White Sun
Madmaxista
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Faraón Amenemhet III (XII Dinastía, entorno a 1800 AEC).
Desde que Europa descubrió Egipto, se fascinó con él y se dedicó a descifrar los complicados jeroglíficos que los nativos egipcios eran incapaces de entender, a pesar de proclamarse sus herederos y poco menos que descendientes directos de los faraones. En cuanto Egipto fue tomando forma y vida ante los ojos de los esmerados egiptólogos europeos, a estos hombres les era imposible imaginarse a Egipto de otro modo que no fuera como una sociedad "blanca". El antiguo idioma egipcio no estaba emparentado ni con los nuevos habitantes árabes semitizados, ni menos aun con las tribus negras del Sur: parecía una incógnita. Es en los tiempos recientes cuando, no los expertos egiptólogos, sino la prensa, se ha preocupado por estos asuntos que hace tiempo estaban despejados, y a representarnos de repente a los antiguos egipcios como árabes o neցros. La corrección política y el miedo al fantasma racista comenzó a importunar lo que hasta entonces había sido investigación metódica, objetiva y minuciosa por parte de verdaderos sabios en el tema.
Desde pequeño recuerdo haber visto imágenes de rubios en tomos de enciclopedia dedicados al arte egipcio, así como momias con inequívocos rasgos europeos. En su día, esto parecía la cosa más normal del mundo; hoy se ha convertido en un asunto "sensible" de cara al público. Aquí, entre otras cosas, haré una pequeña recopilación donde estas apariciones en el arte egipcio se multiplicarán, y donde veremos desfilar faraones, reinas, soldados, sacerdotes, dioses y nobles de aspecto claramente europeo.
En este artículo interesa, ante todo, mostrar cómo Egipto, esa civilización tan antigua que tiene un extraño poder de fascinación y atracción, era una sociedad dirigida por una aristocracia de origen europeo, que desapareció cuando desapareció la herencia genética que la creó, y que hoy en día la industria mediática está negando y falsificando esta información.
EL HOMBRE DE CRÔ-MAGNON, LOS GUANCHES, LOS BEREBERES, LOS LIBIOS, LA TEORÍA ATLÁNTICA Y LOS ORÍGENES DE LOS FUNDADORES DE EGIPTO
En torno a hace 40.000 años, surgió el llamado hombre de Cromagnon en Europa. Los cromañones expulsaron de Europa o exterminaron a tipos humanos menos evolucionados (como el Neandertal), y se establecieron especialmente en Francia, España y Noráfrica.
El cromagnon ha sido considerado en el pasado como el tipo humano más evolucionado que haya existido. Sus mayores similitudes se encuentran con la moderna raza nórdico-blanca. Portadores de una cultura avanzada en comparación con otras variedades humas, a los cromañones se les ha llamado "los helenos del Paleolítico". En lo que se refiere a este post, los asentamientos cromañones de la región norafricana del Atlas han sido considerados por muchos como la base del Egipto faraónico.
Reconstrucción del aspecto de un hombre de Cromagnon, por el antropólogo Maurice Putman Coon.
El antropólogo y profesor de Harvard Carleton S. Coon relacionó, en su día, a los cromañones, los bereberes y los libios:
Hace 3.000 años, durante el Paleolítico Superior, un grupo de Cromagnon —los llamados hombres de Afalou— vivieron en el norte de África, y los antiguos libios descienden de ellos. Muchos de ellos fueron pelirrojos, dado que este rasgo todavía persiste en la zona... En la actualidad, los rasgos de este tipo humano se encuentran sobre todo en Noruega, Irlanda y el Rif jovenlandés. Los bereberes modernos descienden de los antiguos libios.
Sus afirmaciones no eran gratuitas ni estaban carentes de base. El profesor italiano Cavalli Sforza (un anti-racista al que nadie puede acusar de arrimar las ascuas a su sardina) y otros genetistas de la Princetown University confirmaron, mediante pruebas de ADN efectuadas en los años noventa, que los bereberes están más próximos a los británicos que a cualquier otro grupo racial africano o europeo. También existen otros datos confirmatorios relativos al tamaño y forma de los cráneos de Cromagnon encontrados en Afalou bou Rummel (Argelia), que son iguales a los encontrados en Dinamarca y Suecia.
Como eco, el alemán Alfred Rosenberg, en su "Mito del Siglo XX", dice que:
Los bereberes, en parte hasta la actualidad de piel clara y ojos azules, no tienen su origen en las migraciones de los vándalos, sino en la antiquísima ola humana atlántico-nórdica. Los cazadores kabiles, por ejemplo, son en gran medida, aun hoy, de procedencia nórdica completamente inobjetable.
