Feriri88
Madmaxista
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La historia de los Cassirer siempre me resulto apasionante. Esas ansias por robar lo que legalmente pertenece a España. Cuento el caso para los poco enterados.
El objeto de deseo para empezar. La rue Saint Honore con efecto de lluvia pintado por Pisarro dentro de la colección de cuadros impresionistas sobre las vistas del Paris de finales del xix y principios del xx.
Valorado en 30 millones de Euros está expuesto en el museo nacional Thyssen Bornemisza en Madrid desde 1993 cuando el cuadro fue comprado dentro de la gran colección del barón Thyssen.
El cuadro fue comprado en 1900 por Jules Cassirer, empresario berlinés alubio* con una empresa de cables al marchante de Pisarro. De Jules pasó a su hijo y de este al morir a su viuda, Lilly Cassirer, que lo tenía en su salón en su casa de Munich.
En 1938 ante el ascenso de los nazis un marchante afiliado al partido nancy le ofrece 350 marcos por el cuadro y pasaportes para salir de Alemania para ella y su familia. Lilly acepta y salen rumbo a Inglaterra y Suiza.
El cuadro pasa por varias manos hasta que desaparece en 1943.
En 1958 el estado alemán recompensa a Lilly Cassirer con 120.000 marcos, el precio del cuadro en esa época, un dineral.
Tras 1943 la obra reaparece en el 51 en Estados Unidos, en Beverly Hills, donde es comprada por un marchante alubio*, después pasa por varias galerías (publicas) hasta que en 1976 la obra es comprada en Nueva York por el barón y la instala junto con otras en Villa Favorita, en Suiza, en un museo abierto al publico. En ese tiempo la obra es prestada a varias exposiciones en diferentes países.
La fundación Thyssen, es decir, nosotros ya que la colección es de todos los españoles dice que compró la obra legalmente al barón Thyssen, que la obra en ese momento no estaba en ningún catalogo de obras robadas, que la obra había estado 15 años expuesta en un museo público en villa Favorita, que el barón la compró en una subasta pública en Nueva York y que antes había pasado por varias manos entre ellas la de un conocido marchante judío sin que los Cassirer la reclamaran nunca hasta 2002 cuando ponen la demanda. Durante más de 40 ninguna demanda pesó sobre la obra y los Cassirer, primero Lilly tras cobrar el dinero de Alemania y luego su hijo se olvidaron de la obra. Hasta que llegó Claude, nacido Klaus, nieto de Lilly quien demandó al museo en 2002 tras pedir en 2001 que le devolvían la obra.
Nota informativa del Thyssen con todo el caso. La resolución judicial tendría que salir ahora
https://www.museothyssen.org/sites/...018-12/Nota_informativa_Pissarro_11.12.18.pdf
También sería discutible porque shishi España tiene que devolver una obra que está aquí, comprada a un ciudadano suizo-holandés (el barón Thyssen nació en Holanda y residía en Suiza) que tenía la obra en Suiza, todo porque lo diga un juzgado de California. Qué jurisdicción tiene?
Ah, los Cassirer, familia de ricos empresarios de la Alemania de principios del XX. No solo empresarios, también escritores, filósofos, marchantes de arte... estaban en todo el núcleo artístico alemán.
En esta foto vemos a la familia con sus elegantes trajes en una gran mesa. El Niño que mira a un lado es Klaus, futuro Claude Cassirer que en 2002 demandará a España. Falleció en 2010, ahora lo llevan sus hijos, biznietos de la propietaria.
Klaus nació en una rica familia. Aquí con su abuela Lilly y en Munich con su niñera en 1928. Si, difícilmente se puede tener más cara de judío que la suya.
Y donde están ahora los Cassirer. La vida, se convirtieron en una familia más de clase media de EEUU. Ya sabéis, casita con jardín en suburbio, en este caso de San Diego. La mayor vida cultural que hacen debe ser ir al Wal-Mart y la mejor fiesta anual será la graduación en el instituto. Un cambio a peor viniendo de la clase alta berlinesa que se codeaba con la intelectualidad alemana.
Como Claude se veía poco judío se casó con otra judía con cara muy poco judía.
Tras la fin de Claude en 2010 siguieron el proceso sus hijos David y Ava. Pero Ava murió hace unos años. Recordais esa foto que puse antes de las elegantes veladas en casa de los Cassirer, con los esmoquin y las damas, las grandes mesas, los cuadros impresionistas, el servicio... Pues eso. No es maldad. Es una imagen
Es una familia judía que solo quiere el cuadro para venderlo al día siguiente e intentar recuperar un estatus perdido hace 80 años. El cuadro que ahora pertenece a todos los españoles. A mí, a mi abuela, a mi prima segunda que trabaja en una residencia de ancianos, a mi amiga que vota a Alberto Garzón porque le parece muy mono o a tí que me estás leyendo. A todos. Y ese cuadro acabará en alguna galería de arte de California o vaya usted a saber donde. Y si doña Tita Thyssen se encadena al cuadro yo voy con ella.
Los repruebo? si, por alubio*s? no, por ser unos jetas, por querer un cuadro que vendieron en 1938 por 400 marcos y un billete de salida para toda una familia (cuantos alubio*s hubieran deseado vender un cuadro del salón y poder salir de forma segura y con sus pertenencias) y luego encima fueron recompensados en el 58 con una pasta. Es decir, han vendido dos veces un mismo cuadro y quieren hacerlo por una tercera vez. Ya vale no?
