Los 6 bulos de la ultraderecha en favor del terrorismo machista

Veinte años de la ley contra la violencia de género. El entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero defendió que era una norma necesaria para acabar con el machismo enraizado culturalmente en una sociedad que permitía con su silencio el maltrato, las palizas o los asesinatos a las mujeres por parte de sus parejas. El debate estaba servido. Los radicales de ultraderecha se opusieron porque entendían que esa ley victimizaba a los hombres en su conjunto, como si todos los hombres fueran asesinos, olvidándose de que era solo la mujer la que perdía siempre la vida. Pero afortunadamente la ley salió adelante, y la mayor parte de la sociedad entendió que defender a las mujeres era defender la igualdad, un pilar fundamental de la democracia.

El machismo entonces retrocedió de manera clara, aunque no los asesinatos. Pero ya no había silencio y sí mucho rechazo social. El feminismo, entendido como igualdad, impregnó la sociedad, poco a poco, hasta llegar al 2018, cuando una nueva oleada feminista se activó tras la sentencia de La Manada de Pamplona, reactivando a su vez el machismo, que tras pasar un proceso de renovación teórica, se izó con un nuevo ideario adaptado a los nuevos tiempos (estudio de FAD, Culpables hasta que se demuestre lo contrario).

El movimiento antifeminista, potenciado por el acceso generalizado a las redes sociales, ha permitido la formación de espacios masculinistas, ocupados por muchos varones jóvenes que despliegan discursos de repruebo misógino, que tiene como principal eje negar que haya violencia contra la mujer. Estos discursos han sido dirigidos, en unos casos; y en otros, se los ha apropiado la ultraderecha, encabezada por la formación extremista Vox.

De nada valen los datos ante estos nuevos machistas, como los define el experto en violencia de género Miguel Lorente. Datos como estos: desde el 2003 (cifras oficiales), un total de 1.263 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas, una cada seis días; 902 menores han quedado huérfanos de progenitora; desde el 2013, 62 niños han sido asesinados por sus padres o por las parejas de sus madres. La realidad se desvirtúa con ideas, datos parciales, manipulados y bulos, que se propagan sin ningún filtro.

1. La violencia no tiene género​

Sí la tiene, y muy claro. Basta comprobar los datos de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas desde el 2003, una media de un asesinato cada seis días. También son las que sufren más agresiones sensuales: en los casos de delitos cometidos contra adultos, el 97,7% de las víctimas eran mujeres; mientras que, en las agresiones sensuales a menores, el 68,4% eran niñas y solo el 31,6%, niños (datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)). Lo mismo ocurre con la trata: casi el 100% son mujeres. Vox y sus acólitos rechazan la realidad de la violencia de género y apuestan por la violencia intrafamiliar, concepto que no existe en la legislación española.

2. Las mujeres también dan el pasaporte​

Y desde el círculo de Vox sacan cada cierto tiempo que hay varones asesinados por sus parejas o exparejas. No existe ese dato. La cifra que sí existe y que anualmente da el CGPJ es de la violencia doméstica íntima (mujeres que dan el pasaporte a sus maridos o a sus mujeres y hombres que dan el pasaporte a hombres). El año pasado hubo únicamente tres asesinatos cometidos por mujeres (dos a un varón y otro a una mujer). Es el año que ha habido menos. Los años más violentos, con 10 asesinatos, fueron el 2010, 2016 y 2019. La media es de 7,4 asesinatos al año.

En cuanto a los menores, en lo que va de año han sido asesinados nueve niños a manos de sus padres para hacer el mayor daño posible a la mujer, 62 desde el 2013, que es cuando se comenzó a recoger esos datos. Es difícil hacer esa diferenciación para averiguar el número de niños asesinados por sus madres, porque las estadísticas del INE, por ejemplo, no hacen separación de género. Pero el CGPJ sí estudia las sentencias, lo que permite ver las proporciones.

Cinco de las diez sentencias dictadas entre el 2021 y el 2022 se refieren a homicidios de neonatos cometidos por el padre, la progenitora o por ambos progenitores; en las cinco restantes, se trata de otros homicidios cometidos en el ámbito familiar. En el primer grupo, las sentencias condenan a las madres biológicas (con una edad media de 22,6 años). El 80% eran españolas. En las referidas a la violencia doméstica, se analizaron los asesinatos de siete niños, siendo condenadas seis personas, tres padres biológicos y otras tantas madres. Hay que recordar que los hechos pueden haber ocurrido varios años antes de las sentencias.

3. La ley no castiga a las mujeres​

No es cierto. La ley castiga duramente a los que dan el pasaporte. Un reciente informe del CGPJ (publicado el pasado 20 de junio) señala que las nueve sentencias del 2021 y el 2022 contienen un fallo condenatorio e imponen a los agresores de violencia doméstica íntima penas de entre 10 y 25 años de prisión por delito de homicidio en tres de los casos (25%) y de asesinato en los seis restantes (75%).

En el caso de la violencia de género, las 66 sentencias analizadas impusieron a los acusados penas de prisión cuya duración media (teniendo solo en cuenta los delitos de asesinato y homicidio, y no otros delitos, por los que también resultaron condenados) es de 21,6 años en los casos de asesinato y de 12,8 en los de homicidio.

4. Denuncias falsas​

Es uno de los bulos que más se han extendido y que perduran en el tiempo, a pesar de que desde las distintas instancias implicadas ha sido rebatido mil veces. La Fiscalía General del Estado en su último informe del año 2022 calcula que el porcentaje de denuncias falsas sobre el total es de un 0,001%. Y no es solo una realidad de ese año. En los últimos 12 años, del total de 1,8 millones de denuncias por violencia machista, solo hubo 153 sentencias condenatorias por falsedad.

5. Agresores ‘jovenlandeses’​

Este es de los bulos más repetidos, que también se utiliza para las agresiones sensuales, robos y cualquier delito que se les ocurra, aunque en lo que va de año, de los 19 asesinatos a mujeres cometidos, el agresor era extranjero en diez casos (52,6%), tres de ellos de origen joven, y el resto europeos y latinos.

Pero esto es una mera excepción, porque según los datos del CGPJ, desde el 2003, el porcentaje de extranjeros que asesinaron a sus parejas se sitúa solamente en el 40%. En cuanto a las víctimas, eran extranjeras el 35%. Y es que, según este informe, en la serie de las 1.195 asesinadas desde el 2003 al 2022, 80 mujeres eran españolas asesinadas por varones extranjeros y 99 mujeres extranjeras asesinadas por sus parejas españolas. En cuanto a las agresiones sensuales, más de lo mismo. En el 2023 se registraron un total de 21.825, el 75% de ellas cometidas por españoles de menos de 30 años, según datos de Interior.

6. Los chiringuitos de Vox​

Una crítica reiterativa de los dirigentes de Vox es que la ley contra la violencia de género implica muchos recursos, pero sin resultados: “Los asesinatos siguen”. Este argumento llama la atención porque hasta el 2003 no se conocían cuántas mujeres eran asesinadas por sus parejas o exparejas. Lo que sí se sabe es el coste para la sociedad (vidas sesgadas, horas pérdidas, salud...): 4.933 millones en el 2022, un 0,37% del PIB (Impacto de la violencia de género y de la violencia sensual contra las mujeres en España: una valoración de sus costes en 2022).

Menudo chiringuito se tiene montado la izquierda con esto de la violencia machista