Los botánicos del Real Jardín Botánico de Madrid

Cirujano de hierro

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5 Feb 2013
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Toledo Sur
No todo son plantas en el Real Jardín Botánico, también aparecen esculturas de personajes ilustres que dedicaron sus vidas y aportaron sus conocimientos a la creación y desarrollo de una nueva disciplina científica, la “Botánica”, y contribuyeron a la organización de un centro donde impartirla y desarrollarla: el Real Jardín Botánico (RJB).

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Hoy paseamos por el Paseo de Gómez Ortega, que separa la terraza de los Cuadros de la terraza de las Escuelas y que se llama también Paseo de las Estatuas. Aquí podemos ver esculturas dedicadas a cuatro botánicos insignes de los siglos XVIII y XIX que han hecho importantes aportaciones al Jardín: José Quer y Martínez, Antonio José Cavanilles y Palop, Mariano Lagasca y Segura y Simón de Rojas Clemente y Rubio. Todos ellos grandes científicos, lectores, humanistas, viajeros y comprometidos con su época.


JOSE QUER Y MARTINEZ

El 26 de enero de 1695 nace en Perpiñán en el seno de una familia noble; desde muy pequeño muestra una gran afición por el estudio de las plantas. Cursa estudios de Medicina y Cirugía en su ciudad natal y cuando termina su formación ingresa en el Ejército donde es nombrado Cirujano Mayor del Regimiento de Soria en Gerona.
En el ejercicio de su profesión realiza múltiples viajes que le hacen recorrer España, Francia, Italia y Norte de África; en cada uno de los países recoge un gran número de semillas y plantas vivas, al mismo tiempo que se relaciona con boticarios célebres de su época ampliando sus conocimientos y su pasión por la Botánica.



Una vez retirado en Madrid hacia el año 1748 se dedica por entero a ejercer de botánico y jardinero formando su jardín particular compuesto de más de 2.000 especies en la Quinta del Conde Miranda en Carabanchel. Este jardín fue el primero de su clase en Madrid y pronto llamó la atención de la Corte y de los botánicos.

En 1755, el Rey Fernando VI impulsa la creación del Real Jardín Botánico en la Huerta de Migas Calientes y designa a Quer como primer catedrático docente de la enseñanza de la Botánica, instrucción que se imparte, por primera vez, en el Jardín. Entre 1762 y 1764 publica su obra “Flora Española o Historia de las plantas que se crían en España” una recopilación con la descripción, estudio e investigación de las especies vegetales herborizadas a lo largo de su vida. Solo logró editar los tres primeros tomos ya que falleció en 1764; el cuarto tomo se editó después de su fallecimiento y los dos últimos el año 1784 por el siguiente Catedrático del RJB, Casimiro Gómez Ortega.

Quer dejó un amplio legado en la formación de la Institución del RJB, un impresionante herbario, una biblioteca personal compuesta con 852 volúmenes de 528 autores de diferentes disciplinas, un museo-gabinete lleno de curiosidades y la instauración oficial de los estudios de Botánica.

La estatua de Quer fue realizada por el escultor Andrés Rodríguez en 1860; muestra al botánico con un libro en la mano derecha y apoyado en una base de volúmenes mientras que la mano izquierda la dobla suavemente sobre la cintura.


ANTONIO JOSÉ CAVANILLES Y PALOP

Nace en Valencia el 16 de Enero de 1745, su infancia tras*curre en su ciudad natal bajo la protección de su hermanastro José Cavanilles Llosano, 37 años mayor que él y que considera como un padre.

En 1759 comienza los estudios de Filosofía obteniendo el título de Maestro en esta disciplina para después doctorarse en Teología en 1766. Tras unos años de docencia en diferentes Universidades de España traslada su residencia a Paris como preceptor y capellán de la Familia del Duque del Infantado, es allí donde descubre su verdadera vocación. Su amor por las plantas le hace comenzar los estudios de Botánica, y entabla amistad con ilustres botánicos que trabajan en el prestigioso real “Jardín des Plantes”.

