Burt Lancaster
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La guerra entre la Puerta del Sol y Génova ha pasado a una nueva fase en la que la dirección del PP busca blindaje ante su perfil más potente
RELACIONADOEl PP de Madrid pide calma: "La sangre no llegará al río, Pablo e Isabel no son Rajoy y Aguirre"Cae la banderillación en Madrid: se registra el segundo peor dato en los dos últimos meses
NACHO CABALLERO Martes, 14 de septiembre de 2021
Ayuso con sus consiglieri
Esperanza Aguirre visibilizó la guerra que, desde hace tiempo, libran Génova y Sol. La batalla es ahora de dominio público, sobre todo tras las declaraciones de la exlideresa y la consiguiente réplica del Teodoro García Egea, quien echó en cara a ésta su legado corrupto. Con Isabel Díaz Ayuso, respaldada por Aguirre, al acecho, Pablo Casado quiere protegerse ahora de las más que posibles represalias de su otrora amiga. De hecho, se ha metido en el bolsillo a cuatro de sus ocho consejeros, los cuales secundarían una lista alternativa a la de la actual presidenta de la Comunidad de Madrid.
Génova ha empezado a mover los hilos. Las diferencias con la Puerta del Sol se han ensanchado en el último año y medio. El peso específico que ha logrado la presidenta de la Comunidad de Madrid en la política española es indudable y en el cuartel general del PP lo saben. Tanto es así que Isabel Díaz Ayuso, incluso, ha adquirido una atracción mediática tal que trasciende las fronteras. Un caso opuesto al de su ‘jefe’, al que le ha comido la tostada, sobre todo a nivel estatal, al ser uno de los puntales de la derecha en su cruzada contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
No hace ni un mes, la presidenta regional, en un corrillo ante los periodistas, apretó las tuercas a sus superiores, mientras ellos aplacaban los rumores con los repetitivos “ahora no toca”. Ayuso anunció que presentará su candidatura para presidir el Partido Popular de Madrid y lo hará, según confirman fuentes próximas a la lideresa a este periódico, sí o sí. “Lo tiene decidido”, admiten.
La rumorología se disparó hasta tal punto que Pablo Casado se metió en un aprieto sin quererlo. “Tenemos dos militantes de mucho peso”, espetó el presidente del Partido Popular, quien metió en la pugna a un José Luis Martínez-Almeida que hasta la fecha había driblado con maestría el futuro del PP de Madrid. En los mentideros de la formación, desde ese momento, emerge un cambio de postura en el regidor: lo que antes era un “ahora no toca”, pasó a un ‘por qué no’.
La cuerda, a punto de romperse
La tensión se ha incrementado sobremanera entre Génova y la Puerta del Sol. La intervención de Esperanza Aguirre como estrella invitada no ha provocado sino un incremento de las hostilidades. La cúpula del partido ya ha movido ficha hasta en dos ocasiones, adelantándose a lo que pudiera hacer Ayuso. La dirección nacional ha maniobrado para evitar que la lideresa encuentre alguna ‘excusa’ que le impida ausentarse de la convención nacional fechada para los próximos 2 y 3 de octubre. Así las cosas, los conservadores han modificado la agenda de su cónclave, añadiendo una mesa de presidentes autonómicos.
La partida está en marcha y el Partido Popular no pierde el tiempo para defender sus posiciones. A esta modificación del gran cónclave conservador en Valencia se le suma las maniobras de Génova para aislar a la propia Ayuso en la región e incluso en su propio Gobierno. Las raíces de la dirección del PP se han hundido en el gabinete de la presidenta madrileña.
Génova se asegura a cuatro 'traidores'
Para el segundo objetivo, Génova apenas ha necesitado inmutarse. La estructura del Gobierno de Ayuso se tambalea en su mayoría. Según ha avanzado el diario El Mundo, varios consejeros de Isabel Díaz Ayuso se han acercado en privado a la dirección nacional del partido para trasladarles que son fieles a su argumentario de que aún es pronto para pronunciarse sobre el congreso regional. En frente, las prisas de Ayuso por zanjar la etapa de la gestora en el PP de Madrid.
Las informaciones de El Mundo apuntan a cuatro consejeros. El primero en mover ficha hacia Génova fue el consejero de tras*portes de Madrid y polémico exalcalde de Alcorcón, David Pérez. Entrevistado por Onda Madrid, expuso la necesidad de centrarse en clave nacional, justificando su posicionamiento sobre el elevado precio de la luz o las discrepancias entre Gobierno y oposición para renovar el Poder Judicial. En resumidas cuentas, Pérez espetó, como Almeida y el resto de la jet set, que “ahora no toca”.
