El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
Es una pequeña revolución dentro del sector de los supermercados: el hecho de que el consumidor pueda comprar alimentos y ropa a la vez, llenar su nevera y también su armario. La cadena alemana Lidl quiere trasladar su modelo de smart discount o bajos precios a la moda impulsando su marca de ropa femenina Esmara.
El objetivo, explican en la compañía, es "dar respuesta a las necesidades del nuevo perfil de consumidora, más informada y ecléctica, que no renuncia al mejor precio". Lild quiere impulsar su marca femenina bajo el concepto de smart fashion, que ofrece una "moda cercana, inteligente y sin complicaciones".
No pretenden que sus diseños se identifiquen con un modelo low cost, sino que primará "la calidad" para poder captar a una clienta "más híbrida", aquella que en su look mezcla, por ejemplo, una prenda de un diseñador con otras de acceso más fácil".
Si más del 35% del negocio de Lidl proviene de los frescos, otro 10% de la facturación corresponde a esta parte textil, dentro de su oferta de productos de surtido variable, que van cambiando cada semana y que no se vende siempre en las tiendas de manera fija.
Competir con las grandes
Las prendas de Esmara competirán con las de cadenas como Primark, que también ofrece ropa a precios asequibles al consumidor. Estarán, dicen en la compañía, "al mismo nivel tanto de calidad como de tendencias". "Queremos hacernos un hueco en este segmento de la moda rápida, accesible y práctica", explican fuentes del grupo.
Dentro de todas las cadenas de supermercados, Lidl es el grupo que más creció en el último año y ya tiene una cuota de mercado del 4%. En las últimas semanas se ha beneficiado, además, de la publicidad que le han dado algunos informes de asociaciones de consumidores destacando la calidad de algunos de sus productos.
En concreto, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) destacaba hace unas semanas una de sus cremas faciales como una de las mejores hidratantes del mercado, por encima de otros productos con un precio muy superior.
Esto ha servido al grupo para insistir en su filosofía y destacar que la calidad y el buen precio son perfectamente compatibles. La idea ahora es trasladar este concepto a la moda.
Diseños limitados
En el caso concreto del textil, las colecciones de Esmara no serán permanentes, sino que irán rotando en los lineales en forma de "colecciones cápsula limitadas" hasta el fin de existencias.
Cada colección se presentará bajo una temática en función de la estación del año y propondrá 25 piezas únicas. También habrá calzado, accesorios e incluso lencería. La mayoría de estas prendas de Esmara hoy no superan los 10 euros.
Junto a Esmara, que es la marca femenina, Lidl comercializa su enseña masculina (Livergy), la de niños (Pepperts) y la de bebé (Lupilu). "El acceso a las tendencias de moda ha dejado de ser definitivamente un lujo", sintetiza Mayte de la Iglesia, la estilista que ha colaborado con el grupo en esta campaña de impulso a Esmara.
Ya en el año 2004 el grupo colaboró con el diseñador Custo en un intento, presumen en el grupo, "por democratizar la moda". Fue la primera vez que una cadena de supermercados y una marca de ropa se aliaban.
Lidl crea una marca de moda para competir con Primark | economia | EL MUNDO
El objetivo, explican en la compañía, es "dar respuesta a las necesidades del nuevo perfil de consumidora, más informada y ecléctica, que no renuncia al mejor precio". Lild quiere impulsar su marca femenina bajo el concepto de smart fashion, que ofrece una "moda cercana, inteligente y sin complicaciones".
No pretenden que sus diseños se identifiquen con un modelo low cost, sino que primará "la calidad" para poder captar a una clienta "más híbrida", aquella que en su look mezcla, por ejemplo, una prenda de un diseñador con otras de acceso más fácil".
Si más del 35% del negocio de Lidl proviene de los frescos, otro 10% de la facturación corresponde a esta parte textil, dentro de su oferta de productos de surtido variable, que van cambiando cada semana y que no se vende siempre en las tiendas de manera fija.
Competir con las grandes
Las prendas de Esmara competirán con las de cadenas como Primark, que también ofrece ropa a precios asequibles al consumidor. Estarán, dicen en la compañía, "al mismo nivel tanto de calidad como de tendencias". "Queremos hacernos un hueco en este segmento de la moda rápida, accesible y práctica", explican fuentes del grupo.
Dentro de todas las cadenas de supermercados, Lidl es el grupo que más creció en el último año y ya tiene una cuota de mercado del 4%. En las últimas semanas se ha beneficiado, además, de la publicidad que le han dado algunos informes de asociaciones de consumidores destacando la calidad de algunos de sus productos.
En concreto, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) destacaba hace unas semanas una de sus cremas faciales como una de las mejores hidratantes del mercado, por encima de otros productos con un precio muy superior.
Esto ha servido al grupo para insistir en su filosofía y destacar que la calidad y el buen precio son perfectamente compatibles. La idea ahora es trasladar este concepto a la moda.
Diseños limitados
En el caso concreto del textil, las colecciones de Esmara no serán permanentes, sino que irán rotando en los lineales en forma de "colecciones cápsula limitadas" hasta el fin de existencias.
Cada colección se presentará bajo una temática en función de la estación del año y propondrá 25 piezas únicas. También habrá calzado, accesorios e incluso lencería. La mayoría de estas prendas de Esmara hoy no superan los 10 euros.
Junto a Esmara, que es la marca femenina, Lidl comercializa su enseña masculina (Livergy), la de niños (Pepperts) y la de bebé (Lupilu). "El acceso a las tendencias de moda ha dejado de ser definitivamente un lujo", sintetiza Mayte de la Iglesia, la estilista que ha colaborado con el grupo en esta campaña de impulso a Esmara.
Ya en el año 2004 el grupo colaboró con el diseñador Custo en un intento, presumen en el grupo, "por democratizar la moda". Fue la primera vez que una cadena de supermercados y una marca de ropa se aliaban.
Lidl crea una marca de moda para competir con Primark | economia | EL MUNDO