En 1789 Pública una serie de 10 monografías dedicadas al estudio detallado de numerosos géneros pertenecientes a distintas familias, describe un total de 640 especies y propone 15 nuevos géneros. A su regreso a Madrid se encarga de estudiar la flora española con números viajes por la península. Entre 1791 y 1801 publica “Icones et descriptiones plantarum” que consta de 6 volúmenes con la descripción de 712 especies de plantas cultivadas por todo el planeta.

En 1801 es nombrado Director y Primer Catedrático del Real Jardín Botánico de Madrid, bajo su dirección se multiplican las actividades científicas y se convierte el jardín en centro de referencia de la Botánica europea. Cavanilles fue un relevante científico ilustrado que sistematizó y acrecentó los herbarios con 12.000 especies así como las colecciones de plantas vivas, semilleros y amplió la biblioteca. Fundo y redactó la primera revista científica española “Anales de la Historia Natural”.

Su temprana fin ocurrida el 10 de Enero de 1804 impidió la culminación de su obra “Hortus Regius Matritensis” y legó su herbario, dibujos originales, biblioteca y manuscritos al RJB.



La estatua de José Cavanilles es obra de José Pagnucci y Zumel, presenta al botánico con un pergamino en la mano izquierda y unas flores en la derecha, se exhibe en una actitud firme y con un cierto movimiento.


MARIANO LAGASCA Y SEGURA

Nace el 4 de octubre de 1776 en la localidad de Encinacorba, en el campo de Cariñena (Zaragoza), inicia sus estudios de Teología en Tarragona, también Medicina en Zaragoza y Valencia pero su afición a la Botánica le hace complementar su formación, en esta disciplina, en la Universidad de Valencia. Hacia 1799 recorre distintas regiones de España recolectando plantas en su afán de formar un gran herbario.

Llega a Madrid a visitar el jardín botánico y entabla una amistad especial, de mutua admiración, con su director Cavanilles que le nombra en 1801 su ayudante con el encargo de herborizar especies de las diferentes regiones de España y confeccionar un tratado sobre la flora española; comienza a publicar asiduamente sus trabajos en la revista científica “Anales de Ciencias Naturales” y en 1806 fue nombrado vice-profesor del botánico y profesor de Botánica médica en 1807.

Lagasca vivió los momentos más convulsos de la Guerra de la Independencia de una manera directa, se alistó como médico en la lucha contra los franceses; la pasión por la Botánica le hizo sobrellevar mejor la contienda y seguir mientras con sus investigaciones y sus publicaciones. Tras la finalización de la guerra fue nombrado director del Real Jardín Botánico en 1816. Su labor científica fue adquiriendo un gran prestigio nacional e internacional. Publica numerosos trabajos entre los que se destaca “Genera et species plantarum”.

También fue elegido diputado en las Cortes del Trienio Liberal participando de lleno en la redacción del plan de estudios de la época. De nuevo en 1823 con la instauración del absolutismo, Lagasca tuvo que exiliarse a Londres y a Jersey, continuando con su labor científica hasta que tras la fin de Fernando VII vuelve a Madrid y en 1834 es repuesto del cargo de director del Real Jardín Botánico de Madrid.

Fue nombrado presidente de la Junta de Gobierno del Museo de Historia Natural y condecorado con la Gran Cruz de Isabel la Católica. Abandonadas sus actividades directivas por desavenencias investigadoras con otros colegas, se traslada a Barcelona donde fallece en 1839.



La estatua es obra del escultor zaragozano Ponciano Ponzano Gascón, escultor entre otras obras de los leones del Congreso de los Diputados. Aparece con la mano derecha sujetando la capa y la mano izquierda con un libro.


