En plena polémica por los errores en Lectura, España cae en Ciencias y se estanca en Matemáticas. El 25% de los estudiantes de 15 años no sabe comparar distancias o convertir monedas
Entre la nota que sacan en Matemáticas los alumnos españoles que el año pasado realizaron las pruebas del Informe PISA y la que logran los estudiantes que se sometieron a este mismo examen en algunas zonas de China hay más de 110 puntos. En el lenguaje de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), esta distancia se traduce, haciendo una estimación muy conservadora, en un retraso para los españoles de más de dos cursos académicos, casi tres, lo que significa que, si un español de 15 años se va a estudiar a Pekín o a Shanghai, se encontrará con que allí su nivel es el de los críos de 13 o 12 años. Por el contrario, el quinceañero asiático estará a la altura de un universitario español.
Algo parecido ocurre en Ciencias, con una brecha de 107 puntos entre el país asiático y el nuestro. Son los contrastes de esta prueba internacional que se ha difundido este martes en medio mundo: China, el territorio que mejores resultados obtiene, crece a gran velocidad mientras España lleva años sin mejorar. En comparación con la pasada edición, de hecho, hemos empeorado. En Ciencias (483) hemos caído 9,5 puntos y nos han colocado en el sonrojante grupo de los países donde "la mayoría de los estudiantes se han hecho más flojos". En Matemáticas (481), andamos más o menos igual, pues el descenso de cinco puntos no es estadísticamente significativo. En ambas pruebas estamos, en cualquier caso, por debajo de la media de la OCDE (489).
En España no se han publicado este año los resultados de Lectura porque se han hallado errores que afectan al 5% los alumnos. En Matemáticas y Ciencias parecen "menos afectadas por esta anomalía", aunque esto tendrá que ser confirmado por un análisis posterior. La Comunidad de Madrid pedía que se retiraran estos resultados también porque asegura que todos los datos están "contaminados" por los fallos de Lectura. Esta región, precisamente, se ha dado un batacazo descomunal: pierde 29 puntos en Ciencias y 20 en Matemáticas. De liderar el top español pasa al pelotón, con Baleares y Castilla-La Mancha.
Pero vayamos por partes y hablemos primero de España, porque el Informe PISA nos tira de las orejas, sobre todo, porque tenemos pocos alumnos excelentes en comparación con la media (7% frente al 11% en Matemáticas y 4% frente al 7% en Ciencias). Los países asiáticos despuntan precisamente en esta cuestión (China con un 44%, Singapur con un 37%, Hong Kong con un 29%). A cambio, nuestra tasa de alumnos mediocres es similar a la media. Uno de cada cuatro estudiantes españoles está por debajo del nivel 2 de un total de 6 en Matemáticas, lo que significa que, a sus 15 años, no sabe comparar las distancias entre dos rutas alternativas o convertir distintas monedas. Podría decirse que España se encuentra, en general, en el nivel 3.
¿Cómo interpretan estos datos los expertos? Ismael Sanz, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos, que coordinaba la prueba en el Ministerio de Educación cuando gobernaba el PP, advierte que "nunca habíamos tenido un registro tan bajo en Ciencias", un descenso que "también se observa en la media de la OCDE". José Saturnino Martínez García, profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna, constata que "estamos estancados" cuando "lo previsible sería que creciéramos".
"Llevamos 18 años con PISA y los resultados se mantienen estables a pesar de lo que ha cambiado el país en estos años. En cada generación, el nivel educativo de la población va subiendo y cabría esperar que la mejora del nivel de estudios de las madres revertiera en una mejora de los alumnos, pero esto no está pasando", señala el autor de La equidad y la educación.
Esta edición de PISA es útil porque mide por primera vez la generación Lomce, analiza en profundidad el desempeño de los chicos que más tiempo han estado con la crisis económica y evalúa también cómo lo han hecho los adolescentes que más han crecido con los smartphones, según recuerda Lucas Gortázar, analista del Banco Mundial. Pero Martínez García tiene cada vez más claro que "la crisis económica no parece repercutir en los resultados".
Sobre el efecto de las pantallas en los adolescentes poca luz arroja PISA en España, pues los datos de Lectura no son públicos, pero a nivel mundial analiza cómo han cambiado los hábitos entre 2009 y 2018, revelando que ha subido el número de alumnos que lee sólo si les obligan. Además, ha bajado del 60% al 25% el porcentaje de los que lee periódicos, al tiempo que ha crecido del 70% al 80% la cifra de los que leen noticias online. Este año, las pruebas se hacen íntegras por ordenador.
