Lo que no se cuenta...

Asurbanipal

Será en Octubre
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Inmersos como estamos en la desinformación, la imagen a través de los medios de comunicación se ha convertido en un arma del poder, de los poderosos que fabrican la realidad, desde la visión de la realidad a su antojo. Un ejemplo es lo que está pasando en Libia, pero viene de lejos.



Se me ocurren algunas cuestiones de interés, que no sé si serán ciertas, pero sí desvelan otras versiones que tampoco lo son, ni mucho menos, pero que se han convertido en lo real de la realidad. Me refiero a noticias que han cambiado el mundo mediante imágenes que han predispuesto a la sociedad a ciertos cambios que van encaminados a un control global de la población y a su sometimiento mediante las políticas laborales, sobre las cuales los organismos internacionales, el FMI y el BM, felicitaron a Túnez y Libia, a los cuales pusieron de ejemplo, cuando meses después arrasados por una rebelión popular que se encontró de la noche a la mañana armada, organizada se convierte en una noticia central a nivel mundial. De lo que pasa, muy parecido, en Sierra Leona no se publica casi nada. O las protestas de Irak contra el actual gobierno se presentan como reductos terroristas. En Afganistán lo mismo.



Se cuentan muchas cosas, pero hay otras tantas, las esenciales, que no se cuentan. Y están a la vuelta de la esquina. Como en el libro de Dostoievski “Los hermanos Karamázov” hay que escuchar también al abogado defensor, al menos hay que escuchar otras versiones. Aunque al final se condene a un inocente del crimen cuando se le juzgó.



Plantearé una serie de hipótesis, dejémoslo como hipótesis. Pueden servir para pensar la realidad y contrastarla con la imagen de una realidad que nos quieren hacer creer. Recuerdo cuando un representante de la Universidad Internacional de Suiza decía en la presentación de su método educativo que lo que más les importa son las hipótesis, no tanto las conclusiones, porque es la capacidad de emitir áquellas las que proporcionan el conocimiento, en nuestro caso de la realidad.



Muchas noticias se ha demostrado que han sido falsas con posterioridad y no ha pasado nada, ni siquiera han servido para poner en duda la imagen de la realidad que se fabrica mediante la emisión de noticias en los medios de comunicación que presionan con sus imágenes repetidas machaconamente, en forma de datos falsos, entrevistas, debates y comentarios sobre la construcción de una falsedad que acaba convirtiéndose en algo cierto.



Muy pocos medios plantean puntos de vista divergentes y desde la versiones extendidas por los medios de masas a nivel global se encargan de desprestigiarles de antemano. La razón queda apartada del análisis de las noticias, las cuales se emiten de forma emocional para influir en la opinión de los receptores. Siempre acompañadas de las opiniones de a los que llaman “expertos” que pretenden imponer su criterio de acuerdo a la tendencia que se quiere ofrecer a la sociedad, no según lo que es.



Se sabe que en Irak no hubo armas masivas, que fue lo que justificó la oleada turística a este país. Se repitió el peligro que suponían las armas químicas en manos de un dictador, insistentemente, con informes, insinuaciones, asociación de ideas, declaraciones de personas importantes y cualificados en este tipo de informaciones, junto a toda una pléyade de técnicas de manipulación.



Al comienzo del conflicto en Libia se habló de 10.000 muertos en Libia. Ocho días después fueron 300, incluyendo soldados del ejército del Estado libio. Pero ya se creó la imagen de malo del líder de este país, Muammar El Gadhafi. Se ha presionado desde la opinión pública para intervenir militarmente. Lo que no se cuenta nunca es lo que hay que saber para conocer la realidad. Hay cosas que se comentan, pero de pasada. La imagen de la realidad se construye repitiendo una y otra vez una idea central. Mientras que no se desarme esta manera de actuar desde el poder no es posible salir de su control. La construcción de imágenes sociales es el principal arma del poder global.



Veamos algunas hipótesis de trabajo para pensar sobre qué es lo que está pasando en la actualidad. Tales hipótesis se basan en cuestiones de las que no se habla. Y a veces es muy interesante relacionar historias que poco o nada tienen que ver, pero indican el método con el que funciona el Poder. Da lo mismo en qué circunstancia sea.



