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Madmaxista
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Vivienda - Inquilinos sin opción a compra
Los alquileres suben más que la inflación y anulan a los inquilinos como futuros compradores
Las rentas suben tanto que es casi imposible reunir la entrada a una hipoteca; otras personas no pueden cambiar de piso en alquiler porque los requisitos son inalcanzables y algunas tendrán que cambiar de ciudad
Cartel de alquiler en un bloque de viviendas de Madrid. EUROPA PRESS
16/01/2023 22:29
Al poder erosivo de la inflación, muchos inquilinos tienen que sumar el aumento de los alquileres en el último año, y si antes ya era complicado ahorrar para reunir el 20% que exigen los bancos como entrada para una hipoteca, ahora es prácticamente imposible. Las rentas están subiendo tanto que muchas personas quedan anuladas como potenciales compradores de vivienda; otras no pueden cambiar de piso en alquiler porque los nuevos precios y requisitos son inalcanzables y otras, directamente, se verán obligadas a cambiar de ciudad para encontrar un techo que puedan pagar.
Son las consecuencias de unos arrendamientos que se han disparado en 2022: un 8,4% de media en todo el país, según el portal inmobiliario Idealista, o un 5,11%, según Pisos.com. La falta de un registro oficial provoca disparidad, pero todas las fuentes coinciden en apuntar en la misma dirección: los precios no dejan de crecer y eso empieza a tener profundas consecuencias sociales. En este sentido, Ferran Font, director de Estudios de Pisos.com, advierte de que "el carácter expansivo de las mensualidades ha provocado que para muchos inquilinos sea imposible ahorrar de cara a comprar una propiedad o, al menos, alquilar una vivienda mejor. En los casos más extremos, incluso han quedado expulsados del mercado".
Tomando como referencia los datos de Idealista, la subida media de las rentas en 2022 (8,4%) igualó a la subida media anual de la inflación, pero superó en 2,7 puntos porcentuales al IPC registrado en diciembre (5,7%). En comparación con el 8,4%, un total de 14 capitales de provincia registraron incrementos superiores; comparado con el 5,7% de diciembre, hasta 32 capitales de provincia batieron ese nivel y algunas, incluso, lo multiplicaron por varias veces. Es el caso de Barcelona, que terminó el año con una subida del 25,7% en los alquileres, seguida de Alicante (23,4%), Valencia (20,9%) y Málaga (20,7%). Destacan también los encarecimientos de Gerona (19,2%), Orense (15,9%), Teruel (13,8%), Palma (11,9%), Jaén (11,4%) y Madrid (11,2%). Otras 22 capitales registraron aumentos de los precios de los arrendamientos por debajo del 10%, pero aún por encima de la tasa media de inflación anual, como son Almería (9,2%) y Las Palmas de Gran Canaria (8,7%).
El acceso a la vivienda, incluso en régimen de alquiler, se ha convertido en uno de los principales problemas sociales en España. Arrendar ha dejado de ser una alternativa a la propiedad; el aumento exponencial de la demanda y la falta de oferta han elevado la presión en algunas urbes, sobre todo las de mayor tamaño y relevancia, y eso ha tensionado los precios hasta el punto de convertirlos en inalcanzables para muchos inquilinos.
Más presión
Los expertos advierten además de que las últimas medidas en marcha por el Gobierno para contener las subidas, lejos de aliviar, tienen efectos contraproducentes. Entre dichas medidas se encuentran la congelación de los contratos que se renueven hasta el 30 de junio o la limitación de las subidas al 2% en aquellos que tienen que revisarse con el IPC hasta el final de este año. "La presión que está experimentando este mercado es muy importante, dado que mucha oferta se está retirando, mientras que la demanda de inquilinos cada vez es mayor", explica Font. "Las medidas para contener los precios desaniman a los propietarios y se vuelven contraproducentes, justo en un momento en el que las decisiones de compra se están posponiendo" por la inflación y el empeoramiento de las condiciones hipotecarias.