Desmarcado ya de la presidenta regional, Pérez declaró que existe “un calendario” y apela a los “tiempos marcados” por el partido a escala nacional. “Ha advertido del orden que van a seguir los sucesivos encuentros internos y cuando llegue ese momento será cuando los afiliados tengan que pronunciarse sobre quién quieren que sea su presidente”, apostilló el ex primer edil de Alcorcón.
Después de las advertencias públicas de Pérez, Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad y número dos en la lista de Ayuso para los comicios de mayo de 2019, siguió la misma senda ante las cámaras de laSexta. Pero el precursor fue el responsable de Justicia, Enrique López, quien, en las páginas de La Razón, mostró su temor a que el debate sobre el liderazgo en Madrid eclipsara el gran cónclave conservador. “La presidenta y todo su Ejecutivo están centrados en la gestión del Gobierno de la Comunidad de Madrid y el partido en la convención que presentará a Casado como alternativa”, esgrimió.
Según El Mundo, en la dirección nacional mantienen la mirada recelosa hacia Miguel Ángel Rodríguez, principal asesor de la presidenta regional. De hecho, le afean que pretenda mostrar una “unidad en el partido que no tiene ni en su propio Consejo de Gobierno”.
Estas informaciones también meten en el saco de los díscolos a Carlos Izquierdo, mítico entre las filas conservadoras en la región.
Por su parte, sobre Javier Lasquetty se cernía la sombra de la sospecha. El consejero de Hacienda fue un hombre muy ligado a Pablo Casado, siendo el jefe de su gabinete y todo indicaba que engrosaría esta lista de fieles a Génova. Sin embargo, ayer se esforzó por dejarse ver en Milán, donde se encontraba respaldando a Ayuso junto con Miguel Ángel Rodríguez.
"Tonterías sin importancia"
Ante la polvareda levantada y la alineación de varios de sus consejeros con Génova, fuentes del entorno de la presidenta madrileña aseguran a este periódico que se trata de un asunto "sin importancia". "Tonterías", agregan desde su círculo más íntimo, quienes creen que "los citados" ya hablarán "cuando tengan la oportunidad".
www.elplural.com
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NACHO CABALLERO Martes, 14 de septiembre de 2021
Ayuso con sus consiglieri
Esperanza Aguirre visibilizó la guerra que, desde hace tiempo, libran Génova y Sol. La batalla es ahora de dominio público, sobre todo tras las declaraciones de la exlideresa y la consiguiente réplica del Teodoro García Egea, quien echó en cara a ésta su legado corrupto. Con Isabel Díaz Ayuso, respaldada por Aguirre, al acecho, Pablo Casado quiere protegerse ahora de las más que posibles represalias de su otrora amiga. De hecho, se ha metido en el bolsillo a cuatro de sus ocho consejeros, los cuales secundarían una lista alternativa a la de la actual presidenta de la Comunidad de Madrid.
Génova ha empezado a mover los hilos. Las diferencias con la Puerta del Sol se han ensanchado en el último año y medio. El peso específico que ha logrado la presidenta de la Comunidad de Madrid en la política española es indudable y en el cuartel general del PP lo saben. Tanto es así que Isabel Díaz Ayuso, incluso, ha adquirido una atracción mediática tal que trasciende las fronteras. Un caso opuesto al de su ‘jefe’, al que le ha comido la tostada, sobre todo a nivel estatal, al ser uno de los puntales de la derecha en su cruzada contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
No hace ni un mes, la presidenta regional, en un corrillo ante los periodistas, apretó las tuercas a sus superiores, mientras ellos aplacaban los rumores con los repetitivos “ahora no toca”. Ayuso anunció que presentará su candidatura para presidir el Partido Popular de Madrid y lo hará, según confirman fuentes próximas a la lideresa a este periódico, sí o sí. “Lo tiene decidido”, admiten.
La rumorología se disparó hasta tal punto que Pablo Casado se metió en un aprieto sin quererlo. “Tenemos dos militantes de mucho peso”, espetó el presidente del Partido Popular, quien metió en la pugna a un José Luis Martínez-Almeida que hasta la fecha había driblado con maestría el futuro del PP de Madrid. En los mentideros de la formación, desde ese momento, emerge un cambio de postura en el regidor: lo que antes era un “ahora no toca”, pasó a un ‘por qué no’.