Cuando en 1991 Boris Yelsin interviene ante el secuestro de Mijail Gorvachov, entonces presidente de la Unión Soviética. Yelsin lee un texto sobre un tanque, al que le costó subir y tuvieron que ayudarle. Le dieron el texto escrito y rodeado de agentes de seguridad y de los servicios secretos lo leyó, pero nadie se acuerda de lo que dijo, apenas se oyó nada, pero se propagó dicha imagen por todo el mundo a través de los medios de comunicación dando lugar al fin de la perestroika y la implantación del capitalismo en Rusia. Fue un golpe de estado mediático, moderno y eficaz.



Dos años antes cayó el muro de Berlín a raíz de una información en la radio en la que se dijo que se había abierto el muro. La población de un lado y de otro empezó a acudir y a tomar por cierta la noticia que no se desmintió a la espera de acontecimientos, porque nadie supo de donde salió tal información. Fue una sorpresa para el mundo y un experimento para unos nuevos servicios secretos, que desbancaban a los viejos modelos que quedaron anquilosados, rutinarios y convertidos en matones de estado sin ningún sentido.



No se trata de ver una conspiración, que no lo es, sino una técnica de funcionamiento moderno de servicios secretos que actúan, que existen y para los cuales los estados tienen un presupuesto abundante y unas pautas de actuación. Los servicios secretos de los estados están entrelazados con los de los imperios económicos, cuya acción es global. Habrá que preguntarse ¿dónde están?, ¿qué hacen en los acontecimientos actuales?, porque parece como que no existiesen y sin embargo son aparatos del estado son legales , se les asignan misiones “diplomáticas” de las que nada sabemos, porque nada se cuenta al respecto.



Unos meses más tarde de la caída del muro de Berlín se produjo una serie de altercados en la República Socialista de Rumanía. En un mitín de su presidente, Nicolae Ceaucescu, empezaron a silbarle, a increparle y se empezó a promover una serie de revueltas que resultaron una sorpresa. Pudo haberse desarrollado un modelo socialista más equitativo, plural y democrático, o nuevas formas de gobierno, pero desembocó la revuelta en la implantación del modelo capitalista occidental, acoplado a la democracia parlamentaria. Sobre la caída de este dictador, porque sí lo fue, a pesar de lo cual tuvo miles de reconocimientos en universidades, es interesante leer lo que escribió el escritor uruguayo Eduardo Galeano, que utilizó el ejemplo del derrocamiento de los Ceaucescu en su libro “Patas Arriba. El mundo al revés”, para ilustrar la manipulación informativa:

«En vísperas de la navidad de 1989, pudimos todos contemplar el más horrendo testimonio de las matanzas de Nicolae Ceauşescu en Rumanía.

Este déspota delirante, que se hacía llamar El Danubio Azul del Socialismo, había liquidado a 4.000 disidentes en la ciudad de Timisoara. Vimos muchos de esos cadáveres, gracias a la difusión mundial de la televisión y gracias al buen trabajo de las agencias internacionales que nutren de imágenes a los diarios y a las revistas. Las hileras de muertos, deformados por la tortura, estremecieron al mundo.

Después, algunos diarios publicaron la rectificación, que pocos leyeron: la matanza de Timisora había ocurrido pero había cobrado un centenar de víctimas, incluyendo a los policías de la dictadura, y aquellas imágenes espeluznantes no habían sido más que una puesta en escena.

Los cadáveres no tenían nada que ver con esa historia, y no habían sido deformados por la tortura, sino por el paso del tiempo: los fabricantes de noticias los habían desenterrado de un cementerio y los habían puesto a posar ante las cámaras», sobre lo cual nada se dice cuando es el mismo esquema el que vuelve a funcionar en los países árabes hoy en día.



Muchas veces en el origen de los conflictos se puede ver qué lo impulsa, pero los acontecimientos posteriores hacen que se deje de hablar de ello y, según interese, se informará de una u otra cuestión.Nos hacen conocer una realidad de manera sesgada. Sucede en la prensa local con intereses provinciales y de igual manera en toda la escala informativa.



Se dice que la primera víctima de las guerras es la verdad, la información, pero ya no es una víctima sino un arma de la batalla, no sólo para convencer a la opinión pública, sino para controlarla. La información no es uno de los campos de batalla, sino, repito, un arma, cada vez más sofisticada porque construye una verdad mediante la imagen la cual se convierte en el alma del conflicto, porque lo provoca y lo orienta. Puede que sea como siempre, pero con un nivel tecnológico que hace que adquiera una cualidad diferente. La imagen acaba convirtiéndose en el conflicto en sí. Si no hay imagen el conflicto no existe o se atrofia, desaparece. Si hay imagen de él, y en directo, se retroalimenta, se propaga.Pero sobre todo es que la información ya no actúa sobre nuestra conciencia sino desde ella, porque nos hacen partícipes de los sucesos como opinión pública.



