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Lidera la lista de reincidentes un argelino de 18 años, ‘exmena’, detenido 14 veces este verano
Una patrulla de los Mossos d’Esquadra durante una detención (LV)
MAYKA NAVARRO, BARCELONA
26/08/2019 01:23 | Actualizado a 26/08/2019 16:06
Entre el 1 de junio y el 18 de agosto hay setenta y nueve días. En ese tramo estival de once semanas, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana han detenido a un argelino de 18 años catorce veces. Ocho detenciones fueron por delitos de hurto, y seis por robo con violencia e intimidación.
El joven formaba parte del grupo de menores migrantes no tutelados que llegó el año pasado a Barcelona y recientemente alcanzó la mayoría de edad, por lo que ha dejado de estar bajo la tutela de la dirección general de Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA). A sus 18 años lidera el top ten de los delincuentes reincidentes más activos de Barcelona, y el que más imputaciones por robos con violencia acumula este complejo verano en su historial. A día de hoy sigue en libertad, hasta la próxima detención.
Este ladrón es un ejemplo de ese 90% de detenciones por robo con violencia e intimidación que en lo que va de año los mossos y los guardias urbanos han hecho en Barcelona, pero los jueces no han decretado prisión. Y eso que en la mayoría de los casos, el fiscal solicitó prisión y en el atestado que llegó al juez de guardia redactado por la unidad de instrucción de los Mossos se hacían constar todos sus antecedentes.
Los máximos responsables policiales de los Mossos d’Esquadra, acompañados por el director de la Policía, dieron la cara para admitir que en Barcelona había un problema de seguridad, que ellos prefieren no calificar de crisis, y se refirieron a esa lista de los ladrones violentos que más detenciones acumulan este verano.
EL BUCLE CRIMINAL
En dos meses y medio, 20 delincuentes han sido detenidos 180 veces y siguen en la calle
La Vanguardia ha conseguido la relación con la que trabajan los policías que patrullan por las calles de Ciutat Vella y Eixample, territorios que concentran un gran porcentaje de los asaltos que han puesto Barcelona contra las cuerdas.
El segundo también es un exmena, tiene 28 años y nació en jovenlandia. En ese mismo periodo ha sido detenido en once ocasiones y su especialidad es el robo con fuerza, además del tráfico de estupefacientes y un robo con violencia figura en su historial.
Argelia es el país de origen del tercer delincuente que encabeza el top ten de los reincidentes este verano. Con 19 años recién cumplidos ha sido detenido este verano diez veces, todas in fraganti por delicto de hurto y en una ocasión por robo con violencia en Ciutat Vella. Le sigue otro compatriota menor de edad, con 17 años, migrante tutelado por la DGAIA, y que en seis ocasione fue detenido por hurto y en otras cuatro por robo con violencia.
También con diez detenciones este verano, un bosnio de 39 años ocupa el quinto lugar de la lista. Su historial delictivo es más variado. Le constan dos robos con fuerza, tres robos con fuerza pero en el interior de vehículos, un hurto y cuatro detenciones por tráfico de estupefacientes.
El sexto delincuente más reincidente este verano en Barcelona es un italiano de 37 años, también con diez detenciones por robo con fuerza, hurto y estafas.
El 'currículum' de los ladrones más prolíficos (La Vanguardia)
Un cubano de 34 años ocupa el número siete de la lista con nueve detenciones este verano por hurto y dos robos con violencia e intimidación.
El siguiente es un jovenlandés de 18 años especialmente violento con nueve detenciones, con por robos con violencia e intimidación y el resto por drojas.
En el noveno lugar figura un español de 35 años, arrestado en nueve ocasiones este verano en Barcelona por robos con fuerza y robos en el interior de vehículos. Y en la décima posición se encuentra el delincuente más veterano de la lista, un argelino de 56 años al que en estas once semanas han detenido ocho veces.
La lista continúa hasta llegar al número 20, se trata de un exmena jovenlandés de 20 años que este verano le han detenido ocho veces. La mitad por robo con violencia y la otra mitad por tráfico de drojas.
Se pueden contar estas cifras de otra manera. Hay delincuentes que actúan en Barcelona a los que la policía catalana o municipal detiene más de una vez por semana. Hay una tercera manera de explicar al lector esa misma lista. Este verano, un grupo de veinte delincuentes, por cierto todos varones, ha sido detenido 180 veces. A día de hoy, pese a que algunos tienen en su haber arrestos por robos con violencia, siguen en libertad. Todas las fuentes consultadas aseguran que en todos los casos, los veinte individuos vuelven a delinquir cuando salen por la puerta del juzgado. El robo con fuerza, con violencia, el hurto o el tráfico de drojas es su único modus vivendi.
