M. Priede
Será en Octubre
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Cada día desprecio más a los que ven a Israel como un pequeño país asediado y a punto de ser destruido. Ignorancia o maldad, y no sé qué es peor. Lo más probable, las dos cosas al mismo tiempo. En España tenemos inflación de perioputas dispuestos a luchar a brazo partido en defensa del vencedor, del fuerte.
Un ejemplo más del inmenso poder que tiene la finanza internacional y por tanto Israel. Ponen y quitan ministros nada más y nada menos que en el Reino Unido. ¡Cómo será en España!, país que ya no es nada. Tiene razón jovenlandia; ellos no son España, que no abre la boca cuando cinco países de Europa, se supone que aliados, dan asilo político a unos golpistas fugados de la Justicia: jovenlandia lanza una última advertencia a España: "No debe minimizar la gravedad" de la crisis actual entre ambos países
Quizá la mayor debilidad de todas consiste en no querer reconocer esa debilidad. Mientras sigamos engañándonos no haremos nada por adquirir fuerza, aunque sólo sea un poco.
*****************************************
Los diarios de Alan Duncan: Un relato desde dentro sobre Boris Johnson, el Brexit y los secretos británicos sobre Oriente Próximo
www.globalresearch.ca
Los diarios recién publicados del ex ministro conservador critican duramente el Brexit y a Boris Johnson
Por Chris Mullin
Global Research, 04 de mayo de 2021
Middle East Eye 3 de mayo de 2021
Región: Europa, Oriente Medio y Norte de África
Fue Alan Clark, un ministro de defensa de rango medio, quien con sus diarios superventas iluminó extraordinariamente la década de Thatcher. A mediados de los noventa, Gyles Brandreth, un humilde agente de policía, proporcionó el mejor relato interno del gobierno en desintegración de John Major. Entonces, como ahora, los tories se desgarraban por Europa.
Mis propios tres volúmenes de diarios (dos de los cuales llegaron a las listas de los más vendidos) trazaron el ascenso y la caída del Nuevo Laborismo bajo Tony Blair y relleniton Brown. Más recientemente, Sasha Swire, la esposa de Hugo Swire, que fue ministro en el gobierno de David Cameron, proporcionó destellos de la vida dentro de la pequeña élite que nos gobernó entre 2010 y 2016.
Ahora, Alan Duncan, ministro de Asuntos Exteriores de rango medio, ofrece un relato entre bastidores de estos últimos cinco años turbulentos de la vida política en Gran Bretaña, titulado In the Thick of It. Hay mucho en juego. El Brexit, el ascenso de Boris Johnson y el decreciente papel de Gran Bretaña en el mundo son los grandes temas.
De paso, también arroja luz sobre un área poco conocida: La estrecha relación de Gran Bretaña con el estratégicamente vital estado del Golfo de Omán. No es ningún secreto que Gran Bretaña lleva mucho tiempo implicada en Omán, uno de los últimos puestos de avanzada del Reino Unido en Oriente Medio. Los oficiales británicos forman parte del personal de las fuerzas armadas omaníes, y la agencia de vigilancia de las comunicaciones, GCHQ, tiene una base allí. Además, el sultanato, como muchos de sus vecinos, es un importante mercado para las armas británicas.
El "consejo privado" del sultán de Omán
El interés de Duncan por la región se remonta a sus días como comerciante de petróleo. En 2014, Cameron lo nombró enviado especial a Omán, un trabajo que se tomó muy en serio. Fue miembro de lo que él denomina el "consejo privado" del sultán, un grupo de seis miembros destacados del establishment británico que se reúnen anualmente con el sultán para ofrecerle asesoramiento.
Duncan afirma que ha asistido a 14 reuniones de este tipo desde 2001, y basta con echar un vistazo a la lista del reparto para calibrar la importancia que el Reino Unido concede a la relación. Entre los miembros del llamado Consejo Privado se encuentran jefes del Servicio Secreto de Inteligencia, un ex secretario privado de la Reina, varios ex jefes de las fuerzas armadas y Mervyn King, ex gobernador del Banco de Inglaterra.
El nuevo gobierno británico: ¿Cuál es la posición de los ministros de Boris Johnson sobre Oriente Medio?