SIMÓN DE ROJAS CLEMENTE Y RUBIO

Nace en Titaguas (Valencia) el 27 de Septiembre de 1777, a los 10 años ingresa en el seminario de Segorbe a estudiar Humanidades y después es enviado a Valencia a estudiar Filosofía y otras disciplinas como lenguas orientales.

A los 23 años se marcha a Madrid a completar su formación humanística y atraído por la botánica se inicia en su conocimiento ingresando como colaborador de Mariano Lagasca; en 1801 publica su primer estudio botánico en el tomo V en los “Anales de Ciencias Naturales”.



En 1802 conoce, en la cátedra de Árabe, al famoso viajero y espía Domingo Badía y Leblich, “Ali Bey” con el que emprende un aventurero viaje y un proyecto científico por el Norte de África. También viaja a Francia y a Inglaterra, con la misión de recoger y clasificar las especies vegetales que encuentre, llegando a recopilar 9 tomos de herbarios. A su vuelta a España los deposita íntegros en el Real Jardín Botánico para su estudio.

En 1805 le nombran Bibliotecario y Profesor de Botánica en el RJB, tiene por encargo real el de recorrer todos los rincones del antiguo reino de Granada y Sevilla para recoger planta y semillas para nuevas investigaciones. Publicó numerosos trabajos de Botánica y Agronomía como el referido en 1807 “Ensayo sobre las variedades de la vid común que vegetan en Andalucia“. A él se debe la ordenación y plantación inicial de la colección de variedades de la vid en el emparrado que rodea el Plano de la Flor en el RJB.

Simón de Rojas, conocido afrancesado, también tuvo que vivir la guerra de la Independencia, se refugió en su pueblo natal y allí siguió con su espíritu científico investigando sobre temas diversos como el plano topográfico de la región, o también la historia civil, natural y eclesiástica de Titaguas.

Se reincorpora a su puesto de bibliotecario en 1814 y junto a Lagasca elaboran el catálogo de la colección de plantas recogidas por José Celestino Mutis en Bogotá.
Elegido diputado en 1820 por el antiguo reino de Valencia formó parte de las comisiones de Agricultura, Salud y de Institución Pública. De nuevo tuvo que exiliarse otra vez en Titaguas en 1823 por motivos políticos en el periodo absolutista de Fernando VII.

Volvió a Madrid en 1825 y fue nombrado director del RJB, cargo que le duró hasta su fallecimiento en 1827 a los 50 años de edad.

La estatua es obra del escultor José Grajera y Herboso, fue diseñada a petición del entonces director del Botánico Mariano de la Paz Graells, en 1860; en ella se presenta con la mano izquierda sujetando la capa y la derecha doblada, sujetando un libro.


Botánica, una ciencia al servicio de la humanidad

Y desde aquí queremos homenajear el trabajo y la dedicación de estos cuatro ilustres científicos españoles que en la segunda mitad del siglo XVIII se empeñaron en hacer de la Botánica una ciencia al servicio de la humanidad. José Quer y Martínez, Antonio José Cavanilles y Palop,Mariano Lagasca y Segura y Simón de Rojas Clemente y Rubio.

Ellos se valieron de la política científica reformista del Rey Fernando VI; fueron los impulsoresdel estudio teórico-práctico de la Botánica aplicado a los usos medicinales y agrarios de las plantas; y contribuyeron a la creación de un Real Jardín de Plantas. Podemos afirmar que sentaron las bases para que con el eficaz trabajo de sus predecesores se pudiera evolucionar hasta convertirse en Real Jardín Botánico.

Hoy, más de dos siglos y medio después, el RJB es un museo de colecciones vivas al servicio de la conservación de la diversidad vegetal, un centro científico de referencia mundial en la investigación, una ventana abierta a la educación, la divulgación y la difusión de la Cultura y la Ciencia y una escuela práctica de formación botánica.

Los botánicos del Real Jardín Botánico
 
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