Coon también habló de una "raza de constructores de megalitos" que él relacionaba con la nórdica y la de cromañón, que tras haber construido templos astronómicos como el de Stonehenge o pirámides subterráneas como Silbury Hill en Inglaterra, al igual que numerosos alineamientos en la Bretaña francesa como los de Carnac (nótese la semejanza lingüística con el Karnak egipcio) y muchas otras construcciones principalmente por el Occidente de Europa, llevó consigo su saber al Mediterráneo, norte de África, Libia y Egipto.
En 1883, el antropólogo francés A. Pietrement dijo que las pinturas egipcias tenían mucho que aportar a antropólogos e historiadores, notando el caso de los libios y cómo eran representados como rubios, de ojos azules y de facciones nórdicas, explicando tal vez las menciones del antiguo griego Pausanias sobre "libios rubios". (Boletín de la Societe d’Anthropologie de París, 1883, p. 862.)
Hablando de un tema que en su época era tratado sin connotaciones negativas, con toda la tranquilidad que da el ser "políticamente incorrecto" sin saberlo, Sir Flinders Petrie, famoso egiptólogo inglés, fue probablemente el primero en señalar, en 1901, las conexiones entre los fundadores de Egipto y los habitantes de Libia:
La fisionomía manifiesta una conexión decisiva y pronunciada entre el Egipto prehistórico y la antigua Libia, y por su parte la antropología apoya los numerosos testimonios arqueológicos que denotan una conexión cercana entre Egipto y Libia.
Un año después, aun muchos antes de la II Guerra Mundial y de la invención de la "corrección política", el renombrado egiptólogo E. A. Wallis Budge, describió de esta manera a los egipcios pre-dinásticos que constituyeron la base de los altos estratos de la posterior sociedad faraónica:
Los egipcios pre-dinásticos, esto es, el estrato de ellos que era nativo de Noráfrica, pertenecían a una raza blanca o de piel clara, que en muchas particularidades se asimilaba a los libios, quienes en preiodos históricos posteriores vivieron muy cerca de la orilla Oeste del Nilo. ("Egypt in the Neolithic and Archaic Periods").
Esta momia procede del pasado pre-dinástico de Egipto (estamos hablando nada más y nada menos que del año 3300 AEC) y pertenece a un noble de la época. La momia era lo bastante real como para recibir un apodo: "Ginger" (Gengibre) por el tonalidad de su pelo. "Ginger" es un término utilizado en Inglaterra para describir a una persona rubia-rojiza.
A lo largo de los milenios, como una fuente, Libia continuó ejerciendo una hechizante influencia sobre Egipto. Desde la antigüedad, los libios tenían fama de ser un pueblo de blancos rubios o pelirrojos, y a menudo con ojos verdes. Esto fue reseñado por numerosos autores, como el navegante y geógrafo griego Escílax. Los libios tehennu son representados históricamente como blancos morenos, mientras que los libios mashausha, de más al Oeste, eran rubios. El historiador griego Heródoto habla de los "maxyces" de Libia occidental, obviamente los mashausha. Este nombre ha pervivido en mazuza, una sub-tribu rifeña, y en la palabra imazighen, con la que muchas tribus bereberes se identifican, así como el amazigh, su idioma. Tenemos aquí a toda una serie de tribus norafricanas como los badarios, naqadas, guanches (pronto hablaremos de ellos), bereberes (rifeños, chenoua, kabiles-amazigh), etc., que son considerados herederos de esta presencia atlántica.
Estos dos elementos son bereberes. Según algunos antropólogos y arqueólogos, los bereberes originales eran todos así de puros y más, "oscureciéndose" con la mezcla de elementos árabe-semitas y subsaharianos. Siendo los rasgos europeos recesivos, por lógica se deduce que en tiempos pasados tuvieron que formar una proporción muy importante de la población norafricana. A día de hoy, no es raro encontrar bereberes muy blancos, rubios o pelirrojos y con ojos azules o verdes. Muchos de los que no tienen un aspecto tan nórdico conservan, sin embargo, el aspecto típico del blanco europeo castaño o moreno.