180 detenciones en una ciudad que soporta en distritos como Ciutat Vella un centenar de robos con violencia a la semana puede parecer que no es nada. Pero la prioridad de los responsables policiales es buscar cualquier vía que aparte a estos reincidentes del bucle criminal.
TRÁMITES DE EXPULSIÓN
El objetivo es repetir las operaciones conjuntas entre Mossos, Guardia Urbana y Policía
Por eso, a partir de septiembre van a ser cada vez más frecuentes las grandes operaciones policiales conjuntas de los Mossos, la Guardia Urbana y la Ucrif de la Policía Nacional. Se trata de repetir la fórmula que ha funcionado con éxito con el grupo criminal de georgianos que realizaba robos con fuerza en domicilio. La gran mayoría estaba en situación irregular en España y se les tramitó expedientes de expulsión. En la operación Suricata contra los clanes paquistaníes de heroína en el Raval se repitió el procedimiento. Ahora se quiere mantener el procedimiento de expulsión a sus países de origen no sólo para grupos criminales organizados, sino para delincuentes reincidentes en situación irregular.
Hay una realidad incuestionable que es la actividad delincuencial protagonizada por migrantes tutelados o que dejaron de estarlo que actúan con muchísima violencia en los asaltos en la vía pública. Desde mayo, hay un sistema de trabajo bautizado como STOP que dirigen tres mossos: el sargento jefe de investigación de Sants, una cabo de los fura (agentes de paisano de seguridad ciudadana) del Eixample y un cabo del Arro (especialidad de seguridad ciudadana). Los tres policías tienen a diario bajo sus órdenes a seis furas que provienen de Ciutat Vella, Eixample, Sants, Sant Martí y Les Corts. Además de un cabo permanente de la Guardia Urbana del Eixample y un par de agentes que se turnan.
El grupo de la calle, que trabaja en turnos de tarde y noche, rota cada semana. Trabajan principalmente para detener in fraganti a menas y exmenas en robos con violencia. Los informes los elaboran dos mossos de investigación que luego completa la unidad de atestados. Cada semana realizan una treintena de detenciones. Y con la complicidad de la Fiscalía de menores, desde mayo que el sistema empezó a funcionar más de un centenar de menores han sido trasladados a centros de internamiento, es decir, de régimen cerrado. Los responsables policiales esperan que con todas esas medidas y la mayor presencia policial que aporta la Brimo junto a la Arro se logre contener la situación y empezar a revertir la inseguridad poco a poco.
Barcelona: Los diez delincuentes que ponen a la ciudad contra las cuerdas
MAYKA NAVARRO, BARCELONA
26/08/2019 01:23 | Actualizado a 26/08/2019 16:06
Entre el 1 de junio y el 18 de agosto hay setenta y nueve días. En ese tramo estival de once semanas, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana han detenido a un argelino de 18 años catorce veces. Ocho detenciones fueron por delitos de hurto, y seis por robo con violencia e intimidación.
El joven formaba parte del grupo de menores migrantes no tutelados que llegó el año pasado a Barcelona y recientemente alcanzó la mayoría de edad, por lo que ha dejado de estar bajo la tutela de la dirección general de Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA). A sus 18 años lidera el top ten de los delincuentes reincidentes más activos de Barcelona, y el que más imputaciones por robos con violencia acumula este complejo verano en su historial. A día de hoy sigue en libertad, hasta la próxima detención.
Este ladrón es un ejemplo de ese 90% de detenciones por robo con violencia e intimidación que en lo que va de año los mossos y los guardias urbanos han hecho en Barcelona, pero los jueces no han decretado prisión. Y eso que en la mayoría de los casos, el fiscal solicitó prisión y en el atestado que llegó al juez de guardia redactado por la unidad de instrucción de los Mossos se hacían constar todos sus antecedentes.
Los máximos responsables policiales de los Mossos d’Esquadra, acompañados por el director de la Policía, dieron la cara para admitir que en Barcelona había un problema de seguridad, que ellos prefieren no calificar de crisis, y se refirieron a esa lista de los ladrones violentos que más detenciones acumulan este verano.
EL BUCLE CRIMINAL
En dos meses y medio, 20 delincuentes han sido detenidos 180 veces y siguen en la calle
La Vanguardia ha conseguido la relación con la que trabajan los policías que patrullan por las calles de Ciutat Vella y Eixample, territorios que concentran un gran porcentaje de los asaltos que han puesto Barcelona contra las cuerdas.
El segundo también es un exmena, tiene 28 años y nació en jovenlandia. En ese mismo periodo ha sido detenido en once ocasiones y su especialidad es el robo con fuerza, además del tráfico de estupefacientes y un robo con violencia figura en su historial.