Durante la II Guerra Mundial aparecieron 4.143 oficiales polacos asesinados en un bosque, lo que se conoce como la matanza de Katyn. Durante años se creyó que fueron los nazis, con informes y documentos que así lo “atestiguaron”, hasta que en 1990 se descubrió que fue el ejército soviético, lo que oficialmente se reconoció diez años más tarde. La mentira siempre se ha usado parea degradar al enemigo, para afianzar las adhesiones, pero hoy no se trata solamente de convencer, sino de que el ciudadano vea lo que pasa . No basta que lo acepte como verdad, sino que la información hace que vea que es verdad. Las noticias van acompañadas de fotos, que pueden no tener nada que ver. Si se acusa de una matanza a un dictador se ve una progenitora llorando, o en herido en un hospital, o la foto de un cadáver ensangrentado. Si se han bombardeado posiciones enemigas y han muerto treinta soldados o civiles de quien se quiere derrocar salen soldados o partisanos con los brazos levantados y una bandera. El esquema siempre es el mismo.Pero la tecnología aplicada a la información es cada vez más manipuladora.



Los medios de comunicación ya no se limitan a informar, sino que son una ventana al conflicto, a veces en directo, lo que al menos aparentan, de manera que el lector o espectador cree verlo y piensa que opina y se posiciona por sí mismo. Dejamos de buscar las causas, de preguntar por las consecuencias. Y sobre todo qué es lo que se dilucida en el conflicto. Y, sobre todo, desaparecen los detalles que nos pueden hacer comprender qué está fraguándose, porque sólo existe la imagen que nos ofrecen.De esta menare el Poder construye su realidad, porque nos hace ver, no sólo creer, que lo es.



Incluso una noticia puede publicarse, pero si no se repite, se “informa”, reiteradamente en el titular de prensa, el comentario de la radio, el debate sobre ella incidiendo sobre lo mismo, la noticia en la televisión y al comienzo y durante las noticias y más comentarios sobre lo mismo y la noticia se convierte en noticia para el día siguiente, sin todo esto no produce efecto la noticia.



El día 7 de marzo de 2011 una delegación europea estuvo en Tripoli, la capital de Libia, informando que se veía una ciudad con toda normalidad, en la que se ve jugar a los niños en las calles, las tiendas están abiertas y hay tráfico normal de coches. Nada que ver con la información a través de los medios de comunicación, cuya noticias presionan a las autoridades europeas para que tomen resoluciones contra el gobierno libio. Ese mismo día el gobierno de Obama restableció los comités militares en la guandoca de Guantánamo, que prometió cerrar durante la campaña electoral por la que fue elegido. Clausuró al comienzo de su mandato tales comités por considerarles una aberración jurídica. Un año después los vuelve a instalar.



Como dice Federico Mayor Zaragoza sobre el tema de Libia “mucho cuidado en establecer apresuradamente juicios que consideraran a Gadafi criminal de lesa humanidad. Después de los muertos y de los precedentes de Guantánamo, Abu Ghraib y de Bagram… sería muy difícil acusar a unos y exculpar a otros”.



Leonor, en contacto con gente de Libia dice en su blog: “Me ha hecho gracia el comentario del representante ruso que ha dicho que “si Libia fuera una gran plantación de plátanos nadie la miraría”. Desde Libia me hacen la reflexión:Esta gente dice que que son el “nuevo gobierno” y nosotros nos preguntamos quienes son ellos, quienes les dan el derecho a erigirse un nuevo gobierno? Solo porque Francia e Inglaterra lo dicen? Quienes son Francia o Inglaterra para decidir nuestro gobierno?. Miles de gente están aún ahora muriendo en Irak, Sudan, Somalia y otros países por la intervención americana. Los Libios tienen muy claro que si importan tanto es sólo por el petróleo. Hay gente en Libia que me dice que no comprende como el mundo lo permite, pero seguramente no se pueden hacer la idea de el lavado de cerebro que tenemos. Los Libios no se merecen esto”.