El entretenimiento es fastuoso. Duncan escribe sobre la cena de Año Nuevo del sultán en 2019:
"Estaba en el mismo asiento que he ocupado durante los últimos 20 años ... no era tanto un buffet como un suntuoso festín con dos líneas de mesas, cada una de ellas de quizás 15 yardas de largo gimiendo con enormes bandejas de langosta, gambas, pollo, etc. Eso es sólo para empezar. Volvemos de nuevo bajo tapas de plata abovedadas. Después, pudines y la tarta de Año Nuevo, de dos metros de altura... La cena terminó hacia las dos de la madrugada y luego tuvimos un concierto hasta las cuatro y media".
El sultán Qaboos de Omán, que reinó durante casi 50 años, murió en enero de 2020 y le sucedió su primo. Una delegación de alto nivel tuvo que ser organizada con poca antelación para presentar sus respetos al nuevo gobernante: El Príncipe Carlos, el Primer Ministro, el Secretario de Defensa y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa. No hay duda: Omán es importante para el Reino Unido.
Dado su prolongado interés por la región, el autor podría haber esperado razonablemente que sus responsabilidades en el Ministerio de Asuntos Exteriores incluyeran Oriente Medio. Pero los Amigos Conservadores de Israel, observando sus simpatías pro-palestinas, tenían otras ideas.
La entrada de Duncan del 16 de julio de 2016 señala:
"A las 17:30 voy al Ministerio de Asuntos Exteriores. Todo parece claro y acordado que seré ministro para Oriente Medio, como se esperaba... Pero cuando veo a Boris [Johnson] a las 6 de la tarde parece que ha surgido un problema masivo... Boris dice que los Amigos Conservadores de Israel se están volviendo locos... Tal y como yo lo veo, no es por otra razón que porque creo en los derechos de los palestinos y mientras ellos fingen creer en dos estados paralelos, está bastante claro que no lo hacen y por eso se proponen destruir a los auténticos defensores de Palestina."
Cobardes frente a Israel
Parece que los grupos pro-Israel también estaban presionando a la oficina del primer ministro: "Ahora el Número 10 le está diciendo a Boris que no puedo ocuparme de Oriente Próximo... En cualquier otro país [esto]... se vería, en mi opinión, como un espionaje atrincherado". Para ser justos, hubo otras objeciones, ya que las antiguas conexiones comerciales de Duncan en Oriente Medio también se consideraron un problema. Al final se le asignó la responsabilidad de Europa y América, con la excepción de Omán, que se le permitió conservar.
Hubo una curiosa consecuencia de este pequeño episodio. Shai Masot, un diplomático israelí, fue captado por las cámaras hablando de "derribar" a Duncan. El embajador israelí llamó para disculparse, asegurando que el individuo en cuestión había sido contratado localmente y no tenía estatus diplomático.
"Todo esto es una completa tontería", escribe Duncan. "Masot es un primer o segundo secretario, miembro de la inteligencia militar, empleado específicamente como propagandista parlamentario y encubierto".
El incidente se escondió rápidamente bajo la alfombra. Masot, que también tenía contactos en el Partido Laborista, fue enviado a casa. El gobierno británico, deseoso de evitar una disputa con los israelíes, no siguió con el asunto. Tampoco lo hizo el Partido Laborista, acobardado por las acusaciones de antisemitismo.
Duncan, a pesar de ser un modelo de discreción en público, fue mordaz en privado sobre la actitud del Reino Unido hacia Israel.
"Somos unos cobardes supinos e insignificantes", comentó después de que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu fuera agasajado en Downing Street.
"¿Dónde está la reacción británica?", se pregunta después de que un político israelí pro-asentamiento afirmara que toda la Cisjordania ocupada pertenecía a Israel.
"No es sólo el fin de la solución de dos Estados. Es el fin de cualquier postura de principios sobre la cuestión por parte del Reino Unido, dado que esto siempre ha sido una línea roja para nosotros y tenemos la intención de no hacer nada", escribe sobre un plan israelí para desalojar a 500 beduinos de la tierra en el borde de Jerusalén para dar paso a los colonos.
Perseguido por el Brexit
Pero es el Brexit, y no Israel, lo que persigue este volumen. De hecho, persigue a todo el Partido Conservador.
En febrero de 2016, Duncan, euroescéptico desde hace mucho tiempo, coqueteó brevemente con la campaña del "Leave", pero una visita a la sede de "Vote Leave" le bastó para darse cuenta de la compañía que iba a tener y, a partir de entonces, apoyó firmemente la campaña del "Remain".