El objeto de deseo para empezar. La rue Saint Honore con efecto de lluvia pintado por Pisarro dentro de la colección de cuadros impresionistas sobre las vistas del Paris de finales del xix y principios del xx.
Valorado en 30 millones de Euros está expuesto en el museo nacional Thyssen Bornemisza en Madrid desde 1993 cuando el cuadro fue comprado dentro de la gran colección del barón Thyssen.
El cuadro fue comprado en 1900 por Jules Cassirer, empresario berlinés alubio* con una empresa de cables al marchante de Pisarro. De Jules pasó a su hijo y de este al morir a su viuda, Lilly Cassirer, que lo tenía en su salón en su casa de Munich.
En 1938 ante el ascenso de los nazis un marchante afiliado al partido nancy le ofrece 350 marcos por el cuadro y pasaportes para salir de Alemania para ella y su familia. Lilly acepta y salen rumbo a Inglaterra y Suiza.
El cuadro pasa por varias manos hasta que desaparece en 1943.
En 1958 el estado alemán recompensa a Lilly Cassirer con 120.000 marcos, el precio del cuadro en esa época, un dineral.
Tras 1943 la obra reaparece en el 51 en Estados Unidos, en Beverly Hills, donde es comprada por un marchante alubio*, después pasa por varias galerías (publicas) hasta que en 1976 la obra es comprada en Nueva York por el barón y la instala junto con otras en Villa Favorita, en Suiza, en un museo abierto al publico. En ese tiempo la obra es prestada a varias exposiciones en diferentes países.
La fundación Thyssen, es decir, nosotros ya que la colección es de todos los españoles dice que compró la obra legalmente al barón Thyssen, que la obra en ese momento no estaba en ningún catalogo de obras robadas, que la obra había estado 15 años expuesta en un museo público en villa Favorita, que el barón la compró en una subasta pública en Nueva York y que antes había pasado por varias manos entre ellas la de un conocido marchante judío sin que los Cassirer la reclamaran nunca hasta 2002 cuando ponen la demanda. Durante más de 40 ninguna demanda pesó sobre la obra y los Cassirer, primero Lilly tras cobrar el dinero de Alemania y luego su hijo se olvidaron de la obra. Hasta que llegó Claude, nacido Klaus, nieto de Lilly quien demandó al museo en 2002 tras pedir en 2001 que le devolvían la obra.
Nota informativa del Thyssen con todo el caso. La resolución judicial tendría que salir ahora
https://www.museothyssen.org/sites/...018-12/Nota_informativa_Pissarro_11.12.18.pdf
También sería discutible porque shishi España tiene que devolver una obra que está aquí, comprada a un ciudadano suizo-holandés (el barón Thyssen nació en Holanda y residía en Suiza) que tenía la obra en Suiza, todo porque lo diga un juzgado de California. Qué jurisdicción tiene?
Ah, los Cassirer, familia de ricos empresarios de la Alemania de principios del XX. No solo empresarios, también escritores, filósofos, marchantes de arte... estaban en todo el núcleo artístico alemán.
En esta foto vemos a la familia con sus elegantes trajes en una gran mesa. El Niño que mira a un lado es Klaus, futuro Claude Cassirer que en 2002 demandará a España. Falleció en 2010, ahora lo llevan sus hijos, biznietos de la propietaria.
Klaus nació en una rica familia. Aquí con su abuela Lilly y en Munich con su niñera en 1928. Si, difícilmente se puede tener más cara de judío que la suya.
Y donde están ahora los Cassirer. La vida, se convirtieron en una familia más de clase media de EEUU. Ya sabéis, casita con jardín en suburbio, en este caso de San Diego. La mayor vida cultural que hacen debe ser ir al Wal-Mart y la mejor fiesta anual será la graduación en el instituto. Un cambio a peor viniendo de la clase alta berlinesa que se codeaba con la intelectualidad alemana.
Como Claude se veía poco judío se casó con otra judía con cara muy poco judía.
Tras la fin de Claude en 2010 siguieron el proceso sus hijos David y Ava. Pero Ava murió hace unos años. Recordais esa foto que puse antes de las elegantes veladas en casa de los Cassirer, con los esmoquin y las damas, las grandes mesas, los cuadros impresionistas, el servicio... Pues eso. No es maldad. Es una imagen
Es una familia judía que solo quiere el cuadro para venderlo al día siguiente e intentar recuperar un estatus perdido hace 80 años. El cuadro que ahora pertenece a todos los españoles. A mí, a mi abuela, a mi prima segunda que trabaja en una residencia de ancianos, a mi amiga que vota a Alberto Garzón porque le parece muy mono o a tí que me estás leyendo. A todos. Y ese cuadro acabará en alguna galería de arte de California o vaya usted a saber donde. Y si doña Tita Thyssen se encadena al cuadro yo voy con ella.
Los repruebo? si, por alubio*s? no, por ser unos jetas, por querer un cuadro que vendieron en 1938 por 400 marcos y un billete de salida para toda una familia (cuantos alubio*s hubieran deseado vender un cuadro del salón y poder salir de forma segura y con sus pertenencias) y luego encima fueron recompensados en el 58 con una pasta. Es decir, han vendido dos veces un mismo cuadro y quieren hacerlo por una tercera vez. Ya vale no?
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