Argelia es el país de origen del tercer delincuente que encabeza el top ten de los reincidentes este verano. Con 19 años recién cumplidos ha sido detenido este verano diez veces, todas in fraganti por delicto de hurto y en una ocasión por robo con violencia en Ciutat Vella. Le sigue otro compatriota menor de edad, con 17 años, migrante tutelado por la DGAIA, y que en seis ocasione fue detenido por hurto y en otras cuatro por robo con violencia.
También con diez detenciones este verano, un bosnio de 39 años ocupa el quinto lugar de la lista. Su historial delictivo es más variado. Le constan dos robos con fuerza, tres robos con fuerza pero en el interior de vehículos, un hurto y cuatro detenciones por tráfico de estupefacientes.
El sexto delincuente más reincidente este verano en Barcelona es un italiano de 37 años, también con diez detenciones por robo con fuerza, hurto y estafas.
Un cubano de 34 años ocupa el número siete de la lista con nueve detenciones este verano por hurto y dos robos con violencia e intimidación.
El siguiente es un jovenlandés de 18 años especialmente violento con nueve detenciones, con por robos con violencia e intimidación y el resto por drojas.
En el noveno lugar figura un español de 35 años, arrestado en nueve ocasiones este verano en Barcelona por robos con fuerza y robos en el interior de vehículos. Y en la décima posición se encuentra el delincuente más veterano de la lista, un argelino de 56 años al que en estas once semanas han detenido ocho veces.
La lista continúa hasta llegar al número 20, se trata de un exmena jovenlandés de 20 años que este verano le han detenido ocho veces. La mitad por robo con violencia y la otra mitad por tráfico de drojas.
Se pueden contar estas cifras de otra manera. Hay delincuentes que actúan en Barcelona a los que la policía catalana o municipal detiene más de una vez por semana. Hay una tercera manera de explicar al lector esa misma lista. Este verano, un grupo de veinte delincuentes, por cierto todos varones, ha sido detenido 180 veces. A día de hoy, pese a que algunos tienen en su haber arrestos por robos con violencia, siguen en libertad. Todas las fuentes consultadas aseguran que en todos los casos, los veinte individuos vuelven a delinquir cuando salen por la puerta del juzgado. El robo con fuerza, con violencia, el hurto o el tráfico de drojas es su único modus vivendi.
180 detenciones en una ciudad que soporta en distritos como Ciutat Vella un centenar de robos con violencia a la semana puede parecer que no es nada. Pero la prioridad de los responsables policiales es buscar cualquier vía que aparte a estos reincidentes del bucle criminal.
TRÁMITES DE EXPULSIÓN
El objetivo es repetir las operaciones conjuntas entre Mossos, Guardia Urbana y Policía
Por eso, a partir de septiembre van a ser cada vez más frecuentes las grandes operaciones policiales conjuntas de los Mossos, la Guardia Urbana y la Ucrif de la Policía Nacional. Se trata de repetir la fórmula que ha funcionado con éxito con el grupo criminal de georgianos que realizaba robos con fuerza en domicilio. La gran mayoría estaba en situación irregular en España y se les tramitó expedientes de expulsión. En la operación Suricata contra los clanes paquistaníes de heroína en el Raval se repitió el procedimiento. Ahora se quiere mantener el procedimiento de expulsión a sus países de origen no sólo para grupos criminales organizados, sino para delincuentes reincidentes en situación irregular.
Hay una realidad incuestionable que es la actividad delincuencial protagonizada por migrantes tutelados o que dejaron de estarlo que actúan con muchísima violencia en los asaltos en la vía pública. Desde mayo, hay un sistema de trabajo bautizado como STOP que dirigen tres mossos: el sargento jefe de investigación de Sants, una cabo de los fura (agentes de paisano de seguridad ciudadana) del Eixample y un cabo del Arro (especialidad de seguridad ciudadana). Los tres policías tienen a diario bajo sus órdenes a seis furas que provienen de Ciutat Vella, Eixample, Sants, Sant Martí y Les Corts. Además de un cabo permanente de la Guardia Urbana del Eixample y un par de agentes que se turnan.
El grupo de la calle, que trabaja en turnos de tarde y noche, rota cada semana. Trabajan principalmente para detener in fraganti a menas y exmenas en robos con violencia. Los informes los elaboran dos mossos de investigación que luego completa la unidad de atestados. Cada semana realizan una treintena de detenciones. Y con la complicidad de la Fiscalía de menores, desde mayo que el sistema empezó a funcionar más de un centenar de menores han sido trasladados a centros de internamiento, es decir, de régimen cerrado. Los responsables policiales esperan que con todas esas medidas y la mayor presencia policial que aporta la Brimo junto a la Arro se logre contener la situación y empezar a revertir la inseguridad poco a poco.
Barcelona: Los diez delincuentes que ponen a la ciudad contra las cuerdas