¿Y la Lomce? ¿Estos resultados son la constatación de que la reforma ideada por José Ignacio Wert ha sido un fiasco? "Habría que esperar más tiempo", responde Martínez García. "Es difícil decirlo, porque hay regiones como Galicia y Castilla y León, que han aplicado la Lomce y van muy bien", apunta Ismael Sanz.
Galicia es la gran revelación de esta edición de PISA, pues sus resultados en Ciencias (510) están a la altura de Polonia y muy por delante del resto de comunidades autónomas, a pesar de que ha bajado dos puntos respecto a 2015. Si se miran las distintas comunidades, según Martínez García, "se mantiene la división entre el norte y el sur". Entre Galicia y Canarias, que es la que peor está (470, al nivel de Ucrania y Turquía) hay al menos un curso académico de distancia. Los resultados que obtienen Ceuta (415) y Melilla (439) están a la altura de los países en vías de desarrollo.
En Matemáticas, se ve que hay un primer grupo de países -Navarra (503) y Castilla y León (502)- a la cabeza, comparables a Finlandia, Suecia o Noruega. Luego llegan el País Vasco (499) y Cantabria (499) -que han mejorado-, con Galicia (498), La Rioja (497) y Aragón (497), también con buenos resultados. En un tercer nivel se quedan Asturias (491), Cataluña (490), Madrid (486) y Baleares (483), un poco por encima de la media española. Por debajo, en mala posición, están Murcia (474), la Comunidad Valenciana (473), Extremadura (470), Andalucía (467) y Canarias (460).
Este patrón se repite más o menos de forma parecida en Ciencias y la constante es que, salvo excepciones, la mayoría de las comunidades autónomas ha empeorado, algunas en torno a 20 puntos.
A nivel internacional, sorprende la forma en que los países del este asiático han despuntado, despegándose del resto de la OCDE. Hay una educación de élite que monopoliza Asia, "donde a los alumnos se les mete muca presión y están siendo entrenados a este tipo de test", según Martínez García. En Europa, los que mejores van son Estonia, Holanda, Polonia y Suiza. Finlandia, a pesar de su éxito educativo mundial, sigue perdiendo posiciones, un año más. En países como Canadá o Alemania están preocupados porque, aunque siguen en buen lugar, han empeorado.
Los alumnos españoles están más de dos cursos académicos por detrás de los chinos en el informe PISA
Y en lugar de hacer autocrítica, echamos la culpa a supuestas irregularidades, así nos va
Entre la nota que sacan en Matemáticas los alumnos españoles que el año pasado realizaron las pruebas del Informe PISA y la que logran los estudiantes que se sometieron a este mismo examen en algunas zonas de China hay más de 110 puntos. En el lenguaje de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), esta distancia se traduce, haciendo una estimación muy conservadora, en un retraso para los españoles de más de dos cursos académicos, casi tres, lo que significa que, si un español de 15 años se va a estudiar a Pekín o a Shanghai, se encontrará con que allí su nivel es el de los críos de 13 o 12 años. Por el contrario, el quinceañero asiático estará a la altura de un universitario español.
Algo parecido ocurre en Ciencias, con una brecha de 107 puntos entre el país asiático y el nuestro. Son los contrastes de esta prueba internacional que se ha difundido este martes en medio mundo: China, el territorio que mejores resultados obtiene, crece a gran velocidad mientras España lleva años sin mejorar. En comparación con la pasada edición, de hecho, hemos empeorado. En Ciencias (483) hemos caído 9,5 puntos y nos han colocado en el sonrojante grupo de los países donde "la mayoría de los estudiantes se han hecho más flojos". En Matemáticas (481), andamos más o menos igual, pues el descenso de cinco puntos no es estadísticamente significativo. En ambas pruebas estamos, en cualquier caso, por debajo de la media de la OCDE (489).
En España no se han publicado este año los resultados de Lectura porque se han hallado errores que afectan al 5% los alumnos. En Matemáticas y Ciencias parecen "menos afectadas por esta anomalía", aunque esto tendrá que ser confirmado por un análisis posterior. La Comunidad de Madrid pedía que se retiraran estos resultados también porque asegura que todos los datos están "contaminados" por los fallos de Lectura. Esta región, precisamente, se ha dado un batacazo descomunal: pierde 29 puntos en Ciencias y 20 en Matemáticas. De liderar el top español pasa al pelotón, con Baleares y Castilla-La Mancha.