Explica así su conversión:
"En algún momento, desde principios de los 90, la causa del euroescepticismo honesto y reflexivo mutó en una forma de nacionalismo simplista que me parece antiestética y degradante. En lugar de hacer campaña por la reforma de las obsoletas instituciones de la UE y buscar un mejor acuerdo para el Reino Unido, demasiados euroescépticos se refugiaron en un burdo eslogan. Había un argumento racional y pragmático para abandonar la UE, pero pocos se molestaron en hacerlo. En su lugar, nos enfrentamos a una oleada de tonterías populistas, tópicos emotivos y francas mentiras".
Aunque simpatizaba con la tarea imposible a la que se enfrentaba y fue públicamente leal en todo momento a la entonces primera ministra, Theresa May, Duncan, al igual que otros, se desesperaba por su falta de empatía: "No hay aplomo ni presencia. Carisma en by pass. Sin personalidad".
En julio de 2016, Boris Johnson fue nombrado secretario de Asuntos Exteriores y Duncan, su adjunto en todo menos en el nombramiento, estaba bien situado para observar. Su opinión sobre Johnson era baja. Seis días antes de que May pronunciara un importante discurso sobre Europa, Johnson publicó un extenso ensayo en el que exponía lo que se describía como sus "líneas rojas" sobre el tema, lo que la debilitaba por completo.
Una vez más, Duncan fue mordaz:
"[Se] cree que es el próximo Churchill. Tiene una pasión autoengañosa y falsamente romántica que no está arraigada en el realismo. Es desleal. Una década de atención de la prensa se le ha subido a la cabeza y no se da cuenta de que ha perdido el brillo. Es un augusto, un egocéntrico, un bufón vergonzoso, con una mente desordenada y un juicio diplomático bajo cero. Es una mancha internacional para nuestra reputación... un coágulo solitario, egoísta, caótico, indisciplinado y desvergonzado".
Tal vez. Pero es una medida del declive de Gran Bretaña en el mundo que este hombre sea ahora nuestro primer ministro. En algún lugar de las entrañas del gobierno, otro escriba secreto estará trabajando para seguir trazando el deslizamiento sin remordimientos del Reino Unido hacia la insularidad y la irrelevancia. Ah, sí, y sé de buena tinta que la Reina también lleva un diario. Me pregunto qué hace ella con todo esto.
Chris Mullin es un antiguo ministro laborista. Fue miembro de la Cámara de los Comunes entre 1987 y 2010. Su última novela, Los amigos de Harry Perkins, ya está disponible en rústica.
Un ejemplo más del inmenso poder que tiene la finanza internacional y por tanto Israel. Ponen y quitan ministros nada más y nada menos que en el Reino Unido. ¡Cómo será en España!, país que ya no es nada. Tiene razón jovenlandia; ellos no son España, que no abre la boca cuando cinco países de Europa, se supone que aliados, dan asilo político a unos golpistas fugados de la Justicia: jovenlandia lanza una última advertencia a España: "No debe minimizar la gravedad" de la crisis actual entre ambos países
Quizá la mayor debilidad de todas consiste en no querer reconocer esa debilidad. Mientras sigamos engañándonos no haremos nada por adquirir fuerza, aunque sólo sea un poco.
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Los diarios de Alan Duncan: Un relato desde dentro sobre Boris Johnson, el Brexit y los secretos británicos sobre Oriente Próximo
Alan Duncan's Diaries: An Insider's Account of Boris Johnson, Brexit and Britain's Middle East Secrets - Global Research
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Los diarios recién publicados del ex ministro conservador critican duramente el Brexit y a Boris Johnson
Por Chris Mullin
Global Research, 04 de mayo de 2021
Middle East Eye 3 de mayo de 2021
Región: Europa, Oriente Medio y Norte de África
Fue Alan Clark, un ministro de defensa de rango medio, quien con sus diarios superventas iluminó extraordinariamente la década de Thatcher. A mediados de los noventa, Gyles Brandreth, un humilde agente de policía, proporcionó el mejor relato interno del gobierno en desintegración de John Major. Entonces, como ahora, los tories se desgarraban por Europa.
Mis propios tres volúmenes de diarios (dos de los cuales llegaron a las listas de los más vendidos) trazaron el ascenso y la caída del Nuevo Laborismo bajo Tony Blair y relleniton Brown. Más recientemente, Sasha Swire, la esposa de Hugo Swire, que fue ministro en el gobierno de David Cameron, proporcionó destellos de la vida dentro de la pequeña élite que nos gobernó entre 2010 y 2016.
