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Lo que ciertos medios de centro-derecha no dicen sobre el chantaje del PP a Vox
Lo ocurrido ayer en el Congreso, con el PP favoreciendo a Podemos con un chantaje a Vox, ha recibido un tratamiento incompleto e incluso sesgado en algunos medios de centro-derecha.
El cordón sanitario del PP contra Vox regala a Podemos un puesto en la Mesa del Congreso
poco agradable: Losantos acusa al partido de Ortega Lara y Alcaraz de ser «la herramienta de la ETA»
Un intento más de humillar a Vox
La propuesta del PP pasaba por ofrecer a Cs uno de los dos puestos que le correspondían a Vox en la Mesa del Congreso y obligar a Vox a ceder, como ya había cedido antes al apoyar gobiernos de coalición entre el PP y Cs quedándose fuera de todos ellos e incluso siendo vetado en las negociaciones por Cs, que ha tratado a los dirigentes del partido de Santiago Abascal como si fuesen unos apestados. Pero esta vez Vox se hartó y no cedió al chantaje. Sólo hace unos meses que el PP y Cs excluyeron a Vox de la Mesa del Congreso cuando tenía 24 diputados, y exigirle ahora a Vox que premiase los desprecios y chulerías de Cs, ahora con 10 diputados, regalándole un puesto en la Mesa era ya algo insultante. A juzgar por lo que se ve en ciertos medios, cabe preguntarse si lo que esperaban de Vox es que se dejase mangonear.
Los trucos de Trece TV para presentar a Cs como una víctima
Anoche Antonio Jiménez, presentador del programa El Cascabel de Trece Televisión, un canal propiedad de la Conferencia Episcopal que se comporta como un medio de propaganda al servicio del PP, ya adelantó en Twitter que la culpa la tenía Vox por rechazar el ofrecimiento del PP, sin citar que el reparto de escaños daba la razón a Vox. Ya empezado el programa, han dicho que Ciudadanos fue «excluido» (sin decir que con 10 escaños no les correspondía estar en la Mesa), y han mostrado al PP y a Vox echándose las culpas, pero con un truco: han enseñado un vídeo de Pablo Casado acusando a Vox de hacer un «cordón sanitario» a Cs (cuando eso es lo que le ha hecho el PP a Vox), y a continuación han emitido unas declaraciones torticeramente cortadas de Iván Espinosa, pero omitiendo su explicación sobre lo que le correspondía a Vox por sus 52 escaños. Aquí se puede ver el vídeo completo:
Abc culpa a Vox pero omite toda referencia al veto de PP y Cs contra Vox hace unos meses
Otro de los medios más afines al PP, Abc, tituló así el resultado de las votaciones de ayer para conformar la Mesa del Congreso: «La izquierda logra seis puestos en la Mesa del Congreso al rechazar Vox el pacto con PP y Cs». El diario monárquico atribuye lo ocurrido a «la negativa del grupo que preside Santiago Abascal a pactar con el PP y Ciudadanos para sortear la alianza de la izquierda e independentistas». Abc no cita en toda la noticia cuál fue el reparto en la anterior legislatura, con PP y Cs excluyendo a Vox con 24 escaños, y pretendiendo ahora que Vox cediese a Cs uno de los puestos que le correspondía, a pesar de que el partido naranja sólo tiene 10 escaños.
La Razón acusa a Vox en el titular y evidencia algo muy distinto en el texto
El diario rajoyista por excelencia culpó ayer a Vox de dar «más poder a la izquierda en el Congreso». Hay que ir hasta el cuarto párrafo de la noticia para encontrarse con los hechos: «Recuerdan que cuando la formación naranja tuvo 57 escaños y Vox 24 nadie les cedió ningún puesto, ni negoció con ellos para ello y ahora Ciudadanos tiene 10, recalcan». En resumen, que el titular dice una cosa y el texto de la noticia deja al descubierto otra cosa muy distinta. Muchos medios parecen confiar en que la mayoría de sus lectores sólo lean el titular de la noticia. Es posible que eso les funcione en las redes sociales, pero con ello tiran su prestigio por la borda.
Rabieta de Losantos en esRadio porque Vox no se deja humillar por el PP
En esRadio, Federico Jiménez Losantos ya se había encargado de disfrazar el chantaje del PP horas antes de la votación: ayer por la mañana arremetió contra Vox por no plegarse a la nueva humillación que le proponía el PP, acusando a Vox de portarse como una «secta» y augurándole un descalabro electoral, una vez más sin decir que ese reparto que proponía el PP era injusto y humillante para Vox. No es la primera vez que este señor le augura un neցro futuro a Vox si no hace caso a sus consejos: lo viene haciendo desde antes de que Vox pasase de 24 a 52 escaños. Y lo ha hecho de unas formas muy perversoss. Recordemos que, además de dedicarse a insultar y difamar a dirigentes de ese partido como Iván Espinosa y Rocío Monasterio, en julio Losantos acusó a Vox de ser «la herramienta de ETA», una acusación calumniosa que dirigida contra el partido de José Antonio Ortega Lara y de Francisco José Alcaraz resulta especialmente vomitiva.
