Felson
Madmaxista
Esta mañana, como muchas mañanas que intento buscar un trabajo, he ido a buscar uno más. En la línea de metro decían los carteles luminosos y repetían los altavoces que "por causas ajenas a Metro de Madrid, la línea 1 se ha suspendido entre Sol y Estación del arte". En las pantallas, ponían que por causas sanitarias, por indisposición de un viajero,... y que el retraso sería de 15 minutos, pero después lo aumentaron a "más de una hora", por causas sanitarias...
Es evidente, que alguien se había tirado al metro, como ocurre continuamente. La cantidad de suicidios que hay en el metro solo lo saben los trabajadores de tal empresa y sus jefes. El número de suicidios ha aumentado de manera exponencial, y eso lo saben los trabajadores del metro y sus jefes, sobre todo porque cuando les ocurre, pueden pedir baja por muchos días que son días en los que no trabajan y cobran su sueldo íntegro, tanto trabajadores como sus jefes.
Hoy, estando en la estación, pensaba que había una incidencia más, como cualquier trabajador de metro o sus jefes, pero yo pensaba que había una vida menos en el mundo que, quizá, podría haber descubierto la razón por la que mi cuerpo enferma. Sé que es muy egoísta, pero por eso creo que cada vida humana es muy importante.
Nota: hoy 6 de mayo de 2024 se ha parado la línea 1 de metro por "causas sanitarias ajenas a metro de Madrid", según rezaban los carteles luminosos... Esto no es un relato... es descripción de la realidad. Lo demás, sí... es relato de las posibles causas por las que un juez, en lunes, puede llegar al lugar de los hechos para levantar cadáver.
Nota a nota: cuántas historias da la historia si nos la da cada día, aunque no las hagamos historias... o solo seamos capaces de hacerlo cuando ha pasado mucho tiempo, aunque sean las mismas y las nombremos como "La merovingia", "El sacamuelas" o "Los Joaquínes de la Tierra", cuando deberíamos pensar en la razón de la persona que esta mañana, en el momento que escribo esto de verdad, ha dejado esta vida para reírse de nosotros desde otro sitio, si tiene tal oportunidad. No me extraña que existan los fantasmas de la estación de Chamberí o de Tirso Molina. Lo que me extraña es que no existan los fantasmas de Moncloa, Palacio Real o Congreso de los Diputados... los de verdad, aquellos que hacen cambiar las votaciones o volver loca a una ministra portavoz y decir, por fin, la verdad.
Por eso, no creo en fantasmas ni en la vida más allá.
Es evidente, que alguien se había tirado al metro, como ocurre continuamente. La cantidad de suicidios que hay en el metro solo lo saben los trabajadores de tal empresa y sus jefes. El número de suicidios ha aumentado de manera exponencial, y eso lo saben los trabajadores del metro y sus jefes, sobre todo porque cuando les ocurre, pueden pedir baja por muchos días que son días en los que no trabajan y cobran su sueldo íntegro, tanto trabajadores como sus jefes.
Hoy, estando en la estación, pensaba que había una incidencia más, como cualquier trabajador de metro o sus jefes, pero yo pensaba que había una vida menos en el mundo que, quizá, podría haber descubierto la razón por la que mi cuerpo enferma. Sé que es muy egoísta, pero por eso creo que cada vida humana es muy importante.
Nota: hoy 6 de mayo de 2024 se ha parado la línea 1 de metro por "causas sanitarias ajenas a metro de Madrid", según rezaban los carteles luminosos... Esto no es un relato... es descripción de la realidad. Lo demás, sí... es relato de las posibles causas por las que un juez, en lunes, puede llegar al lugar de los hechos para levantar cadáver.
Nota a nota: cuántas historias da la historia si nos la da cada día, aunque no las hagamos historias... o solo seamos capaces de hacerlo cuando ha pasado mucho tiempo, aunque sean las mismas y las nombremos como "La merovingia", "El sacamuelas" o "Los Joaquínes de la Tierra", cuando deberíamos pensar en la razón de la persona que esta mañana, en el momento que escribo esto de verdad, ha dejado esta vida para reírse de nosotros desde otro sitio, si tiene tal oportunidad. No me extraña que existan los fantasmas de la estación de Chamberí o de Tirso Molina. Lo que me extraña es que no existan los fantasmas de Moncloa, Palacio Real o Congreso de los Diputados... los de verdad, aquellos que hacen cambiar las votaciones o volver loca a una ministra portavoz y decir, por fin, la verdad.
Por eso, no creo en fantasmas ni en la vida más allá.
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