Ahora, Alan Duncan, ministro de Asuntos Exteriores de rango medio, ofrece un relato entre bastidores de estos últimos cinco años turbulentos de la vida política en Gran Bretaña, titulado In the Thick of It. Hay mucho en juego. El Brexit, el ascenso de Boris Johnson y el decreciente papel de Gran Bretaña en el mundo son los grandes temas.
De paso, también arroja luz sobre un área poco conocida: La estrecha relación de Gran Bretaña con el estratégicamente vital estado del Golfo de Omán. No es ningún secreto que Gran Bretaña lleva mucho tiempo implicada en Omán, uno de los últimos puestos de avanzada del Reino Unido en Oriente Medio. Los oficiales británicos forman parte del personal de las fuerzas armadas omaníes, y la agencia de vigilancia de las comunicaciones, GCHQ, tiene una base allí. Además, el sultanato, como muchos de sus vecinos, es un importante mercado para las armas británicas.
El "consejo privado" del sultán de Omán
El interés de Duncan por la región se remonta a sus días como comerciante de petróleo. En 2014, Cameron lo nombró enviado especial a Omán, un trabajo que se tomó muy en serio. Fue miembro de lo que él denomina el "consejo privado" del sultán, un grupo de seis miembros destacados del establishment británico que se reúnen anualmente con el sultán para ofrecerle asesoramiento.
Duncan afirma que ha asistido a 14 reuniones de este tipo desde 2001, y basta con echar un vistazo a la lista del reparto para calibrar la importancia que el Reino Unido concede a la relación. Entre los miembros del llamado Consejo Privado se encuentran jefes del Servicio Secreto de Inteligencia, un ex secretario privado de la Reina, varios ex jefes de las fuerzas armadas y Mervyn King, ex gobernador del Banco de Inglaterra.
El nuevo gobierno británico: ¿Cuál es la posición de los ministros de Boris Johnson sobre Oriente Medio?
El entretenimiento es fastuoso. Duncan escribe sobre la cena de Año Nuevo del sultán en 2019:
"Estaba en el mismo asiento que he ocupado durante los últimos 20 años ... no era tanto un buffet como un suntuoso festín con dos líneas de mesas, cada una de ellas de quizás 15 yardas de largo gimiendo con enormes bandejas de langosta, gambas, pollo, etc. Eso es sólo para empezar. Volvemos de nuevo bajo tapas de plata abovedadas. Después, pudines y la tarta de Año Nuevo, de dos metros de altura... La cena terminó hacia las dos de la madrugada y luego tuvimos un concierto hasta las cuatro y media".
El sultán Qaboos de Omán, que reinó durante casi 50 años, murió en enero de 2020 y le sucedió su primo. Una delegación de alto nivel tuvo que ser organizada con poca antelación para presentar sus respetos al nuevo gobernante: El Príncipe Carlos, el Primer Ministro, el Secretario de Defensa y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa. No hay duda: Omán es importante para el Reino Unido.
Dado su prolongado interés por la región, el autor podría haber esperado razonablemente que sus responsabilidades en el Ministerio de Asuntos Exteriores incluyeran Oriente Medio. Pero los Amigos Conservadores de Israel, observando sus simpatías pro-palestinas, tenían otras ideas.
La entrada de Duncan del 16 de julio de 2016 señala:
"A las 17:30 voy al Ministerio de Asuntos Exteriores. Todo parece claro y acordado que seré ministro para Oriente Medio, como se esperaba... Pero cuando veo a Boris [Johnson] a las 6 de la tarde parece que ha surgido un problema masivo... Boris dice que los Amigos Conservadores de Israel se están volviendo locos... Tal y como yo lo veo, no es por otra razón que porque creo en los derechos de los palestinos y mientras ellos fingen creer en dos estados paralelos, está bastante claro que no lo hacen y por eso se proponen destruir a los auténticos defensores de Palestina."
Cobardes frente a Israel
Parece que los grupos pro-Israel también estaban presionando a la oficina del primer ministro: "Ahora el Número 10 le está diciendo a Boris que no puedo ocuparme de Oriente Próximo... En cualquier otro país [esto]... se vería, en mi opinión, como un espionaje atrincherado". Para ser justos, hubo otras objeciones, ya que las antiguas conexiones comerciales de Duncan en Oriente Medio también se consideraron un problema. Al final se le asignó la responsabilidad de Europa y América, con la excepción de Omán, que se le permitió conservar.
