso es la siguiente. Donde estaban los muros y las pistolas, en el malvado mundo capitalista evitando la huida hacia el paraiso comunista o en el lado contrario?

Gracias por su respuesta
Haga un viaje en el tiempo, hacía los primeros años del siglo XXI en España y el resto de Europa, entre a un pilinguiclub y pregunte por la nacionalidad de las chicas. ¿Rusas quizá? ¿Huían del comunismo o del capitalismo bestial que impuso Yeltsin? Ahora compare los intentos de saltar el muro de Berlín, en número, con el número de chicas prostituidas por todo Occidente a la llegada del capitalismo, así como el descenso de la esperanza de vida de los rusos. No hay más preguntas.
 
Eres un verdadero me gusta la fruta. Por cosas así me alegro que le requisaran la mula y las ovejas al gañán de tu abuelo al acabar la Guerra civil.
La verdad escuece, mi abuelo no tiraba del arado como el tuyo, era militar, y fue fiel a su juramento, no como el tuyo, fistro y traidor, lo tenía todo.
 
Y si gobernara VOX o el PP la esa época en el 2020 de la que yo le hablo habría acabado ya con la economía y hubieran muerto miles de personas (Oh wait!).
Se le ve muy sano mentalmente sí.
Claro porque es impensable que los nazis mataran judíos y gente de izquierdas verdad? A usted sí que se le ve sano, jajajaja.
 
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