Ante el bombardeo de noticias sobre la situación de Libia y sus masacres Gadhafi declara el 3 de marzo que cómo puede tomar una resolución el Consejo de Seguridad a partir de informaciones falsas. Sus palabras no causaron efecto, pues lo que importa de una noticia, su eficacia, no es lo que diga sino la intensidad con que se presente en los medios de comunicación. No importa que sea verdad o mentira, sino que se diga con intensidad informativa.



Tan malo fue el dictador Gadhafi que España, con un presidente que abanderó el no a la guerra cuando la oleada turística de Irak, aumentó las exportaciones en material de defensa a Libia un 7.700% en el año 2008. Vendió componentes de aeronaves por valor de 3,5 millones de euros al gobierno de Gadhafi durante el primer semestre de 2010, según datos de Industria y esperaba facturar 1.500 millones en la venta de material de defensa a este país.



Cuando la guerra de Serbia contra Kosovo pasó desapercibido el inicio de la guerra, cuando un cuartel serbio en Kosovo fue asaltado y aparecieron treinta soldados decapitados. Según cuentan los habitantes del lugar la convivencia entre las diferentes etnias y religiones fue muy buena hasta pocos meses antes de iniciarse la guerra en que los medios de comunicación instigaron una escalada de declaraciones, de amenazas que hizo que estallara la violencia ante lo que luego se supo que fue un bulo, al propagarse que una niña serbia había sido asesinada por un de la religión del amor kosovar. Se inició una persecución contra los fiel a la religión del amores en la que intervino después el ejército.



En Libia tras ser detenido un abogado a quien mataron a dos hermanos suyos en 1996 cuando el régimen libio asesinó a sangre fría a un millar de presos (sin que la comunidad internacional hiciera nada efectivo) que denunciaron sus condiciones en la guandoca, salieron a la calle varios ciudadanos a protestar por su detención. Se sitúa en este foco el origen de la protesta, que de no tener un impulso externo habría sido una algarada más. Se empieza a extender la protesta en una efervescencia social al estar en los medios de comunicación los sucesos de Egipto, Túnez y Barhein en que se expulsa del poder a sus gobernantes dictatoriales.



En aquellos días fuerzas rebeldes de Túnez y de Egipto por cada lado pasan la frontera de Libia y desde la de Túnez cinco soldados libios son decapitados y dos días después mueren once en los altercados que suceden en las calles. Se habla de unos milicianos desarmados, con machetes, que sin embargo derriban dos helicópteros.



Tal vez convenga recordar las palabras de Stefan Zweig, un escritor austriaco, judío, perseguido por el nazismo, que en su última obra “El mundo de ayer” escribe “ una ley inmutable de la Historia veda a los contemporáneos conocer en sus orígenes los grandes movimientos que imprimen su sello a la época”. ¿Ley inmutable o reincidente ocultación?. Más adelante escribe “detrás de aquellas hordas (nazis) surgidas de golpe, debían esconderse fuerzas económicas y, aún de otro modo influyentes. Aquel solo hombre, Hitler, que entonces pronunciaba sus discursos en cervecerías bávaras no podía haber tras*formado y armado a aquellos millares de jóvenes”. Y podría suceder en la actualidad algo parecido “creyeron (los poderes económicos) hacer de Hitler un instrumento y, en cambio, fueron engañados por él mismo”.




Parece que la historia se repite y no aprendemos. ¿Se quiere justificar a Gadhafi?, ni mucho menos. Pero sí salir del falso dilema de ¿a quién quieres más a papá o a mamá?. En nuestro caso ¿a quién rechazas más a un dictador nacional o a una dictadura global a nivel mundial?. La respuesta es la misma, a los dos. Es necesario afianzar una respuesta social como pueblo para dejar de estar atrapados en esta dicotomía que acaba dominando nuestra vida.



Deberíamos preguntarnos ¿dónde están los servicios secretos en esta lucha violenta?. Los documentos de Wikileaks revelan que EE.UU ha creado una red de espionaje global, a nivel mundial. Por otra parte los servicios secretos libios han apoyado revueltas en gran parte de África para extender su “revolución”. Es en esta guerra de poder donde se encuentra el fondo del conflicto, lo cual no se cuenta. Sólo se informa del teatro que nos dejan ver.