Hubo una curiosa consecuencia de este pequeño episodio. Shai Masot, un diplomático israelí, fue captado por las cámaras hablando de "derribar" a Duncan. El embajador israelí llamó para disculparse, asegurando que el individuo en cuestión había sido contratado localmente y no tenía estatus diplomático.
"Todo esto es una completa tontería", escribe Duncan. "Masot es un primer o segundo secretario, miembro de la inteligencia militar, empleado específicamente como propagandista parlamentario y encubierto".
El incidente se escondió rápidamente bajo la alfombra. Masot, que también tenía contactos en el Partido Laborista, fue enviado a casa. El gobierno británico, deseoso de evitar una disputa con los israelíes, no siguió con el asunto. Tampoco lo hizo el Partido Laborista, acobardado por las acusaciones de antisemitismo.
Duncan, a pesar de ser un modelo de discreción en público, fue mordaz en privado sobre la actitud del Reino Unido hacia Israel.
"Somos unos cobardes supinos e insignificantes", comentó después de que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu fuera agasajado en Downing Street.
"¿Dónde está la reacción británica?", se pregunta después de que un político israelí pro-asentamiento afirmara que toda la Cisjordania ocupada pertenecía a Israel.
"No es sólo el fin de la solución de dos Estados. Es el fin de cualquier postura de principios sobre la cuestión por parte del Reino Unido, dado que esto siempre ha sido una línea roja para nosotros y tenemos la intención de no hacer nada", escribe sobre un plan israelí para desalojar a 500 beduinos de la tierra en el borde de Jerusalén para dar paso a los colonos.
Perseguido por el Brexit
Pero es el Brexit, y no Israel, lo que persigue este volumen. De hecho, persigue a todo el Partido Conservador.
En febrero de 2016, Duncan, euroescéptico desde hace mucho tiempo, coqueteó brevemente con la campaña del "Leave", pero una visita a la sede de "Vote Leave" le bastó para darse cuenta de la compañía que iba a tener y, a partir de entonces, apoyó firmemente la campaña del "Remain".
Explica así su conversión:
"En algún momento, desde principios de los 90, la causa del euroescepticismo honesto y reflexivo mutó en una forma de nacionalismo simplista que me parece antiestética y degradante. En lugar de hacer campaña por la reforma de las obsoletas instituciones de la UE y buscar un mejor acuerdo para el Reino Unido, demasiados euroescépticos se refugiaron en un burdo eslogan. Había un argumento racional y pragmático para abandonar la UE, pero pocos se molestaron en hacerlo. En su lugar, nos enfrentamos a una oleada de tonterías populistas, tópicos emotivos y francas mentiras".
Aunque simpatizaba con la tarea imposible a la que se enfrentaba y fue públicamente leal en todo momento a la entonces primera ministra, Theresa May, Duncan, al igual que otros, se desesperaba por su falta de empatía: "No hay aplomo ni presencia. Carisma en by pass. Sin personalidad".
En julio de 2016, Boris Johnson fue nombrado secretario de Asuntos Exteriores y Duncan, su adjunto en todo menos en el nombramiento, estaba bien situado para observar. Su opinión sobre Johnson era baja. Seis días antes de que May pronunciara un importante discurso sobre Europa, Johnson publicó un extenso ensayo en el que exponía lo que se describía como sus "líneas rojas" sobre el tema, lo que la debilitaba por completo.
Una vez más, Duncan fue mordaz:
"[Se] cree que es el próximo Churchill. Tiene una pasión autoengañosa y falsamente romántica que no está arraigada en el realismo. Es desleal. Una década de atención de la prensa se le ha subido a la cabeza y no se da cuenta de que ha perdido el brillo. Es un augusto, un egocéntrico, un bufón vergonzoso, con una mente desordenada y un juicio diplomático bajo cero. Es una mancha internacional para nuestra reputación... un coágulo solitario, egoísta, caótico, indisciplinado y desvergonzado".
Tal vez. Pero es una medida del declive de Gran Bretaña en el mundo que este hombre sea ahora nuestro primer ministro. En algún lugar de las entrañas del gobierno, otro escriba secreto estará trabajando para seguir trazando el deslizamiento sin remordimientos del Reino Unido hacia la insularidad y la irrelevancia. Ah, sí, y sé de buena tinta que la Reina también lleva un diario. Me pregunto qué hace ella con todo esto.
Chris Mullin es un antiguo ministro laborista. Fue miembro de la Cámara de los Comunes entre 1987 y 2010. Su última novela, Los amigos de Harry Perkins, ya está disponible en rústica.
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