En esta misma línea, no puedo dejar de mencionar a los antiguos guanches, que puede que sean el caso más notable por su pureza. Los guanches se consideran los pobladores originarios de las Islas Canarias, y de origen bereber-norafricano. Se han encontrado restos de varones de entorno a los dos metros y de mujeres cercanas al metro ochenta, así como cráneos con la friolera de 1900 cc de capacidad. Los guanches se consideran un vestigio de la raza que vivió bajo el clima europeo de frío extremo durante las glaciaciones, pasando al norte de África. En Canarias, construyeron curiosas pirámides escalonadas de modelo similar a las encontradas en Mesopotamia, Egipto y América. Momificaban a sus muertos de una forma parecida a en Egipto y, a día de hoy, las investigaciones y las ayudas para investigar sobre los guanches o analizar sus momias siguen siendo prácticamente inexistentes. Al parecer, los guanches tenían un besugo predominio del grupo sanguíneo 0 Rh Negativo. Esta proporción, que en la isla de Gran Canaria superaba el 90%, es desconocida en ningún pueblo europeo del mundo, acercándose algunos grupos bereberes del Atlas, o zonas como Escocia y el País Vasco.
Desgraciadamente, los guanches fueron exterminados en gran medida por los nuevos conquistadores europeos en el Siglo XV, que se quedaron maravillados por la belleza y bravura de este pueblo. Muchas veces infligieron increíbles derrotas a destacamentos militares fuertemente armados, y en otras ocasiones luchaban hasta la fin. Los supervivientes, que en algunos casos eran extrañas tribus mestizas y primitivas y no guanches puros, fueron asimilados a la nueva población europea "goda", pero ha quedado en la memoria histórica y popular el recuerdo de aquellos aborígenes altos, blancos, rubios y de ojos azules.
Existe una vaga idea, expresada en ciertos restos arqueológicos y en los mitos egipcios, que recuerda a dioses-líderes del pueblo (como Toth) que provenían de un país "más allá de donde se pone el Sol", es decir, del Oeste. Sin embargo, el objetivo aquí no es demostrar que los fundadores y constructores de Egipto eran una especie de "atlantes" o proto-guanches, sino simplemente ponerlos en relación con las comunidades Cromagnon, los guanches, los bereberes y los libios, demostrar que eran de procedencia europea y que, para preguntarnos sobre los orígenes egipcios, no hay que mirar al Norte, al Este semita o al Sur neցro, sino al Oeste, hacia el desierto del Sahara, hacia España y el Atlántico, donde se crió la raza Cromagnon.
ALGUNAS CURIOSIDADES
- Un científico puede determinar la tipología racial de un esqueleto a partir de su dentadura, sus facciones faciales, sus medidas craneales, la estructura de su cabello y su construcción corporal.
- La momia de la mujer de Tutankamón tiene pelo castaño rojizo. ("Tutankhamen, The Golden Monarch", Michael Carter, N.Y. 1972 p.68).
Una imagen sacada de un libro de Historia, analizando una escena políticamente incorrecta representada en la tumba de Tutankamón: el faraón, montado en un carro tirado por dos caballos, armado con un arco y abanicado por esclavos neցroides, derrota en una gran cacería a los nubios, que deben vérselas con sus flechas y sus perros de presa. Nótese cómo el faraón está representado de una forma muy distinta de los neցros.
- Una momia de un hombre con cabello, bigote y barba pelirrojos fue encontrada cerca de las pirámides en Saqqara.
- Se encontraron momias pelirrojas en las cavernas de cocodrilo de Abufaida. ("Remarks on Mr. Flinders Petries Collection of Ethnographic Types from the Monuments of Egypt", Henry George Tomkins, Journal of the Anthropological Institute of Great Britain and Ireland Vol. XVIIII, 1889, p.216).
- El libro "Historia de las momias egipcias" menciona una momia con cabello pelirrojo-castaño.
- Ramsés II, considerado uno de los mayores faraones si no el que más, era pelirrojo y medía 1,90.
Una imagen vale más que mil palabras: palacio de Ramses II en Menfis, alrededor de 1279 AC. El faraón, un pelirrojo, subyuga duramente a los enemigos de Egipto agarrándoles de los pelos. A la izquierda un neցro nubio, en el centro un semita y a la derecha seguramente un hitita.
- La momia del príncipe Yuaa tiene sedoso cabello rubio.
- Otro faraón, Totmés II, tiene cabello castaño claro.
- El profesor francés Vacher de Lapouge menciona una momia rubia encontrada en Al Amrah, y nota que tiene el rostro y las medidas craneales de un típico galo o sajón.
Reino Medio.