Como recuerda Purificación Gozález de la Blanca “cuando Gadafi llegó al poder, nacionalizó compañías petrolíferas –como la British Petroleum-, logrando el control de la economía petrolera para distribuir sus beneficios entre la población libia. Nacionalizó asimismo numerosos bancos. Se volcó en las obras públicas y en los equipamientos para su gente, siendo de mencionar su apuesta por las tecnologías punta en sectores emergentes, como el sistema de captación de agua en el desierto, basado en atrapar nubes, mediante unas estructuras metálicas, que semejan palmeras, y que han logrado una auténtica revolución verde, con la plantación de millones de árboles en ese medio hostil”.



Pero no es nueva esta situación, Cuando en Indonesia Sukarno redistribuyó la riqueza del país y y echó al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, por considerarlas tapaderas de los intereses de las grandes multinacionales la CIA intentó asesinar al presidente, según documentos que se desclasificaron recientemente. Al no conseguirlo en octubre de 1965 la CIA apoyó al general Suharto que lideró una “revuelta popular”. Más tarde se supo, siempre se sabe más tarde, que EE.UU estuvo detrás de este golpe de Estado, como de otros muchos en Suramérica. Un trabajador de la embajada estadounidense declaró treinta años después que “mataron a mucha gente, pero llega un momento en que hay que golpear con fuerza en el momento decisivo”. ¿Quién se acuerda de esto?, cuando sigue el mismo patrón. Pero nada se cuenta de aquello, que nos haría comprender mejor el presente.



No hay porqué posicionarse en un conflicto dual, porque es posible establecer un camino ajeno a modelos de Poder. Lo que pasa es que esto no se cuenta y entonces no existe, no se informa de ello y no se piensa al respecto. En la revista “Levitán”, nº 10, 1982, Fernando Savater escribe sobre la sin razón de la lógica militar, en la que finaliza diciendo que lo primero que hay que desarmar y desmilitarizar nuestras rutinas de pensamiento. Recoge una frase de Elías Canetti en su obra “Masa y Poder” en la que refleja este juego del que hablamos, cada cual en su medida, “el más poderoso se alienta de la destrucción de los otros”.



El mundo árabe como modelo de poder es víctima de una situación que ellos han creado, al mezclar la riqueza del petróleo con la fe religiosa y la pobreza. La sociedad árabe se fractura interiormente entre concepciones laicistas y los fundamentalistas, cuyo conflicto se preveía explosivo, como está siendo (Daniel Pipes, 1983).



Pero se convierte en un pulso entre dos poderes. Para salir de esta tesitura hay que crear una corriente del pueblo a nivel global, con nuevas formas políticas, nuevos planteamientos económicos que los dos polos del Poder se niegan a admitir. Pero no son bloques homogéneos los que se enfrentan, sino que en cada polo hay enfrentamientos de Poder, lo que al final siempre acaba siendo el sometimiento del individuo, de los colectivos humanos a estructuras de poder, a instituciones que logran el sometimiento de las personas.



Este análisis es imprescindible, al negarnos a formar parte de una parte u otra. El imperialismo emergente se enfrenta al establecido, China contra EE.UU, siendo una lucha sin cuartel y en todos los ámbitos. En los conflictos bélicos siempre aparecen las dos potencias en el trasfondo, por ejemplo claramente en la guerra civil de Sudán que acabó con la división del país en dos. Siempre hay un tablero donde echar el pulso, como por ejemplo en Corea, el Norte y el Sur.



Pero al otro lado, los poderes nacionales juegan con uno u otro imperio económico según convenga y se producen enfrentamientos entre los estados como tuvo Libia contra jovenlandia y Arabia Saudí, lo que hace que en el conflicto actual se posicionen contra el gobierno libio.



“Libia fue el motor de la unidad árabe, el panarabismo, y de establecer una unidad del sur muy sur. Creó un modelo socialista dentro del mundo árabe. Se habla mucho de “El libro verde” de Gadafi, con imágenes en las que se derriba un monumento al mismo en la universidad de Trípoli, pero no se cuenta qué dice, por ejemplo que el asalariado es casi un esclavo del señor que le arrienda. O: “el servicio en el hogar es uno de los fenómenos sociales que siguen al de la esclavitud”. Al otro lado, los defensores de El Libro Verde, nada dicen de las desigualdades en el seno de su sociedad y de los lujos y suntuosidades de la cúpula del poder. Por eso como dice un refrán africano “cuando se pelean los elefantes quienes sufren son las hormigas”. Es el individuo quien está supeditado a un poder u otro. Y a esa trampa nos llevan con la dualidad informativa.



