chafamandurrias
Madmaxista
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Cuando empecé a leer en el foro el término lonchafinista no se me ocurrio buscar en el diccionario una definición precisa, así que, por aproximación progresiva, termine quedandome con dos acepciones del término
1. El que intenta reducir los gástos al máximo, sea por necesidad o por afición.
2. El que a partir de una observación: "pongame 50 gramos y cortemelas muy finas", generaliza y le da a su observación el valor de anécdota significativa.
En esta segunda acepción hoy he tenido tres observaciones que juntas han terminado por llamarme la atención:
1. Me tomo un café en un bar de una zona azul en el que tienen un cartel advirtiendo que no dan cambios. Ya hace tiempo que si necesito monedas me tomo un café y pago con un billete. Hoy he pagado con un billete de 10 y me han devuelto 9 euros en moneda. Como alguna vez, a pesar de ser cliente discontinuo pero asiduo, habían resultado casi groseros al negarme el cambio me ha llamado un poco la atención.
2. Ante de entrar en un mercafémina a hacer las compras de peso (24 litros de leche) me tomo un vino blanco un el bar de al lado donde la última vez que estuve tenían una camarera digna de verse. Pago con otro billete de 10 euros y la camarera me devuelve 9 euros en monedas pidiendo disculpas.
3. En el mercafémina, cuando intento pagar con la tarjeta, me dice la cajera que el lector no la lee. Como llevo efectivo le pago y me voy. Esto de que no lea la tarjeta ya me ha pasado alguna vez en el simplicius y he tenido que sacar efectivo (6 euros de comisión) en el cajero que hay en la entrada del simplícius que sí la ha leído.
Todo son chorradas, no creo que tengan especial significado, pero cuando te pasan así, un poco amontonadas, te quedas más sensibilizado a pensar en meigas.
1. El que intenta reducir los gástos al máximo, sea por necesidad o por afición.
2. El que a partir de una observación: "pongame 50 gramos y cortemelas muy finas", generaliza y le da a su observación el valor de anécdota significativa.
En esta segunda acepción hoy he tenido tres observaciones que juntas han terminado por llamarme la atención:
1. Me tomo un café en un bar de una zona azul en el que tienen un cartel advirtiendo que no dan cambios. Ya hace tiempo que si necesito monedas me tomo un café y pago con un billete. Hoy he pagado con un billete de 10 y me han devuelto 9 euros en moneda. Como alguna vez, a pesar de ser cliente discontinuo pero asiduo, habían resultado casi groseros al negarme el cambio me ha llamado un poco la atención.
2. Ante de entrar en un mercafémina a hacer las compras de peso (24 litros de leche) me tomo un vino blanco un el bar de al lado donde la última vez que estuve tenían una camarera digna de verse. Pago con otro billete de 10 euros y la camarera me devuelve 9 euros en monedas pidiendo disculpas.
3. En el mercafémina, cuando intento pagar con la tarjeta, me dice la cajera que el lector no la lee. Como llevo efectivo le pago y me voy. Esto de que no lea la tarjeta ya me ha pasado alguna vez en el simplicius y he tenido que sacar efectivo (6 euros de comisión) en el cajero que hay en la entrada del simplícius que sí la ha leído.
Todo son chorradas, no creo que tengan especial significado, pero cuando te pasan así, un poco amontonadas, te quedas más sensibilizado a pensar en meigas.