Emilio Campmany se queja de que Vox no se humille y al mismo tiempo lo llama masoca
En Libertad Digital, Emilio Campmany sigue arremetiendo contra Vox, esta vez acusándole de hacerle un «cordón sanitario» a Arrimadas y acusándole también de que los comunistas tengan tres puestos en la Mesa. Campmany se olvida de decir que a Vox le excluyeron el PP y Cs hace unos meses teniendo 14 escaños más de los que tiene ahora el partido naranja. Debe ser que lo considera una nimiedad sin importancia a la hora de abordar este asunto. De hecho, hace unos meses Campmany no escribió ningún artículo criticando el cordón sanitario del PP y de Cs a Vox, cuando excluyeron a ese partido de la Mesa a pesar de tener 24 escaños. Es más, ahora intenta presentar a Vox como un partido masoquista, al que le gusta ser atacado: «Parte del encanto de Vox es su imagen de San Sebastián asaeteado por los demás partidos, incluidos los más próximos, siempre sitiado con acusaciones falsas». No es la primera vez que Campmany llama a Vox masoca, tal vez en un intento de que toda humillación contra ese partido parezca algo placentero: hace unos días dijo que «Vox se deja agredir porque cree que le rentará electoralmente». Es decir, que no es que ultras de izquierda y separatistas se dediquen a agredir a afiliados de Vox y atacar sus sedes, sino que Vox se deja agredir. Qué rastrero, señor Campmany, pero qué rastrero…
Un buen editorial de Libertad Digital que yerra en el último párrafo
Hay que decir que, a diferencia de Campmany, el editorial publicado ayer por Libertad Digital es bastante ecuánime, ya que sí afirma que «el más elemental sentido de la proporción estipularía que fuera ahora Vox quien se hiciera con dos lugares, al igual que el PP, y que un diezmadísimo Ciudadanos, con tan solo 10 diputados, se quedara sin representación». También critica «la artera pretensión del PP de reducir el peso de la formación de Santiago Abascal». Sin embargo, el párrafo final se equivoca de lleno al afirmar que «resulta penoso que Vox –que no deja de ser, hasta cierto punto, una lógica escisión del irreconocible Partido Popular de Mariano Rajoy– no quiera o no pueda llegar a formar una coalición electoral con el PP de Casado». Antes bien, el PP de Casado es el mismo PP de Rajoy: sigue defendiendo el mismo discurso progre, sigue negándose a derogar las leyes ideológicas de la izquierda y sigue flirteando con las tesis nacionalistas en comunidades como Galicia.
Lo ocurrido ayer en el Congreso, con el PP favoreciendo a Podemos con un chantaje a Vox, ha recibido un tratamiento incompleto e incluso sesgado en algunos medios de centro-derecha.
El cordón sanitario del PP contra Vox regala a Podemos un puesto en la Mesa del Congreso
poco agradable: Losantos acusa al partido de Ortega Lara y Alcaraz de ser «la herramienta de la ETA»
Un intento más de humillar a Vox
La propuesta del PP pasaba por ofrecer a Cs uno de los dos puestos que le correspondían a Vox en la Mesa del Congreso y obligar a Vox a ceder, como ya había cedido antes al apoyar gobiernos de coalición entre el PP y Cs quedándose fuera de todos ellos e incluso siendo vetado en las negociaciones por Cs, que ha tratado a los dirigentes del partido de Santiago Abascal como si fuesen unos apestados. Pero esta vez Vox se hartó y no cedió al chantaje. Sólo hace unos meses que el PP y Cs excluyeron a Vox de la Mesa del Congreso cuando tenía 24 diputados, y exigirle ahora a Vox que premiase los desprecios y chulerías de Cs, ahora con 10 diputados, regalándole un puesto en la Mesa era ya algo insultante. A juzgar por lo que se ve en ciertos medios, cabe preguntarse si lo que esperaban de Vox es que se dejase mangonear.
Los trucos de Trece TV para presentar a Cs como una víctima
Anoche Antonio Jiménez, presentador del programa El Cascabel de Trece Televisión, un canal propiedad de la Conferencia Episcopal que se comporta como un medio de propaganda al servicio del PP, ya adelantó en Twitter que la culpa la tenía Vox por rechazar el ofrecimiento del PP, sin citar que el reparto de escaños daba la razón a Vox. Ya empezado el programa, han dicho que Ciudadanos fue «excluido» (sin decir que con 10 escaños no les correspondía estar en la Mesa), y han mostrado al PP y a Vox echándose las culpas, pero con un truco: han enseñado un vídeo de Pablo Casado acusando a Vox de hacer un «cordón sanitario» a Cs (cuando eso es lo que le ha hecho el PP a Vox), y a continuación han emitido unas declaraciones torticeramente cortadas de Iván Espinosa, pero omitiendo su explicación sobre lo que le correspondía a Vox por sus 52 escaños. Aquí se puede ver el vídeo completo:
Abc culpa a Vox pero omite toda referencia al veto de PP y Cs contra Vox hace unos meses
Otro de los medios más afines al PP, Abc, tituló así el resultado de las votaciones de ayer para conformar la Mesa del Congreso: «La izquierda logra seis puestos en la Mesa del Congreso al rechazar Vox el pacto con PP y Cs». El diario monárquico atribuye lo ocurrido a «la negativa del grupo que preside Santiago Abascal a pactar con el PP y Ciudadanos para sortear la alianza de la izquierda e independentistas». Abc no cita en toda la noticia cuál fue el reparto en la anterior legislatura, con PP y Cs excluyendo a Vox con 24 escaños, y pretendiendo ahora que Vox cediese a Cs uno de los puestos que le correspondía, a pesar de que el partido naranja sólo tiene 10 escaños.