- En Kawamil se encontró una momia rubia y otras muchas castañas. ("L’Aryen, Sa Vie Sociale", Georges Vacher de Lapouge, Paris, Pichat, 1899, p.26).
La cabeza momificada de un joven, entorno al año 600 AEC. Nótese su pelo castaño y lacio, en modo alguno semítico o neցroide.
- En Silsileh se han encontrado muchas momias castañas.
La reina Hetep-Heres de la IV Dinastía, hija de Keops, aparece en los bajorrelieves de su tumba con el pelo de tonalidad rubio, mechas horizontales pelirrojas y la piel blanca. ("The races of Europe", Carleton Coon, Universidad de Harvard).
- La esposa de Keops y su cuñada eran asimismo pelirrojas.
- La momia de la reina Tiy tiene cabello castaño claro y ondulado.
- Pocas momias de faraones han sobrevivido hasta el Siglo XXI, pero una gran proporción de éstas son rubias.
- En la tumba de Amenhotep III, una pintura nos lo presenta como de cabello rojo claro. ("Ancient Egypt, Discovering its Splendors", National Geographic Society, 1978 p.103). Sus facciones faciales son nórdicas. Su mujer, la Reina Thi, es representada muy clara de piel, rubia y de ojos azules.
Izquierda: la momia de Yuya, un noble egipcio de alrededor del año 1400 AEC. Era el padre de Tiy, la esposa del faraón Amenhotep III. Derecha: su esposa, Thuya, bisabuela del faraón Tutankamón. Algunos quieren que el llamativo tono de los cabellos de la momia de la izquierda haya sido producido por el proceso de momificación, pero incluso si aceptamos esto, estamos ante un individuo de rasgos faciales-craneales europeos y cabello liso-ondulado propio de "caucasoides". En cualquier caso, analizar esta momia igual que se hizo con la momia de Ramsés II despejaría las dudas sobre el tonalidad original de su cabello, pero rubio o moreno, estamos ante un tipo racial "caucasoide".
- En la tumba de un noble llamado Meketre (2000 AEC), hay una escena de granja donde se muestran individuos pelirrojos.
- El Faraón Amenemhet III parece nórdico en sus representaciones, probablemente del tipo Cro Magnon, con una osamenta pesada y una mandíbula fuerte.
- Un escriba egipcio en Saqqara, entorno al año 2500 AEC, es representado como de ojos azules. ("Life of the Ancient Egyptians", Eugen Strouhal, Norman, Oklahoma, University of Oklahoma Press, 1992, p.53).
- La tumba de Mena (XVIII Dinastía) en el oeste de Tebas, muestra a mujeres rubias, y a un hombre rubio supervisando a dos hombres de piel oscura en la colecta de una cosecha.
Merit, esposa de Maya, XVIII Dinastía, alrededor de 1345 AEC, quizás un tipo racial mediterráneo o quizás con un poco de imaginación "asiatizado", pero en ningún caso neցroide o semita.
- En la tumba de Userhet (escriba del faraón Amenofis II) hay una pintura con un hombre rubio cazando desde un carro. Esta tumba también tiene otra pintura donde se representan a soldados rubios.
- La esquela funeraria del sacerdote Remi lo muestra como pelirrojo.
- Otra tumba del oeste de Tebas de la XVIII dinastía muestra a una pareja muerta, un hombre y una mujer, blancos y de cabello oscuro. Lamentando su fin, están dos hijas de cabello rubio claro y piel clara, y su hermano mayor, un pelirrojo.
- En la tumba de Bagt, en Beni-Hassan, hay muchas pinturas que representan a individuos de ojos azules, rubios y pelirrojos.
- El cabello rubio y los ojos azules se han encontrado en la tumba del Faraón Merneptá en el Valle de los Reyes.
Diosas pelirrojas, tumba del Faraón Merneptá.
- Pinturas de la III Dinastía muestran a nativos egipcios pelirrojos y de ojos azules. ("Historia del Arte Vol III", José Pijoan, Madrid, Espasa-Calpe, 1932, plato XI).
- En la tumba de Djeser-ka-ra-Seneb, en Tebas, hay pintada una mujer rubia.
- Una representación de un barco, de entorno al año 2500 AEC, está tripulada por cinco marineros rubios.
Hacer pan en Egipto: en esta representación, TODOS los involucrados son rubios con la piel bronceada. No es nada del otro mundo ver rubios en las pinturas egipcias, de hecho abundan. El problema es que los modernos medios de comunicación, así como la doctrina del sistema educativo, tienden a presentar la historia de un modo muy diferente y falsificado.