Es necesario crear un frente común, a nivel global, como ciudadanos del mundo, capaces de analizar la información, de resistir al Poder, y ver que mientras que no se unan las luchas de los pueblos árabes, con las de los países occidentales no saldremos de ese juego de poder.



En el foco del modelo islámico hay una proyección imperialista que lleva a un enfrentamiento máximo, cuando se amenaza con el uso de armas nucleares. El caso de Irán, quien en sus escritos oficiales, a través de la fundación “Al Balagk”, plantea la necesidad de llevar el Islam a todo el mundo, para lo que propone estrategias tanto económicas como políticas contra los infieles, los no fiel a la religión del amores, con el objetivo de salvar la raza humana. Esto tampoco se cuenta, cuando se trata del meollo de todo el conflicto entre el modelo occidental y el modelo islámico.



El modelo de las democracias occidentales las que quieren llevar los grandes poderes financieros a las sociedades fiel a la religión del amoras, sobre todo cuando su economía depende del petróleo, para controlarlas desde el poder económico, de lo que dependen las campañas electorales. Donde en muchos países las monarquías parlamentarias basan su modelo electoral en la ley de D’Hondt, de forma que muchos votos, más de la mitad del electorado, se queda sin representación parlamentaria y gobierna una minoría que se reparte el poder.



O que no existan listas abiertas, de manera que se vota a un partido, a partir de una campaña electoral que ejerce una presión social y psicológica enorme sobre la población, y en la que se invierte muchísimo dinero, y en donde no hay ninguna responsabilidad de incumplir lo prometido que es lo que los votantes eligen. Incluso muchas veces hacen lo contrario del programa que se presenta y es elegido para gobernar. Este modelo de campañas que exigen grandes fortunas para motivar con técnicas psicológicas de la publicidad a la ciudadanía es la esencia de la corrupción en todas las administraciones.



El libro Verde de Gadhafi, plantea “las dictaduras más tiránicas que el mundo ha conocido se han establecido a la sombra de Asambleas parlamentarias”. Y “las masas han de luchar para abatir todas las formas dictatoriales de gobierno que dominan actualmente el mundo y que son de modo falaz llamadas democracias”. Postula una especie de comités populares, de democracia directa, que no deja de ser otra forma de control, donde se ejerce el poder de manera caciquil.



No se cuenta nada sobre la fatua que estableció hace años el Consejo de Ulemas de Arabia Sauditta contra las desviaciones del Islam por parte de Muammar El Gadhafi. En su ideario este líder libio rompe con la Sharia, la ley religiosa según el Corán, y se fundamenta su jovenlandesal religiosa en el misticismo islámico de los sufíes orientados por la Orden Sanusi.



El lider libio, ha reiterado insistentemente que la rebelión de su nación proviene de jóvenes a los que Al Qaeda ha lavado el cerebro. Un arma que él mismo utilizó cuando David Berg, conocido como Moisés David, líder de Los Niños de Dios, cuando fue expulsado de EE.UU. se refugió en Libia, desde donde inició todo un proceso de extensión mundial, pero sobre todo en Europa bajo el nombre de Los Niños de Dios. Se creó una red de difusión con textos de la Biblia que cambian “amar” por “hacer el amor”. Fue un reclamo para aplicar técnicas de control mental sobre los adeptos a los que se programaba para hacer de ellos unos fanáticos infiltrados en la sociedad occidental, cuyo objetivo y mensaje es la destrucción de occidente y EE.UU, como prueba de la llegada de una nueva era. Formaron para lograr este objetivo una red de espionaje usando a las “sirenitas”, adeptas que se ofrecían sexualmente a personas en puestos relevantes de las administraciones, para luego hacerles chantaje o sacar información. En la parte interna de la secta se considera a Muammar El Gadhafi un mesías que se presentará al mundo como un líder mundial.