La cuerda, a punto de romperse
La tensión se ha incrementado sobremanera entre Génova y la Puerta del Sol. La intervención de Esperanza Aguirre como estrella invitada no ha provocado sino un incremento de las hostilidades. La cúpula del partido ya ha movido ficha hasta en dos ocasiones, adelantándose a lo que pudiera hacer Ayuso. La dirección nacional ha maniobrado para evitar que la lideresa encuentre alguna ‘excusa’ que le impida ausentarse de la convención nacional fechada para los próximos 2 y 3 de octubre. Así las cosas, los conservadores han modificado la agenda de su cónclave, añadiendo una mesa de presidentes autonómicos.
La partida está en marcha y el Partido Popular no pierde el tiempo para defender sus posiciones. A esta modificación del gran cónclave conservador en Valencia se le suma las maniobras de Génova para aislar a la propia Ayuso en la región e incluso en su propio Gobierno. Las raíces de la dirección del PP se han hundido en el gabinete de la presidenta madrileña.
Génova se asegura a cuatro 'traidores'
Para el segundo objetivo, Génova apenas ha necesitado inmutarse. La estructura del Gobierno de Ayuso se tambalea en su mayoría. Según ha avanzado el diario El Mundo, varios consejeros de Isabel Díaz Ayuso se han acercado en privado a la dirección nacional del partido para trasladarles que son fieles a su argumentario de que aún es pronto para pronunciarse sobre el congreso regional. En frente, las prisas de Ayuso por zanjar la etapa de la gestora en el PP de Madrid.
Las informaciones de El Mundo apuntan a cuatro consejeros. El primero en mover ficha hacia Génova fue el consejero de tras*portes de Madrid y polémico exalcalde de Alcorcón, David Pérez. Entrevistado por Onda Madrid, expuso la necesidad de centrarse en clave nacional, justificando su posicionamiento sobre el elevado precio de la luz o las discrepancias entre Gobierno y oposición para renovar el Poder Judicial. En resumidas cuentas, Pérez espetó, como Almeida y el resto de la jet set, que “ahora no toca”.
Desmarcado ya de la presidenta regional, Pérez declaró que existe “un calendario” y apela a los “tiempos marcados” por el partido a escala nacional. “Ha advertido del orden que van a seguir los sucesivos encuentros internos y cuando llegue ese momento será cuando los afiliados tengan que pronunciarse sobre quién quieren que sea su presidente”, apostilló el ex primer edil de Alcorcón.
Después de las advertencias públicas de Pérez, Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad y número dos en la lista de Ayuso para los comicios de mayo de 2019, siguió la misma senda ante las cámaras de laSexta. Pero el precursor fue el responsable de Justicia, Enrique López, quien, en las páginas de La Razón, mostró su temor a que el debate sobre el liderazgo en Madrid eclipsara el gran cónclave conservador. “La presidenta y todo su Ejecutivo están centrados en la gestión del Gobierno de la Comunidad de Madrid y el partido en la convención que presentará a Casado como alternativa”, esgrimió.
Según El Mundo, en la dirección nacional mantienen la mirada recelosa hacia Miguel Ángel Rodríguez, principal asesor de la presidenta regional. De hecho, le afean que pretenda mostrar una “unidad en el partido que no tiene ni en su propio Consejo de Gobierno”.
Estas informaciones también meten en el saco de los díscolos a Carlos Izquierdo, mítico entre las filas conservadoras en la región.
Por su parte, sobre Javier Lasquetty se cernía la sombra de la sospecha. El consejero de Hacienda fue un hombre muy ligado a Pablo Casado, siendo el jefe de su gabinete y todo indicaba que engrosaría esta lista de fieles a Génova. Sin embargo, ayer se esforzó por dejarse ver en Milán, donde se encontraba respaldando a Ayuso junto con Miguel Ángel Rodríguez.
"Tonterías sin importancia"
Ante la polvareda levantada y la alineación de varios de sus consejeros con Génova, fuentes del entorno de la presidenta madrileña aseguran a este periódico que se trata de un asunto "sin importancia". "Tonterías", agregan desde su círculo más íntimo, quienes creen que "los citados" ya hablarán "cuando tengan la oportunidad".
Los cuatro consejeros que traicionarían a Ayuso para alinearse con Casado
La guerra entre la Puerta del Sol y Génova ha pasado a una nueva fase en la que la dirección del PP busca blindaje ante su perfil más potente
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