Pero vayamos por partes y hablemos primero de España, porque el Informe PISA nos tira de las orejas, sobre todo, porque tenemos pocos alumnos excelentes en comparación con la media (7% frente al 11% en Matemáticas y 4% frente al 7% en Ciencias). Los países asiáticos despuntan precisamente en esta cuestión (China con un 44%, Singapur con un 37%, Hong Kong con un 29%). A cambio, nuestra tasa de alumnos mediocres es similar a la media. Uno de cada cuatro estudiantes españoles está por debajo del nivel 2 de un total de 6 en Matemáticas, lo que significa que, a sus 15 años, no sabe comparar las distancias entre dos rutas alternativas o convertir distintas monedas. Podría decirse que España se encuentra, en general, en el nivel 3.
¿Cómo interpretan estos datos los expertos? Ismael Sanz, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos, que coordinaba la prueba en el Ministerio de Educación cuando gobernaba el PP, advierte que "nunca habíamos tenido un registro tan bajo en Ciencias", un descenso que "también se observa en la media de la OCDE". José Saturnino Martínez García, profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna, constata que "estamos estancados" cuando "lo previsible sería que creciéramos".
"Llevamos 18 años con PISA y los resultados se mantienen estables a pesar de lo que ha cambiado el país en estos años. En cada generación, el nivel educativo de la población va subiendo y cabría esperar que la mejora del nivel de estudios de las madres revertiera en una mejora de los alumnos, pero esto no está pasando", señala el autor de La equidad y la educación.
Esta edición de PISA es útil porque mide por primera vez la generación Lomce, analiza en profundidad el desempeño de los chicos que más tiempo han estado con la crisis económica y evalúa también cómo lo han hecho los adolescentes que más han crecido con los smartphones, según recuerda Lucas Gortázar, analista del Banco Mundial. Pero Martínez García tiene cada vez más claro que "la crisis económica no parece repercutir en los resultados".
Sobre el efecto de las pantallas en los adolescentes poca luz arroja PISA en España, pues los datos de Lectura no son públicos, pero a nivel mundial analiza cómo han cambiado los hábitos entre 2009 y 2018, revelando que ha subido el número de alumnos que lee sólo si les obligan. Además, ha bajado del 60% al 25% el porcentaje de los que lee periódicos, al tiempo que ha crecido del 70% al 80% la cifra de los que leen noticias online. Este año, las pruebas se hacen íntegras por ordenador.
¿Y la Lomce? ¿Estos resultados son la constatación de que la reforma ideada por José Ignacio Wert ha sido un fiasco? "Habría que esperar más tiempo", responde Martínez García. "Es difícil decirlo, porque hay regiones como Galicia y Castilla y León, que han aplicado la Lomce y van muy bien", apunta Ismael Sanz.
Galicia es la gran revelación de esta edición de PISA, pues sus resultados en Ciencias (510) están a la altura de Polonia y muy por delante del resto de comunidades autónomas, a pesar de que ha bajado dos puntos respecto a 2015. Si se miran las distintas comunidades, según Martínez García, "se mantiene la división entre el norte y el sur". Entre Galicia y Canarias, que es la que peor está (470, al nivel de Ucrania y Turquía) hay al menos un curso académico de distancia. Los resultados que obtienen Ceuta (415) y Melilla (439) están a la altura de los países en vías de desarrollo.
En Matemáticas, se ve que hay un primer grupo de países -Navarra (503) y Castilla y León (502)- a la cabeza, comparables a Finlandia, Suecia o Noruega. Luego llegan el País Vasco (499) y Cantabria (499) -que han mejorado-, con Galicia (498), La Rioja (497) y Aragón (497), también con buenos resultados. En un tercer nivel se quedan Asturias (491), Cataluña (490), Madrid (486) y Baleares (483), un poco por encima de la media española. Por debajo, en mala posición, están Murcia (474), la Comunidad Valenciana (473), Extremadura (470), Andalucía (467) y Canarias (460).
Este patrón se repite más o menos de forma parecida en Ciencias y la constante es que, salvo excepciones, la mayoría de las comunidades autónomas ha empeorado, algunas en torno a 20 puntos.
A nivel internacional, sorprende la forma en que los países del este asiático han despuntado, despegándose del resto de la OCDE. Hay una educación de élite que monopoliza Asia, "donde a los alumnos se les mete muca presión y están siendo entrenados a este tipo de test", según Martínez García. En Europa, los que mejores van son Estonia, Holanda, Polonia y Suiza. Finlandia, a pesar de su éxito educativo mundial, sigue perdiendo posiciones, un año más. En países como Canadá o Alemania están preocupados porque, aunque siguen en buen lugar, han empeorado.
Los alumnos españoles están más de dos cursos académicos por detrás de los chinos en el informe PISA
Y en lugar de hacer autocrítica, echamos la culpa a supuestas irregularidades, así nos va