- El Dios Nuit era representado como blanco y rubio. ("Le Nil et la Societé Egyptiénne", H. Champollion, Museo Boreby, Marsella, 1973, p.94).
- Una pintura en la tumba de Meresankh III en Giza, del año 2485 AEC, muestra individuos blancos y pelirrojos.
- En la tumba de Iteti en Saqqara, hay una pintura de un hombre con un aspecto muy nórdico, y con cabello rubio. ("Painting, Sculpture and Architecture of Ancient Egypt", Wolfhart Westendorf, New York, Harry N. Abrams, 1968 p.65).
Esto es parte de la decoración del féretro de un noble de nombre Khui, que vivió en la XII Dinastía (1976 AEC- 1947 AEC). Algún afrocentrista ha dicho que la obvia franja dorada de su cabeza es sólo un casco, pero se antoja un tanto insólito que alguien salga a pasear al perro equipado con un casco —particularmente cuando ni siquiera los ejércitos egipcios utilizaban cascos para combatir. ¿Tenía este hombre miedo de algún meteorito? Quizás sí. Por eso los egipcios, como hemos visto y veremos, elaboraban su pan y trabajaban el campo siempre con sus cascos puestos, y era tal su meteoritofobia que incluso los llevaban bajo el techo de sus templos.
- Grafton Smith menciona el característico pelo rojo de Henutmehet, una momia de la XVIII Dinastía.
- El mencionado profesor de Harvard Carleton Coon, en su libro "The Races of Europe", dice que "muchos funcionarios, cortesanos y sacerdotes, representando la clase alta de la sociedad egipcia pero no la realeza, se asemejaban sorprendentemente a los europeos modernos, especialmente a los de cabeza larga". (Coon se refiere a los dolicocéfalos, comunes sobretodo en Escandinavia, Inglaterra, Holanda, Alemania y otros países poblados por estas gentes).
Reconstrucción del rostro de una tal Asru, de unos 50 ó 60 años, sacerdotisa-corista en un templo egipcio. A juzgar por la nariz, la longitud del cuello, la forma de su cráneo, la disposición general de su rostro y el contorno de sus ojos, casi aguileños, yo personalmente opino que es predominantemente nórdica. En todo caso, sería una estupidez decir que es neցroide o semita. La discusión no sería si es blanca o no, sino qué tipo de blanca es.
- Time-Life publicó un volumen llamado "Rameses II The Great". Allí se veía una buena imagen del cabello rubio-pelirrojo del faraón.
- Un libro titulado "Chronicle of the Pharaohs" mostraba pinturas, esculturas y momias de 189 faraones y grandes personalidades de la antigua sociedad egipcia. 102 tienen aspecto europeo, 13 (principalmente los mediocres faraones de la decadencia final) parecen neցroides, y el resto son difíciles de clasificar. Todas las momias representadas en el libro tienen aspecto de europeos modernos.
- El primer Faraón, Narmer, también llamado Menes, tiene un aspecto muy "caucásico".
- Los egipcios a menudo pintaban a los hombres (expuestos a la intemperie y al poderoso Sol egipcio) gente de izquierdas y a las mujeres (que pasaban la mayor parte del tiempo en el hogar) más blancas.
Pinturas en Deir el-Bersa. Típico tono rojizo-bronceado para los hombres, aunque unos son rubios y otros morenos. Puesto que sus rasgos faciales no están diferenciados (como sí lo están los semitas y los neցros en otras pinturas egipcias) deberíamos interpretar que estos soldados son todos de la misma raza.
- El mencionado egiptólogo E. A. Wallis Budge se refiere a una estatua pre-dinástica que "tiene ojos hechos con lapislázuli, por lo que probablemente deberíamos entender que la mujer aquí representada tenía ojos azules". ("Egypt in the Neolithic and Archaic Periods"). Los egipcios concedían gran importancia al lapizlázuli, que, igual que los sumerios (quienes también eran dados a representar los ojos azules), importaban desde lugares tan lejanos como Afganistán.
- En las tumbas de Medum, dos estatuas de entorno al 2570 AEC, muestran al príncipe Rahotep y su mujer Nofret como personas de rasgos blancos. La estatua de él tiene por ojos a dos piedras verdes, y la de ella, dos piedras azul-violeta. En el Museo Egipcio de El Cairo, se pueden ver sus estatuas, junto con otras muchas de la misma época, que lucen ojos azules o grises, como el escriba Morgan o la estatua de madera de Seikh el Beled.