Los gallegos compran más ropa en los hípermercados que en tiendas de moda
Solo el textil de Carrefour, Alcampo y Lidl suma 300.000 compradores en Galicia
Hoy toca ir de compras. Buscamos en la sección de moda de mujer una de las prendas estrella del verano, por ejemplo, un fresco mono de tirantes. En Carrefour, un modelo a rayas tonalidad arena de Tex (marca propia) cuesta 13,99 euros. Una prenda de idénticas características en una tienda de Mango cuelga una etiqueta con el precio de 39,99 euros, y no es, ni mucho menos, de las más caras que se pueden encontrar a pie de calle, sin ser de firma.
Más allá del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, no hay constancia de celebrities ni miembros de la realeza que frecuenten los probadores del híper, aunque todo se andará. Porque los datos publicados por la consultora Kantar Worldpanel no dejan lugar a dudas de que los reyes de la moda en España van camino de ser los supermercados.
El mercado de la moda en Galicia, al igual que ocurre en el conjunto de España, lleva meses cayendo. Cerró el 2018 ligeramente a la baja en casi todos los canales (tiendas multimarca, grandes almacenes y cadenas especializadas), pero no ocurre esto en los supermercados e hipermecados que, según la patronal textil, concentran ya casi el 25 % de las compras de ropa, lo que se traduce en ventas por valor de más de 25 millones de euros durante el año pasado, de los casi 100 millones facturados en el conjunto del sector de distribución de moda en la comunidad (1.897 millones en España)
Los bajos precios y la comodidad son las razones más importantes de esta tendencia en alza en todo el país. Rosa Pilar López, directora del sector textil de la consultora Kantar, explica a este periódico que este es un proceso lógico. «En este tipo de establecimientos se tiene acceso a una gran cantidad de clientes de forma regular. Aunque muchos no acuden necesariamente a comprar moda, una vez allí pueden comprar prendas distintas para públicos diversos, como infantil, adulto o jóvenes, y con campañas y ofertas de precio muy atractivas», afirma.
El carro «fashion»
La experta asegura que en los últimos diez años el sector de la moda se ha visto afectado por un consumo «más ocasional» que ha ido distanciando sus compras y «accediendo progresivamente a tiendas con precios más bajos». «Las firmas de moda han ajustado sus precios para activar la venta. Todo ello lleva a un escenario con compras de menos prendas y tarifas de menor valor», asegura.
Es la pescadilla que se muerde la cola. Las firmas de moda bajan los precios para poder competir en el mercado low cost, mientras los hipermercados refuerzan la calidad y el diseño de su oferta textil, para que esta entre en el carro de la compra con la misma facilidad que una bandeja de yogures de marca blanca.
De ahí que según la consultora, es previsible que los hipermercados sigan manteniendo su apuesta por el negocio de la moda «por la facturación adicional que les genera y la experiencia de compra más completa para los clientes», afirma.
Y mientras los híper hacen caja, el sector textil sigue inmerso en su particular crisis. Las ventas de moda cerraron el mes de abril con su peor caída en un año: redujeron sus ventas un 8,4 %, según el indicador de comercio de moda que elabora mensualmente la patronal del textil Acotex.
Y ahí van los datos que lo confirman, Aunque, como grupo, Inditex vende más que nadie (desde Kiddy’s Class a Uterqüe, pasando por Stradivarius, Bershka, Lefties, Pull & Bear o la icónica Zara), tres de los grandes grupos del consumo familiar como son Carrefour, Lidl y Alcampo sumaron en el 2018 un total de 15,27 millones de compradores de ropa en España, el 17 % de los compradores de los quince mayores operadores de la moda en España. Dice Acotex, la patronal española del textil, que el 5,11 % de ese mercado, es decir, 298.000 clientes, corresponden a la comunidad gallega.
Solo el textil de Carrefour, Alcampo y Lidl suma 300.000 compradores en Galicia
Hoy toca ir de compras. Buscamos en la sección de moda de mujer una de las prendas estrella del verano, por ejemplo, un fresco mono de tirantes. En Carrefour, un modelo a rayas tonalidad arena de Tex (marca propia) cuesta 13,99 euros. Una prenda de idénticas características en una tienda de Mango cuelga una etiqueta con el precio de 39,99 euros, y no es, ni mucho menos, de las más caras que se pueden encontrar a pie de calle, sin ser de firma.
Más allá del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, no hay constancia de celebrities ni miembros de la realeza que frecuenten los probadores del híper, aunque todo se andará. Porque los datos publicados por la consultora Kantar Worldpanel no dejan lugar a dudas de que los reyes de la moda en España van camino de ser los supermercados.
El mercado de la moda en Galicia, al igual que ocurre en el conjunto de España, lleva meses cayendo. Cerró el 2018 ligeramente a la baja en casi todos los canales (tiendas multimarca, grandes almacenes y cadenas especializadas), pero no ocurre esto en los supermercados e hipermecados que, según la patronal textil, concentran ya casi el 25 % de las compras de ropa, lo que se traduce en ventas por valor de más de 25 millones de euros durante el año pasado, de los casi 100 millones facturados en el conjunto del sector de distribución de moda en la comunidad (1.897 millones en España)
Los bajos precios y la comodidad son las razones más importantes de esta tendencia en alza en todo el país. Rosa Pilar López, directora del sector textil de la consultora Kantar, explica a este periódico que este es un proceso lógico. «En este tipo de establecimientos se tiene acceso a una gran cantidad de clientes de forma regular. Aunque muchos no acuden necesariamente a comprar moda, una vez allí pueden comprar prendas distintas para públicos diversos, como infantil, adulto o jóvenes, y con campañas y ofertas de precio muy atractivas», afirma.
El carro «fashion»
La experta asegura que en los últimos diez años el sector de la moda se ha visto afectado por un consumo «más ocasional» que ha ido distanciando sus compras y «accediendo progresivamente a tiendas con precios más bajos». «Las firmas de moda han ajustado sus precios para activar la venta. Todo ello lleva a un escenario con compras de menos prendas y tarifas de menor valor», asegura.
Es la pescadilla que se muerde la cola. Las firmas de moda bajan los precios para poder competir en el mercado low cost, mientras los hipermercados refuerzan la calidad y el diseño de su oferta textil, para que esta entre en el carro de la compra con la misma facilidad que una bandeja de yogures de marca blanca.
De ahí que según la consultora, es previsible que los hipermercados sigan manteniendo su apuesta por el negocio de la moda «por la facturación adicional que les genera y la experiencia de compra más completa para los clientes», afirma.
Y mientras los híper hacen caja, el sector textil sigue inmerso en su particular crisis. Las ventas de moda cerraron el mes de abril con su peor caída en un año: redujeron sus ventas un 8,4 %, según el indicador de comercio de moda que elabora mensualmente la patronal del textil Acotex.
Y ahí van los datos que lo confirman, Aunque, como grupo, Inditex vende más que nadie (desde Kiddy’s Class a Uterqüe, pasando por Stradivarius, Bershka, Lefties, Pull & Bear o la icónica Zara), tres de los grandes grupos del consumo familiar como son Carrefour, Lidl y Alcampo sumaron en el 2018 un total de 15,27 millones de compradores de ropa en España, el 17 % de los compradores de los quince mayores operadores de la moda en España. Dice Acotex, la patronal española del textil, que el 5,11 % de ese mercado, es decir, 298.000 clientes, corresponden a la comunidad gallega.