Shudra
Parásito tironucable
Los europeos adoran al dios cananeo del siglo XII a.C. Yaweh, señor de los vientos y su esposa Asherah. Los europeos creen que el libro mágico del "pueblo elegido" (elegido por ellos mismos, los que inventaron el libro de cuentos) los salvará de la fin y los llevará al cielo judío, presidido por el rabino Yeshua bar Yosef. Ponen a sus hijos nombres judíos y están dispuestos a dar su vida por Israel y su templo de Baal-Hammon.
Las dos grandes sectas del judaísmo son las religiones que más crecen a nivel global. Una de ellas, especialmente criminal y sanguinaria.
Ambas sectas prometen el paraíso a cambio de acatamiento del dogma y sumisión sin cuestionar el libro de cuentos correspondiente. Incluso tienen sus fanfics que han ido ampliando el lore con los siglos, como los hadices sunnies o la patrística cristiana.
Además de esto, los europeos tienen una SEGUNDA religión judía, el marxismo, con su libro de cuentos infantiles y sus promesa para estultoes y orates criminales. Otra secta judía que empobrece materialmente y espiritualmente (igual que el original de la Edad del Bronce tardío):
Esta religión, tan criminal como la original en la que se basa, insta a apiolar gente y robar la propiedad ajena con el objetivo de alcanzar el paraíso terrenal (de nuevo el infantilismo semita del desierto: un paraíso eterno para los que obedecen o un gulag para los disidentes).
La vida de los occidentales en los últimos 2.000 años ha girado en torno al pueblo elegido, su cultura, su idioma y su dios, incluso sus partidos políticos y su ideología socialdemócrata. Este dios Yaweh ha aniquilado a los egipcios, mesopotámicos, hititas, griegos y romanos, celtas, germanos y arrasó todos los demás Biblia/Corán en mano con un sólo propósito: entronizar al pueblo elegido como raza superior por encima de las demás. Veamos los intelectuales de la religión socialista occidental:
Un crimen detrás de otro. Todas las grandes culturas de la Antigüedad han sido aniquiladas para dar paso al superhombre semita. El superhombre semita primero introduce su dios en Europa, y después utiliza la nueva criatura islámica para germinar dentro de ella una nueva secta judía (como el Alien de las películas, el pislam penetra en cuerpo del continente cristiano, lo parasita y luego lo mata). Así, la religión del pueblo elegido se perpetúa eternamente gracias a su rápida reproducción mediante parasitismo y terror, quedando siempre indemne en la colmena la Abeja Reina, el original, el pueblo de la Edad del Bronce.
Aquí os quedáis, me voy a leer el Tao y los Upanishads, y luego a Platón. Eso es el antídoto contra la religión del desierto: leed la filosofía de las culturas originales para purgar vuestra mente de la influencia del crimen milenario de Yaweh.
Las dos grandes sectas del judaísmo son las religiones que más crecen a nivel global. Una de ellas, especialmente criminal y sanguinaria.
Ambas sectas prometen el paraíso a cambio de acatamiento del dogma y sumisión sin cuestionar el libro de cuentos correspondiente. Incluso tienen sus fanfics que han ido ampliando el lore con los siglos, como los hadices sunnies o la patrística cristiana.
Además de esto, los europeos tienen una SEGUNDA religión judía, el marxismo, con su libro de cuentos infantiles y sus promesa para estultoes y orates criminales. Otra secta judía que empobrece materialmente y espiritualmente (igual que el original de la Edad del Bronce tardío):
Esta religión, tan criminal como la original en la que se basa, insta a apiolar gente y robar la propiedad ajena con el objetivo de alcanzar el paraíso terrenal (de nuevo el infantilismo semita del desierto: un paraíso eterno para los que obedecen o un gulag para los disidentes).
La vida de los occidentales en los últimos 2.000 años ha girado en torno al pueblo elegido, su cultura, su idioma y su dios, incluso sus partidos políticos y su ideología socialdemócrata. Este dios Yaweh ha aniquilado a los egipcios, mesopotámicos, hititas, griegos y romanos, celtas, germanos y arrasó todos los demás Biblia/Corán en mano con un sólo propósito: entronizar al pueblo elegido como raza superior por encima de las demás. Veamos los intelectuales de la religión socialista occidental:
Un crimen detrás de otro. Todas las grandes culturas de la Antigüedad han sido aniquiladas para dar paso al superhombre semita. El superhombre semita primero introduce su dios en Europa, y después utiliza la nueva criatura islámica para germinar dentro de ella una nueva secta judía (como el Alien de las películas, el pislam penetra en cuerpo del continente cristiano, lo parasita y luego lo mata). Así, la religión del pueblo elegido se perpetúa eternamente gracias a su rápida reproducción mediante parasitismo y terror, quedando siempre indemne en la colmena la Abeja Reina, el original, el pueblo de la Edad del Bronce.
Aquí os quedáis, me voy a leer el Tao y los Upanishads, y luego a Platón. Eso es el antídoto contra la religión del desierto: leed la filosofía de las culturas originales para purgar vuestra mente de la influencia del crimen milenario de Yaweh.
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