El alquiler fue la alternativa a la propiedad durante la burbuja de 2008, pero las rentas ahora son tan elevadas que tampoco dan opción; además, hay menos oferta y los caseros, que temen los impagos y las limitaciones, han endurecido los requisitos para entregar las llaves. Para muchos, la única opción empieza a ser marcharse del lugar en el que residen hacia otros municipios o ciudades cercanas pero con rentas más asequibles. "La gente no va a poder pagar los precios que exigen ciertas ciudades, por lo que buscará establecer su residencia cada vez más lejos. Este hecho podría tener consecuencias en el mercado laboral, forzando el teletrabajo o la búsqueda de un nuevo empleo que lo promueva", avisa el portavoz de Pisos.com.
Eso se traduce en que la demanda y los precios subirán también en esas zonas, como ya se observa en algunos cinturones metropolitanos. Cerca de Barcelona, por ejemplo, los municipios de Santa Coloma de Gramanet (18,7%), Cornellà (13,4%), Sant Boi de Llobregat (12,3%) o L'Hospitalet de Llobregat (11,5%) también se han encarecido a doble dígito, según Idealista.
En Madrid, San Sebastián de los Reyes (13%) y Fuenlabrada (11,9%) tuvieron mayores subidas que la capital (11,2%), mientras que en Leganés (11%) y Parla (10,1%) también aumentaron en dos dígitos. Sólo Pozuelo de Alarcón (2,2%) y Móstoles (5%) anotaron subidas por debajo de la inflación, mientras que, en otras ocho localidades, como Torrejón de Ardoz, Getafe, Coslada, Alcalá de Henares, Alcobendas, Rivas-Vaciamadrid, Las Rozas o Alcorcón, el aumento de los precios del alquiler rondó entre el 5,7% y el 10%.
La demanda en la Costa del Sol ha tenido un efecto similar en Málaga (20,7%) y los municipios limítrofes, donde destaca Marbella y su encarecimiento del 24,5%.
Los alquileres suben más que la inflación y anulan a los inquilinos como futuros compradores
Las rentas suben tanto que es casi imposible reunir la entrada a una hipoteca; otras personas no pueden cambiar de piso en alquiler porque los requisitos son inalcanzables y algunas tendrán que cambiar de ciudad
Cartel de alquiler en un bloque de viviendas de Madrid. EUROPA PRESS
16/01/2023 22:29
Al poder erosivo de la inflación, muchos inquilinos tienen que sumar el aumento de los alquileres en el último año, y si antes ya era complicado ahorrar para reunir el 20% que exigen los bancos como entrada para una hipoteca, ahora es prácticamente imposible. Las rentas están subiendo tanto que muchas personas quedan anuladas como potenciales compradores de vivienda; otras no pueden cambiar de piso en alquiler porque los nuevos precios y requisitos son inalcanzables y otras, directamente, se verán obligadas a cambiar de ciudad para encontrar un techo que puedan pagar.
Son las consecuencias de unos arrendamientos que se han disparado en 2022: un 8,4% de media en todo el país, según el portal inmobiliario Idealista, o un 5,11%, según Pisos.com. La falta de un registro oficial provoca disparidad, pero todas las fuentes coinciden en apuntar en la misma dirección: los precios no dejan de crecer y eso empieza a tener profundas consecuencias sociales. En este sentido, Ferran Font, director de Estudios de Pisos.com, advierte de que "el carácter expansivo de las mensualidades ha provocado que para muchos inquilinos sea imposible ahorrar de cara a comprar una propiedad o, al menos, alquilar una vivienda mejor. En los casos más extremos, incluso han quedado expulsados del mercado".