La Razón acusa a Vox en el titular y evidencia algo muy distinto en el texto
El diario rajoyista por excelencia culpó ayer a Vox de dar «más poder a la izquierda en el Congreso». Hay que ir hasta el cuarto párrafo de la noticia para encontrarse con los hechos: «Recuerdan que cuando la formación naranja tuvo 57 escaños y Vox 24 nadie les cedió ningún puesto, ni negoció con ellos para ello y ahora Ciudadanos tiene 10, recalcan». En resumen, que el titular dice una cosa y el texto de la noticia deja al descubierto otra cosa muy distinta. Muchos medios parecen confiar en que la mayoría de sus lectores sólo lean el titular de la noticia. Es posible que eso les funcione en las redes sociales, pero con ello tiran su prestigio por la borda.
Rabieta de Losantos en esRadio porque Vox no se deja humillar por el PP
En esRadio, Federico Jiménez Losantos ya se había encargado de disfrazar el chantaje del PP horas antes de la votación: ayer por la mañana arremetió contra Vox por no plegarse a la nueva humillación que le proponía el PP, acusando a Vox de portarse como una «secta» y augurándole un descalabro electoral, una vez más sin decir que ese reparto que proponía el PP era injusto y humillante para Vox. No es la primera vez que este señor le augura un neցro futuro a Vox si no hace caso a sus consejos: lo viene haciendo desde antes de que Vox pasase de 24 a 52 escaños. Y lo ha hecho de unas formas muy perversoss. Recordemos que, además de dedicarse a insultar y difamar a dirigentes de ese partido como Iván Espinosa y Rocío Monasterio, en julio Losantos acusó a Vox de ser «la herramienta de ETA», una acusación calumniosa que dirigida contra el partido de José Antonio Ortega Lara y de Francisco José Alcaraz resulta especialmente vomitiva.
Emilio Campmany se queja de que Vox no se humille y al mismo tiempo lo llama masoca
En Libertad Digital, Emilio Campmany sigue arremetiendo contra Vox, esta vez acusándole de hacerle un «cordón sanitario» a Arrimadas y acusándole también de que los comunistas tengan tres puestos en la Mesa. Campmany se olvida de decir que a Vox le excluyeron el PP y Cs hace unos meses teniendo 14 escaños más de los que tiene ahora el partido naranja. Debe ser que lo considera una nimiedad sin importancia a la hora de abordar este asunto. De hecho, hace unos meses Campmany no escribió ningún artículo criticando el cordón sanitario del PP y de Cs a Vox, cuando excluyeron a ese partido de la Mesa a pesar de tener 24 escaños. Es más, ahora intenta presentar a Vox como un partido masoquista, al que le gusta ser atacado: «Parte del encanto de Vox es su imagen de San Sebastián asaeteado por los demás partidos, incluidos los más próximos, siempre sitiado con acusaciones falsas». No es la primera vez que Campmany llama a Vox masoca, tal vez en un intento de que toda humillación contra ese partido parezca algo placentero: hace unos días dijo que «Vox se deja agredir porque cree que le rentará electoralmente». Es decir, que no es que ultras de izquierda y separatistas se dediquen a agredir a afiliados de Vox y atacar sus sedes, sino que Vox se deja agredir. Qué rastrero, señor Campmany, pero qué rastrero…
Un buen editorial de Libertad Digital que yerra en el último párrafo
Hay que decir que, a diferencia de Campmany, el editorial publicado ayer por Libertad Digital es bastante ecuánime, ya que sí afirma que «el más elemental sentido de la proporción estipularía que fuera ahora Vox quien se hiciera con dos lugares, al igual que el PP, y que un diezmadísimo Ciudadanos, con tan solo 10 diputados, se quedara sin representación». También critica «la artera pretensión del PP de reducir el peso de la formación de Santiago Abascal». Sin embargo, el párrafo final se equivoca de lleno al afirmar que «resulta penoso que Vox –que no deja de ser, hasta cierto punto, una lógica escisión del irreconocible Partido Popular de Mariano Rajoy– no quiera o no pueda llegar a formar una coalición electoral con el PP de Casado». Antes bien, el PP de Casado es el mismo PP de Rajoy: sigue defendiendo el mismo discurso progre, sigue negándose a derogar las leyes ideológicas de la izquierda y sigue flirteando con las tesis nacionalistas en comunidades como Galicia.