Nada de esto se cuenta,tan sólo un bombardeo informativo que interviene nuestra conciencia y se apodera de la opinión pública que “exige” que se haga algo. El 18 de marzo el Consejo de Seguridad europea deciden intervenir el espacio aéreo y no basta que el gobierno libio detenga los ataques, para aceptar la resolución de la ONU y evitar que mueran civiles, sino que se tiene que ir para colocar a quienes ellos quieran, y están dispuestos a atacar. Quien les vendió armas, quién se entrevistó con él como el presidente de España ahora claman que es un dictador sanguinario, ¿no lo fue cuando estuvo con él?, ¿para qué son las armas que le vendió?. El presidente de la república de Francia recibió fondos para su campaña del gobierno libio, ahora quiere atacar. Esta hipocresía no tiene nombre. Sobre todo que se aluda a evitar una matanza con otra matanza, pero la que ellos hagan, los poderosos, como plantea el gobierno de los EE.UU.



En el primer ataque de EE.UU murieron 68 civiles. El bombardeo que hicieron los aviones franceses hizo blanco en un hospital que destrozó. ¿Es esa la exclusión aérea, cuando el primero objetivo fue un carro de combate. ¿Los tanques vuelan?. Resulta que España no tiene dinero para dos millones de parados que no cobran ningún tipo de prestación y se embarca en una guerra cuyo coste de un sólo día de operaciones de la armada española equivale al subsidio mínimo para quienes carecen de todo tipo de recursos para vivir durante doce años. Para la guerra sí que hay dinero. Y apoyan la matanza de mujeres, varones, niñas y niños libios los sindicatos CC.OO. y UGT. Lo malo de la guerra no es sólo la fin, sino lo canalla que hace a quienes la justifican.



Un informe reciente de ingenieros sin Fronteras revela que cada día mueren 4.000 niñas y niños por falta de agua potable. Y no se hace nada por resolverlo, cuando costaría hacer los pozos necesarios el dinero empleado en dos horas de bombardeos, de esta guerra “humanitaria”. ¿Importan más los muertos de la represión que los del genocidio económico?. ¿O es que para resolver los problemas del hambre y el abastecimiento no hay a quién tirar bombas. Hay que desenmascarar la hipocresía para acabar con las guerras y los tiranos.



Con unos fundamentos falsos que se convierten en “verdad social”, mediante técnicas de control informativo y de control de la opinión pública, por ejemplo lo que justificó el bombardeo incial que fue un ataque aéreo a manifestantes de la oposición libia el gobierno ruso ha afirmado y demostrado con imágenes de satélites que los supuestos ataques aéreos lanzados por el líder libio Muammar Gaddafi en contra de dichos manifestantes no ocurrieron. Y añade: “el evento, aprovechado por los medios internacionales como una justificación para una intervención militar “humanitaria”, fue un engaño artificioso”. Y no pasa nada.



Una de las justificaciones para intervenir dadas por EE.UU. y la OTAN fue que lo que se hiciese sería con la aprobación de la Liga Árabe, la cual ha reiterado que apoyó la exclusión aérea, pero en ningún caso el ataque con misiles a Libia, y se han seguido haciendo. Textualmente ha declarado que la protección de civiles no necesita d una operación militar.



¿Cómo puede ser un mandato de la ONU si Rusia, China y Brasil, con capacidad de veto, se han negado a esta intervención?. No es que sea legal o no, es que es cruel, brutal, tanto o más como lo que se quiere combatir y de unas consecuencias imprevisibles. Se dice que se hace para defender a la población libia, cuando el 80% está en contra de dicha intervención.



¿Cómo entender el conflicto real?. Estamos engañados, sin capacidad de reaccionar ni de plantear una lucha contra el Poder, uno y otro, contra cualquier forma del mismo. La izquierda ha quedado desfasada y es necesaria una nueva forma de actuar. De abrir cauces de reflexión, de información, de actuar, de encuentros. De ver la realidad, desde nosotros mismos. O simplemente el pueblo será una pelota con la que jueguen los poderosos, a la que pateen.

Las revueltas del mundo árabe, exigen una rebelión en este otro lado de la sociedad global y unir nuestras luchas, como pueblo, contra el Poder, de un lado y de otro, sin dejar que ambos se apoyen en el contrario para atrapara nuestra conciencia y nuestra vida, con las que juegan para su lucro y poder. El pacifismo es el camino del pueblo, sin dejarnos atrapar por un lado u otro.



Como dijo Heiner Müller “me acuerdo de el orden del mundo, estoy perdido”.

Lo que no se cuenta. « Ramiro Pinto

No lo comparto todo por desconocimiento en algunos temas por mi parte, pero me ha parecido muy interesante. :pienso:
 
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