Tomando como referencia los datos de Idealista, la subida media de las rentas en 2022 (8,4%) igualó a la subida media anual de la inflación, pero superó en 2,7 puntos porcentuales al IPC registrado en diciembre (5,7%). En comparación con el 8,4%, un total de 14 capitales de provincia registraron incrementos superiores; comparado con el 5,7% de diciembre, hasta 32 capitales de provincia batieron ese nivel y algunas, incluso, lo multiplicaron por varias veces. Es el caso de Barcelona, que terminó el año con una subida del 25,7% en los alquileres, seguida de Alicante (23,4%), Valencia (20,9%) y Málaga (20,7%). Destacan también los encarecimientos de Gerona (19,2%), Orense (15,9%), Teruel (13,8%), Palma (11,9%), Jaén (11,4%) y Madrid (11,2%). Otras 22 capitales registraron aumentos de los precios de los arrendamientos por debajo del 10%, pero aún por encima de la tasa media de inflación anual, como son Almería (9,2%) y Las Palmas de Gran Canaria (8,7%).
El acceso a la vivienda, incluso en régimen de alquiler, se ha convertido en uno de los principales problemas sociales en España. Arrendar ha dejado de ser una alternativa a la propiedad; el aumento exponencial de la demanda y la falta de oferta han elevado la presión en algunas urbes, sobre todo las de mayor tamaño y relevancia, y eso ha tensionado los precios hasta el punto de convertirlos en inalcanzables para muchos inquilinos.
Más presión
Los expertos advierten además de que las últimas medidas en marcha por el Gobierno para contener las subidas, lejos de aliviar, tienen efectos contraproducentes. Entre dichas medidas se encuentran la congelación de los contratos que se renueven hasta el 30 de junio o la limitación de las subidas al 2% en aquellos que tienen que revisarse con el IPC hasta el final de este año. "La presión que está experimentando este mercado es muy importante, dado que mucha oferta se está retirando, mientras que la demanda de inquilinos cada vez es mayor", explica Font. "Las medidas para contener los precios desaniman a los propietarios y se vuelven contraproducentes, justo en un momento en el que las decisiones de compra se están posponiendo" por la inflación y el empeoramiento de las condiciones hipotecarias.
El alquiler fue la alternativa a la propiedad durante la burbuja de 2008, pero las rentas ahora son tan elevadas que tampoco dan opción; además, hay menos oferta y los caseros, que temen los impagos y las limitaciones, han endurecido los requisitos para entregar las llaves. Para muchos, la única opción empieza a ser marcharse del lugar en el que residen hacia otros municipios o ciudades cercanas pero con rentas más asequibles. "La gente no va a poder pagar los precios que exigen ciertas ciudades, por lo que buscará establecer su residencia cada vez más lejos. Este hecho podría tener consecuencias en el mercado laboral, forzando el teletrabajo o la búsqueda de un nuevo empleo que lo promueva", avisa el portavoz de Pisos.com.
Eso se traduce en que la demanda y los precios subirán también en esas zonas, como ya se observa en algunos cinturones metropolitanos. Cerca de Barcelona, por ejemplo, los municipios de Santa Coloma de Gramanet (18,7%), Cornellà (13,4%), Sant Boi de Llobregat (12,3%) o L'Hospitalet de Llobregat (11,5%) también se han encarecido a doble dígito, según Idealista.
En Madrid, San Sebastián de los Reyes (13%) y Fuenlabrada (11,9%) tuvieron mayores subidas que la capital (11,2%), mientras que en Leganés (11%) y Parla (10,1%) también aumentaron en dos dígitos. Sólo Pozuelo de Alarcón (2,2%) y Móstoles (5%) anotaron subidas por debajo de la inflación, mientras que, en otras ocho localidades, como Torrejón de Ardoz, Getafe, Coslada, Alcalá de Henares, Alcobendas, Rivas-Vaciamadrid, Las Rozas o Alcorcón, el aumento de los precios del alquiler rondó entre el 5,7% y el 10%.
La demanda en la Costa del Sol ha tenido un efecto similar en Málaga (20,7%) y los municipios limítrofes, donde destaca Marbella y su encarecimiento del 24,5%.
