HDR
SPQR
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1- Blanqueamiento del sanchismo. Es incompatible querer demonizarlo y al mismo tiempo pedir su generosa abstención. La penosa imagen dada en el debate "Fírmame aquí, Pedro, prométeme...", se carga la campaña entera.
2- Negar a Vox. Pasarse la campaña diciendo que no quiere pactar con Vox y sí con Sánchez es algo que desconcierta al votante medio de derechas, sea de Vox o del PP. Debido a las fechas en que se celebran las elecciones, la gente ha tenido que elegir entre continuar en sus vacaciones o ir a votar a un tipo que no les promete ningún cambio real. Mientras Sánchez hacía fuerza común con Yolanda Díaz, el PP se la ha pasado atacando a un Vox que sí ha intentado por su parte respetar al PP.
3- El voto útil. El voto inútil al PP, que ha obnubilado a muchos simples, ha hecho que Vox no logre unos resultados que habrían hecho que el bloque derechas superase muy ampliamente la barrera de los 176. Vox suma más escaños que el PP, por ley. Si con 1 voto el PP obtenía 1 escaño, Vox con ese mismo voto obtenía más de 2. Si el PP hubiese sacado 15 escaños menos, Vox los habría tras*formado en 30. En el PP sabían perfectamente que esto funciona así, pero han preferido ponerse la medallita de "listita más votadita", engañando a multitud de bobos que se han tragado el cuento y los han votado a ellos, destruyendo así las esperanzas del bloque de derechas cuyo crecimiento lo lideró siempre Vox y no el PP.
4- Desmovilización de la derecha. Por la soberbia, pecado capital que caracteriza tanto a la gente del PP, desde las municipales vendieron la derrota de Sánchez como un hecho. Esto, unido a que el carisma de Feijóo es igual a 0, ha hecho que muchísima gente de derechas, y de abstencionistas que potencialmente podrían votar al PP, se queden en su casa, dando por hecho el desenlace y sin ganas de movilizarse por tan poca cosa como Feijóo. Ha desmovilizado tanto a gente del PP como a gente de Vox.
5- Aburrir a las piedras. Hespaña es un país emocional, de gente que decide su voto sin conocer programas electorales sino por quién le cae mejor de los que salen en la televisión. Feijóo en cambio es un tipo gris y anodino, que no ilusiona ni a los muy suyos en Génova 13. Feijóo es simplemente un muy mal candidato en cualquier situación, pésimo, incluso haciendo bien todo lo anteriormente expuesto.
2- Negar a Vox. Pasarse la campaña diciendo que no quiere pactar con Vox y sí con Sánchez es algo que desconcierta al votante medio de derechas, sea de Vox o del PP. Debido a las fechas en que se celebran las elecciones, la gente ha tenido que elegir entre continuar en sus vacaciones o ir a votar a un tipo que no les promete ningún cambio real. Mientras Sánchez hacía fuerza común con Yolanda Díaz, el PP se la ha pasado atacando a un Vox que sí ha intentado por su parte respetar al PP.
3- El voto útil. El voto inútil al PP, que ha obnubilado a muchos simples, ha hecho que Vox no logre unos resultados que habrían hecho que el bloque derechas superase muy ampliamente la barrera de los 176. Vox suma más escaños que el PP, por ley. Si con 1 voto el PP obtenía 1 escaño, Vox con ese mismo voto obtenía más de 2. Si el PP hubiese sacado 15 escaños menos, Vox los habría tras*formado en 30. En el PP sabían perfectamente que esto funciona así, pero han preferido ponerse la medallita de "listita más votadita", engañando a multitud de bobos que se han tragado el cuento y los han votado a ellos, destruyendo así las esperanzas del bloque de derechas cuyo crecimiento lo lideró siempre Vox y no el PP.
4- Desmovilización de la derecha. Por la soberbia, pecado capital que caracteriza tanto a la gente del PP, desde las municipales vendieron la derrota de Sánchez como un hecho. Esto, unido a que el carisma de Feijóo es igual a 0, ha hecho que muchísima gente de derechas, y de abstencionistas que potencialmente podrían votar al PP, se queden en su casa, dando por hecho el desenlace y sin ganas de movilizarse por tan poca cosa como Feijóo. Ha desmovilizado tanto a gente del PP como a gente de Vox.
5- Aburrir a las piedras. Hespaña es un país emocional, de gente que decide su voto sin conocer programas electorales sino por quién le cae mejor de los que salen en la televisión. Feijóo en cambio es un tipo gris y anodino, que no ilusiona ni a los muy suyos en Génova 13. Feijóo es simplemente un muy mal candidato en cualquier situación, pésimo, incluso haciendo bien todo lo anteriormente expuesto.
